viernes, 1 de febrero de 2013

Deja de decir no puedo y logra tus objetivos

"Quiero tener una pareja……quiero conseguir un mejor trabajo…quiero tener más dinero…quiero relacionarme bien con mi superiores…pero…no puedo…no puedo…no puedo…". ¿Quién no se siente identificado con alguna de ésas situaciones?

Es que la lista de cosas que quisiéramos podría ser infinita. Y cuántas veces terminamos diciendo que no podemos lograr aquello que tanto queremos y como conclusión, obviamente, no lo obtenemos.

La palabra "no puedo" aparece con mayor facilidad en el discurso. Nuestra mente se vuelve enemiga, tenemos pensamientos negativos y, por lo tanto, atraemos esto a nuestras vidas. Para obtener lo que queremos hay que empezar con la actitud mental correcta. En principio tener confianza en uno mismo.

Es importante desarrollar una "actitud positiva" que tiene que ver con comenzar a pensar que voy a lograr aquello que quiero.

La mente es una de las herramientas más poderosas del ser humano. Mente es sinónimo de vida inteligente, de conciencia humana. Desarrollar nuestra capacidad para crecer y obtener una vida plena y eficaz es eje fundamental de la mente.

Partimos de la idea que "nos convertimos en lo que pensamos". Así, si pensamos positivamente obtendremos buenos resultados pero muchas veces nuestros diálogos internos, las cosas que nos decimos a nosotros mismos nos crean las trabas y producen resultados negativos. Lo que piensas se expande en la vida, atrayendo muchas veces justamente lo contrario a lo que deseamos.

Algunas sugerencias para lograr lo que queremos pueden ser:

• Para transformar nuestros pensamientos debemos entrenar nuestra imaginación. Aprender a visualizarse con el propósito cumplido.

"Creer para ver", cuántas veces nos enseñaron lo contrario (ver para creer).

• Pensar positivamente que tengo el recurso para obtener lo que quiero.

• Evitar la queja sobre aquellas cosas que no son como esperamos.

• Pensar hacia el futuro. No nos sirve pensar en situaciones que fracasaron.

• Todo pensamiento que nos haga retroceder es un impedimento para que se manifieste lo que deseamos crear. Para esto es importante cerrar los asuntos inconclusos del pasado.

• Pensar desde nuestra autonomía y no en función de las expectativas familiares y otras personas, si nuestros pensamientos se centran en lo que los demás esperan de nosotros, aunque no nos gusten esas expectativas, actuaremos según lo que quieren y esperan de nosotros, atrayéndolo.

• Para lograr lo que deseamos es necesario que decidamos cambiar nuestra forma de pensar, poner límites a nuestros pensamientos negativos y nos centremos en lo que nos proponemos crear y atraer a nuestra vida. Tenemos que tomar el compromiso de no poner energía mental a lo que los demás piensan de nosotros.

• Repetir pensamientos positivos.

• Cambiar los "no puedo" por los "no quiero", esto nos reafirma poder sobre nosotros mismos, siempre esta la posibilidad de cambio.


El rol de la terapia cuando el cambio no llega

La psicoterapia es una potente herramienta de cambio. Son muchas las personas que tomaron conciencia de sus problemas y sienten que no pueden cambiar. No saben qué hacer o cómo hacer. Se sienten desbastados o frustrados, ante la imposibilidad de lograr lo que se proponen en la vida.

El objetivo de la terapia es lograr cambios, equilibrio en la mente y armonía en el cuerpo, las emociones y el espíritu.

El primer acercamiento hacia el cambio es decidir hacer terapia, al tomar la decisión ya estamos convencidos de que queremos cambiar y queremos lograrlo.

Al comienzo, las personas muchas veces ofrecen resistencia a cambiar tantos aspectos de sí mismo como pudiera parecer cuando expresan su situación. Si así fuera, ya habrían cambiado. Realmente una parte suya quiere cambiar y otra parte no, e incluso, se resistirá con mayor o menor conciencia al cambio.

Muchos dicen: "Tropiezo siempre con la misma piedra". Cuántas veces sentimos esto a la hora de cambiar y porque sucede? porque estamos acostumbrados desde que nacimos a reaccionar frente a un determinado estimulo de una manera y por ende nos encontramos repitiendo una y otra vez un mismo patrón de comportamiento. Si alguien nos avisara, no dudaríamos en evitarla.

El problema, al final, se reduce a que no nos damos cuenta de los obstáculos hasta que sufrimos sus consecuencias negativas. Este es uno de los puntos en donde reside la ayuda que ofrece la terapia. Por eso podemos decir que el terapeuta es un avisador de obstáculos, un entrenador del darse cuenta.

Y por otro lado, nos ayuda a generar nuevas conductas para generar diferentes resultados y de esta forma lograr aquellos objetivos o metas que queremos.

Y por otro lado, nos ayuda a generar nuevas conductas para generar diferentes resultados y de esta forma lograr aquellos objetivos o metas que queremos.

