Páginas

viernes, 22 de junio de 2012

Celos Patológicos

En la primera parte de este Blog tratare los celos patológicos desde el punto de vista de la Terapia Racional Emotiva (Albert Ellis). En primer lugar, conviene distinguir entre los celos normales, que cualquier persona puede sentir en un momento dado sin que suponga un problema y los celos patológicos.

Los celos sanos consisten en una preocupación por la posible pérdida de una persona amada o malestar por la relación real o imaginada que esa persona tiene con alguien más. Quienes sienten este tipo de celos prefieren que sus parejas permanezcan con ellos y no desean que tengan una relación demasiado íntima con nadie más. Esto a veces causa algunos problemas en la pareja pero no son demasiado serios ni producen un malestar intenso a ninguno de los miembros de la pareja.

Por el contrario, los celos patológicos están acompañados de intensos sentimientos de inseguridad, auto-compasión, hostilidad y depresión y suelen ser destructivos para la relación.

La diferencia entre ambos tipos de celos está en que en vez de preferir y desear que su pareja esté sólo con él o ella, las personas con celos patológicos, están exigiendo o demandando que su pareja no debe, bajo ningún concepto, implicarse emocional o sexualmente con otras personas. Al estar utilizando un pensamiento rígido, basado en exigencias absolutistas que no admiten más posibilidad que el cumplimiento de sus deseos, estas personas perciben la posibilidad de una infidelidad como algo terrible (siempre que exijas que algo tiene que ser como tú quieres que sea, en vez de solamente preferirlo, considerarás horrible la mera posibilidad de que no sea así). De este modo, vigilará cada gesto inocente de su pareja hacia otra persona para tratar de prevenir e impedir que llegue a suceder eso que considera tan terrible e insoportable.

 En cambio, cuando una persona utiliza un pensamiento flexible, se dice a sí misma cosas como "Deseo mucho que mi pareja esté sólo conmigo, pero es libre de elegir lo que quiere, y si me deja será doloroso y frustrante pero no será algo terrible, ni insoportable, ni me matará". La persona que piensa de este modo puede estar preocupada, pero no aterrorizada ante la posibilidad del abandono, ni necesitará estar constantemente en guardia por si sucede eso tan temido. En cambio, si está utilizando un pensamiento rígido y dogmático, creerá cosas como: "Mi pareja no puede ni debe dejarme nunca bajo ninguna circunstancia ni tiene derecho a hacerlo porque si lo hace me sentiré fatal y será terrible e insoportable". La persona que piensa de este modo se sentirá muy ansiosa, insegura, deprimida, agresiva y dependiente.

 Por ejemplo, quien piensa que su valor personal u hombría, en el caso de los hombres depende de que su pareja permanezca con él o ella, está creando una relación de dependencia que lo mantendrá continuamente ansioso pensando en lo horrible y humillante que sería que su pareja lo dejara; mientras que si piensa que su valor como persona no tiene nada que ver con eso (es decir, utiliza un pensamiento más realista) entonces se sentirá más relajado en su relación con su pareja.

Creencias irracionales que dan lugar a celos patológicos
Los sentimientos de hostilidad provienen de creencias como: "si mi pareja me deja sufriré mucho; por tanto, no puede dejarme y si lo hace es una persona horrible que merece el castigo". De este modo se ven con derecho a llegar incluso a la violencia. Es decir, quien piensa así, considera que sus deseos son órdenes para los demás y antepone sus propios deseos y bienestar al de su pareja: "como a mí me dolería mucho que me dejaras, no eres libre para hacerlo".
 Entre estas creencias irracionales se encuentran las siguientes:

1. La pareja que yo he elegido debe amarme mucho y en todo momento mientras yo quiera que sea así.

2. Es terrible que mi amor no sea correspondido (como tiene que ser) y eso hace que mi vida sea horrible.

3. No puedo soportar que mi pareja no me quiera tanto como yo a ella/él.

4. Dado que no he logrado que mi pareja me quiera como tendría que haber hecho, soy una persona inadecuada e indigna de amor.

5. Si mi pareja me deja, nunca encontraré a nadie a quien amar y seré infeliz toda mi vida porque no puedo ser feliz sin un/a hombre/mujer.

6. Tengo que estar absolutamente seguro/a en todo momento de que mi pareja me ama, ya que necesito su amor para vivir.

7. Si mi pareja me es infiel, los demás se reirán de mí y pensarán que soy un idiota total y eso no podría soportarlo. Etc...

2 parte

El sentir celos es algo bastante común pero lo que se define como un celoso compulsivo o una persona que está en cierta manera adicta a los celos, es el comportamiento desgastante tanto para el que los sufre como para su pareja y se sale de los límites normales que marcan este sentimiento.

