lunes, 3 de julio de 2017

Trastornos Psicológicos Màs Comunes

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) por trastorno psicológico cabría entender un conjunto de síntomas distintivos que provocan un malestar, discapacidad o riesgo clínicamente significativos para la salud de una persona.


Los trastornos mentales no discriminan por la edad, la raza u origen étnico. El espectro de enfermedades psicológicas va de leve a grave y como cualquier condición médica, existen muchos factores desencadenantes. En los últimos años, se ha prestado una mayor atención a los trastornos mentales debido a la carga que suponen al sistema sanitario público. Los trastornos mentales son reconocidos como un problema global.

Trastornos del Espectro Autista

Los genes, otras condiciones médicas y el medio ambiente pueden colocar a ciertos niños en situación de riesgo de padecer los llamados trastornos del espectro autista, más comunes en los niños que en las niñas. Los trastornos del espectro autista comienzan cuando los niños son muy jóvenes y es difícil de diagnosticar debido a que no existe una prueba médica o de sangre para confirmarlo. Del mismo modo, no existe una cura. Sin embargo, la detección e intervención temprana con terapia conductual y educativa que se basa en los desafíos individuales del niño es bastante efectiva.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es otro trastorno psicótico, pero, en este caso, la persona sufre alucinaciones y pensamientos perturbadores que le aísla de la actividad social. La esquizofrenia es una patología muy seria, y a pesar de no existir cura, sí que hay tratamientos efectivos para que los pacientes con esta alteración puedan disfrutar de su vida.

Trastorno Bipolar

El trastorno bipolar, englobado en los llamados trastornos del estado de ánimo, provoca en las personas que lo padecen emociones muy exageradas (son los llamados episodios maníacos) para después pasar a niveles anímicos peligrosamente bajos (depresión). Los extremos son tan drásticos que pueden dañar las relaciones sociales, provocando como resultado un bajo rendimiento en la escuela o el trabajo y con riesgo de suicidio.

La mayoría de las personas con trastorno bipolar son diagnosticados a los 25 años, pero muchas veces esta enfermedad no es fácil de detectar. Dado que las pruebas de sangre y escáneres cerebrales no pueden detectar el trastorno bipolar, los profesionales de la salud mental se basan en la historia clínica del paciente. Las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida normal con un tratamiento adecuado que combine medicación y psicoterapia para controlar los síntomas y reducir el riesgo de futuros episodios.

Trastorno de pánico

El corazón late muy deprisa. Dificultad para respirar. Las náuseas y los mareos. Debilidad. Sudoración. Hormigueo manos. Dolores en el pecho. Sensaciones de sofoco. La pérdida de control. Terror.

Los ataques de pánico son muy reales, es la manifestación física del miedo. Durante un ataque de pánico severo, podrías incluso creer que estás teniendo un ataque al corazón. Por otra parte, debido a que un ataque de estas características puede ocurrir en cualquier momento, existe el miedo adicional de no saber cuándo será el siguiente ataque.

Está clasificado como un trastorno cuando se produce varias veces y es incapacitante. Muchas personas empiezan a tener ataques de pánico en la adolescencia o en el principio de la vida adulta. Este trastorno parece ser hereditario. Sin ayuda, las personas que sufren ataques de pánico pueden desarrollar agorafobia, miedo a los espacios abiertos. Las personas con agorafobia tienen un miedo intenso a situaciones o lugares de los que no pueden escapar. La buena noticia es que el trastorno de pánico es el trastorno de ansiedad más tratable. Los pacientes reciben una combinación de medicamentos y psicoterapia.

Trastornos de Ansiedad

Los trastornos de ansiedad engloban una serie de enfermedades mentales:

* El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una combinación de pensamientos recurrentes (obsesiones) y acciones repetitivas (compulsiones) que realiza una persona con la creencia de que el comportamiento le da el control de la obsesión. Por ejemplo, una mujer obsesionada con la limpieza puede sentir la necesidad de lavarse las manos una y otra vez. Algunas personas con TOC desarrollan rituales diarios muy complejos.

* Trastorno de estrés postraumático (TEPT) se produce después de una experiencia aterradora en la que la persona sintió la amenaza de daño físico o miedo, horror o impotencia.

* Trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Las personas con TAG se preocupan demasiado por las preocupaciones cotidianas y, a menudo esperan desastres. Cuando su nivel de ansiedad se eleva, son un “manojo de nervios” y experimentan síntomas físicos tales como tensión muscular, sudoración, temblores y náuseas.

Muchas personas que sufren de trastornos de ansiedad se auto medican con alcohol y drogas. Sin embargo, se debe buscar ayuda profesional porque, como el trastorno de pánico, los trastornos de ansiedad se pueden tratar con medicamentos y terapia.

Fobias

Las fobias también se engloban dentro de los trastornos de ansiedad. Las fobias pueden ser muy dispares, desde hablar en público hasta el pánico a las serpientes. Cuando estas fobias interrumpen sus actividades diarias empiezan a ser un problema.

Un ejemplo sería la fobia social. Usualmente comienza en la adolescencia. Se convierte en un problema o trastorno cuando pasan días y semanas preocupándose por las relaciones sociales. Al igual que con el trastorno de pánico, la ansiedad social puede conducir a la agorafobia.

La medicación y la terapia pueden ayudar a aliviar la ansiedad y permitir que los pacientes puedan funcionar normalmente.

Déficit de Atención e Hiperactividad

El TDAH es un trastorno común en la niñez. Por lo general se diagnostica en niños muy activos que tienen dificultades para concentrarse y controlar su comportamiento. La genética pone algunos niños en situación de riesgo.

Para diagnosticar y posteriormente tratar el TDAH, los profesionales médicos evalúan primero la salud física del niño para descartar otras enfermedades, como la mala visión o pérdida de audición. Las observaciones y los informes de los maestros y los miembros de la familia ayudan a un médico a establecer un diagnóstico y comenzar el tratamiento. Muchos niños reciben medicación y terapia conductual.

La mayoría de los niños con TDAH superan o aprenden a manejar muchos de los síntomas. Sin embargo, algunos continúan teniendo este trastorno en su vida adulta, por lo que su vida personal y profesional resulta difícil de manejar.

