lunes, 2 de octubre de 2017

Técnicas de Estimulaciòn a Personas con Alzheimer

En los enfermos de Alzheimer es muy importante conseguir un retardo en la evolución de la enfermedad. Uno de los efectos que el Alzheimer provoca es el de la progresiva pérdida de las capacidades cognitivas y es en éstas en las que las personas que cuidan al enfermo deben incidir.
Para ello, hay que adoptar una actitud activa a la hora de estimular a la persona con Alzheimer. Existen sencillos ejercicios, tanto físicos como mentales, que contribuyen a frenar el empeoramiento de las capacidades cognitivas. Con ello, se consigue, entre otras cosas, mantener capacidades mentales, mejorar el rendimiento funcional y cognitivo o incrementar la autonomía personal en las actividades diarias.

Técnicas para mejorar la memoria
  • El trabajo se orienta a ejercitar y mejorar tanto la memoria reciente, como favorecer el mantenimiento de recuerdos más lejanos.
  • Repetición de números o palabras para ejercitar la memoria inmediata.
  • Juegos de memoria con tablillas de imágenes distintas.
  • Juegos de memorización de palabras o frases.
  • Ejercicios para recordar acontecimientos y noticias.
  • Recordar hechos cotidianos como la comida o lo que se hizo el día anterior.
  • Apoyarse en material visual y verbal, como una canción o frase hecha, para evocar recuerdos remotos. Así se realizan ejercicios de memoria biográfica y acciones relacionadas con los datos personales del paciente, como nombres de familiares, número de teléfono o lugar en el que vive.
Técnicas para estimular la orientación
  • Tanto para mejorar el conocimiento que el enfermo de Alzheimer tiene sobre el ámbito espacio-temporal en el que se desenvuelve, como los datos sobre la propia persona.
  • La técnica más sencilla es la de realizar al paciente preguntas básicas para mejorar la orientación en tres sentidos: temporal, espacial y personal.
  • Orientación temporal: preguntas sobre el mes, año, día o estación en la que nos encontramos o por festivos determinados.
  • Orientación espacial: cuestiones sobre la ciudad, el barrio o incluso el domicilio en el que se encuentra.
  • Orientación personal: sobre el nombre del enfermo, su fecha de nacimiento o incluso si está casado.
  • Esta técnica se refuerza mediante el uso de ayudas gráficas como calendarios, relojes o mapas, para ayudar así también a mejorar el nivel de atención.
Técnicas para estimular el lenguaje
  • Para optimizar la capacidad verbal del paciente debe trabajarse tanto en el lenguaje oral como escrito. Los ejercicios encaminados a estimular esta área son:
  • Descripción de imágenes, hechos, láminas o situaciones.
  • Ejercicios de lectura y escritura. Mediante dictados, copias o descripciones. Centrándose en frases, palabras o sílabas.
  • Asociación de palabras y complementar familias de palabras.
  • Completar palabras.
  • Ejercicios de repetición de palabras, letras, frases o números. La repetición es más importante cuanto mayor es el deterioro del paciente.
  • Denominación de los objetos cotidianos, incluso de la comida que hay en la mesa o el nombre de familiares.
Técnicas para mejorar las gnosias
  • Se debe ejercitar la percepción y reconocimiento tanto de formas como de características físicas de personas y objetos, de forma visual, táctil y auditiva. Algunos ejercicios a tener en cuenta son:
  • Reconocimiento de letras y números en relieve.
  • Tocar objetos cotidianos para reconocerlos.
  • Reconocer e imitar sonidos. Realizar sonidos de objetos cotidianos o animales, por ejemplo.
  • Reconocimiento facial de familiares, conocidos y de personajes famosos.
  • Reconocimiento de colores. Nombre de los colores, asociar los objetos con su color tradicional.
  • Reconocer imágenes gráficas, mediante asociación de imágenes y palabras, fotografías, letras, números. Apoyarse en láminas para el reconocimiento de objetos cotidianos.
Técnicas para mejorar las praxias
  • Para trabajar las capacidades práxicas del enfermo de Alzheimer se debe aprovechar sus gustos personales y aficiones y buscar tareas aplicables a su vida diaria.
  • Unir puntos numerados para completar un dibujo.
  • Utilizar objetos cotidianos, dárselos al paciente para que los nombre, diga para qué sirven y demuestre su uso.
  • Pedirle que dibuje elementos cotidianos como un teléfono, un árbol o una casa.
Estimulación Cognitiva

Las capacidades cognitivas son aquellas que nos permiten realizar acciones tan cotidianas como percibir, pensar, aprender, recordar, hablar, razonar, emitir juicios, son todas aquellas acciones y comportamientos que nos permiten desenvolvernos de manera correcta en la sociedad.

