¿Tienes miedo a
quedarte soltero(a)? Si estar soltera te produce un miedo continuo e irracional
es probable que estés sufriendo un ataque de anuptofobia, el raro "trastorno" que
ataca a los solteros(as) que actualmente es similar la proporción entre varones
y mujeres que la padecen.
La anuptafobia “Síndrome de Susanita”, el personaje de Mafalda,
cuyo único fin en la vida era casarse y tener hijos, es el temor irracional a perder a la pareja o que la soltería
se prolongue por siempre, lo que puede llevar a elegir mal tus compañías,
incluso a permanecer en una relación que no te hace feliz. Sostener una pareja
durante muchos años no significa necesariamente que todo ande bien. Contar con
alguien en quien confiar y que te acompañe en tu crecimiento enriquece la vida,
por lo que debes ser prolija al momento de elegir.
Este temor está
regulado, no solo por la herencia cultural y el entorno social, sino también
por la educación y el nivel de desarrollo personal de cada individuo. Otra de
sus características es que se obsesionan con la obtención de una pareja o con
el riesgo de perderla. Lo peor, es que todo les parece válido con tal de no
caer en el bando de los solteros. Pero a pesar de los cambios de la
idiosincrasia en la sociedad, esta fobia persiste.
Los anuptafóbicos
evaden sus angustias con largas jornadas laborales, colmando su vida de títulos
académicos, o dedicándose de forma extrema al servicio familiar. No obstante,
la decepción por sentir que no tienen un plan de vida y que ninguna persona
está interesada en ellos es constante, y puede llevar a desarrollar depresiones
severas, debido a la idea de haber ‘fracasado’ en la vida sentimental.
Es frecuente en las
personas que padecen este temor, que busquen en su pareja una figura materna o
paterna de la que se sientan dependientes. También es muy habitual que se casen
o formen pareja con personas de las que no están realmente enamoradas por temor
a no tener otras oportunidades, un error que además de ser injusto con la otra
persona, puede ocasionar ser infeliz por el resto de la vida.
En el caso de las
mujeres, este síndrome suele ocurrir a partir de los 30 años, cuando el “reloj
biológico” apremia a algunas hacia la maternidad. Y todas tienen un
perfil muy parecido, con una baja autoestima, celosas y dependientes, que
normalmente se juntan con hombres a los que en realidad no quieren, e incluso
empalman unas relaciones con otras en poco tiempo.
Con el paso de los años
y de las relaciones estas mujeres sufren un deterioro mental importante,
llegando incluso a no saber mantener una relación y reflejar un conformismo
extremo hacia todos los aspectos que rodean a su pareja, e incluso a tener
miedo de quejarse por una posible mala reacción a sus opiniones.
Estas mujeres son incapaces
de elegir buenos compañeros, sostener relaciones amorosas constructivas y
felices o poner fin a situaciones de maltrato en la pareja. La búsqueda y la
vida con un compañero y todo lo que tenga que ver con el universo de los dos,
ocupa el lugar más importante de sus vidas, desplazando sus logros y deseos
relacionados con otras áreas de desarrollo personal.
La mujer actualmente
tiene todo tipo de posibilidades siendo soltera, no sólo de desarrollo social y
laboral, sino que puede ser madre sin ser prejuiciada.
“Los hombres solteros no son condenados, casi
se le ve como si fuera un mérito: “No lo cazaron”. La edad del hombre juega a
favor, más experiencia, posición económica y prestigio, no tienen el reloj
biológico y su identidad va más por lo profesional que por la familia que hayan
construido” y “mujeres que todo lo centran en conseguir una pareja, que cuando
alguien se casa se deprimen; a veces temen ir a reuniones donde se reúne gente
que hace tiempo no ven por temor a que les pregunten por su estado civil.
Sienten que el balance de su vida es negativo porque no han formado pareja y la
desesperación por encontrarla las pone en desventaja porque se vinculan mal con
ellos, las mujeres no ponen límites a
los hombres con los que se relacionan, (les toleran cualquier falta de
compromiso, de respeto, de interés) por miedo a perderlo. Son excesivamente
complacientes y esto hace que el hombre termine sintiendo que no hay alguien
del otro lado. La relación termina por ser aburrida”.
El deseo natural de
tener una pareja se vuelve patológico cuando la persona encumbra esta
aspiración a un rango de exigencia tan grande que anula su capacidad de
disfrutar de un encuentro espontáneo. Aunque los tiempos han cambiado, “el
temor a la soltería pervive en muchas personas y hoy en día, se admite que esa
aversión a la soledad sentimental también la padecen los hombres”.
Existe Anuptafobia
cuando se pasa de, simplemente dejar que ocurra, a planificar sistemáticamente
para que se produzca recurriendo a todo tipo de artimañas y tecnologías, y
cuando tener pareja se convierte en el objetivo prioritario de la persona.
Los casos de
anuptafobia pueden ser de leves a graves. Muchas personas esperan y planifican
para el día en que encuentren la pareja perfecta con quien compartir su vida, y
en ausencia de esta perfección, podrían actuar en formas que son irracionales.
Pueden elegir pareja rápidamente casarse sin tiempo para considerar las
consecuencias.