Trastorno oposicionista desafiante

Niños con conductas de negación y oposición a normas y a órdenes de los adultos. no se adaptan con facilidad a las reglas de la escuela ni a ningún lugar donde van, tienden a tener conflictos con otros niños y conductas agresivas con otras personas, proponen retos a las demás personas y niños, nunca están de acuerdo con las reglas y desobedecen con mucha frecuencia, aun cuando el trastorno psicológico esta descrito, no hay pruebas ni exámenes que puedan hacerse para determinar si existe o no, solo se ha relacionado con otros trastornos, frecuentemente en déficit de atención con o sin hiperactividad y des espectro autista.

Trastornos del Sueño

Cuando los problemas de sueño se producen con frecuencia y de manera persistente, pueden repercutir de manera negativa en nuestra vida, tanto en el descanso como en el funcionamiento cotidiano. Los trastornos de sueños, aunque no lo creas están relacionados con los trastornos de ansiedad, entre los que podemos mencionar insomnio, dificultad para dormir, apneas de sueño, despertar y no poder volver a dormirse, despertarse asustado sin razón, son síntomas ligados a los trastornos del sueño. Resulta muy importante controlar la ansiedad, no hay nada peor que tener cansancio o sueño y no poder dormir, algunos exámenes y pruebas médicas existen para manejar el sueño.

Trastornos de la alimentación

Cuando una persona con anorexia se ve en el espejo, él o ella ven un reflejo de sobrepeso, no el cuerpo desnutrido que en realidad se refleja. La falta de alimentación y la obsesión con la comida puede llevar a la gente con anorexia a numerosos problemas de salud potencialmente mortales, como la desnutrición.

La bulimia nerviosa se produce en aquellas personas que consumen grandes cantidades de comida y luego, lamentando su comportamiento y la falta de control, se purgan a base de vómitos, uso de laxantes, ayuno o ejercicio obsesivo.

Los trastornos alimenticios se pueden tratar con tratamientos personalizados que ofrecen medicación, consejería nutricional y terapia individual y de grupo.

Alzhéimer (Tras. Neurológico)

Considerado una pandemia, se trata de un tipo de demencia irreversible que destruye el cerebro progresivamente causando pérdida de la memoria, deterioro cognitivo y comportamiento impredecible, entre otros síntomas. Surge un nuevo caso cada cuatro segundos.

Trastornos de la Personalidad

Los seres humanos tienen una colección de rasgos de la personalidad que se basan en nuestras experiencias e influyen en nuestra interacción social, nuestro comportamiento y forma de pensar. Estos rasgos están profundamente arraigados en nuestra cultura. Las personas con trastornos de la personalidad tienen rasgos de carácter muy rígidos que pueden afectar a su capacidad para funcionar en situaciones cotidianas.

Entre los trastornos de personalidad más comunes se encuentran:

* Trastorno de la personalidad antisocial: se refiere a aquellas personas que no siguen las reglas sociales y tienen poca consideración por los sentimientos de los demás. A menudo muestran un comportamiento criminal y no muestran remordimiento.

* Trastorno límite de personalidad: este trastorno hace que la gente sea inestable e impulsiva. Temen el abandono y tienen dificultades para mantener relaciones estables.

El diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la personalidad es difícil porque hay muchos factores biológicos y ambientales que interfieren. Además, muchas personas que sufren algún tipo de trastorno de la personalidad suelen padecer algún otro tipo de trastorno mental, como los trastornos de ansiedad, el TDAH, la depresión y el trastorno bipolar.

Trastornos del Estado de Animo

Los estados de ánimo son emociones sostenidas, que colorean la manera de ver la vida. Cuando alguien tiene un trastorno del estado de ánimo, el panorama general no es color de rosa. Las personas con estos trastornos tienen estados de ánimo que van más allá de sentirse “tristes”. Los trastornos del estado de ánimo se pueden encontrar en todas las razas y clases sociales, pero son más comunes entre las personas solteras.

Son los trastornos mentales más frecuentemente diagnosticados. Además del trastorno bipolar, los trastornos del estado de ánimo incluyen el trastorno depresivo mayor y el trastorno distímico.

La depresión mayor se caracteriza por una tristeza profunda persistente. Los síntomas como la fatiga, falta de concentración, cambios en el apetito y pensamientos de suicidio interfieren con el funcionamiento diario. Las personas con distimia manifiestan síntomas menos severos pero más duraderos. Otras formas de depresión son la depresión posparto.

La depresión es un trastorno cerebral causado muy probablemente por una combinación de factores genéticos, ambientales, biológicos y psicológicos. Afortunadamente, la depresión puede ser tratada y los mejores resultados se logran cuando el tratamiento se inicia tan pronto como se diagnostica la depresión. La mayoría de las personas con trastornos del estado de ánimo se benefician de los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia. La clave para el éxito del tratamiento de los trastornos del estado de ánimo y la prevención de futuros episodios es continuar tomando los medicamentos y la búsqueda de ayuda.

También: Hipocondría, problemas de pareja, trastornos sexuales, trastorno de conducta y el trastorno explosivo intermitente, trastornos del sueño, adicciones, baja autoestima, falta de habilidades sociales, problemas de toma de decisiones, inseguridad, etc.

Factores de Riesgo de Padecer Trastornos Psicológicos
  • Predisposición genética: los genes que codifican el padecimiento de algún trastorno psicológico se trasmiten de generación en generación hasta el tercer grado de consanguinidad, y se manifiestan a cualquier edad, ya sea infantil o adulta.
  • Desencadenantes psicológicos: durante la vida del niño o del adulto, suelen existir uno o varios eventos que pueden resultar perturbadores y que pueden desencadenar algún trastorno psicológico.
  • Estrés: la vida cotidiana, los conflictos en el trabajo, el tráfico automovilístico, problemas con tu pareja y otros aspectos de tu día a día que te pueden resultar en situaciones de tensión producen deterioro nervioso que puede desencadenar un trastorno psicológico.
  • Frustración: es un estado que muchos de nosotros sufrimos por incapacidad de solucionar diligentemente un problema de nuestra vida cotidiana; también sucede cuando el problema no se resuelve de la forma como se deseaba. Cuando aumenta la cantidad de situaciones de frustración, puedes quedar expuesto a padecer un problema psicológico.
  • Pérdida de seres queridos: no hay muchas alternativas cuando has sufrido la pérdida de un ser querido; sea de forma violenta o por enfermedad. Si se llega a prolongar el duelo por la pérdida, puedes desarrollar problemas emocionales.