La estimulación cognitiva es el conjunto de estrategias y técnicas que pretenden optimizar y mejorar el funcionamiento de las capacidades cognitivas a través de la realización de ejercicios, prácticas y actividades concretas. Estas técnicas son efectivas con pacientes de todas las edades y no es de extrañar que dada sus bondades se aplique también en pacientes que padecen Alzheimer.

Las personas con Alzhéimer ya han visto, en mayor o menor medida, como algunas de sus capacidades cognitivas han ido menguando con el paso del tiempo. Por eso, hay que tener en cuenta que la estimulación cognitiva que se realice en personas con Alzheimer no puede ser la misma que con las personas que tienen sus capacidades cognitivas en buen estado. Por ello, vamos a centrarnos en cómo hay que trabajar las capacidades cognitivas en cada una de las fases del Alzheimer y en qué áreas se realizará un mayor hicapié.

Fase 1

Es la primera fase de la enfermedad, en la cual los pacientes presentan ligeras pérdidas de memoria, les cuesta aprender nuevas cosas y empiezan a rodearse de cosas y situaciones familiares, sin dar apenas posibilidad de envolverse de situaciones extrañas para él. En este momento la estimulación cognitiva sería más eficiente, ya que las capacidades cognitivas del paciente aún no se encuentran muy afectadas. Con lo que se recomienda, que si se hace estimulación cognitiva, se centren en las siguientes áreas:
  • Realizar tareas sencillas que  ayuden a la activación mental.
  • Trabajar la orientación temporal, espacial y personal de manera que el paciente pueda situarse en todo momento y sepa dónde está  quién le rodea.
  • Realización de ejercicios que estimulen la memoria. A corto plazo podemos estimularla con juegos de repeticiones, pero no hay que olvidar estimula la memoria remota, haciendo que el paciente recuerde acontecimientos de su pasado.
  • Los ejercicios de cálculo son ideales para reforzar la memoria.
  • Usar el razonamiento básico.
  • La lectura y escritura puede ser de mucha ayuda en este momento: leer, realizar dictados, hacer un diario….
Fase 2

Los pacientes empiezan a necesitar ayuda en las tareas más complicadas, pero aún pueden valerse por sí solos en las que no son de gran complejidad. Empiezan a perder la memoria a corto plazo olvidando acontecimientos muy recientes. Pueden llegar a mezclar recuerdos del pasado con el presente. Las áreas que hay que trabajar son:
  • Atención.
  • Orientación básica.
  • Memoria inmediata y memoria remota.
  • Trabajar la percepción y el reconocimiento de objetos cotidianos.
  • Reconocimiento visual con objetos reales o fotos importantes para ellos.
  • Trabajar las características físicas de los objetos: decir el color, la forma, el material. 
  • Capacidad espacial: dentro-fuera, arriba-bajo.
  • Manipular objetos cotidianos como el peine, tenedor, cuchara….
Fase 3

Es la fase más dura de la enfermedad. Los pacientes no pueden recordar con claridad, llegando incluso a no reconocer a las personas de su alrededor. No se valen por sí mismos, ya que no pueden comer por si solos, con lo que necesitan una observación y una ayuda constante.

En esta fase lo mejor es la estimulación sensorial básica: realización de masajes, utilización de musicoterapia, aparatos vibratorios, terapias olfativas. Estas técnicas son muy eficaces, por eso ya son muchos centros los que disponen de salas de estimulación sensorial.

Objetivos de la estimulación cognitiva con personas que padecen Alzheimer

Con todo esto los objetivos que se persiguen a la hora de realizar estimulación cognitiva con personas con Alzheimer son los siguientes:
  • Mejorar la calidad de vida.
  • Ralentizar (en los casos posibles) el avance de la enfermedad.
  • Maximizar la autonomía personal del paciente en sus quehaceres diarios.
  • Potenciar las capacidades mentales que siguen conservado.
  • Evitar el aislamiento y ayudarles a que aumenten el contacto con la realidad.
  • Minimizar el estrés que experimentan.
  • Dignificar al paciente.
La estimulación cognitiva es un compendio de técnicas muy extensas, por lo que requiere de información adicional. 



Fuente: ISES

jueves, 28 de septiembre de 2017

Evaluación y Manejo de la Ideación y Conducta Suicidas en Atención Primaria

Comparto fragmento de un articulo interesante, para nosotros los profesionales de la salud mental. 
Preguntas para responder:

¿Cómo abordar la ideación suicida en atención primaria?
¿Cómo realizar la evaluación de la conducta suicida en atención primaria?
¿Cuándo derivar a un paciente con ideación o intento de suicidio desde atención primaria a otro nivel asistencial?

