Se
define a la autopsia psicológica como un método de investigación retrospectivo
de las características de la personalidad y las condiciones que en vida tuvo un
individuo, teniendo como objetivo acercarse a la compresión de las
circunstancias de su muerte.
La
autopsia psicológica nació como una técnica de investigación empleada para
determinar la manera de muerte en casos dudosos, para descartar el suicidio, en
casos de muertes violentas, accidentes. Para descubrir los siempre ambiguos
“suicidios encubiertos” y los “equivalentes
suicidas” o bien, los camuflajes de los médicos de cabecera para evitar
problemas judiciales a la familia
Cuando
un Ministerio Público se encuentra ante un caso donde, de acuerdo con sus
investigaciones, no tiene los elementos para establecer si una persona fue
asesinada o si falleció por su propia mano, es decir se suicidó, recurre al
perito en psicología forense para solicitar que se realice una Autopsia
Psicológica a la persona fallecida.
Se
trata de "una técnica que mediante un protocolo específico busca saber
cómo era el estilo de vida de la persona a través de un estudio extenso de sus
actividades, gustos, relaciones, ámbitos que frecuentaba, estudios médicos,
etc. Para eso se necesita investigar las huellas psicológicas -todo lo que dejó
a lo largo de su vida- sobre todo en los últimos tiempos y que den indicios
sobre cómo era y cómo se relacionaba en su entorno (si dejó proyectos, tareas
por terminar, etc.) y para saber si dejó rastros que den indicios de
intenciones de suicidio, No sólo se trata de administrar un protocolo sino
analizar un resultado porque lo que se busca es llegar a hacer justicia".
La
autopsia psicológica es entonces un estudio que tiene la finalidad de
establecer si la persona tenía una personalidad de tipo depresiva con
pensamientos auto-agresivos de muerte, y en todo caso, si había tenido
pensamientos suicidas, ideas de muerte, conductas autodestructivas o intentos
fallidos de suicidio.
“Construcción
retrospectiva de la personalidad y conducta social – aquí se analizan adiciones
a las drogas o el alcohol, las relaciones de pareja y vínculos de amigos,
relaciones laborales y académicas, sentimientos de rabia o ira por alguna
persona en especial por parte del occiso, la historia familiar, historia de
muertes en la familia, la afición del occiso por instrumentos con los cuales se
pudiera hacer daño o causar la muerte, la diversión y hobbies, gastos
personales, círculos sociales como comunidades religiosas, filosóficas, e ideológicas,
estresores psicosociales (muerte pariente querido, separaciones, cambios de
localidad, ascensos o remoción de cargos) Anotaciones y conclusiones: allí se
establecen las anotaciones de las entrevistas y las percepciones del examinador”. Desde
una perspectiva más conductual, se consideran más en profundidad los
comportamientos y acontecimientos en que se involucra la vida humana, su razón
de ser y por lo tanto su relación directa con la realidad y congruencia de los
hechos
Para
este tipo de estudio el perito recurrirá a todas las fuentes de datos
disponibles y accesibles que le permitan reunir toda la información necesaria
para establecer cuál era el comportamiento de la persona previo a su muerte.
El
psicólogo forense pedirá al ministerio público se le faciliten los medios para
poder entrevistar a la mayor cantidad posible de personas que tuvieron relación
con el occiso, desde familiares directos e indirectos, profesores, compañeros
de escuela o trabajo, jefes inmediatos y superiores, amigos, parejas
sentimentales, novias, esposa, etcétera, sobre todo las personas con las que
convivió los últimos días previos al fallecimiento.
Asimismo
se pedirá acceso al lugar donde se encontró el cuerpo, y al expediente o
averiguación previa, para conocer todos los detalles relacionados con las
circunstancias y causas del fallecimiento. También se analizaran los objetos
personales como son ropa, calzado, artículos de arreglo personal, cuadernos, notas escolares, historias académicas, diarios personales, correspondencia, etcétera.
Si existe una carta o recado póstumo también se analizará.
En
la investigación de muertes violentas, el análisis del funcionamiento mental de
las víctimas puede arrojar datos reveladores para la prevención y predicción de
las mismas. Además de la aplicación en su esclarecimiento, este procedimiento
puede servir como instrumento de investigación de primer orden en áreas de
psicología y psiquiatría forense y criminología.
En
los casos penales, junto a la investigación criminalística, indicios,
evidencias, que pueden ser sumados a un informe pericial forense, debieran
servir para llevar un caso de imputación objetiva. Aunque dicho informe se presenta en términos probabilísticos pues se trata de una evaluación indirecta
y de conclusiones inferenciales que cobran valor solo al sumarse al resto de
los elementos criminalísticos, policiales y forenses.
Existirán
casos en donde también se podrán solicitar expedientes personales de tipo
laboral, que aportarán datos importantes como resultados de pruebas
psicológicas aplicadas durante el proceso de reclutamiento y selección,
incapacidades, faltas, cambios de puestos, y expedientes médicos.
Toda
la información recabada tendrá la finalidad de establecer el perfil de
personalidad y su estado emocional previo al fallecimiento, detectando posibles
estados depresivos, trastornos de la personalidad, intentos de suicidio
previos, comentarios de muerte o deseos de morir, cambios significativos,
problemas de pareja, familia, laborales o económicos.
Se tomarán también en cuenta si tenía metas o proyectos personales o profesionales
a corto, mediano y largo plazo.
Finalmente,
el dictamen o informe deberá dar luz al ministerio público sobre la
personalidad y el estado emocional de la persona previo a su muerte. Y si tenía
o no un comportamiento pre-suicida que hubiera influido para que se quitara la
muerte por su propia mano. Teniendo siempre presente que la conclusión será si
el sujeto tenía o no ideas suicidas, pensamientos de muerte o estados
depresivos previos a su deceso y nunca se asegurará que el sujeto se quitó la
vida por sí mismo.
Recientemente,
se han realizado trabajos de investigación, usando algún método de autopsia
psicológica, para trabajos de grupos etéreos del suicidio y fundamentalmente
para aspectos preventivos y también para la caracterización de la víctima de
homicidio y en un estudio de homicidio seguido de suicidio.
La sociedad americana de medicina (AMA) y la sociedad americana de psiquiatría
(APA), también usaron entrevistas semi estructuradas para el estudio del
suicidio consumado en médicos durante los años 1982 a 1984, el cuestionario
tenía 58 páginas, con datos de la historia médica, personal, familiar y
educacional, salud física y mental, relaciones interpersonales, vida familiar,
práctica profesional, circunstancias financieras.
En
el modelo de autopsia psicológica integrado la entrevista está totalmente
estructurada y sistematizado con más de 100 preguntas, con dos versiones el
MAPI -I para Suicidios y el MAPI -II para Homicidios.
Pero
de alguna manera en estas investigaciones, no se ha usado la técnica, como
surgió inicialmente, en las muertes indeterminadas o equivocas y más aún, para
su uso en el proceso penal. La gente de Psiquiatría y Psicología forense, que
trabaja en el área del derecho penal, puede usar esta técnica, que se emplea a
la manera histórica, inicial y como una prueba pericial más, dentro de la
acusación y sustentación durante el juicio oral.
La autopsia debe ser llevada por psicólogos ya sea clinico y/o forense y psiquiatras.
Fuentes:
Compilador red
www.cristianaraos.files.wordpress.com