Compilador de la red


viernes, 23 de junio de 2017

Trastorno Obsesivo Compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o Obsessive Compulsive Disorder (OCD) es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad.
Una persona con TOC se da cuenta de que tiene un problema. Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta. Los pacientes suelen sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones. Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o incluso, colaborar en sus rituales. El TOC es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:
Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
Compulsiones: son conductas repetitivas y aparentemente finalistas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última. Sin embargo, o bien la actividad no se halla conectada de forma realista con lo que se pretende impedir o provocar, o bien puede ser claramente excesiva. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistir a la compulsión, por lo menos inicialmente. Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido de la conducta y no obtiene placer en realizar esta actividad, aunque esta disminuye la ansiedad provocada por su obsesión. En las personas que sufren este tipo de desorden, el pensamiento aparece dominado por una idea intrusiva o secuencia de ideas, que buscan apagar con comportamientos rituales, casi siempre muy caprichosos. Son plenamente conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza.
Las obsesiones y las compulsiones: son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en su funcionamiento social. No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.

DSM
A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:
Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
3. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
4. La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)
Las compulsiones se definen por 1 y 2:
1. Comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
2. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos
 B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales. Nota: Este punto no es aplicable en los niños.
 C. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.
D. Si hay otro trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario, arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un trastorno por consumo de sustancias, preocupación por estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría, preocupación por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).
E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
¿Cuáles son algunas obsesiones comunes?
A continuación, se incluyen algunas obsesiones comunes:
•Miedo a la suciedad o a los gérmenes.
•Disgusto por los desechos corporales o líquidos.
•Preocupación por el orden, la simetría (equilibrio) y la exactitud.
•Preocupación por haber hecho mal una tarea, aun cuando la persona sabe que esto no es verdad.
 •Miedo a tener pensamientos malvados o pecaminosos.
•Pensar sobre determinados sonidos, imágenes, palabras o números todo el tiempo.
•Necesidad de recibir consuelo constante.
•Miedo de dañar a un familiar o a un amigo.
¿Cuáles son algunas compulsiones comunes?
A continuación, se incluyen algunas compulsiones comunes:
 •Limpiarse y asearse, como lavarse las manos, bañarse o lavarse los dientes una y otra vez.
•Controlar los cajones, las cerraduras y los aparatos, para asegurarse de que están cerrados, guardados o apagados.
•Repetir acciones, como entrar y salir por una puerta, sentarse en una silla y pararse, o tocar determinados objetos varias veces.
•Ordenar y arreglar objetos de determinadas maneras.
•Contar hasta una determina cantidad, una y otra vez.
•Guardar periódicos, correos o recipientes cuando ya no se necesitan.
•Buscar consuelo y apoyo constantes.
El trastorno obsesivo-compulsivo estadísticamente es igual de frecuente en varones que en mujeres.
Causas
El descubrimiento de que algunos fármacos son eficaces en el tratamiento del TOC ha cambiado el punto de vista que se tenía de este problema neurológico. Hoy no solo existen terapias eficaces, sino que también hay una gran actividad investigadora sobre las causas que producen este problema neurológico y una búsqueda de nuevos tratamientos.
Teorías sugieren una base biológica para el trastorno, y actualmente una serie de estudios está explorando esta posibilidad. La Tomografía de Emisión Transaxial de Positrón (TETP) y otras técnicas de representación del cerebro han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en el lóbulo frontal y en los ganglios basales que influyen en los síntomas del TOC Meta-análisis recientes de los estudios de voxel-based morphometry que comparan personas con TOC y controles sanos han encontrado que las personas con TOC presentan un aumento bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares, extendiéndose a los núcleos caudados, mientras que una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales. Esto contrasta con los hallazgos en personas con otros trastornos de ansiedad, que presentan una disminución (en vez de aumento) bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares / caudados, mientras que también una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales.
Otros estudios parecen indicar que pueden estar implicadas anormalidades en ciertos neurotransmisores (los mensajeros del cerebro). Uno es la serotonina, que se cree ayuda a regular la disposición de ánimo, la agresión y la impulsividad. También es el encargado de mandar la información de una neurona a otra, proceso que parece ser está "ralentizado" en las personas con TOC Las neuronas que responden a la serotonina se encuentran en todo el cerebro, pero especialmente en los lóbulos frontales y en los ganglios basales.
La concentración cerebral de serotonina es mayor en los varones que en las mujeres  Esto hace que los psicofármacos (como un Inhibidor de la recaptación de serotonina, ISRS) actúen mejor en ellos.
Últimos estudios revelan que, aunque el nivel de serotonina sea mayor en los varones, no es reflejado en el TOC ya que la incidencia de este trastorno no se ha analizado correctamente bajo las bases del IIS. Las investigaciones clínicas y los experimentos que se llevan a cabo han generado información que ha favorecido el uso de tratamientos tanto farmacológicos, como cognitivo-conductuales que pueden beneficiar a la persona con TOC. A un paciente le puede favorecer significativamente una terapia conductista (generalmente aquellos en los que predominan las compulsiones), mientras que otro puede beneficiarse de la farmacoterapia (normalmente recetada a pacientes en los que predomina un trastorno obsesivo incapacitante). Otros pueden usar tanto medicación, como terapia conductista. También hay quien puede empezar con medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces continuar con terapia conductista. El tipo de terapia debe ser decidido por el psiquiatra o psicólogo clínico que diagnostique el trastorno, en cualquier caso. Por lo general, se considera que combinar la terapia con medicamentos es la manera más eficaz de tratar el OCD.
Tratamiento
Están disponibles varios medicamentos para tratar el TOC. A menudo, estos medicamentos también se utilizan para tratar la depresión e incluyen: la clomipramina, la fluoxetina, la sertralina, la paroxetina  y la fluvoxamina. Estos fármacos pueden provocar efectos secundarios, como boca seca, náuseas y somnolencia. A veces, también tienen efectos secundarios sexuales. Es posible que pasen varias semanas antes de que vea una mejoría en su conducta