Los profesionales de atención primaria tienen una extraordinaria importancia a la hora de la evaluación y manejo de la conducta suicida, debido a la relación de confianza que habitualmente tienen con sus pacientes y que en la mayoría de las ocasiones han desarrollado a lo largo de los años. Antes de un suicidio es frecuente el contacto previo con el médico de atención primaria. Así, el 75% de las personas han contactado con su médico en el año anterior a dicho episodio y el 45% en el mes anterior, mientras que sólo uno de cada tres lo han hecho con su servicio de salud mental en el año anterior y uno de cada cinco en el mes anterior.

La tipología de los pacientes que se evalúan en este ámbito puede ser de tres tipos: 

1) aquellos que han sobrevivido a un intento de suicidio.
2) los que acuden a la consulta manifestando ideación suicida.
3) los que tienen ideación suicida pero aún no la han manifestado verbalmente.Por otra parte, la atención sanitaria proporcionada en atención primaria dependerá de factores como el ámbito asistencial (zona rural o urbana), la experiencia de los profesionales sanitarios implicados y el conocimiento previo del propio paciente.

Abordaje de la ideación suicida en atención primaria

Se ha sugerido que la reducción de la tasa de suicidio solo podrá lograrse si se mejora la capacidad de los médicos de atención primaria en reconocer y tratar los trastornos mentales. En este sentido, la principal medida preventiva de la conducta suicida a adoptar sería la capacitación de los profesionales en el abordaje diagnóstico y psicoterapéutico de la entrevista clínica.

Es importante señalar que hablar de suicidio con los pacientes en los que se detecte o que comuniquen ideación suicida puede aliviar su ansiedad y contribuir a que se sientan mejor comprendidos, sin que ello aumente el riesgo de desencadenar una conducta suicida. También hay que tener en cuenta que el que un paciente hable sobre el suicidio no elimina la posibilidad de que lo cometa.

En la tabla 13 se resumen las principales acciones que la OMS propone realizar o evitar ante una situación de ideación suicida.

Recomendaciones de actuación ante una situación de ideación suicida
¿QUÉ HACER?
¿QUÉ NO HACER?
Escuchar, mostrar empatía y mantener la calma
Mostrar apoyo y preocupación.
Tomar en serio la situación y evaluar el grado de riesgo
Preguntar acerca de los intentos previos
Explorar posibilidades diferentes al suicidio
Preguntar acerca del plan de suicidio
Ganar tiempo, pactar un “contrato de no suicidio”
Identificar otros apoyos
Restringir el acceso a medios letales
Comunicación entre profesionales
Si el riesgo es alto, permanecer con la persona.
Ignorar la situación
Mostrarse consternado
Decir que todo estará bien
Retar a la persona a seguir adelante
Hacer parecer el problema como algo trivial
Dar falsas garantías
Jurar, guardar secreto
Dejar a la persona sola. 

No resulta fácil preguntar a los pacientes sobre sus ideas suicidas. Las preguntas deberán formularse de forma gradual y no ser exigentes ni coercitivas, sino plantearlas de manera cálida y empática.

La OMS ha realizado unas recomendaciones sobre como evaluar el riesgo de suicidio en atención primaria. Ver apartado 4.2.1 y tabla 4).
Los puntos más importantes a evaluar en un paciente con ideación suicida son:
  • Evaluación de los factores sociodemográficos
  • Trastornos mentales asociados
  • Intentos previos
  • Antecedentes familiares de conducta suicida y de trastorno mental.
Si el paciente tiene ideación y/o planificación suicida será necesario graduar el nivel de riesgo de la persona que potencialmente pueda presentar conducta suicida.

A la hora de intervenir en estos pacientes, será necesario:

– Prescribir fármacos potencialmente seguros en caso de sobredosis
– Prescribir envases con el menor número de comprimidos posible
– Pactar unas medidas de contención con el paciente y su familia:
• Explicar a los familiares la necesidad de control y administración de la medicación así como de su custodia.
• Acompañamiento constante por parte de familiares así como restricción de acceso a métodos letales, en particular al ideado.
• Aceptación por paciente y familia del seguimiento y derivación a servicio de salud mental.
En muchas ocasiones, los pacientes que desean suicidarse pueden negar deliberadamente estas ideas. Así, ante cambios súbitos en la actitud de la persona evaluada (por ejemplo, un paciente agitado que súbitamente se calma, pasar de no colaborar a hacerlo, etc.) habrá que considerar que pueda tratarse de una mejoría engañosa o falsa y que haya tomado la decisión de suicidarse.

