jueves, 1 de junio de 2017

Fibromialgia y Psicología de la Salud

Intervención psicológica en personas con fibromialgia.
A la fibromialgia (FM), por sus características propias, se le asigna un tipo de tratamiento que no es curativo sino que pretende ser preventivo de unos síntomas y paliativo de otros. Dado que se trata de un trastorno con tan variada sintomatología y con una considerable comorbilidad con otros trastornos.

La opinión de que la FM es un trastorno psiquiátrico no tiene sustento en la evidencia científica, algunos estudios indican que estos pacientes presentan problemas psicosociales y trastornos psiquiátricos, como depresión, ansiedad, somatizaciones, fobias y trastornos de pánico. A menudo tienen estados depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos fóbicos, además pueden presentar concomitantemente afecciones de dependencia de alcohol y medicamentos, e incluso tienen diversos trastornos de personalidad.

También se ha considerado a la fibromialgia como un trastorno de somatización, describiendo en estas pacientes comportamientos típicos de la "histeria" como egocentrismo, histrionismo, labilidad emocional, pobreza y falsedad de afectos, erotización de las relaciones sociales, frigidez, dependencia afectiva e intolerancia al rechazo personal y gasto excesivo de energía para encontrar la aprobación, la atención y la alabanza de los demás. Existen autores que consideran el dolor crónico no lesional como expresión de una depresión subyacente. La alta prevalencia de depresión en la FM ha llevado a algunos autores a hipotetizar que el trastorno afectivo es el mecanismo primario que subyace a la FM. Sin embargo, la depresión no es específica a la FM, ni todos los pacientes con esta enfermedad refieren elevados niveles de depresión.

También se relaciona la FM con la ansiedad. La ansiedad crónica produce tensión muscular y aumento de la receptividad o disminución de la tolerancia al dolor, así como mantenimiento del "sentimiento doloroso", una vez cesado el estímulo nociceptivo. Por otra parte, el dolor puede generar una respuesta de ansiedad patológica y, de hecho, la ansiedad es el factor psicológico que antes y mejor se identifica como respuesta a la experiencia dolorosa.

La FM se ha relacionado igualmente con el síndrome de estrés postraumático. La incidencia del trastorno por estrés postraumático entre los pacientes con FM parece ser alta, pero sólo existe un estudio prospectivo que señale una asociación entre el trauma selectivo y la fibromialgia, y los autores señalan que "los datos actuales en la literatura son insuficientes para indicar si existe una relación causal entre FM y trauma".

Finalmente, la mayoría de las investigaciones señalan que los pacientes con FM tienen significativamente más problemas psicológicos que los grupos de control sanos e incluso que grupos con dolor crónico de etiología orgánica conocida (artritis reumatoide).

Tratamiento

Los tratamientos más empleados en la actualidad son el tratamiento farmacológico, el ejercicio físico y la terapia psicológica. Aunque cada vez con más frecuencia se ofertan formas alternativas de tratamiento. El paciente puede seguir un tratamiento con analgésicos o anti-inflamatorios clásicos o bien incorporar medicamentos moduladores del dolor: antidepresivos y anti-convulsionantes principalmente. El objetivo es mejorar el sueño, la fatiga, la depresión, los espasmos musculares y el dolor. En los casos más graves, pueden combinarse varios de estos fármacos, bajo prescripción médica.

Los tratamientos psicológicos actuales.

El objetivo de la mayoría de los tratamientos psicológicos en la actualidad es ayudar a la persona afectada a controlar los aspectos emocionales como la ansiedad y la depresión, los aspectos cognitivos, y los conductuales y sociales que pudieran estar agravando el cuadro clínico. De igual manera, se persigue con este tipo de tratamiento que el paciente modifique sus creencias sobre la enfermedad y aprenda técnicas de afrontamiento que le permitan responder adecuadamente al dolor y a otras manifestaciones clínicas. En las psicoterapias se pueden incluir varias modalidades, entre las más frecuentemente utilizadas en el tratamiento de la FM: a) la información y la educación y b) la terapia cognitivo-conductual. En varias ocasiones, la información y educación del síndrome forman parte de la condición control con la que se compara otras modalidades terapéuticas o se combinan con esas otras modalidades.

Tratamientos interdisciplinares.

La FM, al estar constituida por múltiples síntomas que afectan a diferentes disciplinas de la salud y al existir múltiples y diversos factores predisponentes, necesita de un enfoque terapéutico integral, que influya sobre los diferentes sistemas implicados. Normalmente los tratamientos combinan la terapia física, la terapia ocupacional y el manejo de medicación opiácea o sedativa junto con programas de TCC y Educación e Información. Algunos autores se cuestionan el diagnóstico de la FM, planteándose que pueda ser un trastorno de la esfera neurológica y no reumatológica.

