“La
trivial decadencia que vivimos, es la distopía de Huxley realizada”
Huxley
titula este libro como Brave New World, lo que en nuestro idioma significa:
Valiente Nuevo Mundo y la verdad es que valiente es la palabra precisa para
definir a la utopía, ese mundo perfecto con el que todos hemos soñado alguna
vez, o me dirás que jamás has imaginado un, mundo en el que nadie esta enfermo,
en el que no están tus “fastidiosos” padres para corregirte, en el que el sexo,
no es mas que una cosa natural y libre en el que nadie te dirá que es malo y
sobre todo, un mundo en donde todos son felices. Suena tentador, ¡es obra del
demonio!, tal vez, pero esa utopía perfecta no existe solo en el pensamiento de
Huxley, esa utopía es el vacío en el que estamos cayendo día a día.
Para
mí el mundo perfecto no existe y la felicidad no es más que un sueño anhelado
intermitente y lejano y solo aparece cuando hay sufrimiento, aunque nos
parezca ilógico, felicidad y sufrimiento siempre estarán ligadas entre sí...
La
distopía de Huxley, se conjuga como una tentadora oferta de comodidades, a
cambio de tu libertad. La monotonía de esta conjugación puede parecernos a
instantes maravillosa, pero el hecho de hacer sólo lo que tengo que hacer,
decir sólo lo que debo decir y más aun el sentir sólo lo que debo sentir, o de
otro modo deberíamos recordar que: “ La vida es como una caja de bombones,
nunca sabes lo que te va a tocar” (Forest Gum), y ese es el verdadero sentido
de la vida, porque al solucionar nuestros problemas, obtenemos el tan anhelado
sentimiento, la felicidad...Es esta la verdadera felicidad y no la de la
distopía, si tal cosa ocurriera, nuestra decepción de aquel mundo sería tan
grande como la del Salvaje, al descubrir que el tan anhelado mundo que soñaba,
no era mas que una cárcel muy acomodada pero llena de limitaciones.
Esta
cuestionada distopía de Huxley no es del todo negativa, la naturalidad con la
que es tomada la sexualidad es algo de lo que las autoridades eclesiásticas
deberían entender y mirar con más naturalidad, entender que es una necesidad
vital, aprender de que ellos también son personas y reconocer que también lo
sienten y no deben privarse de ella.
Un
mundo feliz, es una forma irónica e indirecta para despertar nuestra
preocupación con respecto hacia a donde llegaremos con esta forma de vida,
preocupándonos solo de lo material, generando macroeconomías egoístas y que nos
inducen solo al consumismo, vivir manipulado creyendo que todo está bien, vivir
a medias, bajo un conformismo mediocre: “QUERÍA VIVIR CON INTENCIÓN, QUERÍA MAMAR TODA LA SABIA DE LA VIDA; PARA DESTERRAR TODO LO QUE NO ERA VIDA Y PARA
NO AL MORIR, DESCUBRIR QUE NO HABÍA VIVIDO”. (HENRI DAVID THOREAU).
Un
mundo feliz nos hace recapacitar sobre algo que a pesar de ser trivial, no
siempre nos cuestionamos. ¿Qué buscamos en esta vida? ¿Qué objetivos persigue
la humanidad? En el futuro que Aldoux Huxley nos presenta: todos los individuos
son felices, todos están conformes con su situación y no envidian la de los
demás ni lo más mínimo. Pero esto es algo que se consigue suprimiendo la
libertad del hombre desde antes de nacer, condicionando genéticamente al
individuo para que desempeñe exclusivamente el papel que el estado le impone.
Los hombres nacen esclavos de una sociedad que ahoga sus problemas y deseos de
libertad a través de drogas y actividades inhibidoras del comportamiento ¿Es
acaso esto libertad?.
Todo
el mérito en la novela es de hacernos creer que ese mundo es posible, lleno de
ideas que incluso ahora, 70 años después me parecen innovadoras. Hipnopedia,
droga legalizada, o más aun, obligatoria, Ingeniería genética, La casi igualdad
de la mujer en la sociedad ¡increíble!. La otra gran diferencia es que el
mundo de Huxley es un mundo Feliz. Nos propone un mundo con ideas comunistas;
en las que el individuo no vale absolutamente nada; las sensaciones están
suprimidas; la libertad sexual se desarrolla desde los primeros años de vida,
los niños no tienen madre y son educados por el Estado.
Pero
lo más importante y la idea principal es la de que todo el mundo es feliz,
pero ¿es necesario alienarse para ser feliz? ¿Es una meta que todo lo
merece? En palabras de un personaje del libro “No, yo no quiero confort, Yo
quiero a Dios, quiero la poesía, quiero el verdadero peligro, quiero la
libertad, quiero la bondad, quiero el pecado”. Es una elección, si se quiere se
feliz se tiene que vivir en una sociedad clasista y estable, en la que uno sea
controlado desde que nace, condicionado, a ser feliz viviendo la vida que le va
a tocar vivir.
Nosotros
ya estamos dentro de la utopía, pero la felicidad no es precisamente lo mas
ansiado por esta sociedad, en un mundo más rico y con una población que
envejece aceleradamente ya no quiere buscar la curación del cáncer o del sida, si no remedios a los “achaques” o remedios del elixir de la eterna juventud.
Medicamentos a medidas, crece cabello científicos y provoca erecciones de
síntesis que responden, no a la necesidad de sanar a los enfermos, sino a la de
prolongar más o menos imaginariamente la juventud. Para los laboratorios, esta
paramedicina narcisista, en versión levemente modernizada del Mundo feliz de
Aldous Huxley, ofrece horizontes insospechados de beneficios. Lo demuestra, por
ejemplo, el precio sideral de venta al público de la ansiada píldora Viagra
contra la impotencia.
El
propio Huxley reconoce los errores de su obra y deja como mensaje para las
personas que realmente pueden cambiar este mundo:
«Un
estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos
todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de
esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto
amarían su servidumbre»
(Extracto
perteneciente al prólogo que el mismo autor escribiera veinte años después de
la primera publicación de su obra, para su inclusión en posteriores ediciones.
En dicho prólogo arremete Huxley contra su propia obra en virtud de la crítica
de algunos graves defectos que con el tiempo advierte en la misma).
Valiente,
como el propio autor lo arremete en su titulo original, es la clave para que
cada uno de nosotros nos atrevamos a enfrentar y a luchar en contra de Las
Reales Cédulas dictadas e impuestas y valientemente dispuestos a defender
nuestra libertad, aquello que cada día perdemos más, por la comodidad, por la
mediocridad en la que estamos sumidos...