 Psicofármacos
Diversas pruebas clínicas han demostrado que aquellos medicamentos que afectan la serotonina (neurotransmisor) pueden reducir significativamente los síntomas del TOC. El primero de estos psicofármacos, específicamente aprobado para su uso en el tratamiento del TOC, fue el antidepresivo tricíclico clomipramina. Los psicofármacos de segunda generación, que son los utilizados hoy en día, se llaman Inhibidores  selectivos de la recaptación de Serotonina (ISRS). Algunos de ellos son fluoxetina, fluvoxamina y paroxetina. Otro que ha sido estudiado en pruebas clínicas controladas es sertralina. Estudios extensos han demostrado que estos medicamentos favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80% de los pacientes. Y en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del TOC al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general lleva dos semanas o más.
Si un paciente no responde bien a uno de estos medicamentos, o tiene efectos secundarios inaceptables, otro ISRS puede dar una respuesta mejor. La medicación es útil en el control de los síntomas del TOC pero a menudo, si se deja el medicamento, sobreviene una recaída. De hecho, aun cuando los síntomas han disminuido, la mayoría de las personas necesitará medicarse indefinidamente, quizás con una dosis menor.
Psicoterapia conductual (Exposición con Prevención de Respuesta, EPR)
Un método específico psicológico llamado Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) es efectivo para muchas personas con TOC, especialmente en aquellas con rituales conductistas. Mediante este método el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle.
El tratamiento se empieza por una compulsión que provoque poca ansiedad en el paciente y una vez superada ésta, se pasa a la siguiente y así paso por paso, guiado por la habilidad del paciente a tolerar ansiedad y controlar los rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayoría de los pacientes gradualmente sienten menos ansiedad causada por los pensamientos obsesivos y pueden resistir los impulsos compulsivos.
Psicoterapia cognitiva
Las obsesiones son pensamientos, fantasías o impulsos intrusos que tienen que ver con estar en peligro o ser agresivo. Otras veces son sensaciones de que algo "malo" va a pasar o de que el malestar no se acabará nunca. En cualquier caso, cuando aparecen en la mente, el paciente trata de darles una explicación, de evitarlas o de anularlas siguiendo algún procedimiento que le calme (lo que llamamos compulsiones).
La terapia cognitiva parte de la idea de que los pensamientos, fantasías o impulsos que invaden la mente no son el problema en sí mismo, ya que todo el mundo los experimenta en algún momento, sobre todo cuando está tenso por algún motivo. El problema aparece cuando el paciente valora como peligrosa la aparición de estos fenómenos en su mente y se siente responsable de lo que ocurra, momento en el que trata de hacer algo que le permita sentirse seguro y no responsable de lo que pase.
Mediante experimentos que el terapeuta diseña para el paciente, se pone a prueba ideas destructivas sobre el poder de los pensamientos, la culpa, la búsqueda de seguridad absoluta, la tendencia al catastrofismo, el perfeccionismo, el autocastigo y la intolerancia al malestar. Esto permite que el paciente no reaccione con la angustia de antes, consiguiendo que las obsesiones y las compulsiones vayan desapareciendo progresivamente.
Psicoterapia de orientación psicoanalítica
El abordaje psicoanalítico es una de las opciones que existen para tratar el TOC. Para esta clase de terapia, el énfasis está puesto en indagar el origen de las ideas obsesivas y las repeticiones compulsivas por medio de las asociaciones propias del paciente, para luego interpretar los mecanismos psíquicos inconscientes que están involucrados en la formación de los síntomas, las ideas obsesivas y las repeticiones compulsivas.
Freud analizó un caso emblemático de un paciente que presentaba un cuadro que él llamó de "neurosis obsesiva", denominado El hombre de las ratas. En este caso se veía que sus compulsiones y obsesiones tenían elementos que se repetían a nivel inconsciente desde la homofonía de palabras o de situaciones relacionadas a la historia familiar del individuo. En el famoso caso de Freud publicado como un caso de neurosis obsesiva se encuentra el análisis y la solución de una serie de síntomas obsesivos de carácter grave.
En la época de su fundación, la posición del psicoanálisis frente a las patologías neuróticas en general y a la neurosis obsesiva en particular constituyó una innovación importante. La teoría freudiana instaló por primera vez el supuesto básico de la "causalidad psíquica" del conflicto inconsciente, en donde el sujeto, en este caso neurótico obsesivo, genera síntomas como satisfacciones sustitutivas a los deseos reprimidos. El yo del neurótico queda avasallado por el conflicto inconsciente entre los mandatos y las reglamentaciones superyoicas  y los deseos inconscientes provenientes del ello. De esta forma, las mociones de deseo inconsciente sólo pueden aflorar mediante formaciones de compromiso, que son las que se expresan en los síntomas obsesivos. El tratamiento psicoanalítico ha demostrado efectividad en casos de neurosis obsesivas
A menudo, las personas que tienen TOC tienen otros tipos de ansiedad, como fobias  o ataques de pánico.
Las personas que tienen TOC también podrían tener depresión, trastorno de déficit de atención con hiperactividad, un trastorno de la alimentación o un trastorno del aprendizaje, como dislexia.
Tener uno o más de estos trastornos puede hacer más difícil el diagnóstico y el tratamiento, por lo que es importante hablar con su médico sobre cualquier síntoma que tenga.

jueves, 22 de junio de 2017

Elizabeth Bàthory: La Condesa Sangrienta

Advierto de la extrema dureza de algunas declaraciones que pueden leerse en este artículo. Si no está seguro, pulse el botón volver atrás de su navegador, ya que puede "herir susceptibilidades"
La condesa Elizabeth Báthory de Ecsed (1560-1614) fue una aristócrata húngara, perteneciente a una de las familias más poderosas de Hungría.

En las oscuras tierras de Transilvania, los cuentos y leyendas de terror acerca de vampiros y hombres lobo se entrecruzan con la horrible existencia real de hombres y mujeres que pasaron a formar parte de la triste historia de los asesinos en serie. Una de ellas, una condesa de alta cuna, conocida con el sobrenombre de “la condesa sangrienta”, ostenta un terrible récord de asesinatos, más de 650, en una macabra búsqueda de la belleza. No en vano, se la considera la peor depredadora que haya tenido la historia del crimen. Su afición a secuestrar y torturar a muchachas de los alrededores, cuya sangre se bebía para conservar la eterna juventud. Al menos eso testificaron quienes siguieron el proceso contra ella en unos tiempos convulsos.

