Es
común que la gran mayoría de las personas crean que los celos son conductas
negativas e inapropiadas, sin embargo no todos los celos son malos o negativos.
Para
determinar si los celos son positivos y le hacen un bien a la relación de
pareja, o si son un mecanismo de protector que surge como respuesta ante la
presencia de algún tipo de amenaza que atente contra la estabilidad de la
pareja, o si son psicopatológicos, es necesario clasificarlos según su
intensidad, ya sea baja, media o alta.
La
gran mayoría de las personas, si no es que todas, han experimentado diversos
tipos de celos en algún momento de su vida. En algunos casos, ciertas personas
dicen no sentir celos y comentan que quienes los sienten, es debido a
inseguridad, miedos, falta de confianza, etc. Bajo este esquema, es probable
que el no sentir celos pueda ser debido a un mecanismo psicológico de
protección debido a una experiencia negativa en el pasado.
CELOS
DE INTENSIDAD BAJA: son los celos positivos.
Echeburúa
y Fernández comentan que no todos los tipos y formas de celos son malos
o negativos. Los celos obedecen a un principio dialógico y homeostático, es por
ello que dicha conducta no es mala ni negativa, siempre y cuando se manifieste
dentro de los parámetros adecuados y aceptados en la relación de pareja. Esto
significa que si los celos se manifiestan en bajas intensidades, de forma
inofensiva, en forma de juego, causando sentimientos o emociones positivas como
la felicidad, alegría, seguridad y producen un buen resultado para esa relación
de pareja, estamos hablando de celos no psicopatológicos, es decir, celos
positivos o equilibrados que producen un buen funcionamiento en la relación de
pareja.
Cada relación de parejas posee ciertas características particulares que
las hacen diferentes de otras parejas. Paradójicamente mientras que para una
pareja manifestar los celos de cierta manera pueda resultar sano, positivo y
mantenga la relación funcionando adecuadamente, otra pareja pueda percibirlo
negativamente incluso si lo intentan imitar, pueda no funcionarles.
Una
otra propuesta es que los celos pueden ser positivos cuando lo que se demanda
es algo que se debe hacer sobre una base de igualdad en la pareja. En otras
palabras, cada pareja crea sus propias reglas o lineamientos sobre lo aceptable
o no aceptable, sobre lo permitido o no permitido y mientras que esa relación
de pareja funcione sana y adecuadamente bajo esos términos, significa que están
en lo correcto, independientemente si dichas reglas o lineamientos funcionarían
o no para otras parejas.
CELOS
DE INTENSIDAD INTERMEDIA: celos conflictivos.
Específicamente
en el caso de que algún miembro de la pareja ya presentara conductas de celos
desde un inicio de la relación sin motivo real fundamentado y a una intensidad
intermedia, es altamente probable que obedezca a problemas de autoestima,
seguridad y confunda el verdadero significado de amar. Por otra parte es
posible que esa persona, haya tenido experiencias negativas y no las ha
resuelto adecuadamente en su nivel cognitivo y emocional.
Cuando el motivo de los celos se debe a una causa
real presente, generalmente la persona que cela, observa mensajes de alguien
más, enviados al celular de su pareja y que son poco apropiados moralmente, o
al correo electrónico. También puede notar como su pareja responde a esos
mensajes, o trata de manera especial a otra persona como si le gustara o como
si se estuviera enamorando.
Si
los celos se producen a causa de chismes de vecinos, amigos o familiares, o
aparición de algunas enfermedades de transmisión sexual (si la pareja no las
tenía), o por antecedentes de infidelidad, se puede decir que la aparición de
los celos en la pareja es normal y obedece a una respuesta por proteger, cuidar
y evitar perder al ser amado al mismo tiempo que es un mecanismo esclarecedor
de dudas para llegar a la verdad.
Generalmente
este tipo de celos que obedecen a una causa real se manifiestan en una
intensidad mediana o moderada a diferencia de los celos positivos, los cuales
se manifiestan en una intensidad baja e inofensiva.