Alternativamente,
podrían permanecer en relaciones destructivas, donde la promesa de matrimonio o
compromiso de por vida es real, porque temen lo que pasaría si de repente se
encuentran solos. Esta es quizás la forma más grave y puede conducir a una
mujer o un hombre que no quiere liberarse a sí mismo de una relación
inherentemente abusiva por el miedo a estar solo supera el miedo al abuso.
La segunda forma, miedo
a estar casado con la persona equivocada, podría expresarse en una incapacidad
para comprometerse. Una persona puede ser capaz de ofrecer un cierto nivel de
compromiso con el otro, pero seguiremos buscando el hombre o la mujer ideal
para venir adelante. En cuanto al tema del matrimonio, esta persona sería
generalmente inflexible o dudosa porque el miedo le lleva a preocuparse de
hacer compromisos para toda la vida con la pareja equivocada.
Síntomas
Los síntomas de esta
fobia pueden variar significativamente. Algunas personas podrían evitar las
bodas, porque se desarrollan sentimientos de pánico cuando ellos asisten,
mientras que otros podrían estar muy interesados en asistir a bodas u otros
eventos sociales con la esperanza de conocer a un compañero de vida.
Provienen de entornos
tóxicos: La anuptofobia suele
agravarse en personas mayores de 30
años, tímidas y generalmente con una
baja autoestima, celosas y
emocionalmente dependientes. Viven
rodeadas de parientes y amigos intrusivos e imprudentes que les hacen sentir que no casarse es
señal de fracaso. Librarse del peso
de las expectativas familiares es
necesario para salir de la fobia a la soltería.
Obsesión por conocer “a
alguien”: son personas que siempre están
presionando por oportunidades para
conocer gente nueva: van a cuanta fiesta
se les invite, frecuentan bares solos, se van de crucero por el caribe con
personas de estado ‘disponible, etc..
Idealización: estos
obsesivos idealizan a quienes
están comprometidos y creen que por el simple hecho de vivir en pareja
su vida es más plena o mejor, cuando deben ver que no hay relaciones ideales y
que toda pareja tiene altibajos.
Inestabilidad emocional: individuos que pocas veces han tenido una
relación sana y estable, y en aquellos
‘picaflores’ que van de una relación a otra porque su
desesperación por no quedarse solos les lleva a elegir a cualquiera.
Saboteadores:
temen escoger a la persona inadecuada, que no colme todas sus
expectativas. Eligen personas problemáticas y sabotean sus opciones buenas.
Según la autora del
libro “Si el otro cambiara”, pueden existir tres casos que ponen en evidencia
este trastorno emocional:
- Si tu novio te dice que quiere estar solo por un tiempo. La verdad es que esto tiene una sola interpretación: quiere terminar contigo. Te lo dice como puede y trata de ser lo menos hiriente contigo, pero tú estás convencida de que la relación puede mejorar y no paras hasta conseguir que dé un paso al costado.
- Aparentemente todo está bien, pero ninguno habla. Te preguntas si son felices, si todavía tienen cosas en común y notas que carecen de proyectos juntos y que pasan más tiempo discutiendo que riendo. En este caso, ¿serías capaz de plantear un diálogo sincero para saber qué está pasando, o no lo haces por miedo a que escarbar demasiado pueda desembocar en una ruptura?
- Agresiones y violencia. Aguantas que te diga mil pesadeces disfrazadas de chiste, que te ponga en ridículo frente a los demás contando intimidades o tus defectos y te deja plantada dándote excusas baratas. Te prohíbe hacer actividades que te gustan o te fuerza a hacer cosas que no quieres. Ni hablar si te levanta la voz o te pega, pero no te quejas.
Tratamiento
Hay una variedad de
tratamientos para anuptafobia, incluyendo ayudar a la persona que no ve la vida
de soltero como un castigo o como un mal. La terapia y otros tratamientos, en
este caso, una combinación de psicoterapia y la desensibilización puede ser más
eficaz porque erradicar el deseo de no quedarse soltera puede llevar algo de
trabajo.
Sin embargo, no todas
las personas que sufren de formas leves de esta enfermedad requieren terapia.
La terapia es por lo general sólo es realmente necesario cuando el miedo de
estar sola es tan intensa que hace que la gente a tomar decisiones de vida muy
pobres o se sienten incapaces de comprometerse. Se podría decir que hay muchas
personas que sufren del miedo de terminar solo, pero siempre y cuando este
temor no abruma el sentido común, que pueden ser más de una condición humana
que una enfermedad mental. En este sentido, tanto
la familia como los amigos son importantes para ayudarle en el proceso de
recuperación.
El temor a la soltería
está condicionado por los valores, la educación y el contexto sociocultural en
los que está inmersa una persona. Un sujeto que ha logrado su desarrollo y
madurez tiene que tener capacidad para enfrentar momentos de soledad sin
aislarse, viviendo su soltería con
armonía y rodeado de otros afectos como familia y amigos.
Recomendaciones
Las personas con este
temor a la soledad, deben “trabajar su forma de vincularse; ver qué le pasa con
el temor a la pérdida, con el deseo de conformar”. Deben tener en cuenta su
autoestima, y pensarse como una “persona sustentable” que no requiere de otra
para desarrollarse social y económicamente.
¡Celebre la soltería!