Sobre el Abuso o Intento Erótico Sexual Infantil.
Cuando una persona ha
sufrido abuso sexual o violación durante la infancia o la adolescencia, o
incluso en una época posterior de su vida, hay problemas posteriores a este
incidente en la mayoría de las personas, que se manifiestan a corto, medio y
largo plazo.
Debes
tener claro que una vez que tu niño te cuente haber sido víctima de abuso
sexual, ambos experimentarán todo tipo de sentimientos. Tu reacción repercutirá
en el manejo que el niño dé al trauma que ha padecido a consecuencia de la
agresión. Los niños cuyos padres son solidarios se recuperan más rápidamente
del abuso.
En
mi práctica profesional se notó un incremento en consultas por posible abuso o
intento erótico sexual infantil y peritajes psicológicos a los posibles o
posibles agresores.
Estas no siempre está
nombradas así, pero quien sabe escuchar y leer entre líneas el entrecortado
discurso de la consultante, que cuenta hechos aislados, situaciones que no
logra entender, describe cambios de conducta o síntomas físicos o psíquicos en
sus hijos, sabiendo indagar, haciendo las preguntas correctas, puede darse
cuenta que detrás de un determinado conflicto familiar donde hay niñas o niños
involucrados que no quieren quedarse a solas con su padre o padrastro y que a
la vez sufren llamativos cambios en su estabilidad emocional y física, es muy
posible que haya existido un abuso sexual aún no explicitado por el menor.
No sólo no dicho por el
menor sino tampoco "detectado" por su madre, quien tal vez esté
"durmiendo con el enemigo", pero le resulta "imposible creer que
algo de esa índole pueda estar pasando en su hogar". Son madres no creyentes en sus hijos (as).
Los sentimientos que
aparecen al principio, justo después de esta experiencia desagradable (asco,
vergüenza, sentimiento de “estar sucia”, culpabilidad por el hecho) pueden
quedar muy dentro de la persona, y ser una constante en la vida de la persona,
aunque pasen muchos años, si no exterioriza y supera estos sentimientos, muchas
veces con ayuda profesional, aunque no siempre.
El 43 % de los abusos
son cometidos por agresores desconocidos, el 33 % por personas conocidas por la
familia pero sin una relación especial, el 8 % por amigos de la familia, el 11
% por familiares y el 5 % por educadores.
Para la estabilidad
psicológica de la persona, lo más dañino es cuando el agresor es conocido ya
que, a lo dañino de un abuso se une el hecho de que se tambalean otras
necesidades afectivas o educativas de la persona, y aumenta la suspicacia y la
desconfianza hacia las personas cercanas.
La edad donde hay una
mayor probabilidad de ser víctima de abuso sexual o violación es entre los 6 y
los 15 años, y coincidiendo con el cambio a la pubertad, y coincidiendo con
todos los cambios psicológicos y físicos que se producen a estas edades.
Precisamente de cara a las posibles repercusiones emocionales, la
pre-adolescencia y la adolescencia, donde la persona se está formando, es una
época de alto riesgo para posibles trastornos psicológicos futuros.
Lo preocupante es qué
hacen cuando algún profesional (abogado, médico o psicólogo) les habla del
tema:¿Se separan inmediatamente y denuncian al abusador o niegan la realidad y
siguen viviendo con él? Muchas desaparecen y no
vuelven nunca más. Otras, lo asumen dolorosamente y toman acciones en defensa
de sus hijos.
La estrategia del
hombre abusador es la siguiente: “Si tú me dejas ver a los niños, haz de cuenta
que acá no pasa nada grave y yo te paso una buena cuota alimentaria. Si litigas
para probar que yo abuso de ellos: no te paso un peso". “Te canjeo la plata por
el cuerpo de los niños”. "Ya vendrás a pedirme dinero, sabes que necesita a
aceptar mi propuesta”.
Claro que es una propuesta moralmente inaceptable y
perturbadora. Lo digno es salvar a sus hijos de semejante aberración, aunque la
mujer tenga que hacer malabares económicamente para mantener a sus hijos y
pagar honorarios de abogado.
Padres de Familia: si ustedes mínimamente sospecha que sus hijos pueden estar siendo abusados no cierre los
ojos a la realidad. No la niegue. Son nada menos que sus hijos quienes están en
juego, que a mi modo de ver, son mucho más importante que un matrimonio y que el
bienestar económico que a veces se obtiene estando casada.
No espere a que su hija
o hijo se siente a contarle como si fuera un adulto, cuánto hace que el padre,
padrastro, abuelo, tío, cura o profesor la/o manosea o la/o viola. Es usted quien tiene la
obligación de observar, asociar hechos, sacar conclusiones y consultar con un
psicólogo, un pediatra y un abogado, especializado en estos temas, ya que
también existen profesionales del área de la salud mental y del derecho
incapacitados o no instrumentados para detectar el abuso sexual.