Este
tipo de celos de mediana intensidad que aparecen ante la sospecha de alguna
amenaza real que atente contra la estabilidad y bienestar de la relación, se
manifiestan mediante reclamos, cuestionamientos y discusiones en torno a esa
tercera persona percibida como amenaza, si la vio, si le hablo, que si donde
estuvo a tal hora, con quien, y si se mantiene este tipo de conductas por un
periodo de tiempo prolongado, pueden incrementarse hasta la categoría más alta
que son los celos de alta intensidad.
Independientemente
si el conyugue que cela tiene o no la razón, se cree que el problema es de esa
persona en particular tú eres el celoso(a), el inseguro(a), piensas mal, vez
cosas que no son. Si ese conyugue que cela, antes no era celoso(a), y ahora si
lo es, es muy probable que algo está fallando en la relación de pareja, algo no
está bien, ni para uno ni para el otro y como resultado de un mal
funcionamiento o problemas en algo de su relación, aparecen los celos en alguno
de los conyugues, no como un problema, sino como un síntoma de un problema no
identificado.
Al
intentar dar solución al supuesto problema de los celos, pueden suceder dos
cosas: se soluciona el problema o simplemente los intentos por solucionarlo de
esa manera no funcionan y entre más se intenta resolver, menos se resuelve,
incluso empeora.
Al
empeorar los celos van incrementando su intensidad y con esto, conductas más
peligrosas como golpes, autoagresiones, amenazas, groserías, altos niveles de
depresión, ansiedad, delirios, paranoia, etc.
LOS
CELOS DE ALTA INTENSIDAD: celos psicopatológicos.
Los
celos psicopatológicos tanto pueden aparecer como afán de evitar perder al ser
querido ante una amenaza real, o como por ausencia de una causa real, ya que
esta puede ser imaginaria y muy subjetiva.
Lo
normal sería que cuando la amenaza que representa esa tercera persona ha
desaparecido, o la pareja ha llegado a acuerdos en torno a los celos, la
intensidad de los celos disminuyan y con esto la mayoría de los problemas de
pareja que tenían desaparezcan. En los celos psicopatológicos esto no ocurre.
En
caso de no haber una causa real para que aparezcan los celos como lo comenta
Echeburúa y Fernández existen tres características elementales en los celos
psicopatológicos: la ausencia de un factor desencadenante, la rara naturaleza
de las sospechas y la reacción emocional irracional del sujeto afectado.
Ambos
autores comentan que lo que está estrechamente relacionado con los celos
psicopatológicos es la desproporcionada intensidad con la que se manifiestan.
Cuando
los celos de intensidad intermedia no logran solucionar el problema (proteger
lo que considera de su propiedad o alejar a la amenaza latente), entonces el
organismo, tanto consiente como inconscientemente en su afán primordial de
solucionarlo, incrementa la intensidad y fuerza de éstos.
Cuando
el celoso(a) ha alcanzado la intensidad alta, por añadidura se ha adquirido una
pauta de conducta destructiva. Esto significa que el, o la celoso(a)
psicopatológico(a), destruyen el amor, la paz, la armonía, la tranquilidad, el
bienestar tanto de su relación de pareja, como de ellos(as) mismos(as) y de su
conyugue.
TRATAMIENTO
El
tratamiento psicológico a seguir obedecerá a cada caso en particular.
Por
ejemplo si el psicoterapeuta identifica que el problema viene desde tiempo
atrás en un conyugue. Entonces deberá enfocarse a ese conyugue en particular,
para realizar el análisis y tratamiento correspondiente.
Si
el terapeuta nota que el problema surgió a nivel interaccional, entonces sus
focos de atención deberán enfocarlos a dichas interacciones por medio de una
terapia de pareja. De igual manera si nota que los celos son un síntoma de un
problema oculto o disfrazado, deberá enfocarse a identificarlo y corregirlo.
En
algunos casos puede requerirse que el paciente sea medicado por un psiquiatra,
esto con el objetivo de disminuir los altos niveles de ansiedad y obsesividad o paranoia, delirios, etc., según sea el caso.
No
controles o quieras controlar a tu pareja, desarrolla y trabaja mejor tu autoestima y seguridad, confronta
tus miedos, cambia los pensamientos destructivos por positivos de seguridad y confianza,
aprende a diferenciar los hechos reales a la manipulación de la imaginación, se
tolerante y respeta su espacio, no idealices a tu pareja, evita la rutina, reafirme
su relación con amor, respeto y buena comunicación.