Propuesta de áreas de intervención en fibromialgia desde la Psicología de la Salud.
  • Estrés y sintomatología asociada. Según distintos autores, el comienzo de la enfermedad coincide con la presencia de eventos vitales. Además, la FM suele asociarse a síntomas que a su vez están asociados al estrés, como cefaleas tensionales, colon irritable, etc. y que pueden agravarse o desencadenarse por él. El padecer una enfermedad como la FM puede percibirse como un estímulo o factor estresante; de hecho, el dolor se considera como un fuerte estresor que a la vez puede ser generador de una serie de estresores. Es por ello que varios tratamientos abordan esta temática.
  • Dolor. Dado que uno de los síntomas distintivos de la fibromialgia es el dolor, éste ha sido uno de los aspectos más estudiados desde la Psicología de la Salud y prácticamente en la mayoría de los tratamientos psicológicos para la FM se incluye alguna técnica para el control del mismo: entrenamiento en relajación, ejercicio aeróbico, reestructuración cognitiva.
  • Enfatizan la importancia que tiene desde el punto de la intervención ocupacional ajustar la actividad a la máxima capacidad de la persona, a sus necesidades específicas y a sus circunstancias particulares. La actividad ha de conservar relevancia y carácter práctico, de forma que los ajustes deben hacerse para motivar a la persona a continuar participando, manteniendo la mejoría y adaptando la tarea al deterioro.
  • Ansiedad y Depresión. La ansiedad puede contribuir al mantenimiento y exacerbación del dolor, manteniendo constante la intensidad de dolor calificándolo como más insoportable. También se han estudiado los círculos viciosos ansiedad-dolor, dónde la ansiedad incrementa la percepción dolorosa, al tiempo que la percepción contribuye al incremento de la ansiedad, facilitando el círculo. En relación a la asociación entre depresión y dolor se encuentra mucha literatura. El dolor y la depresión comparten muchas características comunes y existe evidencia de una mayor tasa de cuadros depresivos en pacientes con dolor crónico.
  • Quejas y funciones cognitivas. Diversos estudios han comprobado la afectación de diversos aspectos del procesamiento de la información, como son la memoria y la atención en los pacientes con FM y dolor crónico, debido, entre otras causas, a que el paciente focaliza toda su atención en su proceso doloroso, provocando así una notable disminución atencional hacia el resto de sus procesos cognitivos. Diversos autores señalan la relación entre el estrés y las disfunciones cognitivas y la percepción de las mismas. Es decir, la percepción hallada en déficits cognitivos se encontraría más relacionada con el distrés emocional, y en especial con la depresión y el catastrofismo que con la objetividad del deterioro. Recientemente, en una revisión sobre el tema, comparando el rendimiento cognitivo de los pacientes con FM con otras patologías de dolor crónico, señalan que diferentes estudios no encuentran diferencias significativas en los rendimientos de ambos grupos de pacientes ni en atención ni en memoria, existiendo únicamente diferencias en las quejas sobre olvidos cotidianos con respecto a sus problemas de memoria.
  • Adaptación social y ocupacional. La repercusión a nivel funcional y ocupacional de los pacientes afectados por FM es tal que en varios estudios, se ha observado que la calidad de vida es significativamente peor que la de otros pacientes con enfermedades graves e incapacitantes, como son la artritis reumatoide o la artrosis degenerativa. Además, los altos niveles de ansiedad y depresión, propios de condiciones de dolor crónico, desencadenan una grave disfunción social y ocupacional.
Nota: Desde el punto de vista ocupacional, el impacto de la FM en el desempeño de las actividades de la vida diaria es muy importante, resultando ser el dolor y la fatiga, seguidos de la debilidad muscular y las alteraciones del sueño, los síntomas más frecuentes que generan mayor interferencia. Además, los pacientes con FM tienen escasa tolerancia al ejercicio físico por lo tanto es frecuente que aparezcan dificultades en la realización de actividades con altos requerimientos físicos (tareas domésticas o trabajo físico). Igualmente, se produce una disminución en las tareas de mayor demanda cognitiva, como las actividades de lectura y concentración.

Los pacientes con FM presentan un patrón de actividad caracterizado por alternar periodos libres de síntomas o con síntomas menos intensos (en los que se intenta retomar gran número de actividades) con periodos de exacerbación de los síntomas, principalmente dolor y fatiga (en los que la persona se ve obligada a descansar). La actuación en este ámbito se dirige a reflexionar sobre el patrón de actividad, a la inclusión de descansos, a la realización de técnicas de relajación y de ejercicio físico moderado, Igualmente, no sólo hay que adoptar estrategias comportamentales, de organización y planificación del tiempo, delegación y disfrute de actividades placenteras, sino también cognitivas, relacionadas con ideas irracionales acerca del desempeño y autoexigencias.

Además de estas áreas no debemos olvidar la intervención en otras áreas que requieren especial atención en las personas con fibromialgia:
  • Afectividad y sexualidad. Como consecuencia de su sintomatología (dolor) y de las consecuencias emocionales asociadas, las personas con fibromialgia experimentan una afectación en su afectividad y en su sexualidad. A veces se produce un rechazo hacia toda experiencia sexual, lo que a su vez produce problemas interpersonales y reacciones emocionales negativas que contribuyen al empeoramiento del cuadro. Una intervención acertada en este ámbito mejorará de manera indirecta la autoestima y la autoeficacia, lo que repercutirá en su calidad de vida.
  • Educación familiar. Las personas con FM necesitan un apoyo adicional en el entorno familiar. Este apoyo pasa necesariamente por una educación familiar adecuada. En numerosas ocasiones, se sienten incomprendidas ante un diagnóstico que "no encuentra una causa", sintiéndose culpables por "sentirse enfermas" sin razón aparente. La sintomatología afecta de manera considerable a su actividad diaria, provocando una importante limitación funcional. Se hace necesario un compromiso, un entendimiento y una colaboración familiar, y eso no es posible sin una fase de información y educación previa.
  • Adhesión terapéutica. Este es un aspecto esencial (al que apenas se le presta atención) en el caso de la FM. En la mayoría de las ocasiones estas pacientes llevan un tratamiento multifacético (no necesariamente multidisciplinar) que combina diversos tratamientos farmacológicos (en ocasiones prescritos por diferentes especialistas: p.e., psiquiatría, reumatología), ejercicio físico y dieta, entre otros. En ocasiones además, a través de entidades privadas o de las propias asociaciones de ayuda mutua, estas pacientes llevan a cabo de manera complementaria terapias alternativas y/o terapias psicológicas. Es de sobra conocido el papel de la Psicología en la promoción de la adhesión terapéutica, y en estos pacientes que "han probado prácticamente de todo" parece que las variables cognitivas y afectivas desempeñan un papel fundamental en dicha adhesión.
  • Formación en salud. Parece fundamental trabajar en formación en salud en los diferentes contextos de interés. Dentro del contexto sanitario se están llevando a cabo diferentes acciones de formación con el objetivo de entender esta enfermedad, desde modelos multicausales y desde un enfoque biopsicosocial, e incorporar tratamientos coherentes a su vez con este enfoque. Igualmente, en el contexto laboral, a través de la Medicina del Trabajo y de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales, se debe tener conocimiento de las características de la FM y de la limitación ocupacional que conlleva.
Los psicólogos clínicos nos hemos centrado en la intervención sobre la enfermedad atendiendo a los aspectos cognitivos y emocionales que influyen en la sintomatología asociada a la FM (dolor, estrés, ansiedad, depresión, limitación funcional…). Queda todavía, otra vía de actuación, más relacionada con la promoción de la salud, y es aquella centrada en el afrontamiento de la enfermedad desde un foco diferente, cuya finalidad será la construcción de fortalezas, virtudes y competencias, aumentando las emociones positivas e incrementando así la calidad de vida y, consecuentemente, aprendiendo una fórmula para afrontar resistentemente la fibromialgia. Además, se busca un aprendizaje completo del proceso de regulación emocional adoptando una actitud distinta hacia las emociones, más encaminada hacia la identificación de éstas, la búsqueda de su función y su aceptación, lo que repercutirá en la disminución del dolor y el afrontamiento adecuado del mismo. Variables como la autoestima, el sentido de coherencia, la capacidad de expresión emocional, el autocontrol emocional, el optimismo, el apoyo social y la asertividad tendrían cabida dentro de este enfoque.

