Podemos tener adicción a drogas (tabaco, alcohol, porros, cocaína, juego…), a las nuevas tecnologías (móvil, internet, videojuegos, …), al ejercicio, a ciertos alimentos, a las compras, al trabajo, al sexo… A partir de ahora, utilizaré la letra “X” para referirme de forma genérica a ese algo al que puedo estar siendo adicto/a.
No voy a detenerme en
hablar de las diferencias y especificaciones que se dan en los distintos tipos
de adicción, ya que lo que me interesa es formular las siguientes 10 preguntas
para que uno pueda reflexionar acerca del tema:
1. ¿TENGO UN DESEO
CONTINUADO SOBRE “X” Y HE HECHO ESFUERZOS POR CONTROLAR O INTERRUMPIR “X” SIN
HABER PODIDO?
Tiene que existir un
deseo persistente y mantenido en el tiempo, y además haber intentado por uno
mismo controlarlo o incluso interrumpir el consumo de “X” y no haber sido
capaz.
2. ¿ME NOTO CON UNA
NECESIDAD MAYOR DE “X” QUE CUANDO COMENCÉ CON ELLO?
Esta pregunta tiene que
ver con el término de TOLERANCIA, es decir, que se necesita cada vez mayor
cantidad de “X” para sentir los mismos efectos que producía al comienzo. Por
ejemplo: en el consumo de drogas esto se ve claramente, al principio puedo
necesitar cierta dosis de sustancia, pero al cabo de un tiempo, para sentir lo
mismo, tendré que aumentar la dosis.
3. ¿HE SENTIDO UN
SÍNDROME DE ABSTINENCIA SI HE DEJADO DURANTE UN TIEMPO “X”?
El síndrome de
abstinencia se observa a nivel de síntomas físicos (insomnio, agitación,
náuseas, vómitos…) o psicológicos (ansiedad, estado depresivo, pensamientos
recurrentes sobre “X”) … y aparece cuando se interrumpe el consumo de “X”.
4. ¿EMPLEO MUCHO TIEMPO
EN “X”? ¿SE HAN REDUCIDO OTRAS ACTIVIDADES SOCIALES PARA DEDICAR MÁS TIEMPO A
“X”?
Cuando una persona tiene
una adicción, llega un momento que podemos decir que su vida gira en torno a
“X”, dedicando gran cantidad de tiempo a obtener, consumir o recuperar los
efectos que le produce “X”. Esto suele producirse de manera gradual, luego la
persona puede no haberse dado cuenta de ello.
Me he encontrado un
aspecto repetido en personas que tienen una adicción, y es que tienen un
espacio individual a nivel de deseos y hobbies muy pobre y limitado. No tienen
actividades que les hagan disfrutar en su tiempo libre, y les cuesta pasar
tiempo en soledad consigo mismos. “X” haría de acompañante en esos ratos. Las
relaciones con los demás han podido disminuir o incluso desaparecer de la vida
de la persona.
5. ¿ME HA PRODUCIDO ALGÚN
TIPO DE PROBLEMA EN OTRAS ÁREAS DE MI VIDA: CONFLICTOS LABORALES, FAMILIARES,
CON LA JUSTICIA, ¿CON AMIGOS…?
Esto es un dato
significativo que siempre se produce: alguna de las áreas de vida se ve
afectada. Algunos ejemplos serían: problemas en el trabajo (llegar tarde,
faltas sin justificar, mentiras, bajo rendimiento), en la familia (descuidar al
resto de miembros de la familia, mentir, ocultar “X”, acumular deudas),
problemas con la justicia (retirada de carnet, multas, juicios pendientes…)
6. ¿ALQUIEN A MI
ALREDEDOR ME HA DICHO QUE CREE QUE TENGO UN PROBLEMA CON “X”?
Este es otro punto
crucial para valorar que exista una adicción. Normalmente la persona que es
adicta, no suele ser consciente de su adicción ni del grado de la misma.
Siempre que haya alguien alrededor que haga comentarios sobre un consumo
problemático de “X”, hay que escucharlo y considerarlo como una primera señal
de alarma.
7. ¿PUEDE SER QUE NO SEA
FÁCIL PARA MÍ IDENTIFICAR MIS EMOCIONES, EXPRESARLAS Y MANEJARLAS?
Podría decir que en la
mayoría de los casos que atiendo con problemas de adicción, existen
dificultades en el área emocional. Suele darse un desconocimiento de las
emociones, cuesta nombrarlas, expresarlas y regularlas. Algunas de las
emociones que quedan solapadas por el consumo de “X” son: TRISTEZA, ENFADO,
CULPA, VERGÜENZA, MIEDO Y SOLEDAD.
8. ¿”X” TIENE UNA FUNCIÓN
DE ESCAPE, ¿EVITACIÓN, DESCONEXIÓN, ANESTESIA…?
En terapia es fundamental
descubrir la respuesta a esta pregunta: ¿PARA QUÉ EXISTE LA ADICCIÓN EN LA VIDA
DE ESA PERSONA? Algo habitual es que el consumo de “X” aparte de ser una fuente
de disfrute para la persona, se convierte paralelamente en una vía de escape,
de evitación, de desconexión o anestesia frente al sufrimiento o malestar.
9. ¿HE UTILIZADO ALGUNO
DE ESTOS MECANISMOS DE DEFENSA PARA JUSTICIAR EL CONSUMO DE “X”?
Los más habituales son:
-NEGACIÓN: “A mí no me
ocurre nada”, “No tengo ningún problema con “X”, “ No soy adicto/a”
-MINIMIZACIÓN: “Es muy
poco lo que consumo”, “A veces discuto por “X” con mi pareja, pero no es nada
importante”
-IDEALIZACIÓN: “X” me
hace sentir fenomenal, y no me produce ningún efecto negativo.
-RACIONALIZACIÓN: “Si
quisiera, lo podría dejar en cualquier momento”
10. ¿HE LOGRADO DEJARLO
DURANTE UN TIEMPO, PERO DESPUÉS HE RECAÍDO DE NUEVO?
La recaída puede existir cuando hay una adicción, ya que se produce cuando uno deja “X” pero al cabo de un tiempo vuelve a consumirlo de manera descontrolada. No es un punto imprescindible para que exista adicción, pero sí a tener en cuenta.
Si tras responder a estas
preguntas, existe una mayoría de respuestas donde uno se ha visto reflejado,
entonces sería importante valorar la posibilidad de que exista una adicción. No
obstante, sería conveniente solicitar ayuda profesional para corroborarlo y
comenzar a trabajar sobre todo ello, teniendo en cuenta que la adicción es la
punta del iceberg de un fondo muy extenso que habrá que descubrir.
By María Gtz
No hay comentarios:
Publicar un comentario