Prevención del suicidio de la OMS acerca de los principales aspectos a tener en cuenta cuando un paciente tiene ideación y/o planificación suicida. Están dirigidas al personal de atención primaria en general, no exclusivamente a médicos o personal de enfermería, y se gradúan según el nivel de riesgo de la persona que potencialmente pueda presentar conducta suicida.

Recomendaciones de actuación en atención primaria según el nivel de riesgo de suicidio
Riesgo
Acciones
Bajo (presencia de ideación suicida, sin planificación)
– Ofrecer apoyo
– Trabajar la comunicación de sentimientos e ideación suicida
– Centrarse en los aspectos positivos de la persona y hablar sobre las habilidades de resolución de problemas llevados a cabo en el pasado
– Derivación a salud mental
– Seguimiento regular
Medio (ideación y planificación suicida, pero no inmediata)
– Ofrecer apoyo, trabajar la comunicación de ideación y planificación suicida y centrarse en los aspectos positivos de las habilidades de solución de problemas de la persona
– Explorar alternativas al suicidio
– Pactar un contrato “no suicidio” (conseguir que la persona prometa no llevar a cabo el suicidio):
     • sin contactar previamente con personal sanitario
     • por un periodo específico de tiempo
– Derivación a salud mental
– Contactar con la familia y allegados
Alto (plan definido e inmediato

y medios para llevarlo
a cabo)
– Acompañamiento
– Hable tranquilamente con la persona y aleje los medios de suicidio
– Haga un contrato de “no suicidio”
– Derivación inmediata del paciente a un centro sanitario

Evaluación de la conducta suicida en atención primaria
Tras un intento de suicidio deberán valorarse, en primer lugar, las condiciones físicas del paciente y decidir sobre la necesidad de derivación a un centro hospitalario para el tratamiento de sus lesiones.

Si la derivación por este motivo no fuera necesaria, será preciso evaluar la capacidad mental, la existencia de enfermedades mentales graves, el estado de ánimo y realizar una valoración psicosocial que incluya la evaluación de necesidades (identificación de factores de riesgo psicológicos y del entorno que puedan explicar dicho intento) y del riesgo de futuros episodios (identificación de una serie de factores predictores de la conducta suicida).

Es importante realizar entrevistas tranquilas y abiertas en un lugar apropiado, caracterizadas por un nivel adecuado de privacidad y empatía, que faciliten la expresión de la intencionalidad suicida. En caso de episodios repetidos no se deberá minimizar el riesgo.

Los puntos más importantes a evaluar serían los siguientes:
  • Características del intento: peligrosidad objetiva y percibida por el paciente, objetivo de la conducta, planificación, posibilidad de rescate, deseos de morir, apoyos externos, actitud postintento.
  • Intentos autolíticos previos.
  • Evaluación de factores sociodemográficos.
  • Trastornos mentales asociados. Antecedentes familiares (intentos de suicidio y/o suicidios consumados en la familia, trastornos mentales familiares).
Pueden ser sugestivos de riesgo inminente de suicidio la persistencia o aumento de intensidad de la ideación o plan suicida sobre todo en el último mes o último año y que en el momento de la evaluación el paciente presente agitación, violencia, distrés o incomunicación activa (negativismo).

Criterios de derivación de pacientes desde atención primaria

En el paciente con ideación suicida, ciertos signos de alarma pueden ser relevantes para la toma de decisiones. Así, se procederá a una derivación urgente desde atención primaria al servicio de salud mental, en los siguientes casos:
  • Presencia de enfermedad mental grave
  • Conducta suicida grave reciente
  • Plan de suicidio elaborado
  • Expresión de intencionalidad suicida
  • En casos de duda sobre la gravedad de la ideación o riesgo de intento inmediato. Si está disponible el contacto directo, consultar con el dispositivo de salud mental de referencia
  • Presencia de tentativas previas
  • Situación socio familiar de riesgo o falta de soporte. 
Ante un episodio de conducta suicida, la urgencia de la derivación dependerá de las características clínicas del cuadro y de la historia clínica del propio paciente. Cabe recordar que la gravedad o la trivialidad aparente de los aspectos físicos de un episodio de autolesiones no se relacionan necesariamente con la gravedad del trastorno mental. Si existiese alguna duda sobre la gravedad de un episodio de autolesiones, es recomendable contactar con el servicio de urgencias de referencia o la red de salud mental y evaluar la necesidad de la derivación por este motivo.