Perversa, enferma, macabra. Todos los calificativos se quedan cortos para la Condesa Sangrienta, Erzébet. Sentía especial atracción por la sangre y no sólo se contentaba de beberla, como es habitual en los llamados asesinos vampíricos. Cometía estos perversos sacrificios y crímenes para bañarse en la sangre de estas muchachas que, según la magia negra que profesaba, le garantizaban belleza y eterna juventud. El canibalismo, todo tipo de tendencias lésbicas y sádicas, así como la promiscuidad sexual a edad muy temprana, entre otras desviaciones, hicieron acto de presencia. Sin embargo, la vampirización de Isabel y fue más temprana, ya que la zona de donde ella procedía siempre tuvo (y tiene) un rico y activo folklore respecto a lo que a estas criaturas se refiere.

A los 15 años fue obligada a casarse con el conde Ferenc Nadasdy, que tenía 26 y se pasaba la vida batallando contra los otomanos. Ferecz era un soldado que pasaba largas temporadas en las constantes guerras que asolaban el país. Sus prácticas crueles con sus enemigos le valieron el apodo de “El héroe negro”. Tuvieron tres hijas y un hijo y vivieron en el castillo Ecsed con la madre de Ferenc, su odiada suegra Úrsula. Una primera muestra de la crueldad de Isabel aparece en la correspondencia que sostuvo con su marido ausente, en la que ambos intercambian ideas sobre las técnicas más apropiadas para castigar a los criados. El caso es que la condesa administró el castillo con mano de hierro y brutales palizas a las sirvientas, a las que golpeaba con un pesado mazo o les pinchaba con agujas debajo de las uñas, por citar algunas de sus diversiones predilectas. Por otro lado, a Isabel le atraían sexualmente las mujeres, pero sus prácticas sádicas, siempre con golpes y sangre, asustaban a las incautas que se prestaban inicialmente a sus requerimientos. Elizabeth empezó a intentar escaparse por diversión, en varias ocasiones en las que vivió alguna que otra aventura, entre ellas, una fugaz con un excéntrico joven conocido como “el vampiro” por su extraño aspecto y vestimentas.

La locura y sadismo de Elizabeth se desencadenó cuando una de sus desdichadas sirvientas le dio un desafortunado tirón de pelos mientras la peinaba. La bofetada que le propinó su señora le provocó una herida. La sangre le salpicó a Elizabeth en la mano quien fue pronto presa de la excitación al creer que la zona de la piel manchada se hizo más tersa y blanca. A la mente de Elizabeth volvieron las tétricas palabras de su nodriza y no dudó en desangrar a la torpe sirvienta y prepararse una bañera con su sangre en la que se sumergió. Ese sería el primero de una larga lista de asesinatos para abastecerse de la sangre suficiente que le daría la eterna juventud. En su paranoica locura no se conformó pues, para no frotarse con toallas que disminuyeran el efecto de la sangre, obligaba a otras sirvientas a lamerle el cuerpo. A estas más les valía no mostrar rechazo ni repugnancia pues el castigo sería peor. Torturarlas hasta la muerte fue una práctica que no dudó en llegar a cabo la condesa.
“A veces, las víctimas más sanas y bellas eran encerradas por años para irles extrayendo pequeñas cantidades de sangre mediante incisiones, a fin de que Elizabeth pudiera bebérsela y conservar su belleza”.

Por más de 10 años, los campesinos del lugar veían el carruaje de la condesa deambular por sus tierras en busca de pobres muchachas engañadas con la promesa de una vida mejor a la dura existencia del campo. Y las que se negaban, eran drogadas y obligadas a la fuerza a acompañar a Elizabeth a un castillo del que a buen seguro nunca más saldrían con vida. La gran cantidad de cadáveres fueron primero enterrados con cuidado en las inmediaciones de la fortaleza pero al final, la Báthory y sus cómplices no tuvieron reparo en dejarlos en los campos sin ningún problema. A pesar de que la población cercana empezó a sospechar de la desaparición constante de muchas de sus hijas, la alta cuna de la que provenía la condesa hizo que ésta pudiera continuar con sus prácticas asesinas de manera impune. Durante un tiempo se mantuvo impune porque elegía a sus víctimas entre las siervas y campesinas, a quienes en esa época aún feudal un noble podía tratar como un objeto, pero las jóvenes muchachas se fueron terminando y la sed de sangre de Elizabeth la llevó a cometer un grave error. No dudó, desesperada por conseguir líquido para sus baños y víctimas para sus sangrientas prácticas, recurrir a chicas de la aristocracia. El rey Matyas no pudo ya hacer oídos sordos a las historias dramáticas que llegaban de su pariente. Los rumores llegaron pronto a la corte, donde la Báthory no contaba con muchas simpatías, y el rey Matyas ordenó investigar el caso al conde Thurzo, un primo de Isabel enemistado con ella. Thurzo y sus soldados entraron en el castillo sin encontrar resistencia y allí estaban a la vista, según dijeron, los cuerpos desangrados, los instrumentos de tortura, el horror.

En el juicio, Isabel se negó a declarar, acogiéndose a sus privilegios nobiliarios. Condenada a cadena perpetua, tapiaron su habitación y allí vivió emparedada durante casi cuatro años, medio muerta de hambre y de frío, alimentándose de la escasa comida que le hacían llegar por una ínfima ventanita, sin más que un destello de luz y aullando a veces por las noches, murió el 21 de agosto de 1614. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron, "abandonada de todos", según un cronista de la época. Terminaba así la historia de terror de la Condesa Sangrienta a quien sus más de 650 asesinatos y torturas no le sirvieron más que para sembrar el horror. La supuesta belleza que su nodriza le había prometido de poco o nada le sirvió en su tumba.


Compilador de la red.

miércoles, 14 de junio de 2017

Intervención Psicológica a Px con Parkinson

Tratamiento no farmacológico: Intervención sobre las alteraciones psicológicas y conductuales.
Trastornos mentales asociados a la enfermedad del Parkinson: Tras. Ansiedad, ansiedad y fobia social, ataques de pánico, hipocondría, tras. obsesivo-compulsivo, depresión, insomnio, tras. sexuales. Otros cuadros clínicos: Pérdida de Memoria, demencia, pseudodemencia depresiva, parkinsonismo psicógeno, psicosis, suicidio.