En todo cambio hay que tener en cuenta dos aspectos: el plano racional, que está vinculado con el hemisferio izquierdo y que reside en darnos cuenta del para qué, el cómo y el por qué nos pasa lo que nos pasa y paralelamente el cambio emocional, vinculado al hemisferio derecho, que tiene que ver con el cambio del sentido que para nosotros tienen los hechos y del significado que le damos dentro de nuestra historia.

Esto es muy importante porque generalmente cuando las personas se sienten que no pueden cambiar es porque hay cambio racional sin cambio emocional y esto es lo que provoca que las personas repitan una y otra vez la misma conducta.

domingo, 27 de enero de 2013

Crisis de Ausencia

Pequeño mal, epilepsia menorEs una alteración temporal de la función cerebral, ocasionada por una actividad eléctrica anormal en el cerebro y caracterizada por una pérdida abrupta de poca duración en la actividad consciente "ausencia" u otro cambio anormal en el comportamiento.
Las ausencias típicas son más comunes en personas menores de 20 años, generalmente en niños entre los  4 y 12 años. 

Pueden ocurrir con otros tipos de convulsiones (crisis epilépticas), como las convulsiones tonicoclónicas generalizadas (epilepsia mayor), fasciculaciones o espasmos musculares (mioclonía) o la pérdida súbita de la fuerza muscular (crisis atónicas). La mayoría de las ausencias típicas duran sólo unos pocos segundos y con mayor frecuencia involucran episodios de mirada fija o "ausencias". Generalmente dura una aproximación de 15 a 20 segundos y un niño puede tener más del 100 al día.

Algunas crisis de ausencia pueden ir acompañada de espasmos de los párpados y músculos faciales, que pueden confundirse con otro tipo de ataque, conocido como convulsiones parciales complejas. Pero a diferencia de las crisis parciales complejas, crisis de ausencia no empiezan con un aura, o premonición de que una crisis se avecina. También hacen no duran tanto, tienden a terminar pronto y no causan un periodo de confusión después de la convulsión. Hacer un diagnóstico correcto es esencial para el tratamiento eficaz y adecuado de las crisis de ausencia.

Los episodios pueden:

  • Ocurrir muchas veces al día.
  • Presentarse durante semanas a meses antes de que se noten.
  • Interferir con el aprendizaje y el desempeño escolar.
  • Tomarse erróneamente como falta de atención u otro mal comportamiento.
Las dificultades inexplicables en la escuela y los problemas de aprendizaje pueden ser el primer indicio de las ausencias típicas.

Durante la convulsión, la persona puede:

  • Dejar de caminar y empezar de nuevo después de unos segundos.
  • Dejar de hablar en medio de una frase y comenzar de nuevo unos segundos más tarde.
  • La persona por lo regular no se cae durante la convulsión.
Inmediatamente después de la convulsión, la persona por lo regular:

  • Está bien despierta.
  • Está pensando claramente.
  • No es consciente de la convulsión.
Los síntomas de las ausencias típicas pueden abarcar: Cambios en la actividad muscular, como:

  • Ausencia de movimiento.
  • Torpeza con las manos.
  • Temblor palpebral.
  • Chasquido de labios.
  • Masticación.
Cambios en la lucidez mental (estado de conciencia):

◦Episodios de mirada fija o ausencias.
◦falta de conciencia de los alrededores.
◦Interrupción repentina en el movimiento, el discurso y otras actividades estando despierto.
◦En algunos casos, pueden ser provocados por hiperventilación o luces destellantes.

Las crisis parciales pueden ser simples (sin alteración del nivel de conciencia) o complejas (si provocan una alteración de la conciencia). En los casos en los que no podemos obtener una descripción detallada del fenómeno por un observador, pero el individuo sufre amnesia del evento, consideramos que se ha afectado la conciencia. Las crisis parciales se subdividen luego según si las manifestaciones son motoras, sensitivas, autonómicas o relacionadas con la esfera psíquica, lo que puede aportar información importante sobre la localización del inicio de la crisis.

La Crisis de Ausencia no es dramática, de hecho algunas veces no se notan. Por lo general se nota al niño distraído con pérdida de relación con el medio que lo rodea, el niño no cae al piso y la recuperación es rápida. Los ataques pueden ser muy frecuentes en un día por lo que el trabajo escolar puede deteriorarse.

La forma más sencilla de identificar un ataque de ausencia es la búsqueda de una mirada vacía que dura unos pocos segundos. La gente en el medio de tener un ataque de ausencia no hablar, escuchar, o parecen entender. Una crisis de ausencia no suele provocar una caída hacia abajo.

Las ausencias atípicas comienzan de manera más lenta y duran más tiempo. Los síntomas son similares, pero los cambios en la actividad muscular pueden ser más notorios.

"Si usted o su hijo experimentan movimientos espasmódicos, puede ser un signo de otro tipo de crisis que tienen lugar a lo largo de la crisis de ausencia".