Se valorará la contención mecánica y la vigilancia en el caso de riesgo elevado de lesiones, así como necesidad de traslado urgente involuntario en pacientes con claro riesgo suicida.
La derivación será urgente, desde atención primaria al servicio de urgencias del hospital de referencia, en los siguientes casos:
  • Necesidad de tratamiento médico de las lesiones producidas, no susceptibles de ser atendidas en atención primaria
  • Intoxicación voluntaria con disminución del nivel de conciencia (previa estabilización del paciente).
La derivación será urgente, desde atención primaria al servicio de salud mental, en los siguientes casos:
  • Alta letalidad del plan, independientemente de su resultado
  • Presencia de enfermedad mental grave o de cuadro confusional
  • Conducta autolítica grave reciente
  • Repetidas tentativas previas
  • Situación sociofamiliar de riesgo o de falta de soporte

En casos de duda sobre la gravedad del episodio o riesgo de repetición. Podrá contemplarse la derivación preferente al servicio de salud mental (en el plazo de una semana) de aquellos pacientes con ideación o conducta suicida en los que no estén presentes ninguno de los criterios anteriores de derivación inmediata y se cumplan todas las circunstancias siguientes:
  • Alivio tras la entrevista
  • Expresión de intención de control de impulsos suicidas
  • Aceptación del tratamiento y medidas de contención pactadas
  • Ausencia de factores clínicos de riesgo: alucinaciones, delirios, depresión moderada/grave
  • Apoyo sociofamiliar efectivo.
Es conveniente explicar al paciente el motivo de la derivación a la unidad de salud mental de referencia y concertar una cita de seguimiento en atención primaria, para asegurar que la relación con el paciente continúe.

Por último, una vez producido un episodio de conducta suicida, es importante asegurar una adecuada comunicación entre el servicio de salud mental y el médico de atención primaria. A pesar de que éste juega un papel fundamental en el seguimiento de los pacientes y muchas veces son atendidos en la consulta al poco tiempo de sufrir el episodio de conducta suicida, no siempre son informados de estos episodios.
______________
2. Dependiendo de su organización funcional, la atención urgente por parte del servicio de salud mental podrá ser en el servicio de urgencias del hospital de referencia o en otra ubicación.