Se estima que casi un 80% de los pacientes de Parkinson sufren en algún momento de su enfermedad problemas emocionales de cierta seriedad y que el 40% requerirían atención psiquiátrica o psicológica. Los trastornos afectivos pueden deteriorar la calidad de vida del afectado y su familia de una forma más incapacitante que los problemas motores principales propios de la E.P. Teniendo en cuenta nuestro trabajo diario, es decisivo también contemplar la necesidad de acompañar al afectado y a sus familiares (entorno más cercano), para ir potenciando y entrenando en estrategias de afrontamiento para su nueva etapa vital, mejorando así su autoimagen y fomentando su calidad de vida.

Para lograr la mejora de la calidad de vida del paciente y de los familiares y cuidadores (objetivo final del tratamiento de las demencias) hay que prevenir los SCPD adoptando medidas cognitivas y funcionales en el entorno; detectarlos y diagnosticarlos (más facilidad ante una mayor sensibilización y formación por parte de todos) y tratarlos utilizando intervenciones tanto farmacológicas como psicológicas.

Síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (SCPD). Estos se definen como signos y síntomas de alteraciones de la percepción, el contenido del pensamiento, el humor o la conducta que se presentan frecuentemente en pacientes con demencia. Los SCPD pueden clasificarse atendiendo a tres criterios. Por un lado, utilizando el análisis factorial de los resultados obtenidos con el Inventario Neuropsiquiátrico de Cummings (NPI):
  1. Factor I anímico: Ansiedad y depresión.
  2. Factor II de psicosis: Agitación, alucinaciones, delirio e irritabilidad.
  3. Factor III de conducta frontal: Desinhibición y euforia
  4. Apatía y conducta motora aberrante (CMA): No clasificables en ninguno de los anteriores.
Pueden dividirse también en dos grupos:
  • Conductuales: Agresividad (física y verbal), CMA (agitación, hiperactividad, vagabundeo), comportamiento social inapropiado, trastornos del apetito, del sueño y conducta sexual inapropiada.
  • Psicológicos: Ansiedad, depresión, labilidad emocional, desinhibición, apatía, alucinaciones, delirios e identificaciones erróneas.
Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson: Alucinaciones visuales, delirios, depresión, alteración del sueño REM

Nota: No todos los trastornos aparecen en todos los pacientes ni siguen un mismo curso en su evolución, pero la proliferación de estudios ha permitido establecer perfiles conductuales para los grandes grupos de demencias

Centrándonos en las intervenciones que exclusivamente guardan relación con el control de los SCPD se hallan las técnicas cognitivo-conductuales, las técnicas de modificación de conducta y las técnicas de comunicación y validación.

La intervención psicológica que conlleva sesiones individuales con el paciente y la aplicación de técnicas fundamentalmente de corte cognitivo-conductual (entrenamiento en técnicas del control de la activación, técnicas de resolución de problemas, reestructuración cognitiva) solo está indicada en algunos casos en los que todavía está preservada la capacidad de introspección. Sus objetivos son incrementar el sentido de autoestima y de control y la reducción de los sentimientos de ansiedad y depresión.

La técnica de validación es una terapia de comunicación desarrollada por Naomi Feil que se basa en una actitud de respeto y empatía hacia el paciente. Pretende que el cuidador se adapte y acepte (valide) la conducta del paciente. Estaría más indicada en fases avanzadas de una demencia. Se tratará más en detalle en el capítulo sobre estilo comunicacional con el paciente. Dentro de la modificación de conducta se han aplicado las denominadas técnicas operantes muy prácticas tanto para desarrollar y mantener conductas adaptativas (p. e. a través del refuerzo verbal de conductas) como para reducir y eliminar aquellas que se consideren disfuncionales (p. e. mediante la retirada de atención). Están ampliamente fundamentadas en las leyes generales del aprendizaje y deben ser aplicadas y supervisadas por un profesional. Dependiendo de la técnica elegida el procedimiento varía, sin embargo todas tienen en común el inicial análisis de la conducta que se quiere modificar obteniendo información detallada de:
  • Antecedentes (¿cuándo? ¿dónde? ¿qué sucede antes?)
  • Conducta (frecuencia, intensidad,…)
  • Consecuentes (¿qué sucede después?)
Para elaborar un buen plan de tratamiento en los SCPD debemos seguir estos pasos orientativos:
  • Definir la conducta más desestabilizadora.
  • Encuadrar la conducta dentro del contexto de la historia natural de la demencia y de las circunstancias físicas, psicológicas y sociales del paciente.
  • Buscar causas precipitantes (dolor, fármacos).
  • Considerar la utilización de estrategias no farmacológicas.
  • Iniciar el tratamiento con fármacos si éstos pueden contribuir al alivio sintomático.
  • Vigilar el cumplimiento de la terapia y los posibles efectos adversos.
  • Evaluar los resultados.
  • Considerar, si es preciso, el cambio de estrategia.
  • Promover siempre el respeto, la dignidad y el afecto.
Resumidamente las pautas más aconsejables para los cuidadores para abordar los principales SCPD son las siguientes:

Ideas delirantes (creencias falsas que se fundamentan en conclusiones incorrectas sobre la realidad y que el paciente mantiene a pesar de la evidencia en contra):

Facilitar que el paciente esté en un espacio conocido y familiar:
  • No debemos seguirle la corriente dándoles la razón en todo, pero tampoco discutir con ellos sobre si es verdad o no.
  • Conviene mantener conversaciones con ideas coherentes, reforzando y favoreciendo este tipo de discurso.
  • Desviar la atención del enfermo hacia aquellas actividades o aficiones que le resultaran agradables antes de enfermar.
  • Si se desorienta, hay que actuar tranquilamente sin dejarle solo.
  • Hay que corregir las deficiencias visuales y auditivas. Si los delirios aparecen por la noche se puede dejar una luz encendida.
  • Si no entiende bien lo que ve o escucha, hay que repetir la información cuantas veces sea necesario. Si está muy suspicaz evitar hablar en voz baja delante de él.
Alucinaciones (impresiones sensoriales o perceptivas como oir, ver, oler, que acontecen sin que exista un estímulo real que las provoque):
  • No alarmarse, reaccionar con tranquilidad para no incrementar el nerviosismo del paciente.
  • No discutir sobre la alucinación. Para el enfermo la percepción es totalmente real y si queremos negarla con lógica puede provocar irritación o, incluso, agresividad.
  • El contacto físico puede ser tranquilizador en unos casos. Podemos acercarnos al paciente siempre dentro de su campo visual, identificándonos y diciéndole en todo momento quien eres. A veces el contacto físico puede generar agresividad si se vive como un acto dominante.
  • Es necesario buscar el motivo que ha desencadenado la alucinación, el momento del día en que se produce así como vigilar los fármacos que está tomando.
Si las alucinaciones no son peligrosas (puede incluso disfrutar con ellas) podemos dejarle tranquilo.
Agitación (estado importante de tensión, con ansiedad que se manifiesta en una hiperactividad de movimientos y conductas molestas):
  • Prioridad: la seguridad del paciente y de las personas que le rodean.
  • Hay que ser muy prudentes al recurrir a medidas de sujeción física. No actuar nunca como si se aplicara un castigo.
  • Distraer y centrar gradualmente su atención en algo placentero, cambiando de ambiente y actividad.
  • Para tranquilizarle podemos imitar su respiración para enlentecerla poco a poco procurando que él también la modifique.
  • Su ambiente debe ser relajado y tranquilo. Mantener al paciente alejado de aquello que le provoque ansiedad o agitación.
  • No se debe poner en contacto con demasiados estímulos. Cuando aparecen de forma simultánea (televisión, radio…) producen excitación y nerviosismo.
  • Conviene suprimir bebidas con cafeína, estimulantes y/o alcohol.
Agresividad (Algunas situaciones de ansiedad o agitación pueden provocar comportamientos agresivos a nivel verbal e incluso físico):
  • No enfrentarse, ni pedir explicaciones, ni gritar o elevar el tono de voz ni sujetar o provocar al enfermo.
  • Adoptar una postura empática y receptiva. La sonrisa puede, a veces, amortiguar una crisis de agresividad.
  • Buscar el contacto visual acercándonos progresivamente, preguntarle qué le pasa y si podemos ayudarle. Nunca debemos realizar gestos bruscos ni tocarle de forma inesperada.
  • Anticipar la reacción agresiva, puede deberse a múltiples factores (dolor, cansancio,)
  • Si está muy agresivo, retirarnos y eliminar los objetos peligrosos. Si la situación se desborda contactar con el Servicio de Urgencias.
  • Explicar que esta agresividad es producto de la enfermedad, no es nada personal.
Ansiedad-depresión (su estado de ánimo es triste; puede mostrar ansiedad y preocupación ante su futuro):
  • Cambiar las circunstancias que hemos notado que desencadenan su angustia.
  • Suprimir excitantes como las bebidas a base de cola o el café.
  • Conseguir un ambiente seguro.
  • Mejorar su autoestima mediante refuerzos positivos y aprobación. La validación del paciente es la mejor terapia para su control emocional.
  • Facilitar un entorno animado donde pueda realizar actividades lúdicas (bailar, escuchar música).
El estado de ánimo del cuidador es muy importante:
  • Alteraciones del sueño (pueden despertarse sin tener conciencia de la hora que es o del lugar donde se encuentran)
  • Procurar que se acueste y levante a la misma hora.
  • Establecer una rutina agradable para ir a la cama (p. e. cena-baño-aseo). El entorno de la habitación debe ser tranquilo, seguro y confortable (luz tenue, silencio).
  • El ejercicio físico regular favorece el sueño. Evitarlo antes de acostarse.
  • No debe ir a la cama con hambre ni tras ingesta excesiva.
Alteraciones de la actividad psicomotora (Incluye la deambulación errante, el seguimiento persistente del cuidador y los actos repetitivos):
  • Conviene tener fácil acceso por dónde camina.
  • El entorno del paciente no debe ser estresante, con una iluminación suave, colores cálidos y música relajante.
  • Eliminar barreras arquitectónicas (p. e. sustituir escalera por rampa) y si es necesario instalar sistemas de alarma y seguridad.
  • Se pueden usar identificadores con sus datos personales (brazaletes, tarjetas).
  • Avisar a los vecinos de la situación.
  • Sin embargo no olvidemos que caminar no es malo; a mayor actividad física dormirá mejor.
  • Distraerlo con otras actividades.
Conducta sexual inapropiada:
  • No alarmarse ni castigarlo. El enfermo no comprende si su comportamiento es adecuado o no.
  • Si tiende a desnudarse se le puede adaptar ropa para que le resulte más difícil quitársela. Actuar siempre con serenidad.
  • Si se masturba en público, intentar llevadlo a otro sitio y ofrecerle una actividad distractora. No hay que enfrentarse ni darle excesiva importancia. El cuidador debe entender que no es responsable, es parte de la enfermedad.
Nuevos instrumentos psicométricos y se vienen usando otros ya conocidos que complementan a las técnicas observacionales y a la entrevista clínica: Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage (GDS), Escala de Valoración Psiquiátrica para la Depresión de Hamilton (HDRS), Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (Hospital Anxiety And Depresión Scale, HAD), Inventario Neuropsiquiátrico (Neuropsychiatric Inventory, NPI).

Los resultados a nivel científico que se han encontrado en cuanto a su eficacia no son determinantes aunque parecen contribuir positivamente al manejo de los SCPD. Es necesaria la realización de más estudios y diseños metodológicos más rigurosos de los que podamos extraer en un futuro datos concluyentes, en este caso, acercarnos más a una enfermedad como la de Parkinson, definida como algo más que una enfermedad meramente física.

Les comparto el link de una página muy humana, con una práctica guía y valiosa información para los familiares.

https://www.parkinsonblanes.org/psicologia.pdf



Fuente:
www.ocw.um.es/cc.-de-la-salud/intervencion-cognitiva-y-funcional-en-demencias/material-de-clase-1/tratamiento-no-farmacologico-2.pdf

Bibliografía:
Aguilar Barbera, M. (1998). Demencia y enfermedad de Parkinson. En S. López-Pousa Enfermedad de
Alzheimer y otras demencias (pp.459-76). Madrid: Ed Panamericana.
Asociación Psiquiátrica Americana. (APA). (1995). Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales,
4 ed (DSM IV). Barcelona: Ed Masson.

martes, 6 de junio de 2017

Psicología Organizacional: Rol y Funciones

Es un área de la psicología que se enfoca al análisis, evaluación, selección, entrevistas y orientación del personal dentro de las organizaciones públicas y/o privadas, del sector productivo, ya sea de manera interna o externa ofreciendo servicios de asesoría y consultoría. Su rol general abarca el estudio, diagnostico, coordinación, intervención, gestión y control del comportamiento humano en las organizaciones, es un profesional que contribuye a la generación de valor mediante la gestión y el desarrollo del talento humano.