El tratamiento de las crisis de ausencia

Las crisis de ausencia puede afectar su capacidad para desempeñarse en el trabajo o la escuela, así que es una buena idea consultar a su médico sobre el tratamiento.

Las crisis de ausencia pueden ser tratadas con un número de diferentes medicamentos:

• El ácido valproico •La acetazolamida • Lamotrigine •El clonazepam •Ethosuximide

Mayoría de los fármacos antiepilépticos no son eficaces en el tratamiento de las crisis de ausencia. Muchas personas que sufren de ataques de ausencia también tienen convulsiones generalizadas y por lo tanto tendría que tener uno o más de los medicamentos antes mencionados. En este momento, sólo dos fármacos tienen la aprobación de la FDA para el tratamiento de las crisis de ausencia: el ácido valproico y etosuximida. Se recomienda psicoterapia breve y a los padres de familia hacerles ver el manejo afectivo y conductual del niño.

Gestión de las crisis de ausencia

Los medicamentos pueden ayudar a controlar las crisis de ausencia. Hacer cambios en el estilo de vida también puede ayudar a mantenerlos bajo control. Si tiene problemas para manejar su crisis de ausencia, es posible que desee trabajar más estrechamente con su médico para encontrar una mejor manera de tratarlos.

Llame a su médico si nota que su hijo tiene episodios de miradas fijas, períodos breves de ensueño profundo u otros comportamientos que puedan ser síntomas de crisis de ausencias.

Si la maestra se queja de que su hijo no presta atención o no hace caso , pregúntele si muestra otros síntomas de crisis de ausencias. Por ejemplo, si mira fijamente al pizarrón, parpadea repetidamente o se sacude mientras está en estado de ensueño. Pídale que realice una descripción detallada de los síntomas. Una vez que tenga esta descripción, observe si su hijo los presenta en casa.

Pronóstico

El pronóstico es muy bueno. La mayoría de los niños con epilepsia de ausencias finalmente superan la condición sin complicaciones. Con un tratamiento adecuado, el niño puede llevar una vida normal en la escuela y la casa. En la mayoría de los casos, no hay un efecto a largo plazo sobre el desarrollo del cerebro, su función o su inteligencia.

Para mayor información ver:

  • Epilepsia.
  • Crisis epilépticas (convulsiones).
  • Convulsión tonicoclónica generalizada.
  • Crisis epiléptica parcial (focal).

miércoles, 23 de enero de 2013

La Egolatria

Culto, adoración, amor excesivo de sí mismo. Es la visión distorsionada de la realidad que nos lleva a creer que los demás están obligados a querernos y a demostrarnos generosamente su cariño, es pensar que el mundo no podría arreglárselas sin nosotros, que todo cuanto suceda a nuestro alrededor requiere de nuestro protagonismo, que los hechos no son importantes en sí mismo si nosotros no participamos en ellos, con nuestras opiniones, juicios y respuestas emocionales.
La egolatría es un sentimiento muy ligado a la sobre valoración de las cualidades de uno mismo y a la firme creencia de estar por encima de todos y cada uno del resto de los mortales.

La egolatría es puro egoísmo y nos incita a creer que los demás no podrían arreglárselas sin nosotros: el ególatra no ve más allá de sí mismo, se cree un genio capaz de llevar a buen puerto cualquier proyecto que se proponga ya sea convertirse en un actor irresistible, un artista divino o un militar invencible.

Los egocéntricos presentan actitudes y conductas arrogantes, imperiosas, pedantes y altaneras.

Quien profesa la egolatría practica un culto, una adoración y un amor excesivo de sí mismo. En psicología, el egocentrismo es una exaltación de la propia personalidad, auto-considerándose como centro de la atención de los demás. El egocéntrico o la egocéntrica, atiende desmedidamente sus propios intereses antes que ocuparse de terceros, si es que lo hace.

El problema fundamental que sufren los ególatras es que miran la realidad a través del cristal de la propia "infalibilidad". Para ellos, los demás deben aceptar sus puntos de vista y generalmente no aceptan estar equivocados. Tienen una marcada tendencia a menospreciar a las personas y son hipercríticos de quien piense o actúe diferente a su forma de comportarse. Sus opiniones y sus intereses son lo más importante en la vida y todos los seres que le rodean deben supeditarse a ellos.

Más que personas provistas de una necesaria y adecuada autoestima, los egocéntricos manifiestan una exagera grandiosidad y pretenden considerarse  admirados al menos, Esta circunstancia los hace vulnerables, porque los aduladores pronto se dan cuenta que una forma de manipular a los ególatras es sugiriéndole ideas como si fueran sus propios pensamientos.

Pensando que nunca mienten y siempre tienen  la razón, no son aptos para profundas reflexiones y no escuchan lo que se les dice o advierte. Por ello, cometen graves errores a lo largo de su vida y poco a poco, de grandilocuentes se van quedando solitarios, conviviendo con su propia "grandeza" y algunas fantasías de supuestos éxitos, de poder o de excepcionalidad.