Resumen de la evidencia
Abordaje de la ideación suicida en atención primaria
4
Una forma efectiva de reducir las tasas de suicidio es mejorar la capacidad de los médicos de atención primaria en reconocer y tratar los trastornos mentales 132 .
4
Hablar de suicidio con los pacientes en los que se detecte o que comuniquen ideación suicida puede aliviar su ansiedad y contribuir a que se sientan mejor comprendidos, sin que ello aumente el riesgo de desencadenar una conducta suicida. También hay que tener en cuenta que el que un paciente hable sobre el suicidio no elimina la posibilidad de que lo cometa.
4
Distintos organismos han elaborado recomendaciones acerca de las principales acciones a realizar o evitar ante una situación de ideación suicida, así como la forma de realizar preguntas de forma empática.
4
Si el paciente tiene ideación y/o planificación suicida será necesario graduar el nivel de riesgo.
4
Los puntos más importantes a evaluar en un paciente con ideación suicida son:
– Factores sociodemográficos
– Trastornos mentales asociados
– Existencia de intentos previos
– Antecedentes familiares de conducta suicida y de trastorno mental.
Evaluación de la conducta suicida en atención primaria
4
Tras un intento de suicidio deberán valorarse, en primer lugar, las condiciones físicas del paciente y decidir sobre la necesidad de derivación a un centro hospitalario para el tratamiento de sus lesiones 53 .
4
Los puntos más importantes en la evaluación de un episodio de conducta suicida en atención primaria son.
Características del intento: peligrosidad objetiva y percibida por el paciente, objetivo de la conducta, planificación, posibilidad de rescate, deseos de morir, apoyos externos y actitud.
Intentos autolíticos previos
Factores sociodemográficos
Trastornos mentales asociados
Antecedentes familiares (intentos de suicidio y/o suicidios consumados en la familia, trastornos mentales familiares).
Criterios de derivación de pacientes desde atención primaria
4
En general, la derivación urgente desde atención primaria al servicio de salud mental de un paciente con ideación suicida se realizará en los casos de:
– Presencia de enfermedad mental grave
– Conducta suicida grave reciente
– Plan de suicidio elaborado
– Expresión de intencionalidad suicida
– En situación sociofamiliar de riesgo o falta de soporte.
– En casos de duda sobre la gravedad de la ideación o riesgo de intento inmediato.
4
Ante un episodio de conducta suicida, la derivación desde atención primaria será urgente, y al servicio de urgencias del hospital de referencia, en los siguientes casos:
Necesidad de tratamiento médico de las lesiones producidas, no susceptibles de ser atendidas en atención primaria
Intoxicación voluntaria con disminución del nivel de conciencia (previa estabilización del paciente).
4
La derivación será urgente, desde atención primaria al servicio de salud mental, en los siguientes casos53, 74:
– Alta letalidad del plan, independientemente de su resultado
– Presencia de enfermedad mental grave
– Conducta autolítica grave reciente
– Repetidas tentativas previas
– Situación sociofamiliar de riesgo o de falta de soporte
– En casos de duda sobre la gravedad del episodio o riesgo de repetición.
Recomendaciones
D
Se recomienda la capacitación de los médicos de atención primaria en la evaluación y tratamiento de la ideación y conducta suicidas, implementando, en caso necesario, programas específicos acerca de su abordaje diagnóstico y psicoterapéutico.
Se recomienda explorar pensamientos suicidas en los pacientes en los que se sospeche ideación suicida y presenten factores de riesgo de suicidio. Esto no aumenta el riesgo de suicidio.
D
Se recomienda que las preguntas a los pacientes sobre sus ideas de suicidio se formulen de forma gradual: no deberán ser exigentes ni coercitivas, sino plantearlas de manera cálida y empática.
En pacientes con ideación suicida y riesgo de suicidio se recomienda:
– Prescribir fármacos potencialmente seguros en caso de sobredosis
– Prescribir envases con el menor número de comprimidos posible
– Explicar a los familiares la necesidad de control y administración de la medicación así como de su custodia
– Acompañamiento constante por parte de familiares así como restricción de acceso a métodos letales
– Aceptación por parte del paciente y su familia del seguimiento y derivación a servicio de salud mental.
D
Tras un intento de suicidio en el ámbito de la atención primaria deberá valorarse, en primer lugar, las condiciones físicas del paciente y decidir sobre la necesidad de derivación a un centro hospitalario para el tratamiento de sus lesiones.
D
Tras un intento de suicidio en el ámbito de la atención primaria se recomienda realizar, siempre que sea posible, una valoración que incluya:
– Características del intento
– Intentos autolíticos previos
– Factores sociodemográficos
– Trastornos mentales asociados
– Antecedentes familiares.
D
En caso de ideación suicida se recomienda la derivación urgente al servicio de salud mental, si:
– Presencia de trastorno mental grave
– Conducta autolítica grave reciente
– Plan de suicidio elaborado
– Expresión de intencionalidad suicida que se mantenga al final de la entrevista
– Situación sociofamiliar de riesgo o falta de apoyo
– Duda sobre la gravedad de la ideación o riesgo de intento inmediato.
D
En caso de intento de suicidio se recomienda la derivación urgente a un servicio de urgencias hospitalario, si:
– Necesidad de tratamiento médico de las lesiones producidas, no susceptibles de ser atendidas en atención primaria
– Intoxicación voluntaria con disminución del nivel de conciencia o agitación (previa estabilización del paciente).

En caso de intento de suicidio, y en ausencia de los puntos anteriores, se recomienda la derivación urgente al servicio de salud mental, si:
– Alta letalidad del plan, independientemente de su resultado
– Presencia de enfermedad mental grave
– Conducta autolítica grave reciente
– Intentos de suicidio previos
– Situación sociofamiliar de riesgo o de falta de apoyo
– Duda sobre la gravedad del intento o riesgo de repetición.
En caso de ideación o conducta suicida se podría considerar la derivación preferente al servicio de salud mental (en el plazo de una semana) cuando no estén presentes ninguno de los criterios anteriores de derivación inmediata y se cumplan todas las circunstancias siguientes:
– Alivio tras la entrevista
– Intención de control de impulsos suicidas
– Aceptación del tratamiento y medidas de contención pactadas
– Apoyo sociofamiliar efectivo.
Toda la información del paciente será recogida en la historia clínica, así como la justificación razonada del tipo de derivación.
Se recomienda, una vez producido un episodio de conducta suicida, una adecuada comunicación entre el servicio de salud mental y el médico de atención primaria.

Fuente: www.guiasalud.es/egpc/conducta_suicida/completa/apartado05/evaluacion_AP.html