El papel del psicólogo en el tratamiento de la FM es potencialmente muy amplio y se encuentra científicamente fundamentado aunque en la realidad se encuentre todavía muy reducido. El trabajo interdisciplinar y el cambio en la forma de entender los problemas de salud hacia enfoques multicausales, idiosincrásicos y biopsicosociales son condiciones indispensables para que las aportaciones de la Psicología contribuyan de manera eficaz a la mejora de la calidad de vida en las personas afectadas con FM y a la prevención de la misma en personas con factores de riesgo.

No cabe duda de que la fibromialgia debería constituir un punto de reflexión sobre la atención sanitaria. Su sintomatología física (fundamentalmente dolor), la ausencia de patología orgánica, la ausencia de indicadores clínicos en las pruebas objetivas complementarias para el diagnóstico (analíticas, radiológicas…), su alta comorbilidad con otro tipo de trastornos/sintomatología denominados tradicionalmente funcionales, la presencia de alteraciones emocionales (ansiedad y depresión) y la alteración (bien con pruebas objetivas o a nivel de quejas) de funciones cognitivas, como la atención y la memoria, hacen que nuestro modelo actual de salud (lineal, determinista y no holista) no pueda dar respuesta a las características particulares de esta "forma de enfermar”. Además, el principal síntoma del trastorno, el dolor, utilizado para el diagnóstico. Hace que estos pacientes acudan a servicios de medicina general (primaria) o a servicios especializados de reumatología o a unidades de dolor, dónde reciben en algunas de las ocasiones un tratamiento no del todo eficaz a la problemática que presentan. Al cuadro clínico propio de la enfermedad se asocia el peregrinaje hasta su diagnóstico (en torno a los cuatro y seis años), la incertidumbre asociada, y de algunos profesionales, la no respuesta del sistema sanitario a su problema, la incomprensión de la familia, las etiquetas sociales, etc…La FM deja evidencia del papel del psicólogo en el abordaje de este trastorno, y la situación y circunstancias del enfermo de fibromialgia constituyen en sí mismos un campo de actuación propio.



Referencias:

www.infocop.es/view_article.asp?id=2436 Cecilia Peñacoba Puente (Universidad Rey Juan Carlos)

Para saber más

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000427.htm

lunes, 29 de mayo de 2017

Rechazo Sexual

Las personas que están en matrimonios o relaciones estables a largo plazo se sienten generalmente rechazados por sus parejas en algún momento de la relación. Aun cuando muchas de estas situaciones son bastante leves, cuando ocurren durante largos periodos de tiempo se pueden volver bastante dolorosas. De hecho, el ser rechazado constantemente por tu pareja puede dañar tu autoestima y tu salud mental, además de poner en peligro tu relación.
"Desear sexualmente a una persona que nos rechazó una vez se puede explicar y justificar, pero dedicar esfuerzo, tiempo o energía a un empeño tan inútil es la peor inversión que podemos hacer en nuestra vida"

Una razón por la cual incluso los rechazos más pequeños pueden doler es que nuestro cerebro está programado para responder al rechazo de la misma manera que responde al dolor físico. Los rechazos por parte de tu pareja tienen un impacto incluso mayor ya que provienen de la persona que mejor conoces, la que te conoce más, y quien debería amarte por quien eres. Por lo tanto, sus rechazos se sienten como una declaración más sustancial relacionada con tu atracción y tu temperamento, y pueden tener un impacto devastador en tu autoestima y la imagen que tienes de ti misma.

Consecuencias a largo plazo de las parejas que han sido rechazadas tienen altas probabilidades de volverse emocionalmente introvertidos, distantes y poco comprometidos. Adicionalmente, pueden desarrollar sentimientos de rabia y resentimiento hacia la pareja, y en algunos casos tener un cuadro depresivo.

Caricias, besos, masajes, buen diálogo, comprensión y entendimiento por ambas partes, suelen resolver muchos de los conflictos, “aguantar” los rechazos sólo mermará tu felicidad.

La comunicación sexual, hace parte de todo el sistema comunicativo de la pareja. Evite la rutina, este abierto al amor y a la expresión de este por parte de su pareja, e intente cosas nuevas, masajes, caricias y coqueteos que reaviven la llama, y que permitan la sana expresión de los sentimientos de uno y otro miembro de la pareja.

Cuando el problema es solo a nivel sexual, es muy importante entender el punto de vista de la pareja, que sus necesidades, sentimientos y forma de ver las cosas son distinta a la mía y se ubica sobre puntos diferentes. Si no se siente satisfecha, háblelo con su pareja, dígale que es lo que le molesta o le incomoda, sacar el tema de la manera más clara y asertiva posible, es la única manera de comenzar un diálogo que potencie el cambio y que haga que tu pareja se dé cuenta del daño emocional que su comportamiento provoca en ti.

La seguridad en el plano sexual nos ayuda a experimentar los encuentros de una forma mucho mejor, haciendo además que nuestra pareja se sienta cómoda y que el sexo sea mucho más placentero para ambos, los dos deben comprometerse a poner de su parte para superar los problemas o situaciones difíciles que se encuentren en el camino. La comunicación es la base para entenderse y expresar sus sentimientos, no lo dejen a un lado.

Afrontar adecuadamente el rechazo implica trabajar dos cosas: cómo te sientes y qué piensas. A veces, el rechazo es un duro baño de realidad. Pero, si lo enfocas bien, puede ayudarte a orientarte en una dirección que resultará perfecta para tus aptitudes, tu personalidad y todas las virtudes que te definen como persona.

