Hay quienes dicen que
esto es sólo una pálida imitación de una sesión de terapia de la vida real. Sin
embargo, sus defensores sostienen que tiene ventajas únicas que ayudan a llevar
la psicoterapia un paso más allá.
Comparto este artículo por la autora: Martina Morell
La Psicología, tiene
aún un largo camino que recorrer para ser reconocida y aceptada por la sociedad
que nos rodea. En este sentido, la red nos presta una ayuda inestimable a la
hora de acercarnos al público general. Y por ello animo a mis compañeros a participar
de vez en cuando en foros, blog y similares, es en nuestro propio beneficio y
el de la profesión.
Antes de entrar en el
uso terapéutico de Internet, vale la pena detenerse a desmentir algunos de los
tópicos más frecuentes sobre las interacciones sociales a través de la red,
para que pueda luego extrapolarse a las sesiones clínicas virtuales.
Flota en el ambiente la
idea de que el ordenador sustituye cada vez más el contacto personal cara a
cara y la interacción los iguales en una sociedad híper-tecnificada. No cuento
con estudios que avalen mi opinión, solo mis muchas horas de internauta, pero
creo que esto es falso. Las personas más extravertidas, con más relaciones
sociales, también participan más de los foros y de los chat y los introvertidos
tienen menos contactos también por la red. Es más, personas con problemas
serios de timidez, personalidades esquizotípicas, fobias sociales, etc. pueden
atreverse en el ordenador a hablar y a acercarse a otras personas y este puede
ser un primer paso muy bueno en una exposición controlada. Pero el hecho de
usar el ordenador no es lo que les hace aislarse, sino que muy al contrario,
les permite una ventana al mundo que de otra manera no conocerían.
No es cierto que los
contactos virtuales sean fríos y superficiales. No hay más que ver la pasión
con que dos internautas que no se conocen de nada y que no se han visto nunca,
pueden llegar a enfadarse por un tema que al profano le parezcan insustancial.
Las personas se comportan igual y son las mismas, fuera y dentro de la red. Es
verdad que Internet favorece el anonimato, con todas sus consecuencias buenas y
malas, pero existen códigos de comportamiento que regulan las interacciones
entre los miembros de un grupo y su incumplimiento conlleva la expulsión
inmediata por parte del moderador. Los internautas, no navegamos al azar por la
red, sino que visitamos preferentemente webs, grupos, y comunidades de nuestro
interés y es fácil, por ejemplo, que los miembros más asiduos de un foro, se
conozcan bastante bien. Lo cual nos lleva a otro tópico extendido, el de que la
gente miente mucho más en la red, y por tanto los contactos virtuales no son de
fiar. No voy a negar que eso pueda pasar, pero no es tan sencillo mentir cuando
todas las conversaciones son grabadas y puestas por escrito. La mayoría de
internautas, no van más allá de quitarse unos años o edulcorar el puesto de
trabajo, y son lo que dicen ser, salvo que se quiera entrar en materia amorosa,
claro está, pero ya se sabe que en la guerra y en el amor todo vale.
Internet facilita el
acercamiento de personas con los mismos gustos, aficiones, problemas o
inquietudes, superando la barrera de la distancia. Esta cualidad es
particularmente útil cuando se trabaja con colectivos minoritarios, como es mi
caso, como expuse en el anterior artículo, trabajo con enfermos de fibromialgia
y cansancio crónico. Si no fuera por el contacto a través de la red con
especialistas, compañeros, y afectados de otras provincias, prácticamente
estaría aislada. Gracias a la red, puedo asistir a videoconferencias,
intercambiar datos y los propios afectados pueden unirse y luchar por sus
derechos a nivel nacional.
Por supuesto que no
todo es bonito y maravilloso. Como cualquier obra humana, tiene también sus
zonas oscuras. Es fácil crear adicción, ya que los refuerzos son inmediatos.
Escribes una opinión, enseñas una foto y rápidamente alguien te contesta, con
lo que engancharse es bastante rápido. La publicidad en la red puede llegar a
ser sumamente agresiva y demoledora. Los bulos y leyendas urbanas se desplazan
a la velocidad de la luz a través del computador y las asociaciones delictivas
encuentran un espacio sin fronteras, poco controlado por los gobiernos
nacionales. Existen muchas páginas de contenido violento, antisocial o racista
y la pornografía es cada vez más extrema. Virus, troyanos, timos y trampas
virtuales proliferan sin descanso. Todo esto es de sobra conocido y por ello no
quiero insistir en este punto, que me parece menos importante que señalar las
cualidades positivas.