Guia: ww.guiasalud.es/GPC/GPC_481_Conducta_Suicida_Avaliat_compl.pdf

Bibliografía:
  1. 15. Organización Mundial de la Salud. Prevención del suicidio: un instrumento para trabajadores de atención primaria de salud [Internet]. Ginebra: Departamento de Salud Mental y Toxicología, Organización Mundial de la Salud; 2000 [citado 10 may 2010]. Disponible en: www.who.int/entity/mental_health/media/primaryhealthcare_workers_spanish.pdf
  2. 53. National Collaborating Centre for Mental Health. Self-harm. The short-term physical and psychological management and secondary prevention of self-harm in primary and secondary care. London: National Institute for Clinical Excellence; 2004. Informe No.: 16.
  3. 74. Organización Mundial de la Salud. Prevención del suicidio: un instrumento para médicos generalistas. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, Departamento de Salud Mental y Toxicología; 2000 [citado 10 may 2010]. Disponible en: http://www.who.int/publications/list/ prevention_sucide_medecins/es/index.html
  4. 101.Oquendo MA, Graver R, Baca-García E, Morales M, de la Cruz V, Mann JJ. Spanish adaptation of the Reasons for Living Inventory (FFLI). Hispanic J Behav. 2000;22:223-32.
  5. 116. Poldinger W. La tendencia al suicidio. Madrid: Morata; 1969.
  6. 131.Lastra I, y cols. Prevención de las conductas suicidas. En: Vázquez-Barquero JL, ed. Psiquiatría en Atención Primaria. Madrid: Aula Médica; 1998. p. 753-70.
  7. 132. Haste F, Charlton J, Jenkins R. Potential for suicide prevention in primary care? An analysis of factors associated with suicide. Br J Gen Pract. 1998;48:1759-63.
  8. 133.Goertemiller Carrigan C, Lynch DJ. Managing Suicide Attempts: Guidelines for the Primary Care Physician. Prim Care Companion J Clin Psychiatry. 2003;5(4):169-74.
  9. 134. Grupo de trabajo de Salud Mental del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS). Guía de Salud Mental en Atención Primaria. Barcelona: Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC); 2001 [citado 27 abr 2010]. Disponible en: http://www.papps.org/upload/file/publicaciones/guiaRevisada2008-saludmental. pdf
  10. 135. Protocolos de intervención en urgencias extrahospitalarias 061. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia; 2008.
  11. 136. Organización Mundial de la Salud. Guía de Intervención mhGAP para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en el nivel de atención de la salud no especializada [Internet]. Geneva: World Health Organization, Department of Mental Health and Substance Abuse; 2010 [citado 2 nov 2010]. Disponible en: www.who.int/mental_health/mhgap

martes, 26 de septiembre de 2017

Técnicas de Relajación para Reducir la Ansiedad

La ansiedad es un estado emocional inconsciente que nos hace sentir inquieto o angustiados ante algunas situaciones que sentimos que no podemos controlar. Es una sensación constante en el día a día de la persona que impide que podamos disfrutar plenamente del momento.
Cuando la ansiedad se mantiene durante un periodo de tiempo más o menos largo se produce una tensión muscular continua tanto en el sueño como en la vigilia. Esta sensación de tensión nos acompaña y hace que cada vez más nos cueste estar relajados y a gusto. Es por ello por lo que es importante aprender a reducir la ansiedad. Los ejercicios de relajación nos ayudan a liberar cuerpo y mente y a disfrutar, en general, más de nuestro día a día.

Aunque se recomienda ampliamente acudir con un colega profesional para que les ayude a aprender a sacarles el mayor partido a estas técnicas, es cierto que se pueden practicar en casa con unos resultados bastante buenos.

1.- Control de la respiración

Uno de los síntomas de ansiedad es la respiración superficial, es posible que te encuentres, de repente, bostezando incontroladamente o suspirando profundamente de forma continua. En el momento en que seas consciente de esto es recomendable practicar una sencilla técnica que puedes practicar en cualquier lugar: el control de la respiración.
  • Inspira por la nariz en lugar de por la boca.
  • Respira suave y profundamente varias veces. Nota como se ensancha el abdomen en la inspiración y cómo se estrecha en la exhalación.
  • Haz un par de inspiraciones profundas por la nariz seguidas de exhalaciones lentas y suaves por la boca.
2.- Respiración diafragmática

Esta técnica necesita de un poco más de entrenamiento y de un lugar tranquilo donde puedas concentrarte para llevarla a cabo.
  • Colócate en una posición cómoda e intenta relajar los músculos.
  • Sitúa una mano en el pecho y otra sobre el estómago.
  • Toma aire lentamente por la nariz llevando el aire hasta la mano que tienes en el estómago. La mano del pecho debe quedar inmóvil.
  • Cuando consigas llevar el aire hasta allí, retenlo durante un par de segundos.
  • Suelta el aire poco a poco por la boca, de manera que sientas como se va hundiendo el estómago y la mano del pecho sigue inmóvil.
  • Repite varias veces este ejercicio.
3.- Dejar la mente en blanco