En las relaciones personales, los egocéntricos o egocéntricas se comportan como aprovechadores. Sus cónyuges, hijos y entornos íntimos deben subyugar sus proyectos de vidas a ellos. Igual ocurre en el ámbito laboral, siempre usarán a los demás para alcanzar sus propósitos.

Cuando cometen evidentes faltas o un traspié, no lo reconocerán y ante los comentarios dirán que los envidian. Así construirán una "realidad" de perfección donde los otros tendrán la culpa de sus desatinos.

Al ser "especiales" y "únicos" presentan actitudes y conductas arrogantes, imperiosas, pedantes y altaneras.

En psicoterapia la dificultad radica en que el egocéntrico o la egocéntrica en muy contadas ocasiones aceptarán acudir por ayuda porque quienes se lo propongan, nunca tendrán la razón o como decía una paciente ser de esta manera es divertido y reconocer a gente así más.

La egolatría, el culto a sí mismo, es una de las características que mejor define al individuo de finales del siglo XX: el individualismo y la falta de compromiso social.

viernes, 18 de enero de 2013

Ser una Persona Positiva

El estrés y la negatividad se apoderan de nosotros con mucha facilidad. Tan es así que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos siendo negativo y le llamamos ser “realistas”.
El ser una persona negativa nada tiene que ver con ser realistaDe hecho, la realidad no es ni positiva ni negativa, simplemente “es”. Nosotros somos quienes calificamos las situaciones como buenas o malas. La actitudes son proyecciones mentales.

Es un hecho que nuestra sociedad está muy orientada a lo negativo, a los problemas y al estrés. Simplemente date cuenta de los programas que pasan en la televisión, en los noticieros y en los comentarios de la gente en general. La gran mayoría de la información que está a nuestro alcance es información cargada de violencia y problemas, ya sean “reales” o ficticios como en las series de tv, sin embargo esa es la información que le estamos dando a nuestro cerebro.

Hoy quiero enseñarte a ser una persona positiva y a comenzar a hacerte consciente de la “otra realidad”, la que está ahí pero nos estamos olvidando de ver. Observa cómo por cada queja y por cada situación negativa que te encuentras, a tu alrededor hay decenas de situaciones positivas que pasan desapercibidas. Son estas cosas a las que no les damos mucha importancia, pero que si no estuvieran, tendríamos realmente de qué preocuparnos.

Nos referimos a aprender a poner tu atención en todo aquello que está bien en tu vida hoy en día, así como es, a pesar de lo negativo. Si no tienes trabajo, si chocaron tu auto, si en la tintorería arruinaron tu traje, si tienes un pariente enfermo, si te dejó tu pareja… aunque algunas de estas situaciones pueden ser realmente dolorosas, la verdad es que al mismo tiempo están sucediendo muchas otras cosas que te favorecen.

Date cuenta que por encima de esas situaciones, estás tú, con muchas situaciones a tu favor. Quizá tienes tu salud, tu familia, algún amigo, un lugar donde vivir con tranquilidad, una situación económica estable, la capacidad de trabajar, un hijo, vives en un país que te da libertades, gente que te aprecia, la capacidad de ver, de oír, de caminar, etc… Ya sea que tengas todas estas cosas o sólo alguna, es suficiente para aprender a sentirte la persona más afortunada del mundo, ya que la fortuna no está en las circunstancias, sino en la forma como agradecemos aquellos que tenemos.

El secreto para ser una persona positiva es quererte a ti mismo, valorar todo lo que te rodea, aprender a conocer la vida y valorarla de fondo, vive sonriéndole a la vida, el humor es como una brújula que marca el equilibrio de nuestro estado de ánimo. Ser positivo es una actitud que marca la diferencia.

Algunas características en Gral. Para ser positivo: Inteligencia y perseverancia, preferir la constancia a la “buena suerte”, pensar que los infortunios son pasajeros, preferible ser práctico y realista, vivir “aquí, hoy y ahora”, aceptar con calma lo que llega, etc.. Otros puntos de una ser positivo es que siempre mira hacia adelante planeando tu camino. Tener expectativas, planes, anhelos, esperanzas. Es saber lo que quiere hacer y a qué quieres dedicarte. Es ubicar su meta y trabajar en ella desde ahora. Es cumplir con tus obligaciones, y al mismo tiempo disfrutar sanamente de tus placeres. Es utilizar tu raciocinio humano y hacer a un lado tu instinto animal. Es sensibilizarte al mundo que te rodea, es buscar tu propio cambio y luchar por él con inteligencia.

Es saber que dependes enteramente de ti. Así que tienes en tus manos nada menos que tu vida. ¿Qué vas a hacer con ella? En eso consiste la máxima libertad, pero también la responsabilidad máxima.

Para el optimista, las situaciones dramáticas le brindan una oportunidad de crecer y fortalecerse como persona.