Algunas de sus funcionalidades son, análisis de los requerimientos del puesto de trabajo, determinación de factores críticos en el desarrollo del trabajo, aplicación de técnicas de evaluación, descripción de puestos, desarrollo de técnicas de entrevistas, aplicación de tests psicológicos para valorar habilidades y aptitudes, capacitación de personal y elaboración de dinámicas para tomar decisiones en el personal, cursos de motivación, realización de pruebas para tener al personal en el puesto adecuado y su potencial, tener buen trato con el cliente, búsqueda de  técnicas para reclutamiento a los diferentes puestos, entre muchas de sus funciones,  en las últimas décadas se han empleado más psicólogos en los departamentos de recursos humanos.

También se utiliza la denominación de psicología del trabajo y de las organizaciones, ya que puede analizar el comportamiento en entidades civiles o gubernamentales. La finalidad de la disciplina es lograr mejorar el bienestar de los trabajadores, tanto a los individuos como a las organizaciones. Se orienta al funcionamiento de estas entidades mediante un énfasis sobre sus recursos humanos. Al estudiar los vínculos dentro del sistema, puede brindar pautas que mejoren el rendimiento y su efectividad. Esta reside en una combinación del esfuerzo humano por entender el comportamiento del individuo y aplicarlo de forma general al conocimiento de cómo funcionan las empresas, y la conjunción de las personalidades.

Esta es una ciencia aplicada, con un nivel de análisis y metodología bastante compleja. Su metodología funciona de forma cuantitativa y cualitativa, algunos de los métodos de recolección de datos incluyen cuestionarios, encuestas, focus groups, entrevistas y estudios de casos. Las técnicas de análisis tradicionales son las inferencias estadísticas.
Las formas en las que los psicólogos trabajan en las organizaciones son las siguientes:
  • Psicología del personal: Se trata de analizar las habilidades, capacidades, destrezas y necesidades del citado personal para de esta manera aumentar los rendimientos laborales a través de la formación y selección.
  • Desarrollo del personal y su formación: Se pretende conseguir cosas tales como la actualización de las potencialidades humanas que la persona puede hacer más allá de su desarrollo natural.
  • Diagnóstico: Los practicantes profesionales también tienen las cualidades para entender problemas y retos, mediante métodos de análisis que brindan las ciencias sociales en las organizaciones. Aplicar las habilidades cognitivas y conductuales para observar, describir, analizar, diagnosticar y resolver los problemas o conflictos en las interacciones humanas y asegurar un buen clima y desarrollar la cultura organizacional.
  • Diseño: Es también tarea del psicólogo organizacional diseñar soluciones para las empresas, a partir de los diagnósticos previos. Los exámenes psicométricos son soluciones psicológicas para que las empresas puedan contratar personal más capacitado.
  • Asesor de personal: Llevar el control del personal de recursos humanos, así como todo el proceso de reclutamiento y selección, asesoría a clientes y relaciones laborales. Asesorar a la gerencia en lo referente a las negociaciones colectivas, con los trabajadores, así como para la creación y mejora de la imagen empresarial en el entorno social y económico. Asesorar en lo referente a los estilos de liderazgo y el ejercicio de la autoridad, así como las técnicas de negociación con compradores, proveedores y competidores, para el logro de los objetivos organizacionales.
  • Investigación de mercados, publicidad: Es el proceso por el cual se adquiere análisis e información respecto a clientes, competidores, puede ayudar a crear un plan estratégico de la empresa. Las estrategias que implementan los psicólogos en las organizaciones tienen que ver con la empresa en sí, y no es un producto que este se pueda apropiar como profesional independiente. Efectuar estudios sobre las necesidades del consumidor mediante técnicas cualitativas y proponer mejoras en el diseño de los productos, en la prestación de servicios, así como en las estrategias de marketing y de comunicación publicitaria.
  • Evaluación: También es deber del psicólogo medir la efectividad de sus estrategias en los resultados de la empresa. Integrar y aplicar las habilidades cognitivas, sociales y técnicas del personal en el trabajo y en el empleo de las maquinas, para incrementar la productividad, mejorar el clima organizacional, evitar fatigas y prever accidentes o enfermedades ocupacionales.
  • Salud Laboral: Prevención y técnicas de riesgos laborales, es la asesoría y control del personal llevando la supervisión del mismo, esto nos lleva a tener un buen ambiente de trabajo con condiciones de trabajo justas. Investigar, identificar y modificar los elementos o factores físicos y sociopsicológicos, que influyen en el comportamiento humano en el trabajo y que impactan en la eficiencia organizacional, vale decir en el clima, la productividad y la rentabilidad de la organización.
  • Estructuras y procesos de trabajo (desarrollo de R.H.): Se refiere a la realización de un soporte o estructura que se conforma mediante normas, funciones, actividades y responsabilidades que tienen entre los miembros de la organización, así como la administración de R.H.
  • Las relaciones laborales. El desarrollo y conducta organizacional. Se trata de cambiar y adecuar las distintas organizaciones para hacerlas más eficientes y efectivas. Y analizar la influencia que las organizaciones tienen sobre las conductas o los comportamientos de los individuos.
  • Dirección y Management: El psicólogo industrial podría tanto asesorar a la dirección acerca de políticas sociales y de los trabajadores, como proponer unidades de gestión organizacional. Funciones tanto de asesoramiento a la dirección como de mejora de las responsabilidades y actividades gerenciales y de mando. Recomendar políticas y acciones para incentivar, compensar y remunerar al personal, así como asegurar su bienestar, seguridad y salud ocupacional.
En resumen el psicólogo que se desempeña en el ámbito laboral puede funcionar de diversas formas y en distintas áreas de trabajo en la organización, tales como: selección y asesoramiento de personal, desarrollo organizacional, coaching, desarrollo de aprendizaje y liderazgo, manejo del empleo y del talento, desarrollo de ambientes de trabajo favorables, salud y bienestar en el ámbito laboral. La tarea principal del Psicólogo organizacional es desarrollar y potencializar el talento en el capital humano para contribuir a las estrategias empresariales en pro del incremento de la productividad y la mejora del desarrollo organizacional.


Fuentes: Compilador de la red