Esto que parece imposible es un poco más fácil de conseguir si lo intentamos mientras estemos haciendo los ejercicios de respiración. Los pensamientos surgen sin darnos cuenta muy a menudo. Con esta técnica no vamos a eliminarlos, pero sí que puede ayudar a que mantengamos una cierta distancia con ellos.
  • Escoge uno de los ejercicios de respiración propuestos.
  • Mientras lo estás realizando, concéntrate sólo en tu respiración.
  • Cuenta las exhalaciones lentamente, al ritmo que se producen. Es decir, inunda tu cerebro con el número “uuuuuuuuno” en la primera, y así sucesivamente.
  • Intenta llegar hasta el número cinco.
  • Si algún pensamiento cruza por tu mente, pon el contador a cero.
  • A medida que vayas dominándolo, ves aumentando el número de respiraciones con la mente en blanco.
4.- Entrenamiento autógeno de Schultz

Este entrenamiento en relajación es uno de los más usados en terapia psicológica y a su vez, uno de los más amplios. Aquí vas a encontrar una versión reducida del entrenamiento, apta para llevarla a cabo en un tiempo más o menos corto.
  • Escoge un lugar cómodo y tranquilo donde no te distraiga nada.
  • Cierra los ojos y respira profundamente.
  • Con cada exhalación repite mentalmente “estoy relajado, cada vez más tranquilo”.
  • Fija tu mente en tu pierna derecha y concéntrate en su calor. Ves relajándola lentamente a medida que te repites “mi pierna derecha está relajada, cada vez más”.
  • Cuando esa extremidad esté relajada, pasa a la pierna izquierda y repite el ejercicio. Continua después con el abdomen, los brazos y el cuello.
  • Cuando tu cuello esté relajado pasa a la cabeza. Concéntrate en ella y repite “mi cabeza está despejada”. En este momento todo tu cuerpo debería estar sumido en un estado de relajación.
  • Respira hondo antes de abrir los ojos. Retén esa sensación de relajación y, antes de levantarte, estira los músculos y activa tus sentidos.
5.- Relajación Muscular Progresiva de Jacobson

Este ejercicio requiere de una dedicación de tiempo algo mayor que los anteriores, así que hazlo sólo cuando tengas una media hora para dedicarle. Intenta hacerlo cada día, notarás los resultados.
  • Estírate en un lugar cómodo y relajado. Intenta que no haya interrupciones o molestias.
  • Concéntrate en la respiración. Inspira profundamente y exhala lentamente hasta que te sientas algo más relajado.
  • Concéntrate en tu pie derecho. Visualízalo en tu mente y ténsalo. Aprieta los dedos y provoca una gran tensión en tu pie derecho.
  • Cuenta hasta 5 y relaja los músculos del pie.
  • Concéntrate en la sensación de relajación del pie.
  • Haz lo mismo con tu pie izquierdo. Cuando lo hayas hecho continúa con tus piernas, tus rodillas, las caderas, el abdomen, los brazos, las manos, los hombros, el cuello y la cabeza.
  • Cuando llegues a la cabeza atiende especialmente a la relajación de las mandíbulas, el cuero cabelludo, las sientes y la frente, puesto que son zonas que suelen acumular mucha tensión.
  • Visualización
6.- Visualización

Ejercicio que combina las técnicas de relajación con las de meditación.
  • Busca un lugar cómodo y donde no te puedan interrumpir.
  • Apaga la luz e ilumina el espacio con una luz suave y agradable para ti.
  • Pon música relajante a un volumen bajo, suficiente para que puedas escucharlo.
  • Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Siente como el aire entra por tu nariz y sale por tu boca.
  • Piensa en un cielo azul. Siente la energía que te da el sol, focaliza tu atención en el sentimiento que te provocan los días así.
  • Disfruta de la visión del cielo durante un rato.
  • Añade a tu visión el mar. Escucha el sonido de las olas.
  • Inunda tu cerebro con esa visión y concéntrate en los sentimientos que te provoca.
  • Cada vez estarás más relajado. Cuando lo consigas, visualízate a ti mismo, en ese mismo paisaje, tumbado en la hierba o sobre la arena de la playa. Sin nadie a tu alrededor.
  • Disfruta de la sensación de relajación y paz que te inunda durante unos minutos.
  • Visualízate a ti mismo levantándote en el paisaje y empieza a estirar los músculos del cuerpo. Poco a poco y sin abrir los ojos.
  • A medida que vayas estirando ves tomando conciencia de nuevo de la música que te envuelve y cuando estés preparado, abre los ojos de nuevo.
Consideración final

Si sientes que a pesar de todos estos ejercicios tu estado de ansiedad no se reduce o te gustaría mejorar en la práctica de alguno de ellos, quizá sea interesante que me contactes como psicólogo clínico especializado, me ajustare a tus necesidades.


FuenteSiquia