Si está equivocada en
sus sospechas, mejor. Pero no corra el riesgo de que sus hijos estén
viviendo una situación perversa que no pueden poner en palabras, sino a través
de los síntomas y cambios de conducta que manifiestan.
Para los lectores padre
de familia: “no todo hombre es un potencial abusador de menores. La mayoría son
excelentes padres y aún muchos que no son los padres biológicos sino la pareja
de la madre, que cumplen un rol parental muy saludable en la vida de los chicos”.
Pero hay una dolorosa
realidad que nos cuesta digerir: Hay mucho por decir, mucho por hacer y existen muchos niños (as) abusados.
¿Qué Hacer?
1.- Mantenerse calmado. Escuchar el relato
de tu hijo puede generar emociones intensas, pero si te alteras, enfadas o
descontrolas, dificultará a tu hijo compartir su historia.
2.- Creéle a tu hijo y asegúrale que él no es
culpable de lo que ocurrió. Halágalo reconociendo la valentía que tuvo de
contar lo ocurrido.
3.- Protege a tu hijo alejándolo inmediatamente
del agresor y denunciándolo a la policía. Si no estás seguro sobre a quién
contactar, llama a la Línea Nacional para Abuso Sexual Infantil.
4.- Obtén ayuda. Además
de acudir a un médico o al pediatra para evaluar cualquier lesión física que tu
niño haya podido sufrir (incluyendo enfermedades de transmisión sexual), es
importante que tu hijo tenga la oportunidad de conversar con un psicólogo especializado
en abuso sexual infantil. Las terapias han demostrado que reducen la angustia
en el seno familiar y los efectos del abuso sexual en los niños. Muchas
comunidades tienen Centros Activistas para niños que ofrecen apoyo coordinado y
servicios a víctimas de abuso infantil, incluyendo abuso sexual.
5.- Reitérale que cuenta con el amor y la
aceptación del resto de la familia. No hagas promesas que no puedes cumplir
(como por ejemplo que no contarás a nadie sobre el abuso), pero asegúrale que
harás todo lo que puedas para protegerlo.
6.- Mantente informado sobre los próximos
pasos, especialmente los relacionados a procesos legales. (Para más
información sobre cómo ayudar a niños víctimas de abuso sexual a manejar la
angustia que genera el proceso legal, lee el documento titulado "Abuso sexual infantil: Cómo manejar el estrés emocional producto de procedimientos
legales", en el sitio en Internet de la Red Nacional para el Estrés
Traumático Infantil.
“La Red Nacional para
el Estrés Traumático Infantil explica que algunos niños que denuncian abuso
sexual luego se retractan, pero eso no significa que hayan mentido. En la
mayoría de los casos habían dicho la verdad al formular la denuncia original,
pero luego enfrentan sentimientos encontrados hacia el agresor y sobre lo que
ha ocurrido a raíz de la denuncia”.
En ciertos casos,
algunos niños le han jurado al agresor guardar un secreto, e intentan proteger
el secreto retractándose. Algunos niños comienzan a negar lo ocurrido y les
cuesta aceptar el abuso sexual. En algunas familias, el niño se ve presionado a
retractarse porque la denuncia ha afectado relaciones familiares. Un retraso en
el enjuiciamiento del agresor también puede llevar al niño a retractarse para
reducir la angustia relacionada al proceso legal. Según cifras de la Red
Nacional para el Estrés Traumático Infantil un porcentaje muy pequeño de niños
se retractan tras haber formulado una denuncia falsa.
En el caso específico
que el niño haya sido abusado sexualmente debido al tráfico humano, es vital
que no se dude en buscar inmediatamente ayuda médica profesional.
"Cuando una persona está
siendo acosada, en lugar de reaccionar de manera obvia, lo que hay que hacer es
no dejarse intimidar, estar tranquilamente ,conservar la serenidad y ser muy
firme ante la negativa de cualquier chiste, insinuación, tocamiento etc.; poner
distancia de por medio inmediatamente; evitar estas compañías y denunciar
cuanto antes cualquier conducta de acoso sexual. Es importante mencionar que si
la víctima no se siente incomodada y aprueba esta conducta, en ese caso, solo
en ese caso el acoso no es considerado un crimen, y el acosador no es
considerado un criminal".
En el caso del adulto que
padeció abuso sexual en su infancia, es obligatorio que revise si este evento
le trae problemas actualmente, de ser así busque profesionales que conozcan del
tema y tengan la sensibilidad para tratar sus necesidades.