No existe actualmente
ninguna empresa importante que no tenga su correspondiente página web, a través
de la cual, ofrecen las más variadas prestaciones. Muchos de nosotros, también
tenemos nuestra sucursal en Internet. Las guías telefónicas, empiezan a caer en
desuso, ya que es más rápido, cómodo y fiable, buscar directorios a través de
la red. También los psicólogos podemos ofrecer alternativas virtuales a la
consulta tradicional, con algunos matices.
Podemos interactuar con los pacientes a través
de la red, interactuando de tres maneras básicas: los foros, el email y el
chat.
1.2 Foros.
Los foros de consulta,
suelen ser gratuitos, aunque no siempre. A veces se exige una pequeña tasa para
acceder. Al profesional, le sirven para darse a conocer al público, para
aprender sobre la diversidad humana y conocer otras culturas. Los
latinoamericanos, en especial argentinos y chilenos, tienen mucha afición por
participar en temas de psicología y hacer consultas, y no es ningún tópico. De
la zona de Centroamérica, Venezuela, Uruguay y Colombia, llegan muchas
preguntas sobre pareja, y son menos reservados que los españoles a la hora de
contar sus problemas. Y hay que tener mucho cuidado con las respuestas, porque
fórmulas y consejos que damos por evidentes, a veces no tienen ningún sentido
al cambiar de contexto cultural. Mexicanos escriben mucho menos, supongo que
porque allí el idioma empieza a ser demasiado distinto al nuestro para
entendernos con claridad, o tal vez porque prefieren recurrir a páginas
estadounidenses de habla hispana.
Las consultas sobre,
niños, sexualidad y pareja, son sin duda las más habituales, siendo mucho menos
frecuente preguntar por temas de trabajo. Acerca de la sexualidad, una y otra
vez se hacen las mismas preguntas, y una se sorprende mucho de que mitos que creíamos
abolidos con nuestras abuelas, siguen aún en plena vigencia. Sobre todo los
jóvenes, consultar de esta manera un profesional, puede ser la única forma de
conseguir información fiable.
Los foros sirven
también para el desahogo de los pacientes, que a veces no expresan ninguna
duda, ni buscan ninguna respuesta, simplemente es una descarga emocional. Las
respuestas de otros participantes, suponen un apoyo inesperado, incondicional y
muy apreciado por los usuarios.
El foro es una buena
manera de que un cliente potencial se haga una idea de cómo trabaja un
profesional. Son perfectos para dudas puntuales o cuando se busca un alivio
rápido a una situación estresante. También son perfectos para el intercambio de
información entre profesionales o entre estudiantes de psicología.
Entender los mensajes
que escriben en los foros, a veces no es tarea fácil. Pueden ser muy cortos y
no dar ninguna información, o muy largos y pesados de leer. Muchas personas que
escriben, no tienen un nivel cultural suficiente para manejar correctamente el
idioma o usan giros idiomáticos incomprensibles, propios de sus países de
origen. Pero en general cumplen su objetivo y es muy satisfactorio ver como un
pequeño esfuerzo de escribir un rato, puede ser una gran ayuda al otro lado de
la pantalla.
Podemos considerar el
blog, como una variante de un foro, a términos prácticos. Para aquellos
profesionales que les resulte demasiada inversión en tiempo y dinero en tener
una web, les animaría a crear su propio blog, ya que estos ya vienen prediseñados
y son más dinámicos, por lo que resultan excelentes escaparates de cualquier
profesión.
2.2 Email.
El correo electrónico,
permite la privacidad del paciente. Muchos profesionales contestan
gratuitamente, a mi me parece que esta no es una buena práctica para el
colectivo, pero ya sabemos que somos un grupo profesional con una fuerte vena
altruista. Cuando se cobra, el método de pago que yo aconsejaría es PayPal, sin
duda el más seguro de la red. PayPal, es el sistema de cobro internacional de eBay,
y evita tener que dar ningún dato económico, ni gestionar tarjetas. Sobra decir
que nunca se debe contestar antes de que llegue el recibo de la trasferencia.
Esta modalidad es particularmente adecuada a un cierto tipo de personas, con un
buen nivel cultural, que les gusta leer y que disfrutan al escribir. Y son
muchas las que pululan por la red. Para estas personas, el mero hecho de
escribir sus pensamientos y sentimientos ya tiene un efecto terapéutico por sí
mismo. Es perfecto para poner orden en las ideas y aclarar sentimientos, o
ensayar como comunicarse con personas con las cuales no es fácil hablar. Tiene
la enorme ventaja de que el paciente puede pensar lo que escribe y luego tiene
las respuestas del profesional a su disposición para repasarlas todo lo que sea
necesario. La terapia de lápiz y papel, es un componente importante de muchas
terapias presenciales, con lo que simplemente utilizamos una herramienta
pre-existente. También puede utilizarse como apoyo en una terapia convencional,
ya que permite al paciente contactar con el profesional entre sesión y sesión.
2.3 Chat.
El chat, con o sin
video-cámara, sería propiamente dicho, lo que consideramos una consulta
virtual. Estas consultas, suelen ser puntuales, es muy raro y muy difícil
seguir una verdadera terapia a través de este medio, aunque desde luego es
posible. Evidentemente, no tienen la misma efectividad que una consulta real,
ni pueden de ninguna manera sustituir a aquella y tampoco lo pretenden. Sin
embargo, atraen a cierto tipo de personas para las cuales, ir a consulta les
resulta penoso. Para estas personas, puede ser un primer acercamiento que les
ayude a tomar la decisión de acudir a un profesional. Hay que añadir que suelen
ser consultas más baratas y se pueden realizar, en muchos casos, en el horario
laboral.
Algunos pacientes están
tan deprimidos, que apenas encuentran fuerzas para vestirse, y se niegan a
recibir visitas, con lo que en estos casos, Internet puede ser un paso
intermedio, al igual que en agorafobias pronunciadas. Otros pueden estar
enfermos en el hospital, y acceder desde un portátil. Es una buena solución
cuando se vive en zonas aisladas; cuando la persona es demasiado conocida en su
entorno, y necesita el anonimato que da la red; o cuando se vive en otro país,
porque es muy difícil hablar sobre temas que nos tocan de cerca en un idioma
que no sea el materno. Pero sobre todo, las personas que a mi me han consultado
por este medio, lo han hecho porque se sienten demasiado avergonzadas para dar
el paso de hablar cara a cara y casi siempre la razón era que habían sido
severamente maltratadas o violadas y no lo sabía nadie. En la mayoría de casos,
ni siquiera accedieron a encender la video-cámara. La entrevista fue para ellas
un gran consuelo y algunos sí se animaron a dar algunos pasos más para salir de
su aislamiento.
Podríamos platearnos si
el hecho de tener escribir las respuestas no hace que se distorsione la
información. La respuesta es que no. Es posible usar micrófono y altavoces,
aunque los usuarios prefieren escribir y quienes recurren a este medio, es
porque ya tienen mucha práctica en sesiones de chateo. Es cierto que buena
parte del lenguaje no verbal se pierde, pero se gana en precisión y concisión
de las respuestas, lo cual favorece la comunicación, en lugar de dificultarla y
además se puede repasar lo escrito. Igualmente nos podemos plantear si la
confianza generada es la misma, si no se pierde empatía. Quizás un poquito sí,
y por ello no serían apropiadas como único medio terapéutico, en problemas
graves. Otra duda que se puede suscitar, es si podemos fiarnos de lo que nos
cuentan, la respuesta es evidente: no, pero esto ocurre igual en la consulta
convencional. Yo no haría una evaluación, ni un informe solo basándome en
entrevistas virtuales, pero sí sirven para hacerse una idea clara de cómo es la
persona y cuál es el problema y podemos ayudarnos de los test objetivos para
completar el perfil. Son un primer acercamiento a un problema y una herramienta
terapéutica más en nuestra labor. Sería muy interesante medir la fiabilidad y
efectividad de este sistema de consulta, pero no conozco ningún estudio serio
al respecto.