A la final sentirse deseado y amado es una sensación placentera para ambos sexos.

Pequeñas y significativas sugerencias:

1. Dile lo que necesitas. Expresa cómo te sientes y lo que te genera los rechazos de tu pareja. Hazlo con claridad y sin juzgar, ya que algunas personas no se dan cuenta de su comportamiento. Dale el beneficio de la duda.

2. Muestra el impacto emocional que el rechazo ha tenido en ti. Usa declaraciones en primera persona  y dale espacio a tu pareja para que responda.

3. Haz una petición clara. Expresa lo que quieres y cómo lo quieres para superar ese sentimiento. De esta manera podrán encontrar soluciones juntos.

4. Pregunta por sugerencias. Si tu pareja se pone a la defensiva o se resiste al cambio, pídele que te expliquen las cosas y cómo la ve ella, así como el origen de su comportamiento.

5. Discute cosas específicas. No asumas que todos los cambios tiene que realizarlos tu pareja, tú también pon de tu parte, sobre todo cuando se trata en la intimidad.

6. Evite la rutina, este abierto al amor y a la expresión de este por parte de su pareja, e intente cosas nuevas, masajes, caricias y coqueteos que reaviven la llama, y que permitan la sana expresión de los sentimientos de uno y otro miembro de la pareja.

7. Para aumentar tu autoestima sexual comienza por dejar a un lado los complejos con tu apariencia física, cuidar tu imagen íntima, pues es un aspecto fundamental en el sexo, toma la iniciativa, probar nuevas posturas, apostar por algo nuevo y experimentar todo aquello que te genera placer, lee, infórmate, pregunta, revisa, etc. Creer que nuestra vida sexual puede ser mejor y trabajar para ello es fundamental para mejorar nuestra autoestima al rechazo sexual y beneficiar la relación de pareja. Factores que son fundamentales para la construcción de relaciones íntimas sanas y de calidad.

Nota: No empañemos nuestra autoestima por la valoración que haga la persona que nos rechazó sexualmente. Y, sobre todo, alejemos inmediatamente cualquier sentimiento de culpa.

Si hay perdida del deseo sexual por parte de tu pareja hagan cita con su médico de confianza, pasar al profesional de la salud mental podrá ayudarte a reparar tu libido y mejorar la relación sexual y de pareja.

Analicen constantemente los cambios. Un día a la semana platiquen sobre el comportamiento y los cambios que prometieron hacer cada día. Debe ser un trabajo de los dos para superar con éxito el rechazo. Todo con respeto, dignidad y necesidad imperiosa para la higiene mental.

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martes, 23 de mayo de 2017

Ritual de la Felicidad

Para algunos la felicidad es el camino, para otros la meta; pero sea cual sea la vía correcta cada quien procura un método para conseguirla. Aunque no lo creas, la felicidad es mucho más fácil de encontrar de lo que piensas.
  • La importancia de madrugar: nadie puede aprovechar las oportunidades de la vida desde las sabanas de la cama, por ello madrugar es uno de los rituales necesario para poner en orden nuestras ideas y nuestra vida. La clave de madrugar está dentro de los hábitos de esas personas que han encontrado no solo la felicidad en su vida, sino también el éxito.
  • Visualiza tú día: visualizar aquello que deseas para hoy. Visualiza un día relajado, un día donde nada te va a afectar demasiado, donde nadie te va a hacer daño y dónde vas a ser feliz. Un día en el que te vas a sentir orgulloso de ti misma. ¿Lo intentamos?.
  • Alimentación sana: difícilmente se puede ser feliz en un cuerpo enfermo. En este sentido la alimentación es una de las claves para mantener una buena salud y por ello debemos poner de nuestra parte para tener una dieta equilibrada. Aliméntate bien, eleva tus dosis de verduras, de fruta fresca, de líquidos, de jugos naturales... deja a un lado la comida precocinada y disfruta de tu propio arte en la cocina y de esos platos tan sencillos pero tan saludables.
  • Aprender a ser responsables de nosotros mismos cada día. Para lograrlo, debemos iniciar sencillas acciones cotidianas con las cuales dejar de depender de los demás para alcanzar ese preciado bienestar.
  • Piensa en qué puedes hacer hoy para alcanzar tus sueños: Encuentra valor en ti y pon medios para alcanzar tus sueños.
  • Desactiva tus miedos: Este tipo de ideas y de actitudes limitantes vetan nuestra capacidad para ser felices de forma auténtica. Para desactivarlos hay que identificarlos  primero. Sal de la zona de confort. Reflexiona sobre ello e intenta ponerlo en práctica, iniciar el cambio.
  • Regálate tiempo: bien sea para relajarnos, organizar ideas y tomar el impulso necesario para continuar con ánimo cualquier plan. Solo para ti misma (0) para hacer aquello que te gusta, aunque sea simplemente estando sola con tus pensamientos. Es algo básico que debemos hacer cada día.
  • Sonríe un poco más: No te cuesta nada y  te ayuda a relativizar problemas y a ver las cosas desde otra perspectiva.
  • Identificar emociones y pensamientos negativos: este ritual tiene que ver con poner nombre a cada emoción; tristeza, miedo, ira. Es la única forma de que el cerebro identifique lo que está experimentando y lo pueda canalizar en lugar de reprimirlo
  • Establecer objetivos para alcanzar metas: ningún sueño importante se cumple de un día para otro. Por ello, todos los días podemos trabajar un poco para lograr aquello que deseamos; ahorrar para el viaje que queremos, escribir un capítulo de nuestro trabajo de grado, ir al gimnasio, son pequeñas acciones que hacen la diferencia.
  • Déjate querer y ama: Ama a los tuyos, a tu familia, a tu pareja, a tus amigos, a tus padres o hijos, e incluso a tus mascotas. Todos ellos forman parte de tu corazón y son lo mejor que tienes. Recuérdalo cada día y déjate querer, demuéstrales también lo importante que son para ti.
  • Rituales: Establecer un nuevo ritual, con frecuencia, puede ser difícil, pero mantenerlo es relativamente fácil. Elije cualquier cosa que te haga feliz y se constante. 
  • Haz lo que ames y ama lo que haces: Aquello que de verdad te hará feliz: hacer lo que verdaderamente te dicta tu corazón. Si ya lo estás haciendo, entonces agradécelo y haz lo posible por no perderlo. 
  • Dar tiempo al tiempo. Permanentemente sentimos la presión del tiempo, lo que en cierta medida contribuye a aumentar los porcentajes de depresión que sufrimos actualmente. Simplificar nuestra vida, no  significa que tengamos que sacrificar nuestro éxito.
Nadie ha dicho que vivir sea una tarea sencilla. Pero intentando tomar una actitud positiva y motivadora  ante las adversidades, cuando éstas logran superarse, el sentimiento de felicidad es todavía mayor. La felicidad involucra nuestra capacidad de superar obstáculos. Como decía Viktor Frankl: “Lo que necesitamos no es vivir sin tensiones, sino la fortaleza para alcanzar las metas situadas al otro lado de ellas. Lo que necesitamos no es librarnos de las dificultades a toda costa, sino encontrar un significado propio a la vida que nos merezca la pena”.

