No hay nada más
desconcertante para un hombre que encontrarse con una mujer que sufra trastorno
histriónico de la personalidad o viceversa.
Solamente constituyen
un trastorno cuando estos rasgos son inflexibles, desadaptativos y
persistentes. Su característica esencial es la emotividad generalizada y
excesiva y el comportamiento de búsqueda de atención, que provoca deterioro
funcional o malestar clínicamente significativo, y que se da en diversos
contextos. Las personas con trastorno de personalidad histriónica suelen
expresar sus emociones de manera exagerada. Suelen ser vanidosas y
egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A
menudo son seductoras en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho
no serlo. Buscan continuamente a alguien que les tranquilice, que apruebe lo
que hacen, y pueden enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga. Suelen
ser impulsivos y poco tolerantes a la frustración. Su estilo cognitivo es
extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a
menudo carece de detalles y es exagerado.
El trastorno
histriónico de la personalidad también es conocido como histeria. Lo sufren más
las mujeres aunque hay muchos hombre que lo tienen.
Surge en la infancia,
aunque sus características principales comiencen a mostrarse con más fuerza en
la juventud. Entre las causas más frecuentes: padres indiferentes o el refuerzo
por parte de los padres de conductas inadecuadas o una base neutral afectada, falta
de atención y cariño, maltrato psicológico, haber sufrido desprecios o
humillaciones, falta de valores en los modelos parentales. La autoestima baja,
los complejos con el aspecto físico y sentirse inferior a los demás son
elementos mantenedores de este tipo de personalidad.
Quien tiene una
personalidad histriónica se caracteriza por la teatralidad, la dramatización y en general, por una excesiva demanda de atención. Busca incansablemente la
aceptación y para lograr este objetivo pueden utilizar estrategias como la
seducción o el victimismo.
Característica según criterios
DSM 5
Situada en el grupo B
Patrón dominante de emotividad
excesiva y de búsqueda de atención, que comienzan en las primeras etapas de la
edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por 5 (o más)
de los hechos siguientes.
- Se siente incomodo en situaciones en las que no es el centro de atención.
- La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por un comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado.
- Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones.
- Utiliza constantemente el aspecto físico para atraer la atención.
- Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente en las impresiones y que carece de detalles.
- Muestra autodramatización, teatralidad y expresión exagerada de las emociones.
- Es sugestionable
- Considera que las relaciones son más estrechas de lo que son en realidad.
Los síntomas más
evidentes de la histeria son: mitomanía, sugestionabilidad, histrionismo,
conflictos sexuales. La histeria se caracteriza fundamentalmente por una
personalidad falsa, actuadora, egocentrista e irritable al extremo.
El cuadro sintomático
del trastorno histriónico de la personalidad va variando en función de la edad
del individuo. Las tendencias histriónicas que aparecen en los niños se
encuentran asociadas a conductas manipuladoras, de demanda e inmadurez. El
comportamiento de los adolescentes y los adultos histriónicos está más cerca
del prototipo que describe el DSM 4 TR y 5 y aparece asociado a la seducción,
teatralidad y pseudo-hipersexualidad.
Pruebas y Exámenes
El trastorno
histriónico de la personalidad se diagnostica con base en una valoración
psicológica que evalúa los antecedentes y gravedad de los síntomas. El médico puede
diagnosticar este trastorno observando en la persona:
- El comportamiento
- Los antecedentes
- La apariencia general
- La evaluación psicológica
En la Mujeres: La mujer que tiene
relaciones constantes, superfluas, estereotipadas, sexo fácil y carente de
placer real, generalmente es histérica (histriónica). Muchas veces la mujer con
trastorno histriónico seduce al hombre y cuando ya está a “punto” lo deja
“viendo lejos”. Sufren de gran
inestabilidad emocional, profundamente sugestionables y muy mentirosas. Tiene una relación amor-odio hacia el hombre.
