¡¡No hagas ghosting a tu terapeuta!!
En la era de WhatsApp, la comunicación se ha vuelto (a veces demasiado) inmediata. Las ventajas de estas nuevas fórmulas tan rápidas y directas son evidentes, pero también resulta innegable que están perjudicando la calidad de nuestra comunicación. Aunque sea una práctica habitual que casi ya forma parte de nuestra cultura, hay interacciones que nunca deberían sustituirse por unos mensajes de WhatsApp.
En este momento en el que
las relaciones son más superficiales que nunca, son todavía mayores las
dificultades para conectar con otros seres humanos de forma profunda y crear
vínculos más allá de intereses inmediatos. En este artículo comentábamos cómo
estas formas de contacto indirecto son el caldo de cultivo perfecto para todo
tipo de suposiciones, fantasías y malas interpretaciones, además de generar
malestar psíquico y emocional.
Se entiende como ghosting
el hecho de desaparecer de la vida de una persona dejando de comunicarse con
ella de forma más o menos súbita. En el ghosting se corta la relación sin dar
explicaciones, dejando de contestar mensajes, llamadas, etc.… Por desgracia ésta
es una práctica cada vez más frecuente que puede generar en la víctima
profundos sentimientos de incomprensión, frustración y dolor dependiendo de la
duración y profundidad de la relación con el/la «ghoster».
La era de las
interacciones virtuales ha contribuido a incrementar la ya dificultosa tarea de
confrontar ciertas cosas cara a cara. Los mensajes de texto muchas veces sirven
para tapar nuestras carencias emocionales y comunicativas, y ahorrarnos las
incomodidades de un encuentro real y directo con el otro. Dar malas noticias,
expresar cosas embarazosas, hablar sobre asuntos emocionales e incluso dejar
relaciones de pareja ha pasado a ser menos molesto gracias a WhatsApp.
Las razones que pueden
llevar a una persona a hacer ghosting pueden ser muchas: desinterés, miedo a un
enfrentamiento, indiferencia, tener pocas habilidades emocionales… También
puede emplearse como forma de castigo o desprecio. Lo cierto es que esta
actitud pone de manifiesto una evidente cobardía, inmadurez, poco respeto y
falta de empatía hacia los sentimientos de la otra persona.
El Ghosting en terapia
La relación
terapeuta-cliente tampoco se salva de estos desaires virtuales. Faltar a citas
sin avisar, abandonar la terapia por WhatsApp o email o desaparecer del mapa
sin ninguna explicación son casos con los que las terapeutas nos encontramos
cada vez con más frecuencia.
Aunque cada profesional
tiene sus propias pautas (te recomendamos aclararlas bien al iniciar tu
proceso), te ofrezco algunas normas que suelen ser las más habituales en cuanto
a los acuerdos de asistencia en terapia:
SI NO PUEDES ACUDIR A
UNA CITA
– COMUNICA TU FALTA
Avisa al menos con 24h de
antelación para que tu terapeuta pueda disponer de esa hora para visitar a otra
persona que lo necesite.
– RESPONSABILÍZATE
Si no has tenido una
emergencia y has faltado a tu sesión sin avisar al menos un día antes, debes
abonar la sesión. Tu terapeuta no es responsable de tu despiste / mala gestión
del tiempo / reunión de última hora. El abono de la sesión no anulada es un
ejercicio de responsabilidad personal y respeto hacia el profesional. Cada
sesión, además, genera unos gastos de alquiler de sala, a parte de la pérdida
económica que representa perder esa hora.
Si el descuido es al
contrario y es él/ella quien no acude a la sesión por olvido o mala
organización, tu terapeuta se responsabilizará de ello no cobrándote el
siguiente encuentro.
SI QUIERES DEJAR LA
TERAPIA
Aunque lo deseable es que
siempre haya un alta consensuada entre terapeuta y cliente/a (y por descontado
después de realizar el proceso terapéutico completo), tienes derecho a dejar tu
terapia cuando lo desees. Para tu alta unilateral, no obstante, ten en cuenta
los siguientes puntos:
– COMUNÍCALO EN UNA
SESIÓN
En un proceso terapéutico
sobre todo se establece una relación humana. En esa relación se promueve una
comunicación sana, directa y honesta como trabajo terapéutico para que el
cliente pueda hacerla extensible al resto de sus relaciones. Comunicar cara a
cara que quieres dejar el proceso también es un ejercicio de madurez,
responsabilidad y respeto hacia el profesional.
– REALIZA UNA SESIÓN DE
CIERRE
Una vez comunicado el
deseo de finalizar, es importante hacer una última sesión de cierre para poder
darle forma al final del proceso. En ella podréis comentar qué razones te han
llevado a tomar esta decisión (algunas veces el deseo de terminar la terapia
responde a algunas resistencias que forman parte del propio proceso y que es
positivo revisar).
El objetivo de este
último encuentro es realizar una revisión de lo trabajado; ver qué te llevas,
qué has descubierto de ti misma, qué ha quedado pendiente…Tu terapeuta también
te comentará algunas cosas importantes, como recomendaciones sobre temas a
trabajar, posibles derivaciones a otras profesionales, feedback sobre el
recorrido realizado, comentarios sobre temas concretos, etc.… Todo ello resulta
imprescindible para realizar un buen cierre terapéutico.
Y no olvidemos algo
esencial: son seres humanos que se han relacionado de forma cercana durante un
tiempo. Os habéis sentado uno frente al otro con la intención de lograr un
crecimiento hacia la salud… ¿No merece eso una despedida cara a cara, y quizás
también un buen abrazo?
— No fomentemos las
relaciones frías, superficiales, interesadas y desvinculadas de lo profundo.
Sea tu terapeuta, tu pareja, tu compañera de trabajo, tu familiar, tu amigo…
habla cara a cara y no por mensaje los temas emotivos o importantes. Exprésate
de forma directa, asertiva y clara, sé honesto con lo que sientes y respetuoso
hacia los sentimientos de los demás. Será una muestra de sensibilidad, respeto
y madurez que te hará bien tanto a ti misma como al otro. era de WhatsApp, la
comunicación se ha vuelto (a veces demasiado) inmediata. Las ventajas de estas
nuevas fórmulas tan rápidas y directas son evidentes, pero también resulta
innegable que están perjudicando la calidad de nuestra comunicación. Aunque sea
una práctica habitual que casi ya forma parte de nuestra cultura, hay
interacciones que nunca deberían sustituirse por unos mensajes de WhatsApp.
Por Bcn Gestalt 👌

No hay comentarios:
Publicar un comentario