La felicidad se construye de muchas acciones y pensamientos, que una vez que aprendemos a identificar, nos preparan para disfrutar de este maravilloso regalo de la vida. Ésta no debe considerarse como una meta, sino como un estilo de vida en el que se intenta disfrutar de los pequeños (y grandes) momentos de alegría que nos da el día a día.

Nuestra capacidad para obtener felicidad es un don de la naturaleza.

martes, 16 de mayo de 2017

Diez Cosas que los Padres Pueden Hacer para Prevenir el Suicidio

A medida que los niños se convierten en adolescentes, es más difícil para los padres saber cómo se sienten y qué están pensando. ¿Cuándo los cambios de temperamento se convierten en algo en algo de preocupación?
Es importante saber qué factores pueden poner al adolescente en riesgo del suicidio. Invierta algo de su tiempo en leer estas 10 formas de ayudar a prevenir que una tragedia ocurra. Entre más sepa, estará mejor preparado para entender qué puede poner en riesgo a su niño.

1. No permita que la depresión o la ansiedad de un adolescente aumente sin control.
Tal vez su hijo simplemente esté teniendo un mal día, pero podría ser algo más si dura más de una par de semanas.

Realidad: Nueve de cada diez adolescentes que se quitan la vida habían sido previamente diagnosticados con un trastorno psiquiátrico, más de la mitad de ellos con un trastorno del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad.

Las personas deprimidas suelen aislarse, cuando en secreto están llorando para que se les rescate. Muchas veces sienten demasiada vergüenza para comunicar su tristeza a otros, incluidos a mamá y papá. Los hombres en particular pueden intentar ocultar sus emociones debido a la creencia errónea de que exhibir vulnerabilidad es una muestra de debilidad.

No esperemos a que los jóvenes vengan a nosotros con sus problemas. Toque a su puerta, siéntese en la cama y dígale, “Te noto triste. ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar? Tal vez te puedo ayudar”.

2. Escuche a su hijo adolescente, incluso cuando no está hablando.
No todos, pero la mayoría de los menores que están pensando en el suicidio (a lo que se le llama ideación suicida) transmiten su estado mental atormentado por medio de conductas conflictivas. Los estudios han descubierto que un rasgo común de las familias destrozadas por el suicidio de un hijo o una hija es la mala comunicación entre los padres y el hijo. Sin embargo, existen por los general tres o más factores o circunstancias que están presentes al mismo tiempo en la vida del niño cuando él o ella están pensando en quitarse la vida.

Estas incluyen, pero no se limitan a las siguientes:
  • Pérdida mayor (por ejemplo, rompimiento de una relación o muerte)
  • Abuso de sustancias
  • Presión social o parte de pares
  • Acceso a las armas de fuego
  • Humillación pública
  • Una enfermedad crónica
  • Agresividad o falta de reflexividad
  • Historial de suicidio en la familia
Si su instinto le dice que un adolescente podría ser un peligro para sí mismo, preste atención a sus instintos y no permita que se quede solo. En este caso, es mejor exagerar que restarle importancia. Lea: Como comunicarse con su adolescente.

3. Nunca ignore las amenazas de suicido como un melodrama típico de los adolescentes.
Cualquier declaración escrita o verbal que diga "Me quiero morir" o "Ya no me importa nada" debe considerarse con seriedad. Con frecuencia, los menores que intentan suicidarse les dijeron a sus padres en repetidas ocasiones que pretendían matarse. La mayoría de la investigación sustenta que las personas que amenazan abiertamente con el suicidio, en realidad no intentan hacerlo y que la amenaza es sólo un llamado desesperado pidiendo ayuda. Aunque esto es cierto en muchos casos, ¿qué padre o madre se arriesgaría a equivocarse?

Cualquiera de estas otras llamada de auxilio requieren de su atención y acción inmediata y de pedir ayuda a un profesional lo más pronto posible:
  • “Nada me importa”.
  • “Me pregunto cuántas personas vendrían a mi funeral”.
  • “A veces quisiera solo dormirme y no volver a despertar”.
  • “Todos estarían mejor sin mí".
  • “No tendrás que preocuparte por mí por mucho tiempo”.
Cuando un adolescente empieza a hacer comentarios poco disimulados como esos o directamente admite que está pensando en suicidarse, intente no sobresaltarse (“¡¿Qué, estás loco?!”) ni menospreciar (“¡Qué cosa más ridícula dices!”). Sobre todo, no le diga, “¡No lo dices en serio!”; aunque es probable que usted esté en lo correcto. Esté dispuesto a escuchar sin juzgar a lo que realmente está diciendo, que es: “Necesito tu amor y atención porque siento muchísimo dolor y no puedo con esto yo solo”.

Ver a un hijo tan perturbado podría romperle el corazón a cualquier padre. Sin embargo, el enfoque inmediato debe ser consolarlo; después podrá expresar lo que usted siente. En voz calmada puede decir, “Entiendo. Realmente has de sentir mucho dolor por dentro".