Es la típica mujer que se queja de los hombres y de su soledad. Tiene escaso
control de los impulsos. Sus ataques de ira son fuertes y sus depresiones muy
profundas. Tiende a relacionarse con hombres obsesivos, agresivos y
controladores. Con eso reafirma “los hombres son malos”. Es fácil reconocer una
mujer con histeria: si la ves hablando de “todos sus novios”, de cómo la desean
y como los rechaza, vive tratando de ser el centro de atención. Inventa dramas,
mete en líos a la gente, solo por estar en medio, comúnmente sufre de muchas
dolencias físicas, reales o imaginarios, con eso se mantiene siempre como
centro de atención, vive en constante conflicto. El drama la llama y si no es
así, lo inventa.
En el trastorno
histriónico el conflicto sexual es usual. Generalmente son frígidas o
ninfómanas. Es siempre un área alterada. Una mujer que vive de relaciones
superficiales, altamente públicas y contando siempre sus intimidades, tiende a
ser histriónica
La mujer histérica
generalmente inventa historias de violaciones y abuso sexual, son mentirosas. Es típico inventar cuentos sobre otras personas. La mayoría de las mal llamadas “mujeres fáciles” en realidad son mujeres
que sufren de trastorno histriónico de la personalidad. Lamentablemente la
histeria es el trastorno que se estudia desde más tiempo y hasta ahora, la cura
es de muy baja incidencia
Una persona con
trastorno histriónico puede generar psicosis y llegar al extremo de tener
personalidades múltiples (identidad disociativa). Freud decía, una histérica en
las primeras sesiones, si le colocas una piedra en la cabeza y le dices que eso
cura, mejorará un tiempo.
En los Hombres: El hombre con trastorno
histriónico su carácter es marcadamente narcisista, pero no es un perverso. Es
el típico mujeriego (donjuanismo), mentiroso y parlanchín, obedecería al
estereotipo de "hombre macho", teatral, buscador de sensaciones,
egocéntrico, superficial y vanidoso. Humor cambiante, caprichos, celos,
necesidad permanente de ser el centro de atención, frivolidad, “labia”, Son
simuladores que precisan de esas satisfacciones, conquistas para afianzarse
como hombres, Son egocéntricos: Lo único importante es lo que les pasa a ellos,
son dependientes: necesitan imperiosamente de los otros. Para Freud el motivo
distintivo que gobierna el comportamiento de los histéricos es el “temor a la
pérdida del amor”. No se caracterizan
por su insistencia para llevar a la mujer a la cama o por una gran potencia
sexual, son mucho ruido y pocas nueces. Lo importante para ellos es exhibirse
con mujeres hermosas, aparentar, enmascarar algo que no es. Insatisfechos: Son
unos eternos insatisfechos, nadie nunca llena sus expectativas. Se muestran
simpáticos y sociables, de forma que suelen causar una buena primera impresión, que con el tiempo no
consiguen mantener. Para los hombres histéricos lo interesante es el proceso de
seducción, son “del príncipe azul al sapo perfecto”. Los hombres histéricos son
incapaces de construir una relación de pareja estable. Adicionalmente a su
miedo al compromiso, carecen de madurez emocional y tienden a sobreactuar su
manera de ser, adoptando actitudes caricaturescas, tiene “una falla en la estructuración
de su masculinidad”. Los hombres
histéricos son inestables, se acercan pero con una actitud ambigua, dejando
siempre la puerta abierta para salir corriendo en caso de ser necesario cuando
una relación se vuelve muy seria.
El cuerpo del hombre
histérico es una especie de pantalla en la que se proyecta un mundo irreal: Un
mundo que enmascara detrás de la necesidad de la mujer de estar con ese hombre,
la inseguridad, necesidad de constante aprobación y aceptación. Es el hombre
que promete y no cumple. Puedes ver en mi blog anterior “La psicología del
Mujeriego” algunas sintomatología más del hombre histérico.