Las personas con celos de este tipo conocidos también como celosos enfermizos no solo son celosos con sus parejas, pueden serlo con sus padres, sus hermanos, sus amigos o con colegas del trabajo. Es un comportamiento que se desarrolla generalmente en la infancia y se incrementa a la edad adulta. Los celos mal llevados al extremo constituyen una patología fuertemente autodestructiva; el sujeto que padece esta enfermedad "vive" en un estado de infelicidad, en función de sus miedos y sospechas de engaño, muchas veces completamente infundados y prácticamente no acepta otra condición de verdad que no sean las evidencias que confirman su inseguridad en la relación. Los celos patológicos pueden manifestarse indistintamente en hombres o mujeres.

Los celos causan mucha angustia e infelicidad y aún provocar el daño al ser objeto del celo, incluso hasta provocar una respuesta física de agresión desmedida terminando, en la reclusión (secuestro), en el asesinato o agresión física. Este nivel de celo es muy difícil de curar y las personas que lo padecen tienen grandes posibilidades de llegar a situaciones extremas si no se someten a un especialista. Debido a la gran cantidad de casos de violencia doméstica causada por los celos.

Tratamiento

La cura está basada en la recuperación de la confianza en la relación de pareja y de la seguridad de si mismo reconociendo el espacio vital que toda pareja debe tener y que no debe ser invadido por el otro. La prevención está relacionada con el aprendizaje durante la infancia de los valores de la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de los derechos del otro. Además también pueden prevenirlos una buena comunicación en la pareja. Una vez desarrollados los celos, la terapia psicológica puede ser muy útil si es que no hay una patología subyacente, como el alcoholismo. Si
hay una patología subyacente, la terapia psicológica debe abordarla. En los casos de delirio, el enfoque es farmacológico.



Algunas características son:

1. Desconfía continuamente hasta de su propia sombra, siente un gran odio por los compañeros o compañeras de trabajo de su pareja. Odio a las amigas o amigos de su pareja.

2. Revisa constantemente los objetos personales de su pareja, celular, billetera, libreta de teléfonos, perfiles en las páginas sociales y agendas de trabajo.

3. Tiene una auto estima muy baja y una inseguridad tremenda y falta de confianza en si mismo.

 4. Es una persona altamente dominante que desea controlar todo lo que está a su alrededor.

 5. Sus celos se fundan en lo que se imagina y no en una evidencia real.

 6. Duerme pocas horas pensando en que su pareja les está siendo infiel y cuando su pareja duerme se levanta sin hacer ruido con el afán de buscar alguna evidencia que confirme sus sospechas.

 7. Sufren mucho cuando su pareja entra al baño y se tarda en salir o cuando ésta sale de viaje o se va al trabajo o a estudiar.

 8. No tolera que su pareja no conteste el celular en cualquier momento del día. Se imagina a su pareja en la cama haciendo el amor con otro (a).

 9. Revisa cuidadosamente la ropa de su pareja y la huele tratando de encontrar el aroma de un perfume desconocido.

 10. Revisa el auto de su pareja varias veces al día tratando de comprobar que está en lo cierto y que su pareja efectivamente le es infiel.

Consejos para controlar los celos patológicos

1. Comparte actividades placenteras con los amigos, familiares y colegas en pareja para que ambos se sientan partícipes del mismo círculo.

 2. Practica algún pasatiempo o deporte para alejar tus pensamientos y disipar tus celos fantasmales y cargarte de buena vibra.

 3. Evitar los pensamientos negativos y las fantasías negativas sobre la pareja.


 4. La terapia de pareja funciona muy bien cuando los celos han llegado a un extremo irracional o patológico.

 5. Los ejercicios de relajación, la meditación trascendental y la yoga ayudan a balancear la mente cuerpo y el espíritu. Esto ayuda a la persona a modificar sus pensamientos negativos y transformarlos en positivos.


Conclusion


Los celos patológicos limitan de una manera extrema la vida de la pareja pues el temor es más fuerte que el amor. Los celos pueden llegar a tal extremo que algunas veces contribuyen a actos de violencia doméstica que pueden escalar a extremos peligrosos. La pareja que sufre este tipo de problemas en su relación debe buscar ayuda inmediata. Un Psicologo clinico de pareja a través de unas cuantas sesiones puede ayudar a la persona que sufre de celos patológicos a controlar sus sentimientos y hacerle ver que los celos patológicos no son reales sino que simplemente son fantasías erróneas que la persona que los sufre asume como hechos y que conducen a patrones indeseables entre la pareja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario