Estudia el comportamiento humano y se encarga de la investigación, la evaluación, el diagnostico, el pronostico, el tratamiento, la rehabilitación y prevención de las cuestiones que afectan a la salud mental. Este blog nace de la inquietud de compartir con colegas, estudiantes y pacientes, publico en general, temas relacionados con la psicología, gracias por entrar. Psic. Alex
lunes, 28 de marzo de 2022
Fetichismos y Parafilias Sexuales Más Extraños
jueves, 24 de marzo de 2022
Trastorno de la Personalidad Dependiente
El trastorno de la personalidad dependiente se caracteriza fundamentalmente por la necesidad persistente y excesiva de recibir cuidados. Esto conlleva un comportamiento caracterizado por la sumisión y apego, además de un profundo temor al abandono y la consecuente ansiedad ante la separación.
Se caracteriza principalmente por una necesidad
dominante y excesiva de ser cuidado, lo que conlleva un comportamiento sumiso y
de apego exagerado, y miedo a la separación. Comienza en las primeras etapas de
la edad adulta y está presente en diversos contextos (por ejemplo, trabajo,
familia, ocio, etc.).
Sus características más
importantes son las siguientes:
Temor a no saber cuidar
de uno mismo
Este patrón comienza en
la edad adulta y aparece en una variedad de contextos. La dependencia y los
comportamientos sumisos están diseñados para obtener la prestación de cuidados.
Estas personas tienen la firme creencia de que son incapaces de funcionar adecuadamente
sin la ayuda de los demás. Las personas con trastorno de la personalidad
dependiente tienen grandes dificultades para tomar decisiones cotidianas (por
ejemplo, elegir el color de pantalones para ir a trabajar, llevar o no un
paraguas por si llueve, etc.) sin una cantidad excesiva de consejos y la
aprobación de los demás. Estos individuos tienden a ser pasivos y a permitir
que otras personas tomen la iniciativa y asuman la responsabilidad de la
mayoría de las grandes áreas de su vida. Se podría pensar que esto sólo les
pasa a las personas de corta edad. Sin embargo, también les ocurre a los
adultos.
Los adultos con trastorno de la personalidad dependiente, por lo general dependen de un padre o cónyuge que decide dónde deben vivir, qué tipo de trabajo deberían tener y con quién deberían tener amistad. Los adolescentes con este trastorno pueden permitir que sus padres decidan cómo deben vestirse, con quién deben relacionarse, cómo deben pasar su tiempo libre y qué carrera estudiar. Esta necesidad de que los demás asuman la responsabilidad supera lo que sería apropiado para su edad. También supera lo que sería apropiado para su necesidad de ayuda en las situaciones en las que sería adecuada la intervención de los demás. El trastorno de la personalidad dependiente se puede desarrollar en una persona que tiene una afección médica grave o una discapacidad. En estos casos la dificultad para asumir la responsabilidad debe superar lo que normalmente sería esperable para las personas con esa afección o discapacidad.
Temor a perder las
relaciones con los demás
Debido a que las personas con trastorno de la personalidad dependiente temen perder el apoyo o la aprobación de los demás, a menudo tienen dificultades para expresar el desacuerdo con otras personas. Esto es así especialmente con aquellos de los que dependen. Estos individuos se sienten tan incapaces de funcionar solos que pueden mostrarse de acuerdo en cosas que creen que están mal. No arriesgan a perder la ayuda de aquellos en los que buscan orientación. Estas personas no muestran tampoco su enfado a las personas de las que reciben apoyo y cuidados por miedo a que se distancien de ellos. Si el individuo tiene una preocupación real con respecto a las consecuencias de expresar su desacuerdo, el comportamiento no debería considerarse como una evidencia de trastorno de la personalidad dependiente.
Dificultades para
comenzar nuevos proyectos sin ayuda
Las personas con
trastorno de la personalidad dependiente tienen dificultades para iniciar
proyectos o para hacer las cosas de forma independiente. Les falta confianza en
sí mismos y creen que necesitan ayuda para comenzar y llevar a cabo las tareas.
Esperarán a que otras personas comiencen las cosas porque creen que los demás
pueden hacerlas mejor. Estas personas están convencidas de que son incapaces de
funcionar de manera independiente. Se muestran ineptos y con una necesidad
constante de ayuda. Sin embargo, tienen tendencia a funcionar adecuadamente si
se les da la seguridad de que alguien les supervisa y les da el visto bueno.
Pueden tener miedo a parecer competentes: piensan que añadir una tributo de
competencia a la imagen que proyectan les conducirá al abandono. A menudo no
aprenden las habilidades para vivir de manera autónoma, perpetuando así la
dependencia.
Capaces de todo por
obtener cuidados
Las personas con
trastorno de la personalidad dependiente pueden llegar a extremos exagerados
para obtener el cuidado y el apoyo de los demás. Pueden incluso prestarse como
voluntarios para tareas desagradables si dicho comportamiento les proporciona
el cuidado que necesitan. Están dispuestos a prestarse para lo que los demás
quieran, incluso aunque las peticiones no sean razonables. Su necesidad de
mantener un vínculo importante ocasiona relaciones desequilibradas o
distorsionadas. En este sentido, pueden sacrificarse a sí mismas de manera extraordinaria
o tolerar el abuso verbal, físico o sexual. Se sienten incómodas o indefensas
cuando están solas. Esto se debe a sus temores exagerados que les produce la
idea de tener que cuidar de sí mismas. Las personas con trastorno de la
personalidad dependiente “se pegarán” a las personas significativas solo para
evitar estar solas, incluso aunque no estén interesadas o implicadas en lo que
está sucediendo.
Encadenamiento de
relaciones
Cuando finaliza una
relación (por ejemplo, la muerte del cuidador, una ruptura de pareja, etc.),
pueden buscar con urgencia otra relación que les proporcione la atención y el
apoyo que necesitan. Su creencia de que son incapaces de funcionar si no
cuentan con una relación estrecha motiva a estas personas a vincularse rápida e
indiscriminadamente a otro individuo.
Preocupación por tener
que cuidarse en soledad
Las personas con este
trastorno se preocupan por la posibilidad de tener que cuidar de sí mismos. Se
ven tan dependientes de los consejos y de la ayuda de los demás, que se
preocupan por la posibilidad de que la otra persona los abandone aun cuando no
haya razones que justifiquen tales temores. Estos temores tienen que ser
excesivos y poco realistas. Por ejemplo, un hombre mayor con cáncer, que se
muda a la casa de su hijo para que le cuide, está realizando un comportamiento
dependiente que es apropiado, dadas las circunstancias de la vida de esta
persona.
Características
asociadas al trastorno de la personalidad dependiente
Las personas con
trastorno de la personalidad dependiente a menudo se caracterizan por el
pesimismo y la duda. Tienden a menospreciar sus capacidades y recursos, y
pueden referirse constantemente a sí mismos como “inútiles”. Se toman las
críticas y la desaprobación como prueba de su falta de valor y pierden la fe en
sí mismos. Buscan la sobreprotección y la dominación de los demás. El
rendimiento ocupacional se puede ver afectado cuando se requiere iniciativa y
autonomía. Suelen evitar los puestos de responsabilidad y sienten ansiedad
cuando se enfrentan a una toma de decisiones. Las relaciones sociales tienden a
limitarse a las pocas personas con las que el individuo tiene dependencia.
Existe un mayor riesgo de trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y
trastornos de adaptación. El trastorno de la personalidad dependiente a menudo
se desarrolla junto con otros trastornos de la personalidad, especialmente el
límite, el evitativo y el histriónico. Más adelante veremos sus diferencias. La
afección física crónica o el trastorno de ansiedad por separación en la
infancia o en la adolescencia predisponen al individuo a desarrollar este
trastorno.
¿A quiénes afecta y qué
causa el trastorno de la personalidad dependiente?
Las mujeres acuden más
por este problema a las consultas de psicología aunque algunos estudios señalan
que se da en la misma proporción en hombres que en mujeres. Por otro lado, hay
una serie de factores que pueden contribuir a que se desarrolle este trastorno.
- Factores genéticos. Si alguien de tu familia ha tenido un trastorno parecido, ahí podría estar el origen.
- Factores psicobiológicos. Existe un desequilibrio neurológico entre los sistemas límbico y reticular.
- Factores psicosociales. Las personas dependientes buscan obtener relaciones protectoras. Tuvieron padres autoritarios y sobreprotectores.
¿Cómo podemos
diferenciar el trastorno de la personalidad dependiente de otros trastornos de
la personalidad?
Aunque muchos trastornos de la personalidad se caracterizan por presentar características dependientes, el trastorno de la personalidad dependiente se puede distinguir porque las personas que lo padecen se comportan de manera sumisa, reactiva y excesivamente apegada. Tanto el trastorno de la personalidad dependiente como el límite se caracterizan por el miedo al abandono. Sin embargo, la persona con trastorno de la personalidad límite reacciona ante el abandono (o la anticipación del mismo) con sentimientos de vacío emocional, rabia y exigencias. La persona con trastorno de la personalidad dependiente reacciona incrementando su apaciguamiento y sumisión, buscando con ansiedad y premura una relación que reemplace los cuidados y el apoyo.
El trastorno de la personalidad
límite se distingue por un patrón típico de relaciones interpersonales
inestables e intensas. Las personas con trastorno de la personalidad
histriónica, como los dependientes, tienen una fuerte necesidad de seguridad y
aprobación y pueden parecer infantiles y apegados. Sin embargo, a diferencia
del trastorno de la personalidad dependiente, que se caracteriza por el
comportamiento humilde y dócil, el trastorno de la personalidad histriónica
exhibe demandas activas de atención.
Tanto el trastorno de
la personalidad dependiente como el evitativo presentan sentimientos de
ineptitud, hipersensibilidad a la crítica y la necesidad de seguridad. Sin
embargo, los individuos con trastorno de la personalidad evitativa poseen un
fuerte temor a la humillación y al rechazo. Esto es así hasta el punto de que
se distancian hasta estar seguros de que serán aceptados. En contraste, las
personas con trastorno de la personalidad dependiente despliegan un patrón de
búsqueda y mantenimiento de vínculos importantes con los demás, en lugar de
evitar y apartarse de las relaciones.
No todas las personas
dependientes tienen un trastorno
Como decíamos al
principio, seguro que conoces a alguien con estas características pero ¡ojo!
eso no significa que sufran un trastorno de la personalidad dependiente. De
hecho, muchas personas tienen rasgos de personalidad dependiente. Sólo cuando
estos rasgos son inflexibles, desadaptativos y persistentes, y causan un
deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo, constituyen un trastorno
de la personalidad dependiente.
Bibliografía:
Grossman, Seth & Millon, Carrie & Meagher, Sarah & Ramnath, Rowena (2001). Trastornos de la personalidad en la vida moderna. Primera edición, segunda edición 2006. Barcelona: Ed. Masson & Elsevier.
American Psychiatry Association (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
martes, 15 de febrero de 2022
TEPT: Niños y Adolescentes
¿Qué es un trastorno de estrés postraumático? es una afección mental desencadenada por un trauma.
A un niño o adolescente se le puede diagnosticar un trastorno de estrés postraumático si ha experimentado un trauma y sus síntomas de estrés son graves y duran mucho tiempo después de que haya concluido el suceso traumático.
¿Los traumas siempre causan trastornos de estrés postraumático?
No. Experimentar un trauma no siempre causa un trastorno de estrés postraumático. La mayoría de los niños y adolescentes que pasan traumas no desarrollan un trastorno de estrés postraumático. Pero la mayoría de ellos notan los efectos del trauma. El trastorno de estrés postraumático ocurre cuando el trauma supera la capacidad del niño de afrontarlo. Los niños y los adolescentes con trastorno de estrés postraumático necesitan más ayuda para avanzar en el proceso de afrontamiento.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del trastorno de estrés postraumático?
- La mayoría de los niños con trastorno de estrés postraumático:
- Tendrán pensamientos recurrentes y muy desagradables sobre el trauma
- Tendrán trastornos del sueño y/o pesadillas
- Tendrán recuerdos recurrentes y muy desagradables sobre el suceso, llamados "flashbacks", como si el trauma les estuviera volviendo a ocurrir
- Evitarán cualquier cosa que les recuerde al trauma
- Se sobresaltarán, se asustarán y se pondrán ansiosos con más facilidad
- Estarán irritables, malhumorados o enfadados y no disfrutarán de las cosas con las que solían disfrutar
- No recordarán algunas partes de lo que les ocurrió
Los
niños más pequeños es posible que muestren más conductas de miedo y de
agresividad (haciendo regresiones a niveles previos del desarrollo). Y pueden
expresar su trauma a través del juego.
Cuando síntomas como estos ocurren durante los primeros días a semanas posteriores al trauma, esto se conoce como una reacción de estrés agudo. Los médicos diagnostican los trastornos de estrés postraumático cuando los síntomas duran más de un mes.
¿Cómo se trata el trastorno de estrés postraumático?
El
trastorno de estrés postraumático no suele desparecer por sí solo. Recibir
ayuda y tratamiento es lo que puede marcar la diferencia. Los profesionales de
la salud mental (como los psicólogos, los psiquiatras y los terapeutas
titulados) que tengan experiencia en este trastorno son quienes lo pueden
tratar.
El tratamiento del trastorno de estrés postraumático puede incluir terapia y/o medicamentos que ayudan a superar la ansiedad, los problemas relacionados con el estado de ánimo y los trastornos del sueño.
El tipo de terapia que se usa para tratar los trastornos de estrés postraumático es la terapia cognitivo conductual centrada en el trauma. Este tipo de terapia usa la palabra, junto con actividades de aprendizaje, guiadas por un profesional de la salud mental.
Con los niños más pequeños, la terapia para tratar los trastornos de estrés postraumático incluye hablar, jugar, dibujar y actividades sobre relatos o historietas. Uno de los progenitores u otro tipo de cuidador casi siempre está presente durante la sesión de terapia. Su apoyo y su consuelo desempeñan un papel muy importante para conseguir que su hijo se sienta seguro y avance en el proceso de afrontamiento del trauma.
Este tipo de terapia puede ayudar a cualquier niño que haya vivido un trauma, no solo a aquellos que tengan un trastorno de estrés postraumático. El hecho de que un niño reciba terapia poco tiempo después de tener el trauma, lo ayudará a afrontarlo mejor.
En los adolescentes, la terapia del trastorno de estrés postraumático suele incluir:
- Actividades de procesamiento cognitivo: para ayudar en los pensamientos y los sentimientos relacionados con el trauma
- Actividades de exposición prolongada: para ayudar a los adolescentes a aprender a afrontar con seguridad las cosas que evitan debido al trauma que han tenido
- Terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés): esta terapia cognitiva combinada con la dirección de los movimientos oculares ayuda a reducir la intensidad del dolor provocado por el trauma, porque ayuda al cerebro a reprocesar los recuerdos del trauma. Hay terapeutas especializados en este tipo de terapia.
¿Cómo ayuda la terapia?
La
terapia del trauma ofrece a los niños la oportunidad de compartir sus
sentimientos sintiéndose seguros, explicar lo que han vivido y recibir apoyo.
En la terapia, los niños aprenden habilidades de afrontamiento y de relajación que los ayudan a gestionar la ansiedad que sienten debido al trauma. Esto les facilita que puedan hablar sobre lo que han vivido. A través de la terapia, los niños aprenden a reformular algunos de sus pensamientos sobre el trauma. Aprenden a despojarse de la culpa y/o de la vergüenza sobre lo que vivieron. Poco a poco, van aprendiendo a afrontar las cosas que tendían a evitar. La terapia ayuda a los niños a ganar valentía y confianza en sí mismos. Los niños aprenden a usar sus puntos fuertes para afrontar las cosas.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Si
su hijo ha tenido un trauma, aquí tiene algunas cosas que puede hacer usted:
- Ayude a su hijo a sentirse seguro. Puede necesitar más tiempo, más apoyo, más consuelo y más atención durante un tiempo.
- Ayude a su hijo a relajarse. Invítelo a hacer unas cuantas respiraciones profundas con usted. Inspiren mientras cuentan hasta 3. Expiren mientras cuentan hasta 5.
- Hagan cosas los dos juntos con las que disfruten. Los traumas pueden hacer que sea más difícil sentir emociones positivas que ayudan a los niños a recargar pilas de forma natural. Jueguen, rían, disfruten de la naturaleza, pongan o toquen música, hagan manualidades o cocinen estando juntos. Estas actividades pueden reducir el estrés y favorecer la resiliencia de su hijo.
- Trasmita tranquilidad a su hijo. Hágale saber que usted estará a su lado en todo momento. Dispuesto a ayudarlo.
- Informe al médico sobre el trauma que ha experimentado su hijo. Pídale que le recomiende a un buen profesional de la salud mental (como un psiquiatra, un psicólogo o un terapeuta titulado, que esté especializado en la terapia de traumas).
- Informe al profesor de su hijo que ha pasado por un trauma. Los niños con un trastorno de estrés postraumático pueden tener más problemas para concentrarse en las tareas escolares. Pida que le concedan a su hijo más ayuda o más tiempo para hacer las tareas escolares si lo necesita durante un tiempo.
viernes, 11 de febrero de 2022
TLP: 10 Tips en una Relación
Es desafiante tener una relación con una persona que tiene un trastorno limítrofe de la personalidad (TLP), especialmente debido a que uno de los rasgos distintivos del trastorno son las relaciones inestables. Sin embargo, si tu pareja o cónyuge tiene el trastorno, es probable que desees hacer todo lo posible para mantener la relación.
Mientras que una relación con alguien que tiene TLP a veces puede parecer casi imposible debido a que oscilan entre los extremos en sus comportamientos y estados de ánimo, hay formas en que se puede facilitar la relación con esa persona sin tener que subirte a la montaña rusa emocional con ellos.
1. Haz un plan y apégate a él
Tener
una relación con un ser querido con TLP significa que tendrás que encontrar la
manera de controlar tu propio comportamiento para poder controlar el
comportamiento de tu ser amado. Proponerte estrategias para lidiar con los
comportamientos extremos de tu pareja te ayudará a mantener tu cordura.
Identifica sus comportamientos. Piensa en los comportamientos de tu pareja y los efectos que esos comportamientos tienen sobre ti.
Prepara un listado. Haz una lista de todos los comportamientos que tu pareja tiene que te molestan o frustran, incluidos los casos en que tu pareja pueda dañarte.
Planea
por anticipado. Diseña un plan que te ayude a manejar los comportamientos para
que puedas evitar situaciones de implosión una vez que comiencen y protegerte
para estar física y emocionalmente segura.
Por ejemplo, si tu pareja te acusa de no preocuparte por él, puedes alejarte en lugar de llorar. Crear un plan sobre cómo lidiar con los comportamientos garantiza que no estás alimentando los síntomas del trastorno al garantizar que tú te mantengas tranquilo en medio de una crisis o problema. También podrás reforzar comportamientos mejores y productivos.
2. Pon límites
Las
personas con TLP muestran patrones de comportamiento extremos. Ellos gritan,
amenazan con suicidarse (y algunas veces hablan en serio), acusan, culpan y son
altamente defensivos. Esto podría aumentar si ven que no respondes
emocionalmente a ellos; es decir, si no te subes a su montaña rusa emocional y
te enojas también.
Conoce tus límites. Una forma de ayudar a controlar ese comportamiento extremo es aprender sobre tus propios límites. Esto podría ser fácil porque la persona con TLP puede empujar los bordes de tus límites. Una vez que conoces tus propios topes, puedes poder poner tus límites.
Pon
el hasta ahí. Indica lo qué está haciendo tu pareja para exceder tus límites y
menciona que puede haber una consecuencia si no detiene su comportamiento. Por
ejemplo, si tu pareja amenaza con suicidarse, podrías decir: "Está bien,
llamaré a la policía". Con suerte, esto será suficiente para que se calme,
y si tu pareja no se tranquiliza, al menos tendrás la ayuda que necesitas para
manejar la situación.
Los intentos de suicidio son una característica común del trastorno. Incluso si las escuchas muchas veces, todas y cada una de las amenazas de suicidio deben tomarse en serio.
3. Protégete a ti misma
Otro
aspecto desafortunado del TLP es que las personas con TLP actúan de una manera
sin empatía con quienes les rodean. En sus mentes, sus necesidades y deseos
superan las necesidades y deseos de los demás. A menudo abusan, controlan y
manipulan a sus seres queridos, jugando con la culpa y el sentido de la
obligación para así poder controlar a las personas que los rodean.
Identifica el patrón. Para protegerte de este comportamiento, piensa en lo que a menudo pide tu ser querido, o de lo que te culpa, o cómo abusa hasta que le de lo que quiere. Entonces ten en claro lo que harás y lo que no harás para protegerte a ti misma cuando esto pase.
Protégete.
Tú tienes el derecho de proteger tu cuerpo, tus pertenencias y tu situación
financiera. Por ejemplo, si tu ser querido te controla o te manipula para que
le entregues tu cheque de pago completo para poder usarlo para comprar un
automóvil nuevo, puedes decirle: "Ya no voy a darte dinero. Necesitas
ganar dinero para que puedas comprar las cosas que quieres".
4.
Sé realista
Una
persona con TLP no tiene la misma comprensión sobre las emociones, y carece de
mecanismos de afrontamiento para gestionarlas de manera eficiente. Debes tener
una comprensión realista del comportamiento de tu pareja y tu papel en su vida
como "cuidadora".
No puede sanarle. También debes tener en cuenta que tu pareja nunca podrá aprender a satisfacer tus necesidades emocionales. No puedes "sanar" a tu ser querido. Tu ser querido debe comprometerse a curarse a sí mismo con la ayuda de la terapia.
No
tendrás una relación madura. Además, debes saber que la disfunción que la TLP
crea en la vida de una persona paraliza su capacidad emocional y comprensión,
por lo que es probable que no puedas tener una relación emocionalmente madura
con el o ella.
Estar
al tanto de la realidad de tu relación te dará una pauta de cuanto luchar, y
cuando claudicar.
5. Usa cumplidos
Las
personas con TLP no están acostumbradas a recibir cumplidos. Para establecer la
confianza y la influencia en la vida de tu pareja, felicitar a tu pareja por
incluso las pequeñas cosas que hace que son dignas de mención puede
sorprenderlo y recorrer un largo camino.
Cumplidos como recompensa. Puedes usar cumplidos para recompensar el buen comportamiento, como "Sé que estuviste estresado ayer, pero lo manejaste muy bien" o "Me di cuenta de la forma en que dejaste de gritarme, gracias".
Cumplidos
en el momento correcto. Ten en cuenta que debes evaluar en qué estado de ánimo
se encuentra tu pareja. Declarar el cumplido en el momento equivocado podría
provocar una reacción extrema. Observa a tu pareja primero y luego entrega el
cumplido.
No
esperes gratitud. Es posible que nunca obtengas una respuesta verbal o una
expresión de gratitud, o incluso recibas un insulto en respuesta. Sin embargo,
podría funcionar para algunas personas con TLP, especialmente si buscan
elogios.
Prueba
usar cumplidos todo el tiempo que quieras, pueden ser verbales o con notitas.
Dado que una persona con TLP tiene baja autoestima, podrías estar logrando algo
bueno.
6. Date cuenta que tu pareja pudo haber sido víctima de abuso
Las
personas que han sido víctimas de abuso o descuidadas de niños corren un mayor
riesgo de desarrollar TLP.
Debido a que los comportamientos de una persona con TLP son tan escandalosos a veces, es muy fácil dejarlo o culpar a la persona con TLP. Sería como culpar a una persona por contraer cáncer.
Sin embargo, esta no es una razón para permitir que la persona que amas con TLP te manipule o abuse de ti. Aun así establece tus límites y cumple con ellos, pero de una manera amorosa y sin prejuicios. Además, no tomes sus comportamientos escandalosos personalmente. Estos son los problemas emocionales de tu ser querido.
7. Aprende más sobre el TLP
Una
de las formas en que puedes mantener una relación con tu ser querido es
educarte sobre el trastorno para que puedas comprender los comportamientos de
tu ser querido. Las personas con TLP a menudo te atacarán agresivamente o se
pondrán muy a la defensiva, y las personas a menudo sienten que son arrastradas
al extremo mientras son manipuladas y culpadas en diferentes estados
emocionales y acciones con las que no se sienten cómodos.
Aprender sobre el trastorno te ayudará a comprender cómo experimenta estas cosas tu ser querido. Al darte cuenta de que tu ser querido tiene una perspectiva emocional completamente diferente, te ayudará a protegerte y atenerte a los límites.
8. Entender que el diagnóstico erróneo es común
Con
el TLP, el conocimiento es poder, y si la persona no sabe que él tiene el
trastorno, y las personas que lo rodean no lo saben, nadie sabe por qué su ser
querido está actuando de esa manera.
El TLP se conoce como un trastorno incomprendido porque a menudo ocurre junto con otros trastornos, como "depresión, trastorno bipolar, abuso de sustancias, trastornos de la alimentación y trastornos de ansiedad".
Si tu pareja ya está siendo tratada por otro trastorno y el trastorno no explica por completo los parámetros de su comportamiento, haz que el médico explore la posibilidad de que pueda tener TLP.
9. Darse cuenta de que los comportamientos extremos son síntomas
Tener
una relación con una persona con TLP a menudo se caracteriza como una relación
de "amor-odio", en la que un minuto tu ser querido te necesita, y al
siguiente momento te aleja.
Las personas que tienen este trastorno tienen una necesidad intensa de sentirse amadas, pero sus comportamientos extremos siempre las mantienen en un estado de pérdida de ese amor. Esa pérdida de amor apoya su miedo intenso a ser abandonado. Estos son síntomas del trastorno, y no muestras de insensibilidad o un esfuerzo por lastimarte.
10. Practica las Cuatro D
Si
la situación parece estar en medio de una escalada, practica las Cuatro D:
"Demorar, Distraer, Despersonalizar, y Desapegarse."
Demorar: "Quiero algo de tiempo para considerar lo que me estás diciendo. Hablemos de eso más tarde".
Distraer: "¿Qué tal si salimos a caminar?"
Despersonalizar
y Desapegarse: Date cuenta de que los ataques, sin importar cuán personales
parezcan, son parte del desorden, así que no los tomes personalmente ni dejes
que te molesten.
Consigue
ayuda
No
puedes obligar a tu pareja a que tome terapia. Sin embargo, puedes obtener
ayuda para ti y, con un esfuerzo a largo plazo, puedes convencer a tu pareja
para que obtenga ayuda a lo largo del tiempo, con mayor confianza, consistencia
y una verdadera actitud de preocupación amorosa por tu ser amado.
Por ejemplo, podrías decir: "Todavía estoy aquí. No estaría si no me importaras".
Se fuerte y cuida de ti
Si
tú misma no eres fuerte, tener una persona en tu vida con TLP puede hacerte
sentir que tu vida e identidad se están esfumando a medida que intentas
satisfacer todas las necesidades y demandas de tu pareja. Lo más probable es
que tengas dificultades para mantener tu salud si tienes problemas, como
depresión, ansiedad, baja autoestima o abuso de sustancias.
El cuidado personal es esencial. Ser capaz de mantener límites fuertes, definitivos y consistentes es importante, y obtener el apoyo de un consejero de salud mental o psicólogo clínico te ayudará a mantener tu salud para que puedas estar allí para tu ser querido de la manera más productiva posible.
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miércoles, 19 de enero de 2022
¿Tienes Miedo a Dormir?
¿Sientes miedo al dormir? ¿Crees que te irás a dormir y no despertarás? Descubre qué es la somnifobia, cuáles son sus consecuencias y cómo detectarla antes de que vaya a más.
Para una gran parte de
las personas, irse a dormir supone un momento de relax y placer. Sin embargo,
las personas que sufren de somnifobia o de miedo a dormir, la idea del descanso
nocturno puede ser incluso aterradora. Pero, ¿Por qué sucede esta fobia a dormir
y cómo podemos abordarla?
¿Qué es el miedo a
dormir o somnifobia?
La fobia a dormir o
somnifobia, hipnofobia implica un miedo irracional a quedarse dormido/a. De esta forma, las
personas que sufren de este temor a dormir suelen pensar que al hacer no podrán
despertar por la mañana. Este trastorno también es conocido como hipnofobia o
clinofobia.
Esta ansiedad y miedo
que experimentan suelen perjudicar mucho a la vida de quiénes lo sufren ya que
tienen dificultades para quedarse dormidos/as a pesar de estar cansados/as y
aunque logren dormir poco, su descanso es fragmentado o de mala calidad. Además
del miedo a morir, las personas con esta fobia a dormir pueden padecerla debido
a otros trastornos del sueño, como puede ser experimentar de pesadillas o de
parálisis del sueño con frecuencia.
Síntomas de la fobia a
dormir
Existen una serie de
síntomas psicológicos como físicos que acompañan a la somnifobia. Entre los más
comunes encontramos los siguientes:
- Miedo y ansiedad a la hora de acostarse.
- Sentirse angustiado o atemorizado cuando se acerca la hora de acostarse
- Elegir quedarse despierto hasta tarde y postergar el sueño
- Pensamientos cíclicos y acelerados
- Opresión en el pecho
- Ataques de pánico
- Sudoración y escalofríos
- Hiperventilación
- Frecuencia cardíaca más rápida
- Falta de sueño y síntomas relacionados
- Fatiga y falta de energía durante el día
¿Cuál es la diferencia
entre somnifobia e insomnio?
A pesar de que una persona con miedo a dormir sufre muchos de los síntomas del insomnio, la realidad es que no son lo mismo. Por un lado, la somnifobia es un trastorno de ansiedad y se trata de un temor que impide que las personas duerman incluso cuando están cansadas. Normalmente las personas que experimentan este tipo de ansiedad antes de dormir suelen tener esta fobia debido a miedos relacionados con problemas de salud, la idea de morir, la preocupación por las pesadillas o los comportamientos nocturnos. El insomnio por otro lado es un trastorno crónico del sueño que dificulta que las personas que lo padecen puedan dormir o permanezcan dormidas. Es decir, no está relacionado con una fobia o miedo a dormir.