Sin embargo, se trata
de un trastorno que suele tener características diferentes según se presenten
en hombres o mujeres. Hay en este trastorno probabilidad de disfunciones
sexuales, anorgasmia e impotencia. Buscan la novedad, la estimulación y la
excitación, y tienen tendencia a aburrirse con su rutina habitual, son poco
tolerantes y se sienten frustrados cuando se les retrasa la gratificación, sus
actos van encaminados a la gratificación inmediata. Comienza las actividades
con mucho interés y entusiasmo, pero su interés se desvanece rápidamente. Creo
que hay más hombres que pueden tener el trastorno de los que reciben el
diagnóstico.
Si en el Siglo XXI
reina la histeria masculina, entonces, ¿la histeria femenina disminuyó? Puede
ser ya que uno de los componentes fundamentales de la histeria es la represión
de la sexualidad y la mujer, hoy en día, tiene mayor libertad en ese
aspecto.
Si el hombre histérico
consigue vencer la compulsión a la rivalidad asustadiza en la lucha por el
falo, puede ser un compañero sexualmente correcto y un padre, algo maternal.
Porque la histeria asintomática, la histeria como estructura vital, es el final
feliz de la neurosis.
Tratamiento
Las personas con esta
afección a menudo buscan tratamiento cuando experimentan depresión o ansiedad
por relaciones sentimentales fallidas u otros conflictos con personas. Este
trastorno puede mejorar con psicoterapia y algunas veces medicamentos.
El psicoanálisis para muchos es una terapia obsoleta, la misma es la más efectiva contra la histeria, aunque hoy en día hay variadas formas de métodos de intervención psicoterapeuticos y con resultados altamente eficaces. Toda histérica mejora en las primeras sesiones, pero luego se abandona, se enamora del terapeuta o sencillamente inventa que este la sedujo. La mayoría de las denuncias hechas hacia psicólogos y psiquiatras de seducción sexual, proviene de histéricas. Muchos de mis colegas se niegan a tratar mujeres con histeria. Saben que se someten a ser desprestigiados por ellas.
El psicoanálisis para muchos es una terapia obsoleta, la misma es la más efectiva contra la histeria, aunque hoy en día hay variadas formas de métodos de intervención psicoterapeuticos y con resultados altamente eficaces. Toda histérica mejora en las primeras sesiones, pero luego se abandona, se enamora del terapeuta o sencillamente inventa que este la sedujo. La mayoría de las denuncias hechas hacia psicólogos y psiquiatras de seducción sexual, proviene de histéricas. Muchos de mis colegas se niegan a tratar mujeres con histeria. Saben que se someten a ser desprestigiados por ellas.
Complicaciones
Este trastorno puede
afectar las relaciones sociales o sentimentales. La persona puede ser incapaz
de hacerle frente a las pérdidas o fracasos. Puede cambiar de trabajo
frecuentemente, debido al aburrimiento o a su incapacidad de hacerle frente a
la frustración. Una persona con este trastorno anhela cosas nuevas y
excitantes, lo cual la conduce a situaciones arriesgadas. Aquellos que sufren
de este trastorno a menudo no logran ver su propia situación en forma realista
y tienden por el contrario a sobreactuar y exagerar, además, generalmente
culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones. Todos estos factores
pueden llevar a una mayor probabilidad de depresión. En histeria clásica puede
volverse dependiente de analgésicos o sedantes.
Prevención y Asistencia
Médica/psicológica.
Se debe buscar
asistencia médica si se presentan síntomas que sugieren la presencia de este
trastorno, en especial si comienzan a afectar el bienestar de la persona, sus
relaciones interpersonales o la capacidad para mantener un trabajo. La intervención
de profesionales expertos en salud mental puede ayudar a las personas
predispuestas a desarrollar este trastorno para aprender formas más productivas
de entender y enfrentarse a las situaciones de su vida cotidiana.