4. Busque ayuda profesional de inmediato.
Si la conducta de su hijo adolescente le tiene preocupado, no espere a comunicarse con el pediatra. Contacte a un proveedor de salud mental en su localidad que trabaje con niños para que le haga una evaluación a su niño lo más pronto posible para que su hijo o hija puedan empezar a recibir terapia o asesoramiento si no corren el riesgo de hacerse daño a sí mismos. Sin embargo, llame a la línea telefónica de ayuda o grupo de apoyo en su comunidad o vaya a la sala de urgencias si usted cree que su niño está considerando seriamente el suicidio o puede hacerse daño a sí mismo. 

5. Comparta sus sentimientos.
Hágale saber a su hijo que no está solo y que todos nos sentimos tristes o deprimidos a veces, incluso las mamás y los papás. Sin minimizar su angustia, reconfórtelo diciéndole que esos malos momentos no durarán para siempre. Dígale que las cosas realmente van a mejorar y que usted puede ayudarle durante la terapia y otros tratamientos para que las cosas mejoren para él o ella.

6. Anímelo para que no se aísle de la familia y los amigos.
La mayoría de veces es mejor estar con otras personas que estar solo. Pero no lo obligue si dice que no.

7. Recomiende el ejercicio.
La actividad física tan simple como caminar o tan vigorosa como levantar pesas, puede aminorar la depresión leve a moderada.

Existen varias teorías que explican por qué:
  • Hacer ejercicio hace que una glándula del cerebro libere endorfinas, una sustancia que se cree que mejora el estado de ánimo y reduce el dolor. Las endorfinas también reducen la cantidad de cortisol en la circulación. El cortisol que es una hormona que se ha vinculado con la depresión.
  • El ejercicio distrae a las personas de sus problemas y les hace sentir mejor de sí mismos.
  • Los expertos recomiendan ejercitarse de treinta a cuarenta minutos al día, de dos a cinco días a la semana.
  • Cualquier forma de ejercicio funciona; lo que es importante es que los jóvenes disfruten la actividad y lo hagan de forma constante.
8. Anime a su hijo para que no se exija demasiado por ahora.
Hasta que la terapia comience a hacer efecto, es probable que no sea momento para asumir responsabilidades que podrían resultar abrumadoras. Sugiera que divida las tareas grandes en tareas más pequeñas y manejables siempre que sea posible y que participe en sus actividades que disfrute y que le causen menos estrés. El objetivo es volver a fomentar la confianza y la autoestima.

9. Recuérdele a un adolescente que esté bajo tratamiento que no espere resultados inmediatos.
La terapia conversacional o los medicamentos suelen tomar tiempo para mejorar el estado de ánimo, por lo que no debe sentirse desilusionado ni culparse si no se siente mejor de inmediato.

10. Si usted tiene armas de fuego en el hogar, guárdelas en un lugar seguro o cámbielas a otro lugar hasta que la crisis pase.

Realidad: Suicido con armas de fuego entre los jóvenes estadounidense alcanzó su mayor cifra en 12 años en el 2013, en los cuales la mayoría de las muertes involucraban un arma de fuego que pertenecía a un miembro de la familia, de acuerdo con un informe del Centro Brady para Prevenir Violencia con Armas de Fuego. Cualquiera de estas muertes podrían haber sido evitadas si el arma de fuego no estuviera disponible.

Si sospecha que su hijo o hija es suicida, sería una buena medida mantener el alcohol y los medicamentos bajo llave; incluso las medicinas de venta libre.


Fuente: Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health (Copyright © 2015 American Academy of Pediatrics)

viernes, 5 de mayo de 2017

Beneficios del Sexo

El sexo y su salud: El sexo no sólo sirve para hacernos sentir bien, también puede ser bueno para nuestra salud. Una dotación de besos y caricias pueden funcionar mejor que cualquier medicamento y producen enormes beneficios al organismo. Un orgasmo resulta más efectivo que el ejercicio físico y los tratamientos de relajación y ayuda a combatir algunos males como el estrés y la depresión.
La OMS identifica la salud sexual y la define como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social”. La OPS en tanto habla de este concepto diciendo que es “la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad”. Entonces, prosigue, “dichos neurotransmisores se activan cuando una imagen codificada como sexual aparece en el campo de la percepción de los sentidos o en la imaginación, interviniendo en el orgasmo”. Por otro lado, sentencia que la sensación de relajación y bienestar provendrían de la acción de la endorfina, “que tiene un efecto narcótico y tranquilizante”.

El sexo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Las personas sexualmente activas enferman mucho menos ya que el sistema inmunológico se ve reforzado por esta placentera actividad generando más anticuerpos que alguien que no practica sexo. Nuestro cuerpo está así más protegido contra los virus, gérmenes y cualquier otro intruso.Los beneficios son casi inmediatos y al tener una vida sexual plena las dolencias pueden encontrar cura ya que al mantener relaciones sexuales el individuo experimenta procesos físicos, emocionales y químicos que ayudan a reconstituir y equilibrar nuestro organismo. 

El sexo disminuye la presión arterial. Muchos estudios han evidenciado la buena asociación entre el sexo y una presión arterial más baja; en concreto, mantener relaciones sexuales, reducen la presión arterial sistólica, el valor máximo de la tensión cuando el corazón se contrae. Con su práctica se incrementa el aporte de oxígeno a las células y estimula la actividad de varios órganos y sistemas del cuerpo. 

El sexo educe el riesgo de ataque cardíaco. Ser sexualmente activo es bueno para el corazón. Las relaciones sexuales no solo aumentan nuestro ritmo cardíaco, sino que mantienen en equilibrio nuestros niveles de estrógeno y testosterona. A demás ayuda a la prevención de enfermedades crónicas degenerativa. Por eso es primordial para mantenerse en forma y de paso evitar enfermedades cardiovasculares. También mejora y elimina los excesos de niveles de colesterol en el hombre y en las mujeres incrementa el nivel de hormonas femeninas, las cuales minimizan los riesgos de padecer enfermedades del corazón y del tracto vaginal, también produce estrógenos, una hormona que retarda el proceso de la osteoporosis y protege contra la hipertensión. También nos permite mejorar la capacidad respiratoria, el sistema cardiovascular, estabiliza emocionalmente, es la principal medicina contra el estrés, contrarrestar la depresión y la ansiedad, insomnio, aliviar dolores, mejora la belleza, proporcionar flexibilidad, fuerza y tono muscular, disminuir síntomas asociados a la artritis, menstruación, osteoporosis y significativos cambios psíquicos por mencionar algunas.