Por su parte, ser negativo es una actitud vital que puede perjudicar nuestra salud, nuestras relaciones personales y nuestro trabajo. Si lo ves todo negro, desconfías de todo y te tomas las tareas diarias como algo desagradable y no como algo susceptible de hacer bien y con entusiasmo, necesitas modificar tu forma de ver las cosas y tu forma de actuar.

miércoles, 16 de enero de 2013

Dislexia Infantil

La dislexia es la dificultad en la lectura que imposibilita su comprensión correcta. Dislexia infantil es una deficiencia de la lectura, la escritura y el aprendizaje aplicándolo en un término general. Su causa es una alteración de las zonas cerebrales que controlan el lenguaje. El término dislexia lo creó el Dr. Rudolf en Stuttgart, Alemania, en el año 1887 y lo utilizó para describir la pérdida de la capacidad de leer en una persona adulta, debido a una lesión cerebral.
Modernamente, la dislexia no es considerada una enfermedad como tal. Es una circunstancia personal de un individuo, pese a que el ámbito donde se observa por primera vez es en el médico, estudiándose la pérdida de la habilidad de escribir y leer en individuos afectados por enfermedades o traumas.

La dislexia es uno de los problemas del aprendizaje que más pueden influir en el rendimiento escolar negativo del niño. Supone una dificultad para aprender a leer, lo cual también implica la dificultad para aprender a escribir, lo cual supone que para el niño resulta más complicado que para sus compañeros comprender textos escritos y expresarse correctamente en los exámenes y pruebas realizados en la escuela.

 Para evitar que la dislexia influya en su resultado escolar, es importante detectar precozmente este trastorno para que un especialista realice un diagnóstico y determine las pautas para facilitar el aprendizaje del niño. Para ello, deberemos estar atentos a los signos que nos pueden indicar que el niño sufre dislexia:

"Hasta los cinco años, se da un desarrollo lento del habla y del vocabulario. El niño suele tener problemas para pronunciar palabras sencillas, seguir instrucciones o puede mostrar dificultades de coordinación y de equilibrio, que se demuestra en torpeza al correr o al saltar. También pueden presentar dificultades al resolver rompecabezas y suele existir un desarrollo débil de la condición motora.

A partir de los cinco años, suele ser de 7 a 9 años, ya en la etapa escolar, los niños suelen confundir el orden de las palabras y las sílabas, tienen problemas al pronunciarlas, presentan dificultades para leer y escribir, así como problemas a la hora de copiar desde libros a pizarras. También suelen tener mala letra y dificultad para interpretar instrucciones escritas o escuchadas.

También suelen aparecer problemas relacionados con el equilibrio y la orientación, lo que hace que les cueste ubicarse y orientarse en el espacio y suelen ser torpes al moverse, saltar, correr, etc".


En resumen Los niños y adultos con dislexia pueden presentar algunos de estos síntomas:

  • Lectura lenta, trabajosa y cargada de errores: Dificultad para leer oraciones o palabras sencillas. Suelen presentarse problema frecuentes con palabras cortas como del o por.
  • Deficiente ortografía en los textos o dictados: Invierten las palabras de manera total o parcial, por ejemplo casa por saca.
  • Uniones o separaciones incorrectas de palabras: Escriben la misma palabra de distintas maneras, invierten las letras, por ejemplo p por b, o d por b, tiene dificultadas para ver que una palabra está mal escrita.Cometen errores de ortografía raros.
  • Copian las palabras mal aunque están mirando cómo se escriben.
  • Conocen una palabra pero usan otra, como gato por casa.
  • Tienen dificultades para distinguir la izquierda de la derecha.
  • Dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y al poco tiempo lo olvida).
  • Además, le cuesta realizar con éxito las actividades donde es necesario aplicar varias habilidades (ejemplo, redacciones en las que ha de prestar atención a la ortografía, signos de puntuación, organización de ideas...).
La dislexia no se manifiesta de la misma manera ni con la misma intensidad en cada niño. Por lo tanto, la recuperación estará determinada por las características de cada niño y por el medio familiar y escolar al que pertenece. La detección precoz es la clave para su recuperación, antes de que el niño viva la experiencia del fracaso.

"El niño con dislexia es capaz de aprender a leer, pero lo hará de una manera diferente, con un método distinto y un tratamiento especial, dándole estrategias y técnicas para enfrentarse a sus dificultades de lectoescritura, enseñándole diferentes habilidades que le ayuden a comprender y memorizar los textos leídos".

Si su hijo tiene dificultades para leer, el pediatra debe examinarle la vista, el oído y la capacidad motriz para detectar algún problema. Si no existe ningún trastorno en estas áreas, debe llevarlo a un especialista en lectura y/o a un psicólogo infantil. El doctor examinará al niño en busca del problema físico o emocional que origina sus dificultades para leer. El psicólogo o el especialista en lectura le harán pruebas de diagnóstico referidas a lectura, escritura y memorización. Estas pruebas permiten verificar el diagnóstico de dislexia. Actualmente hay varias formar de intervenir en el tratamiento, ver con su médico las opciones favorables de acuerdo al caso.