Existen diferentes razones por las que alguien puede experimentar de este miedo a dormir durante la noche. La mayoría de los expertos apuntan a que esta fobia no se debe al sueño en sí, sino al temor de que pueda suceder algo mientras se descansa. Esta fobia a dormir presenta unas causas comunes a la mayoría de los casos:
- Ansiedad: Una persona diagnosticada con un trastorno de ansiedad puede tener un miedo generalizado en torno tanto el sueño como a la noche. De hecho, durante la noche se tienen menos distracciones lo que puede hacer que aumente su ansiedad y se produzca este temor a dejar de respirar durmiendo o a morir durante el sueño.
- Sonambulismo: El sonambulismo suele diagnosticarse gracias a la ayuda de un miembro de la familia, un compañero de habitación o una pareja. Esto puede hacer que el sonámbulo se sienta avergonzado/a o nervioso/a por lo que hizo durante el episodio, lo que puede producir este miedo a todo lo relacionado con irse a dormir.
- Miedo a la muerte: En algunos casos el miedo a dormir puede provenir de la preocupación por acabar muriendo durante el sueño.
- Traumas: La ansiedad antes de dormir y esta fobia pueden relacionarse con la experiencia de un evento traumático como puede ser la muerte de un ser querido, un ataque físico o cualquier tipo de situación pasada que derive en un trastorno de estrés postraumático y afectando al sueño.
¿Cómo afecta el miedo a dormir?
Si estás experimentando de este tipo de fobias es importante tratarla a tiempo debido a todas las consecuencias que puedes sufrir:
Somnolencia diurna: Cuando una persona no duerme lo suficiente por la noche, inevitablemente estará cansada al día siguiente. De hecho, la somnolencia diurna es muy común a las personas con una fobia o miedo a los sueños.Fatiga crónica: Si este miedo a dormir perdura durante mucho tiempo, las personas suelen sufrir de fatiga crónica, lo que puede implicar problemas de memoria, dificultad para concentrarse y hasta mareos.Cambios de humor: La falta de sueño causada por este miedo a dormir y no despertar o cualquier temor alrededor del sueño, puede contribuir a que la persona esté más irritable y tenga estados de ánimo negativos. De hecho, las investigaciones señalan que no dormir lo suficientemente bien puede provocar irritabilidad y estados de ánimo negativos.Pérdida de memoria: No descansar lo suficiente debido a la somnifobia también puede causar estragos en tus habilidades cognitivas, incluido todo lo que está relacionado con la memoria. Esto sucede ya que es durante los periodos de descanso cuando nuestro cerebro procesa la información y consolida los recuerdos.
¿Cómo afrontar el miedo
a dormir?
Generalmente se
recomienda mejorar la higiene del sueño a las personas que sufren de
somnifobia. La razón de ello es que las rutinas permiten manejar mejor este
problema psicológico en aquellos que lo sufren. Además, es importante acudir a
un profesional de la salud mental antes de que los síntomas de no dormir vayan
a más. Algunos consejos para afrontar el miedo a dormir son los siguientes:
- Practica una buena higiene del sueño: Participar en rituales positivos antes de la hora de acostarse puede aliviar tu ansiedad y ayudarte a dormir mejor. Puedes consultar todos los hábitos del sueño en este artículo.
- Evita los hábitos poco saludables: Algunas personas suelen afrontar este miedo a dormir a través de estrategias poco saludables, como puede ser alcohol o las drogas. A pesar de que en un primer momento esto puede ayudar, la realidad es que suelen engrosar más el problema y ponerte en más peligros para tu salud física y mental.
- Mantén un diario: Escribir tus pensamientos y sentimientos, puede ayudarte a manejar la fobia a dormir. De hecho, puede darte pistas que te permitan comprender mejor el miedo a dormir y a saber cómo manejarla.
El miedo a dormir puede
perjudicarnos en muchos sentidos. Por este motivo, es importante acudir a un
psicólogo/a profesional para poder tratarla antes que sufras más consecuencias
de no tomar un buen descanso durante la noche.
MundoPsicologos, Bibliografía
Legg, T (2021).
Understanding Somniphobia, or Fear of Sleep. Healthline.
https://www.healthline.com/health/somniphobia#diagnosis
Frazier, K (2018). Does
Our Fear of Sleep Mirror Our Fear of Death? Psychology Today.
https://www.psychologytoday.com/us/blog/sleepwalker-sound-sleeper/201808/does-our-fear-sleep-mirror-our-fear-death