El sexo aumenta la libido. Causa y efecto. Mantener relaciones sexuales con frecuencia provocará, por una parte, que el sexo sea cada vez mejor y también mejorará nuestra libido. Practicándolo con regularidad, el sexo mejora notablemente la salud mental, saca a relucir las emociones incluso hasta la risa, algo tan simple como un abraso amoroso ayuda a tener más confianza en sí mismo  “saber que alguien te desea es suficiente para que la persona misma se quiera más”. 

Contribuye a la felicidad en general. Y es que tu cuerpo emite gran cantidad de feromonas durante el sexo que hace que te sientas más deseable, atractivo y seguro de ti mismo. Es por ello que las personas que más sexo practican suelen corresponderse con aquellas con mejor humor y, por tanto, más felices. Hacer el amor por lo menos 1 ves a la semana mejora la tolerancia a las cosas y relajara las tensiones cotidianas, aumentando  el deseo y la frecuencia de encuentros sexuales, así como la felicidad marital o de pareja. Estudios recientes indica que una mayor frecuencia orgásmica puede reducir el riesgo de mortalidad hasta en un 50 % en varones que disfruten de una vida sexual activa. Otros estudios han demostrado que las personas con relaciones sexuales  que por lo menos tienen 3 veces encuentros íntimos a la semana suelen vivir en promedio 10 años más que de los que tienen 1 ves al mes o incluso 1 ves a la semana.

“El sexo es la actividad fisiológica que más influye en el ánimo y en el bienestar del ser humano, mejora el sistema inmunológico, previene el desarrollo de enfermedades y tiene un efecto analgésico que ayuda al individuo a resistir mejor al dolor, a mayor  frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales”.

Disfrutar nuestra sexualidad más allá del goce y el placer también nos permite aspirar la longevidad.

En resumen:
  1. Belleza: El sexo es un perfecto tratamiento de belleza para las mujeres, que cuando lo practican producen estrógeno, una hormona que mejora el aspecto de la piel y el pelo.
  2. Salud: El incremento de la producción de estrógeno también es muy beneficioso para la salud de todo el organismo, ya que previene enfermedades cardiovasculares al mejora la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
  3. Ejercicios: El sexo es uno de los ejercicios físicos más completos y saludables. Practicarlo tres veces en semana permite quemar muchas calorías y pone en funcionamiento más de 500 músculos.
  4. Oxigenación: El sexo incrementa el aporte de oxígeno a las células de nuestro organismo, estimulando así la actividad de los órganos y del sistema digestivo, respiratorio y reproductor.
  5. Mente: El sexo es una cura perfecta para la depresión, pues libera endorfinas en el flujo sanguíneo. Estas proteínas crean un estado de euforia que provoca una gran sensación de bienestar.
  6. Tranquilidad: El sexo es el mejor tranquilizante que existe, y que es diez veces más efectivo que medicamentos como el Valium.
  7. Dolores: El sexo también es un buen analgésico, y funciona muy bien contra los dolores de cabeza. Al practicarlo, se incrementa el flujo sanguíneo y se alivia la tensión de las arterias, lo que hace desaparecer las jaquecas.
  8. Besarse: El besarse a diario mantiene saludable la boca y evita que se incrementen las visitas al dentista. Los besos ayudan a la saliva a limpiar los dientes, y también disminuyen los niveles de ácido que causan el debilitamiento del esmalte.
  9. Congestión: Hacer el amor con frecuencia también es un buen remedio contra las congestiones nasales, porque el sexo es un antihistamínico natural que ayuda a combatir el asma y las alergias de la primavera.
  10. Sueño: El sexo también ayuda a dormir mejor, por eso es un tratamiento muy adecuado para personas que padecen insomnio y otros trastornos del sueño.
  11. Estrés: El sexo relaja y revitaliza y además beneficia nuestro sistema inmunitario. Al incrementar la producción de hormonas que mejoran nuestro estado de ánimo, también es un buen remedio contra el estrés.
  12. Colesterol: Practicar sexo con frecuencia ayuda a nuestro organismo a regular el equilibrio y reduce el exceso del colesterol malo en nuestro organismo.
  13. En el Hombre: eyacular con frecuencia tiene muchos beneficios para el hombre, pues ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata.
  14. En la Mujer: El sexo ayuda a regular el ciclo menstrual y a fortalecer los músculos pélvicos para mejorar el control de la orina. El semen tiene efectos beneficoa en las mujeres pues actua como una droga psicoactiva y provoca que sientan necesidad de recibirlo, pues genere un estrecho vinculo.El semen actua como un Antidepresivo natural.
  15. Más sexo: Un cuerpo muy activo sexualmente produce una mayor cantidad de feromonas, hormonas sexuales que atraen y excitan al sexo opuesto.
Nota: En el semen se encuentran varios compuestos que afectan el estado de ánimo, como el cortisol, la estrona, prolactina, oxitocina, entre otros.

Gracias a la intimidad, las personas pueden abandonar  el mundo de los problemas sea cuales sean y fundirse en su momento de goce y excitación adonde se desconecta la realidad y se envuelven en la fantasía y la satisfacción sexual. Y Con todo lo anterior, se reafirman aún más todos los estudios que se han realizado al respecto que la idea de que el sexo “es bueno para todo”, permitiéndole a quien se atreva a experimentarlo de manera sana y sin duda la invitación abierta a disfrutar.

“ El sexo es la fuente de la juventud”.

domingo, 23 de abril de 2017

"Un monstruo viene a verme": Retratos de la Psicología Infantil.

Dirigida por el español Juan Antonio Bayona y basada en la novela homónima de Patrick Ness.
Este articulo contiene spoilers de la pelicula, si aún no la has visto o quieres verla, no continues leyendo.
Demuestra una gran profundidad psicológica al tratar algunos temas con los que todos nos enfrentamos en la vida: la culpa, las relaciones humanas, la aceptación, el proceso de duelo y la gestión de las emociones.

Esta película en realidad es una historia de aceptación. Como dice una de sus frases, muchas veces nos mentimos a nosotros mismos por no querer o no ser capaces de aceptar algo que nos duele: “A veces la gente necesita mentirse a sí misma más que ninguna otra cosa”. Hasta que no se de una aceptación de lo que no estamos queriendo ver, no podremos ocuparnos de nosotros mismos e incrementaremos el dolor que, por otro lado, intentamos evitar.