Una vez se ha diagnosticado dislexia un tutor en fonética puede elevar al niño hasta el nivel de lectura apropiado para su inteligencia. Se debe informar al maestro del niño y pedirle que sea comprensivo. Existen versiones de exámenes adaptados para estudiantes con dislexia. La dislexia puede superarse cuando está correctamente diagnosticada y se la trata con paciencia y fuerza de voluntad. Las dificultades en la educación suelen ser el resultado de un diagnóstico equivocado y la consiguiente frustración del niño al sentirse incapaz. Busque las áreas en las que el niño se destaca y ponga el énfasis en ellas.

Un niño puede tener problemas para leer, pero ser un genio en matemáticas, música, u otros campos. Los ordenadores son herramientas de aprendizaje especialmente útiles para los niños que tienen dislexia, ya que permiten desarrollar habilidades para escribir que de otra manera no se podrían lograr. Muchos niños disléxicos son capaces de compensar sus desventajas con relativa facilidad; sin embargo, suelen tener más dificultades para superar el problema emocional de sentirse incapaces.

Lo más importante es que sea paciente con su hijo y lo ayude a entender que él no tiene ninguna culpa. Con aplicación y técnicas especiales la mayoría de los niños con dislexia pueden disfrutar de la lectura y leer bien. 

Es importante que los padres que tengan un hijo con dislexia se pongan en manos de un profesional para que les pueda orientar de la mejor manera de ayudar a su hijo.

domingo, 13 de enero de 2013

Ser Feliz depende de ti

Cuántas veces nos encontramos sintiéndonos tristes, desmotivados, preocupados, molestos o ansiosos, y comenzamos a desear e incluso exigir que las situaciones cambien, para que podamos recuperar nuestra felicidad. ¿Te ha pasado?.

Estamos acostumbrados a pensar que las circunstancias que nos rodean son la fuente de nuestra felicidad. Vivimos esta ilusión de que nuestra felicidad y bienestar dependen de que nos sucedan cosas buenas, de que nada nos frustre, de tener una vida que parezca un comercial de televisión.


La realidad es muy diferente y a veces dolorosa pues nos demuestra que la verdadera realización y felicidad no dependen de lo que encontramos en nuestra vida, sino de cómo lo percibimos y cómo reaccionamos ante ello.


Esto nos deja en una posición de responsabilidad ante la felicidad. Es más fácil echarle la culpa de nuestra felicidad o falta de ella a las circunstancias externas, sin embargo, al asumir el control de nuestra propia capacidad de ser felices, toda la responsabilidad recae sobre nosotros.


Cada persona puede ser feliz, si así lo desea. Existen incontables casos de individuos que poseen todo lo que el dinero puede comprar y no se sienten felices  y por el contrario, existen quienes carecen de todo y sin embargo encuentran el contento en su forma de ver la vida.


Entonces, si la felicidad está dentro de nosotros, ¿cómo hacemos para sentirla? No es una tarea fácil. 

Estamos demasiado acostumbrados a esperar que las circunstancias externas cambien para sentirnos felices, que cuando llega el momento de cultivar la verdadera felicidad interna, no sabemos por dónde empezar.


Gran parte de la superación personal de una persona consiste en encontrar esa felicidad dentro de sí. Es una labor que requiere práctica, esfuerzo y trabajo personal, no hay una pastilla mágica para ser feliz.



Decídete a cambiar tu forma de pensar y de sentir, a dejar de responsabilizar a los demás y a las circunstancias de tu felicidad y a tomar las riendas de tu vida emocional, de tu propia satisfacción y felicidad.


¿Cómo hacerlo? Se requiere de un verdadero deseo de transformar tu manera de pensar, de sentir y de mejorar tu actitud. Te invito a comenzar a hacer ese cambio en ti desde hoy, buscando las herramientas que te sirvan para lograrlo. Es un cambio que no se da de la noche a la mañana, pero si eres persistente, en poco tiempo te asombrarás de notar que eres realmente más feliz, con más bienestar y tranquilidad en tu vida.


Recuerda que “Tú existes por ti mismo, no son los demás los que te crean. Tu vida es independiente de los demás. Cuanto más construyas tu personalidad en función de los demás, más te alejarás de la felicidad. La felicidad depende del estado de tu mente, no de lo que los demás piensen sobre ti. La felicidad depende de lo que escojas en cada instante de tu vida. Incluso esas pequeñas decisiones que parece que no tienen importancia, marcan lo que ocurrirá en el presente y en el futuro. Si dejas que los demás creen tu mundo, quizás los demás alcancen sus objetivos, pero tú te alejarás cada vez más de los tuyos. Vives en el mundo que creas cada día. Es tu mundo, es tu vida, nada ni nadie tiene derecho a intervenir en tu vida.



No tienes que dedicarte al bienestar de los demás. Tú no puedes hacer feliz a los demás, porque la felicidad depende de cada uno. Nadie es capaz de hacerte feliz. La felicidad está en tu mente, en cómo te vives a ti mismo".


La felicidad está en cada uno de nosotros, es siendo feliz con uno mismo, responsabilizar a los demás es negarse a ser feliz.  

jueves, 10 de enero de 2013

¿Por qué no te Tocas?

Algunas mujeres ni siquiera se miran a sí mismas.
Aún con el paso del tiempo y el empoderamiento que ha alcanzado la mujer en la sociedad, una gran cantidad aún no es capaz de reconocer su cuerpo en el ámbito sexual; muchas incluso ni siquiera saben cuáles son sus zonas erógenas y no solo me refiero a la masturbación femenina si no en incrementar su placer y todo sus grandes beneficios.


Insertadas en una sociedad machista, en un país que todavía se considera a sí mismo como religioso (y castrador) y con una cultura rica pero al mismo tiempo muy pobre en lo que a educación sexual se refiere. Ese es el escenario en el que se mueven la mayor parte de las  mujeres y pese a que los tiempos han avanzado, parece que la sexualidad sigue siendo una de las piedras de tope fundamentales para lograr la libertad personal.

Sin importar el nivel de educación, la edad, profesión y la condición socio económica, el desconocimiento por el cuerpo en el plano sexual se da en todo tipo de mujeres, quienes no saben desde cómo es su vagina hasta qué es lo que les provoca placer. De mirarse ni hablar y al parecer, el trabajo de descubrir y hacerlas sentir es exclusivamente de su compañero, el que tampoco parece ser muy avezado en estos temas.

Desconocer la propia sexualidad implica una serie de consecuencias, las que pueden derivar en disfunciones sexuales tales como la anorgasmia, problema que actualmente padecen muchas mujeres quienes no tienen relaciones sexuales placenteras y dicen no sentir absolutamente nada al momento de intimar con sus parejas.

“La ausencia de deseo es la disfunción sexual que más afecta a la mujeres de todo el mundo”

Si bien hay mujeres que han hecho un trabajo de exploración de su cuerpo, lamentablemente aseguro que se trata “de las menos”, siendo el caso más común “la mujer que es ignorante de su cuerpo, sus  necesidades, de cómo satisfacerse y que siempre está esperando que otro se haga cargo de eso”. Suelen moverse  en cierto sentido en un sistema un tanto paternalista y en este caso en particular eso se refleja en que “si el otro es bueno (sexualmente hablando), debería saber exactamente lo que yo necesito”.

Todo esto obedece a un conjunto de factores por ejemplo: El machismo imperante en nuestra sociedad y lo difícil que aún es hablar de sexualidad, tema tabú en muchas familias.

La sexualidad se aprende en el hogar y no fuera de él y claro, esto se rige generalmente por las culturas en las cuales están insertas las personas, pero uno se da cuenta que las mujeres que sí han hecho un proceso de autoconocimiento han tenido otro nivel de crianza basada en el respeto por el cuerpo, donde se entrega conocimiento a medida que se va creciendo y donde los padres hablan libremente del tema y también de sus propios cuerpos de manera natural”.

A diferencia de las mujeres que nunca han explorado su cuerpo y que no saben qué es lo que les gusta y desean durante una relación sexual, las que sí han hecho el ejercicio de autoconocimiento sin duda disfrutan mucho más del sexo y también de su vida cotidiana “se relacionan de manera diferente con su cuerpo y sexualidad y eso puede verse en el modo cómo caminan. Una mujer que se relaciona más con su cuerpo va libremente por la vida, menos tapada, tiene menos prejuicios acerca de su cuerpo, sea éste bonito o no, son más seguras, tienen un vaivén distinto al caminar y son mujeres empoderadas con su sexualidad”.

Lo que ocurre actualmente con las jóvenes y el llamado “destape” en lo sexual no tiene relación con un conocimiento acabado del cuerpo. Al contrario, se trata de un descuido de éste. “Antes había una generación que no veía el cuerpo y ahora hay una devaluación de él, porque asumir la sexualidad implica respeto por el cuerpo y hoy eso no se ve claramente”.

Si bien el empoderamiento femenino antes descrito ha permitido que la mujer se sitúe en el mundo desde otra perspectiva, en lo sexual esto también está trayendo consecuencias y entre las más evidentes están las disfunciones sexuales masculinas ya que las mujeres han ido adquiriendo más conciencia acerca de lo que quieren, pero también han perdido su lado empático y pasivo. Ahora, si el hombre no tiene ganas, ella puede que piense que ya no le sirve, ya que necesita a alguien que quiera tener relaciones con ella, etc... actitud que vuelve a generar un desequilibrio en las relaciones de pareja y que lleva a desencuentros y quiebres amorosos.

domingo, 6 de enero de 2013

Trastorno Psicótico Compartido

Convivir con alguien que sufre psicosis no es sencillo. Esta enfermedad supone que quien la padece oye y ve cosas que no existen, ya que los delirios forman parte de la enfermedad. En ocasiones, la fuerza de las ideas delirantes es tal, que la enfermedad supera los límites de la mente del enfermo y parece contagiar a otra persona que conviven íntimamente con él, dando lugar a lo que se conoce como psicosis compartida o “folie à deux”, nombre con que fue descrita por primera vez en 1877 por Lasegue y Falret para describir una patología en la que tanto el enfermo como el que convive con él comparten las mismas ideas delirantes. Convivir con alguien que sufre de psicosis implica comprender al enfermo y saber que en ciertos momentos, va a estar viendo u oyendo cosas que no existen en realidad.

Obviamente, esto es una carga bastante importante para los familiares, ya que deben de tener especial cuidado con ciertas situaciones que pueden llegar a ser peligrosas. Pero a veces el problema puede crecer y salir de los límites de la mente del enfermo. En todos los casos, parece necesario que exista un vínculo afectivo muy íntimo entre el enfermo de psicosis y quien sufre la psicosis compartida.

En el DSM IV este trastorno es conocido como "trastorno psicótico compartido" y en el CIE 10 como "trastorno de ideas delirantes inducidas".

Se han propuesto varias clasificaciones de trastorno psicótico compartido para describir cómo la idea delirante se mantiene por más de una persona. En estos casos, hay de 2 a 4 situaciones principales en las que alguien cercano al psicótico acaba por compartir su noción de la irrealidad:
  • Folie impuesta. Es cuando el enfermo induce a la otra persona sus ideas delirantes. Suelen tener una relación muy estrecha, y compartir los mismos temas (por ejemplo, creer en los horóscopos).
  • Folie simultánea. En este caso, ambas personas sufrían de psicosis, y una de ellas influencia a la otra de forma que acaban teniendo delirios parecidos.
  • Folie comunicada. La persona inductora enferma a su acompañante pero posteriormente la psicosis de ambos evolucionan independientemente, aun después de la separación física. Algunos especialistas consideran que esta es la "verdadera" locura inducida.
  • Folie inducida. La persona ya sufría con anterioridad la psicosis pero nuevas ideas delirantes se le suman a su cuadro clínico inducidas por el otro enfermo.



Vale aclarar que en algunos manuales se pueden hallar estas dos últimas formas como subtipos o expresión de la folie impuesta.

El Trastorno psicótico compartido o folie à deux (literalmente "locura compartida por dos") es un raro síndrome psiquiátrico en el que un síntoma de psicosis (particularmente una creencia paranoica o delirante) es transmitida de un individuo a otro. El mismo síndrome compartido por más de dos personas puede llamarse folie à trois, folie à quatre, folie à famille o incluso folie à plusieurs (locura de muchos).

El trastorno psicótico compartido no deja de ser una curiosidad psiquiátrica. El actual manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales establece que una persona no puede diagnosticarse como delirante si su creencia en cuestión está comúnmente aceptada por otros miembros de su cultura o subcultura. Cuando un gran número de personas terminan creyendo algo obviamente falso y potencialmente angustioso basándose únicamente en rumores, estas creencias no se consideran como clínicamente delirantes por la profesión psiquiátrica y se etiquetan como histeria colectiva. Los factores comunes para la aparición de estos casos son:
  • Relaciones estables y de larga duración en el tiempo, generalmente entre dos personas, que además sostienen una escasa vida social.
  • Usualmente estas relaciones son ambivalentes y de dependencia.
  • Asumir los síntomas de la otra persona no es solo una forma de sometimiento sino una manera de acercamiento y "empatía" (por llamarlo de alguna forma) para con el sentir del otro.
Al contrario de lo que nos dicta el sentido común y las técnicas psicoterapeutas que hoy se continúan aplicando, separar a la pareja no siempre reporta la curación del segundo afectado. Incluso se afirma que solo en el 40% de los casos la separación tiene un efecto positivo pues en el resto de las personas se observa un recrudecimiento de la sintomatología delirante. Asevero que la literatura teórica sobre el trastorno es aún muy "optimista" pero que en la realidad la persona inducida no siempre logra recuperarse del trastorno.

Otro de los "estereotipos" relacionados con la folie á deux hace referencia a que la persona inducida usualmente posee cierto nivel de retardo o retraso mental o presenta alguna discapacidad que le hace dependiente de la persona psicótica. Sin embargo, en los casos que se han recogido recientemente, este patrón ya no es tan claro e incluso la persona puede sucumbir ante las ideas delirantes de su pareja aun cuando mantiene una vida social relativamente activa. 

Estas nuevas presentaciones de casos clínicos han llevado a una reconsideración de las causas de la folie á deux para hipotetizar que la persona sana prefiere (evidentemente este proceso transcurre por debajo del nivel de conciencia) aceptar las ideas delirantes y descabelladas de su compañero antes que perder una relación que les reporta una gran satisfacción emocional. Por supuesto, esta aceptación implica una identificación desde el punto de vista emocional y cognitivo por lo cual la persona "sana" termina pensando y sintiendo como su pareja.