En la película se hace patente que sólo después de reconocer y vaciar sus emociones, Conor puede finalmente aceptar la enfermedad de su madre. La aceptación de una circunstancia dolorosa sólo puede llegar después de hacernos conscientes, expresar y descargar las emociones que nos provoca.

El personaje del árbol es una clara figura terapéutica que acompaña y ayuda a Conor en su proceso de duelo. Igual que un profesional de la psicoterapia, el árbol le ayuda a aceptar, expresar, tomar conciencia y despenalizar las intensas emociones que le generan las situaciones que está viviendo. “No vine a curar a tu madre, vine a curarte a ti”

Otra lectura que se le puede dar al personaje del árbol es que representa una parte de Conor, que sería la verdad de sus pensamientos, emociones y acciones, la parte sana y consciente que es capaz de sostener, transitar y gestionar lo que le sucede. Tenemos que decir, no obstante, que es casi imposible que un niño de esa edad pueda realizar solo esa tarea, ya de por sí muy compleja para la mayoría de personas adultas.

A veces se cuenta con pocos recursos para gestionar lo que nos sucede. A veces por juventud como le pasa a Conor, otras porque simplemente no disponemos de herramientas para hacerlo, tengamos la edad que tengamos. En estos casos un soporte profesional será clave para ayudarnos a actuar de la manera más sana posible. 

Todos tenemos un instinto de supervivencia que en momentos de crisis nos empuja a dar, dentro de nuestras posibilidades, la mejor respuesta posible. Aunque esa primera reacción defensiva nos ayude a sobrevivir, a salir adelante y a (supuestamente) aliviar el dolor, puede no ser la más saludable para nosotros y acarrearnos consecuencias muy negativas.

En la película Conor reprime sus emociones, y a pesar de ser la mejor respuesta que puede dar en ese momento, es una actitud que le perjudica a muchos niveles. El monstruo le enseña a expresar sus emociones, le da el permiso que el niño no se da a sí mismo para que por fin pueda aceptarlas, transitarlas y, finalmente, vaciarlas.

En algunos momentos, el monstruo se convierte en esa parte oculta de Conor que tanto necesita mostrar y aceptar, esa parte que él niega y oculta y que está llena de rabia, frustración y miedo. Con el acompañamiento del árbol por fin puede descargar la rabia que tanto tiempo lleva reprimiendo (dónde y cómo la descarga quizá no sea la mejor de las elecciones, pero dadas las circunstancias se hace comprensible que encontrándose al límite, Conor hace lo que puede…)

“Lo que callamos nos puede llegar a matar” Como dice esta frase del árbol, la represión o negación de las emociones tiene consecuencias negativas a muchos niveles. El darnos permiso a expresar en un espacio terapéutico o de confianza incluso aquellas que nos parecen más censurables, nos permitirá liberarnos de la carga neurótica que conlleva su negación.

De no haber contado con la ayuda del monstruo, Conor habría acarreado una gran mochila llena de culpa, miedo, tristeza y rabia que sin duda le habría impedido realizar una buena gestión del duelo de su madre y habría tenido consecuencias negativas durante toda su vida.

Para soportar la culpa, para expiar su terrible secreto, Conor quiere ser castigado. (Bullying) Tan terrible es la culpa que siente, que busca su castigo en todas partes: cada vez que se porta mal, pregunta si le van a castigar, a lo que le suelen responder “¿para qué serviría?”. Creemos que la respuesta interna de Conor es “¡para aliviar mi culpa!”. Por eso, en realidad es él quien acosa a su agresor mirándolo fijamente, buscando sus agresiones. El matón del colegio es el ejecutor del castigo que Conor cree merecer, y por eso, cuando el niño se niega a seguir pegándole, Conor entra en cólera.

Cuando nos sentimos culpables, a veces tendemos a proyectar nuestra culpa fuera buscando el responsabilizar a otros de ella. Otras, buscamos inconscientemente como Conor el castigo que creemos merecer, castigándonos nosotros mismos o a través de otros (como quien, después de ser infiel, lo confiesa a su pareja para aliviar su culpa en un intento de ser “castigado”).

La abuela además, ejerce el rol de controladora ante Connor: es quién se encarga de poner reglas, establecer límites y organizar la vida del niño.

“No siempre hay un bueno. Ni siempre hay un malo. Casi todo el mundo está en algún punto intermedio” Ése es el mensaje que el monstruo quiere que Conor entienda antes de que el niño revele “su gran verdad” en la cuarta historia.

Cuando por fin llega el momento de enfrentarse a “la verdad”, Conor revela que “quería que todo acabara”, que una parte de él deseaba la muerte de su madre. El árbol despenaliza ese pensamiento para que el niño pueda aceptar que es una reacción natural fruto del profundo dolor que siente: “Tu vida no la escribes con palabras, la escribes con acciones.Lo que piensas no es importante.”

Reconocer que en la pesadilla que lo martiriza noche tras noche, en realidad Conor “suelta” a su madre para dejar que caiga al abismo, es una metáfora de que por fin acepta lo que está sucediendo. Una catarsis demasiado artificial para mi. Cuando la suelta, finalmente puede descansar en la realidad de que su madre tiene que marcharse y él no puede hacer nada al respecto más que estar a su lado.

En una de las escenas finales, el monstruo invita al niño a decirle a su madre la “verdad más sencilla”, que no es otra que “no quiero que te vayas”. Detrás de todos los pensamientos contradictorios y aparentemente incompatibles, lo que queda es lo más sencillo, la emoción real.

Esta historia da para analizar y profundizar en muchos más temas, pero para terminar el artículo nos quedamos con esta otra frase de “Un monstruo viene a verme” que de alguna manera, creemos que lo resume casi todo: “Si dices la verdad, podrás enfrentarte a todo lo que venga”.

Nota: No debemos olvidar que se trata de una película y por lo tanto, no todas las actitudes y devoluciones se darían tal cual en un espacio real de terapia.


Fuentes: 
Articulo publicado por, http://psicopedia.org/6743/monstruo-viene-a-verme/: