martes, 20 de septiembre de 2016

Mitos del Amor

Es significativo cómo el 80% de las parejas que acuden a terapia mantienen algún mito sobre el amor que intoxica su relación.
Cuando hablo de mitos, me refiero a un conjunto de creencias compartidas por gran parte de la sociedad que ni es verdadero ni están validadas de ninguna manera, sin embargo se transmiten de generación en generación.

Los mitos sobre el amor son creencias comúnmente erróneas. Normalmente los mitos sirven para que no nos salgamos de unas normas que nuestra sociedad ha aceptado y suelen ser difíciles de rebatir porque se parecen a algo como "esto es así porque ha sido así toda la vida" o "ya me lo decía mi abuela".La gracia de los mitos sobre el amor es que los podemos desmontar e incluso los podemos desterrar. 

Te animo a que te cuestiones y  te deshagas cuanto antes estos 10 mitos sobre el amor porque lo único que hacen es complicarte e incluso amargarte la vida.

1. No se puede ser feliz sin pareja

¿Te suena? Seguro que si te está llevando más tiempo del "normal" (¿normal para quién?) encontrar pareja la habrás oído más de una vez. Y es que solo o sola parece ser que no se puede ser feliz. Las personas que defiende este mito con gran rotundidad seguramente no han tenido la oportunidad de descubrir los placeres que oculta la soltería o se les ha olvidado que hay gente que malvive en pareja por miedo a la soledad. Déjate de cuentos y disfruta de la vida sea cuál sea tu estado civil. Tener pareja es una elección personal y no un requisito indispensable para ser feliz

2. Solo hay una media naranja para cada persona.

Según este mito sobre el amor tenemos una pareja predestinada que debemos encontrar. Vaya que si has dejado pasar al amor de tu vida, lo tuyo ya no va a tener remedio. Y digo yo, si se me escapa el tren de las 9,15 ¿no pasa otro a las 10? De verdad, ¿crees que es así?

Su aceptación podría llevar a un nivel de exigencia excesivamente elevado en la relación de pareja, con el consiguiente riesgo de decepción, o de una tolerancia excesiva al considerar que siendo la pareja ideal hay que permitirle más o esforzarse más (uno/a mismo/a) para que las cosas vayan bien (pudiendo llegarse a la dependencia afectiva).

3. Sin ti no soy nada.

Viene a ser una variante de las anteriores, sin pareja no eres nada y sin tu pareja menos aún. Una cosa es que si se rompe tu relación de pareja sea muy duro, difícil y dolorosa y otra cosa muy distinta es que tú sin tu pareja no seas nada. Tú eres una naranja entera y si no lo eres debes cuidarte para conseguir serlo, pero no busques una mitad que te sirva de muleta ni ates a tu pareja por miedo a la desintegración. A veces está de más hablar sobre este tema.

4. El amor todo lo puede.

Es bonito pensarlo así, pero es imposible. Nuestra energía y nuestro tiempo son limitados, por lo que nuestro amor también lo es. El amor es un buen motor para intentar mover montañas pero hay montañas que se resisten a ser movidas. El amor es un requisito necesario para que una relación de pareja sea sana. Han de existir otros elementos como un proyecto en común, unos valores afines, un tiempo elegido para disfrutar en común, admiración y deseos de compartir con e l otro, atracción sexual, etc Hay situaciones que nos trae la vida que ponen mucha presión sobre la relación de pareja y no siempre el amor es suficiente para superarlas. Hay personas que por mucho que se quieran no les hace ningún bien estar juntas. Caracteres opuestos, diferentes expectativas de vida, problemas del pasado sin resolver, etc pueden hacer que se acabe la paciencia antes que el amor..

Este mito puede ser usado como una excusa para no modificar determinados comportamientos o actitudes, o llevar la negación de los conflictos de pareja, dificultando su afrontamiento.

5. No hay amor verdadero sin sufrimiento.

Hemos venido a este mundo a sufrir, ¿todavía no lo tienes claro? Yo no, la verdad, sé que a muchas personas la relación de pareja les genera inseguridad, miedo, desconfianza...Y la verdad es que me sabe muy mal y creo que hay mucho que pueden aprender para poder disfrutar de su relación. En una pareja no todos los días sale el sol y llueven corazones del cielo pero cuando uno está donde quiere estar ¿por qué tiene que estar sufriendo? Aquí sufre el que quiere.

Suele usarse habitualmente para justificar comportamientos egoístas, injustos, represivos y, en ocasiones, violentos y aparece en algunos de los modelos explicativos multicausales como uno de los antecedentes de la violencia de género

6. Mito de la exclusividad.

Aquí estamos hablando de posesión. Y si de verdad me quiere pues entonces tiene que hacer esto, esto y esto. ¿Qué pasa si no lo hace? Esta posesividad puede tener consecuencias fatales, cuidado con ella.  Ejemplo, ser fiel es una decisión y un coste que asumimos a cambio de los beneficios que nos ofrece una relación de pareja estable.

7. Quien bien te quiere te hará llorar.

Lo que a mí me explicaron de niño es que las personas que realmente te quieren, te dirán las cosas como son aunque te puedan hacer daño. Por ahí puedo aceptar este dicho pero pensar que si mi pareja me hace llorar es señal de que me quiere me parece un poco más retorcido. ¿A quién le gusta hacer llorar a las personas que quiere?

8. Los celos demuestran amor.

Parece que este mito fue promovido por la cristiandad con el objetivo de fomentar la fidelidad y la exclusividad en la pareja. Según este mito si de verdad quieres a alguien, deberás estar sufriendo constamente por si te engaña y si no sufres es que tienes algún problema. Pues no, para mí la relación de pareja se basa en la confianza y si de verdad quieres apostar por tu relación te sale más a cuenta invertir en confianza que invertir en recelo y en miedo. Los celos NO son signo de amor, sino de inseguridad y dependencia. Además son una de las emociones que más pueden deteriorar una relación de pareja.

Una relación debe basarse en la libertad y en la confianza y aunque los celos pueden aparecer jamás deben sobrepasar ciertos límites.

9. El amor verdadero es eterno.

Este mito sobre el amor seguro que te suena a que el matrimonio es para toda la vida y estoy seguro de que son muchas las parejas que se unen con este noble objetivo, seguir juntos para siempre. Sin embargo no todas lo consiguen. Independientemente de que sea cierto que hoy en día construimos parejas de usar y tirar, lo que parece claro es que hoy por hoy y para muchas personas, el amor no siempre es eterno y no por ello van a ir directos al infierno.

Los estudios sobre el tema coinciden en señalar que la pasión amorosa tiene “fecha de caducidad” con lo que esta creencia puede tener consecuencias negativas sobre la estabilidad emocional de la persona y de la pareja.

10. El amor verdadero lo aguanta todo.

¿Que tu pareja te pega? aguanta hija o hijo, aguanta ¿que tu pareja tiene otro (a) amante? aguanta, que lo importante es la familia. Y así sucesivamente. Suena a un discurso de los de antes, de las abuelas y los abuelos, pero no está tan olvidado como nos gustaría. De hecho he oído más de una vez en la consulta que si tu pareja no te pega pues todo lo demás se puede aguantar. Hoy en día esperamos de nuestra pareja algo más que un status y la estrategia de aguantar ya no funciona.

11. Y la lista no termina aquí...

En fin la lista es larga y lo más preocupante es que hay muchos adolescentes que creen ciegamente todos estos mitos. Algunos son solo inocentes y utópicos, pero otros relacionados con el control, la posesividad y los celos pueden llegar a ser muy peligrosos y se relacionan claramente con la violencia/maltrato/abuso en la pareja así que cuidado con ellos. Si conseguimos revisar nuestras creencias, derribar estos mitos y construir relaciones de pareja basadas en la libertad, el respeto y partiendo del amor por uno mismo, tendremos muchas más posibilidades de lograr la plenitud y la felicidad en el terreno amoroso.

Al final no somos dueños de nuestra elección, el amor es inconsciente, se basa en un proceso bioquímico cerebral. Por esto sugiero olvidarse de esos mitos, lineamientos vagos que instan a amar insanamente, considero necesario deliberar conscientemente a quién amar, en a quién invertir nuestro tiempo y atención, y a quién propiciar nuestras más valiosas emociones.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Maltrato Infantil y Psicoanálisis

La violencia implica una regresión al narcisismo primitivo y su omnipotencia.
Considero que la aproximación psicoanalítica de orientación Freudiana y Lacaniana permite una mejor comprensión de la subjetividad y de los elementos inconscientes en la dinámica familiar que conducen a la generación del maltrato infantil.

El maltrato emocional o psicológico se da en aquellas situaciones en las que los individuos significativos de quienes depende el sujeto lo descalifican, humillan, discriminan, ignoran sus sentimientos, someten su voluntad o lo subordinan en distintos aspectos de su existencia que inciden en su dignidad, autoestima e integridad psíquica y moral.

Las familias violentas son generalmente familias muy cerradas, en las que no hay un intercambio fluido con el resto del mundo. Los vínculos intrafamiliares son de pegoteo y desconexión afectiva. Una familia que venga sembrando sus vínculos entre familiares con violencia no podrá sembrar sino violencia hacia la generación futura y no podrá sino desbordar violencia hacia fuera de su familia. El espiral violento se retroalimenta y se incrementa.

La subjetivación del maltrato, de la significación que un niño puede asignarle a un suceso violento sufrido sobre su persona, sobre su cuerpo, dependerá en gran medida las consecuencias que pueda acarrear sobre su funcionamiento psíquico en los diversos momentos de su vida. Un maltrato que ha logrado ser significativo plantea un mejor pronóstico para el niño, en tanto ha podido simbolizar, aunque sea de manera parcial, la violencia recibida. Siempre quedará un resto que no ha podido pasar por el registro del significante, es lo que llamamos con Lacan lo real. Lo real constituye el núcleo refractario a la elaboración subjetiva del trauma psíquico ocasionado por el maltrato.

Los efectos posibles del maltrato infantil en la estructuración subjetiva son:
  • Anulación de la conciencia en tanto registro de cualidades y sensaciones. Cuando el maltrato se da desde los primeros momentos de la vida, se pierde la posibilidad de diferenciar sensaciones, todo es igual; no hay diferencias. Habitualmente, en los niños con padres “suficientemente buenos” puede cualificar el mundo, registrar diferencias y sentirse vivo, sin ser sacudido por emociones fuertes. Puede sentir placer en el contacto tierno, en escuchar música, en leer un cuento. Estos chicos golpeados, maltratados, no. Son chicos que quedan anestesiados, con una parte muerta y que necesitan ser sacudidos. Suelen buscar el peligro, jugar con la posibilidad de un accidente, drogarse, golpearse contra el mundo (como los que juegan en las vías del tren a esquivarlo), buscando sensaciones “fuertes”. La sensación es de estar muerto-vivo: entran en apatía afectiva (como los sobrevivientes de los campos de concentración). Se anula la capacidad de registrar los afectos. La apatía es efecto de la pulsión de muerte. La anestesia afectiva deja al sujeto en un estado de desvitalización. Predomina un sentimiento mortecino, un estado de sopor, sin conciencia, en el que no pueden anticipar situaciones posteriores. Como todo les parece igual esperan que la vitalidad sea sostenida desde los golpes del contexto. Cuando la coraza antiestímulo se construyó pero quedó arrasada, el mundo de las impresiones sensoriales, en el mejor de los casos, trabaja defectuosamente, las inscripciones psíquicas están empobrecidas y las preexistentes no reciben investidura porque toda la economía pulsional está trastocada.
  • Tendencia a la desinscripción, a la desinvestidura, a la desconexión: tienden a “excorporar” (Green) o a expulsar violentamente toda investidura, lo que deriva en un vacío. Toda representación puede ser dolorosa y hasta el proceso mismo de investir e inscribir puede ser intolerable. Ha quedado un terreno arrasado, mantienen “pedazos muertos” a nivel representacional. Trastornos graves de pensamiento pueden predominar en estos niños. No pueden ligar ni conectar lo inscripto. En el niño puede producirse un desinvestimiento desobjetalizante que se manifiesta por la extinción de la actividad proyectiva, con el sentimiento de muerte psíquica. Esto trae como consecuencia perturbaciones del funcionamiento mental, que pueden quedar acompañados por desorganizaciones somáticas graves, con pobreza de las actividades psíquicas o carencia de su investimiento.
  • Confusión identificatoria: Quedan arrasados sus ejes identificatorios (como en los campos de concentración y en los hospicios). El niño se pierde en la nebulosa de no saber quién es. A veces, puede salir de la confusión ubicando un enemigo externo, o un mundo externo como peligroso. Otras veces, adquiere una identidad por identificación con aquello que los otros suponen que lo define: malo, tonto, etc. Muchas veces, en los niños la idea de ser malvados se instala como modo de justificar el maltrato.
  • Repliegue narcisista, con la construcción de una coraza. Son niños que permanecen como animales heridos, recluidos en su cueva. Algunos pueden sobreadaptarse, mientras la libido inviste los órganos del cuerpo en forma patológica. Otros, salen del encierro con un estado de apronte angustioso permanente (pendiente de olores, ruidos, etc.). Así, una mujer que fue muy golpeada por sus padres de chica, no podía cerrar la puerta de su habitación y se pasaba toda la noche en una especie de duermevela, pendiente de la respiración de su hija de ocho años, como si la niña se pudiese morir en cualquier momento. La conexión con su hija se daba a través de las funciones más elementales, como respirar, dormir, comer.
  • Repetición de la vivencia en su forma activa o pasiva: a) hacer activo lo pasivo (identificación con el agresor) b) buscando que alguien se haga cargo de que la repetición textual se dé (buscar otro agresor). Lo que se torna ineludible es la repetición de la vivencia. Un niño puede repetir vivencias de sus padres o abuelos, que les han sido transmitidas sin palabras. Hay muchas veces, tal como plantea Freud, un intento ligador. Pero en el caso de los niños maltratados desde momentos muy tempranos de su vida, la repetición más que de un vínculo doloroso, es repetición de un dolor arrasante y de un vaciamiento representacional.
  • Irrupciones del proceso primario: Dificultad en la consolidación de la represión primaria (como se desarrolló anteriormente), por lo que hay por momentos producciones bizarras (como en Tomás). Cuando los padres maltratan al hijo, el contexto cae como protector. Se impide entonces la estructuración del pensamiento, se anula la posibilidad de simbolizar, se producen desestructuraciones yoicas o identificaciones patológicas con lo rechazado y se imponen como defensas la desmentida y la desestimación.
  • Actitud vengativa frente al mundo: “algo me han hecho y merece un pago”, acompañado de la dificultad en la construcción de soportes éticos. Esto lleva a situaciones de delincuencia en niños que han sufrido deprivación (lo que ha sido desarrollado fundamentalmente por D. Winnicott) (6).
  • Déficit de atención: cuando hay ausencia de estimulación o un exceso permanente, no se constituye la investidura de atención en relación al mundo (que se crea como consecuencia de un vínculo). Coincide con el “alerta permanente” del que habla Lewis Herman. Sabemos que el mundo no es investido automáticamente, o que lo que se inviste casi automáticamente son las sensaciones (la conciencia primaria de S. Freud). Pero para que haya registro de cualidades, de matices, se debe diferenciar estímulo y pulsión, para lo cual los estímulos externos no deben ser continuos, sino que tiene que haber intervalos. En estos niños el mundo queda compuesto por infinidad de estímulos iguales, equivalentes y es imposible sostener una investidura estable. Son niños que presentan dificultades escolares por no poder concentrarse en las palabras del maestro, en tanto todo ruido, todo gesto pueden ser atemorizantes. Es bastante frecuente que niños criados en un ambiente de mucho abandono o que han sufrido migraciones o privaciones importantes, estén totalmente desatentos en clase, en tanto la violencia deja, entre otras marcas, tanto una tendencia a la desinvestidura como un estado de alerta permanente que es acompañado, a veces, con la búsqueda de estímulos fuertes. Considero que el circuito: violencia-desatención-búsqueda de estímulos fuertes en el mundo-adicción, es una de las vías posibles a pensar en los niños desatentos. Luego, en el esfuerzo por reinvestir la realidad son coleccionistas de traumas a posteriori: reaccionan demasiado tarde, a destiempo. Al no estar atentos a lo que pasa en el mundo, las situaciones les suceden sin que puedan poner en marcha la angustia señal.
  • En relación a la motricidad, suelen tener una actividad de descarga, desorganizada. Allí donde se tendrían que haber inscripto las marcas del placer, sobre todo en relación al movimiento y al dominio del mundo y del cuerpo, han quedado agujeros. Suelen predominar los procedimientos autocalmantes.
  • Ligazón del dolor con el erotismo (co-excitación libidinal) que lleva al goce masoquista.
En la elaboración del trauma en el infante, la cuestión será qué posibilidades ha tenido ese niño de instaurar condiciones de ligazón, de elaboración y de simbolización como para afrontar después las situaciones traumáticas. También esto marca la diferencia entre las situaciones en las que el maltrato fue efectuado por otros ajenos al medio familiar o es efecto de situaciones sociales, y cuando dependió de la propia familia. Mientras que en el primer caso el maltrato se inscribe como un choque violento, una efracción, un acontecimiento implantado en el psiquismo como un cuerpo extraño, en el último caso, el psiquismo se estructura en la situación de violencia misma. Se hace mucho más difícil para el niño, entonces, constituir los “sostenes” internos para no ser arrasado por el maltrato.

El analista es testigo privilegiado que puede, trabajando en la línea de la defensa de la vida, ir ayudando al niño a armar un relato, una historia, una trama que sostenga allí donde sólo quedaban las marcas del dolor.

Es fundamental que se puedan ir recomponiendo, de a poco, los lazos con el mundo. Para lo cual habrá que ir descendiendo a los infiernos del maltrato, contactándose con los aspectos muertos del paciente, para poder significar, dando lugar a nuevas investiduras libidinales y abriendo posibilidades creativas. 

"El maltrato o vejación de menores abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia, explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. Limitar la consideración del problema a la sola dimensión legal social o médica conlleva ignorar el estatuto del sujeto en sus implicaciones familiares y su subsecuente devenir".

Compilador de la red

viernes, 9 de septiembre de 2016

Trastorno Negativista Desafiante: Manejo Conductual y Afectivo

Los niños con trastorno negativista desafiante (TND) o trastorno oposicional desafiante (TOD). Muestran actitudes desafiante, desobediencia, hostilidad, rabietas, se niega a cumplir reglas impuestas por la figura adulta, comúnmente molesta a los demás, es irritable, muestra resentimiento, es rencoroso y vengativo, es agresivo, le cuesta tener amigos, problemas en el rendimiento escolar, tiene baja autoestima, piensa que todo el mundo está en contra de él. Hay un patrón de falta de cooperación, desafío y comportamiento hostil hacia las figuras de autoridad que interfiere seriamente con el funcionamiento del día a día.
Se trata de más de un comportamiento recurrente y persistente en la que se desafían las órdenes de las figuras de autoridad, comprobando una y otra vez los límites establecidos, ignorando órdenes, discutiendo, mostrando hostilidad hacia compañeros o adultos. En los años escolares puede haber baja autoestima, labilidad emocional, poca tolerancia a la frustración, uso de palabrotas, uso temprano de alcohol, tabaco y substancias ilegales. Son frecuentes los conflictos con padres, profesores y compañeros.

Hay algunos factores de riesgo que potencia que se desencadene el trastorno, como por ejemplo: limitaciones en el desarrollo de la capacidad creativa y emocional de tu hijo, falta de supervisión, falta de límites, consentimiento en exceso, falta de participación positiva en la vida del hijo, familiares con antecedentes de TDAH o TND o problemas de conducta, disciplina inexistente o exagerada, estar expuesto a abuso, negligencia o maltrato, problemas o inestabilidad familiar, Ausencia o no integración hacia el vínculo paterno o materno, desequilibrios de sustancias químicas en el cerebro, los cambios estresantes en el núcleo familiar, mudanzas o el cambio de escuela, un divorcio o discusiones en casa de forma continua, etc..

Disciplinar a los niños puede ser un desafío para los padres bajo circunstancias ideales, y cuando tu hijo tiene trastorno negativista desafiante, éste desafío se multiplica varias veces.

Recurrir a los servicios de un psicólogo clínico o psiquiatra para ayudar a tu niño. Según la intensidad de la patología se puede incorporar la psicoterapia o incluso el tratamiento farmacológico. La terapia está diseñada para otorgarle las armas que le permitan controlar la conducta indeseada. Asiste a encuentros familiares con el psicólogo para obtener asistencia con los problemas de la dinámica familiar. Coordinar las actuaciones en casa con las del profesional, y llevar a tu hijo a terapia individual o también a terapia familiar.

Sigue estos pasos para aprender más sobre cómo disciplinar eficazmente a un niño con trastorno negativista desafiante.

Sugerencias para Padres
  • Contacta a un profesional de salud mental, un centro de defensa o médico de cabecera de tu hijo para obtener ayuda mental para el mismo. Haz que tu niño sea evaluado. A veces, hay otros problemas que acompañan el trastorno negativista desafiante, tales como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, trastorno bipolar, antisocial o conducta disocial, trastorno de ánimo o depresión. También pueden aparecer trastornos del aprendizaje y trastornos de la comunicación.
  • Asiste a programas de capacitación para padres y aprende todo lo posible sobre el trastorno negativista desafiante. Cuanto más sepas sobre éste desorden, más eficaces serán tus técnicas de disciplina.
  • Busca información acerca del trastorno negativista desafiante, deberás entender qué es e intentar comprenderlo, así como ayudar a tu hijo a entenderlo. Para poder ayudar, primero hay que entender. Entender los síntomas del trastorno, entender las crisis que ocasiona y cuáles son los comportamientos más comunes.
  • Entender que no solo consiste en cambiar la conducta del niño para que mejore, si no también, entrenarnos como padres para poder manejar mejor las situaciones sin que ello provoque angustia o malestar. Reconocer y aceptar que las interacciones dentro de la familia son reciprocas. La conducta de los padres estará muy influenciada por la conducta del niño y viceversa.
  • En importante establecer límites y normas en casa, y asegúrense que se cumplan siendo claros y conciso.
  • Utiliza el refuerzo positivo. En lugar de siempre señalar las cosas que tu hijo hace mal, tómate el tiempo para hacerle saber que notas y aprecias cuando él se comporta bien y sigue las reglas. La regla básica del afianzamiento positivo es ponderar a tu niño por su buena conducta, en lugar de señalar constantemente la negativa. “Se recomienda de implantar un programa de incentivos antes de utilizar los castigos”.
  • Prestar atención a los comportamientos positivos y reforzándolos usando el elogio, el reconocimiento o el agradecimiento.
  • Anticipe las situaciones problemáticas y explique los comportamientos inaceptables.
  • Abstente de castigar al niño hasta que te hayas calmado. Perder la compostura y discutir tendrá como único resultado activar la ira de tu niño. Cuando te sientas enojado, vete y recobra la compostura antes de hablar con el niño e imponerle castigos. Si el comportamiento de tu hijo no representa un peligro para sí mismo o para otros, ignóralo.
  • Nota: Tanto el premio como el castigo deben estar dirigidos a una conducta específica, nunca a aspectos generales Y el castigo debe ser proporcionado a la transgresión, no al grado de impaciencia o frustración que haya generado en los padres. Los castigos deben ser en forma asertiva.
  • Hágale notar las consecuencias de su comportamiento.
  • Si una conducta se ha considerado intolerable un día, también será la misma consideración  cuando se presente otro día.
  • Pon en práctica treguas cuando el niño esté encolerizado. Argumentar con un niño TOD (TND) desafiante e irracional es, casi siempre, un camino seguro hacia el fracaso. Una tregua se da cuando el niño va a un lugar sereno para apaciguar su conducta colérica. Un lugar habitual para la tregua es la habitación infantil. Los niños necesitan tiempo para aprender a controlar sus emociones. Si él se niega a tomar una tregua e insiste en discutir, mantén la compostura y resiste la urgencia de continuar la discusión. En lugar de hacerlo, vete y di: "Volveré a discutir la situación cuando te hayas calmado."
  • Realiza una lista con las normas familiares y sus consecuencias. Repasa la lista con tu niño y responde cualquier pregunta que pueda surgir. Elige consecuencias para el quebrantamiento de reglas que tengan sentido y que no sean demasiado severas, de modo tal que puedas aplicarlas cuando surja la necesidad.
  • Se realista acerca de las capacidades de tu hijo. Ten en cuenta la edad de tu niño y su nivel de desarrollo cuando estés fijando las expectativas de comportamiento. Tener expectativas poco realistas puede hacer que te sientas frustrado; haz que tu niño se sienta inadecuado y lo conducirás a mayores problemas de comportamiento.
  • Cuida tu relación de pareja para evitar conflictos en casa que pueden ocasionar más problemas. Apoya a tu cónyuge cuando trata con tu niño. Discutan técnicas parentales cuando el niño no se encuentre presente, y lleguen a un acuerdo acerca de los métodos para enfrentar la conducta desafiante. Discutir frente al niño provoca confusión, y aleja el foco de su conducta desafiante, evitando encontrar una solución al problema.
  • Promueve conversaciones familiares habituales para discutir temas conductuales. El momento de las conversaciones familiares debería ser un foro abierto de discusión, donde no exista el temor al castigo por expresar opiniones o sentimientos. Las discusiones familiares permiten a la familia promover el entendimiento entre todos. Estos momentos solamente dan resultado cuando la familia no está en medio de un conflicto. Son óptimas cuando todos están de buen humor.
  • Informa a los maestros y consejeros escolares acerca de la conducta del niño. Discutan cómo manejar los problemas que surjan en el ámbito escolar. Mantén el contacto con el personal de la escuela para vigilar la conducta de tu niño, y su desarrollo.
  • Tienes que tener presente que en el desarrollo de tu hijo habrá momentos en su vida que su actitud oposicionista será totalmente normal y nada tendrá que ver con tener un trastorno.
  • Coordina tu actuación con las personas que también pasan tiempo con tu hijo.
  • Come bien, haz ejercicio y descansa lo suficiente. Cuidar de ti mismo te equipará mejor para manejar el estrés asociado con el disciplinar a tu hijo (a).
  • Si te sientes desbordado/a, pide ayuda a profesionales.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Disfuncion Eréctil

Cada vez son más las consultas que recibo sobre problemas de erección en hombres jóvenes y adultos sin factores de riesgo para padecer un trastorno orgánico.
Generalmente, la función sexual masculina normal comienza con el deseo sexual o libido que ocurre por la estimulación del cerebro, el sistema nervioso, los vasos sanguíneos y las hormonas, lo que conlleva a la erección del pene, la liberación de semen (eyaculación) y termina finalmente con tener un orgasmo. Una erección se logra cuando el conjunto de tejidos esponjosos del pene, es decir, los cuerpos cavernosos, se relaja para permitir el flujo de sangre que resulta en la expansión y la firmeza del pene. Al finalizar la erección, la sangre sale y el pene se relaja.

Cuando hay una interrupción o deterioro de este proceso, se producen los problemas de erección; esto suele ser resultado de varias causas: psicológicas, neurológicas, hormonales o vasculares. Todo esto dará lugar a la incapacidad del hombre para lograr o mantener una buena erección que funcione para una actividad sexual satisfactoria. Esta situación es lo que se conoce generalmente como la impotencia masculina o disfunción eréctil.

¿Qué son los problemas de erección?

Hablar sobre los problemas de erección puede ser incómodo para usted, pero si sufre de problemas para lograr o mantener una erección, usted tiene buenas razones para hablar con un médico. Los problemas de erección no sólo interfieren con su vida sexual, también pueden ser un síntoma de otros problemas de salud.

Los problemas de erección pueden ser un síntoma de que sus vasos sanguíneos están obstruidos, o de que ha sufrido daño en los nervios a causa de la diabetes. Si usted no consulta a su médico, no recibirá tratamiento para estos problemas y su salud podrá verse afectada.

En el pasado, a los problemas de erección se los denominaba "impotencia". Ahora el término más común es "disfunción eréctil". Ésta dificultad puede deberse a problemas orgánicos o psicológicos.

Si bien es la falta de una buena erección ésta se tiene que dar con repetición, es decir, una vez o algunas frustradas erecciones sin la dureza suficiente del miembro o sin respuesta alguna de éste, pero en forma aislada, o de vez en cuando no es necesariamente un trastorno, una disfunción sexual; para que lo sea es necesario que al menos una de cada 4 intentos sea sin la necesaria rigidez del miembro a la hora del sexo (al menos el 25 por ciento de las veces el miembro no responde con una buena erección).

¿Cuáles son las causas de la disfunción eréctil?

Distintas afecciones pueden dar lugar a la disfunción eréctil. La mayoría de estas afecciones son problemas de salud que afectan al corazón y los vasos sanguíneos y que requieren tratamiento médico, a fin de ayudar a prevenir problemas de salud más graves.

Entre las causas comunes de problemas de erección están:
  • Enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, afecciones cardíacas y de la tiroides, mala circulación, depresión o trastornos neurológicos (como esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson).
  • Medicamentos como los fármacos para la presión arterial (especialmente betabloqueadores), para el corazón (como digoxina), algunos medicamentos para las úlceras pépticas, pastillas para dormir y antidepresivos.
  • Daño a nervios a causa de cirugía de la próstata.
  • Tratamientos para el cáncer de próstata, inclusive la radioterapia y la cirugía de extirpación de próstata
  • La esclerosis múltiple y otras enfermedades que afectan al sistema nervioso
  • Consumo de nicotina, alcohol o cocaína.
  • Mala comunicación con la pareja.
  • Sentimientos repetitivos de duda y fracaso
  • Lesión de la médula espinal.
  • Estrés, miedo, ansiedad o enojo.
  • Consumo de drogas
  • Descenso del nivel de testosterona
  • Entre otras causas orgánicas.
  • Expectativas sexuales irreales, que hacen del sexo una tarea en lugar de un placer.
Los médicos solían pensar que la mayoría de los casos de disfunción eréctil eran problemas mentales o emocionales. Ahora sabemos que la mayoría de los casos tiene una causa física. Sin embargo, la depresión, las preocupaciones o la ansiedad también pueden causar disfunción eréctil. Del mismo modo, la disfunción eréctil por causas físicas puede llevar a la depresión y la preocupación, empeorando la disfunción eréctil.

Nota: Su médico puede cambiar su tratamiento con medicamentos. Nunca deje de tomar un medicamento que le fue recetado sin hablar primero con su médico.

No se debe suponer que la disfunción eréctil es parte del proceso normal de envejecimiento. Es muy probable que la causa sea otra.

¿Qué sucederá en el consultorio del médico?

Hablar sobre la disfunción eréctil puede ser incómodo. Cuando consulte a su médico trate de usar frases como "he tenido problemas en el dormitorio últimamente" o "he tenido problemas de erección". Recuerde que una vida sexual sana es parte de una vida sana. No sienta vergüenza de buscar ayuda. La disfunción eréctil es un problema de salud y su médico trata problemas de salud todos los días. Si la conversación con su médico no lo hace sentir cómodo, pida un referido a otro médico. Su médico tal vez le recomiende que consulte a un urólogo o psicologo clinico.

Quizá su pareja quiera acompañarlo a la consulta con el médico. Muchos médicos afirman que la disfunción eréctil es más fácil de tratar cuando se involucran ambos integrantes de la pareja. Para determinar la causa de su disfunción eréctil, el médico tomará sus antecedentes médicos completos y le hará un examen físico.

Examen físico

Un examen físico puede ayudar al médico a encontrar la causa de su disfunción eréctil. Como parte del examen, el médico examinará sus testículos y su pene, tomará su presión arterial y examinará cómo están sus reflejos. Le extraerá una muestra de sangre para analizar si tiene diabetes, su nivel de colesterol y otras afecciones que puedan estar relacionadas con la disfunción eréctil.

Tratamiento psicológico

Si se ha descartado que exista una causa física de la disfunción eréctil, lo más adecuado es acudir a un sexólogo o psicólogo clínico.

El tratamiento de la impotencia por medio de psicoterapia implica la ayuda de un profesional y consiste en analizar y expresar nuestros temores, así como los factores que pudieron desencadenar la disfunción. Igualmente se analizan y se tratan los problemas de intimidad y confianza con la pareja.

Desventajas: Cuando no se cuenta con una pareja estable suelen obtenerse escasos resultados, en cuyo caso es mejor adoptar un enfoque cognitivo conductual.

Más que enfocarse en el pasado, el tratamiento de la impotencia mediante el uso de terapia conductual se centra en eliminar la ansiedad, temores y malos hábitos a través de ejercicios de re-educación, toma de conciencia del cuerpo y algunas prácticas en pareja.

El tratamiento psicológico de la disfunción eréctil tiene una elevada eficacia, especialmente cuando el problema aparece de forma aislada y no asociado a otros factores físicos. En estos casos, el tratamiento de la disfunción eréctil se basa principalmente en la reeducación de los comportamientos y actitudes sexuales, la focalización sensorial y el manejo de la ansiedad asociada al rendimiento sexual.

En los casos en que la disfunción eréctil se relaciona con otros problemas derivados de la relación de pareja, o con otros problemas psicológicos, etc. es importante que el psicólogo evalúe la forma en que dichos factores contribuyen al mantenimiento del problema para incluirlos también en el tratamiento.

Algunas consideraciones a tratar:
  • Ansiedad de rendimiento
  • Conflictos en la relación de pareja
  • Miedo al embarazo o a las enfermedades de transmisión sexual
  • Estrés
  • Preferencias sexuales
  • Vinculación al objeto de deseo
  • Fantasías y fetiches
  • Exposición o prohibición del coito
  • Focalización sensorial (revitalización y descubrimiento de mapas eróticos)
  • Auto estimulación
  • Comunicación sexual (expectativas sexuales, negociación, elaboración de fantasías, erotización genital)
  • Ausencia o pérdida del deseo sexual
  • Rechazo y ausencia del placer sexual
  • Fracaso en la respuesta genital
  • Disfunción orgásmica
  • Eyaculación precoz
  • Otras disfunciones sexuales
  • Etc…
Cabe señalar que los principales motivos psicológicos que pueden desarrollar un  problema de disfunción  eréctil son la depresión, la ansiedad, el estrés, la obsesión por rendir por encima de la media en el sexo, la baja autoestima, la culpa, la rabia, el miedo al fracaso o a ‘fallar en el sexo’, los problemas laborales así como los problemas en la pareja. Mediante la psicoterapia o terapia sexual se consiguen trabajar aquellos aspectos psicológicos que están provocando disfunción eréctil.

Se sugiere iniciar el tratamiento de la disfunción eréctil con el modelo de terapia combinada, dejando el modelo simple para los casos que tienen reparos en tomar medicación, disfunciones eréctiles psicógenas de corta evolución. Aparte de  la evaluación, pre y postratamiento, así como evaluaciones de seguimiento a medio o largo plazo que permitan establecer no sólo las mejorías alcanzadas tras el tratamiento, sino si éstas se mantienen en el tiempo y  evaluación de la adherencia del paciente al trata m i e n t o (es decir, hasta qué punto sigue e l tratamiento realizando las tareas que se le indican, cumpliendo las restricciones señaladas, e t c. ) .

Los tratamientos son principalmente la intervención psicosexual y el apoyo con fármacos. Desde su lanzamiento hace ya más de 10 años del famoso Viagra (Citrato de Sildenafilo) y el resto de inhibidores de la enzima 5-fosfodiesterasa (Cialis y Levitra) disponemos de potentes y útiles herramientas para atajar este problema.

Los fármacos en estos pacientes no se utilizan para provocar la erección, como en el caso de otras situaciones (personas diabéticas, lesionados medulares, etc.) en que existe un daño orgánico, sino para reforzar la confianza del paciente. Con el tratamiento, él sabe que, pase lo que pase, va a tener una erección de buena calidad, de esta manera, no tiene esa ansiedad anticipatoria y puede escapar del círculo.

Conclusión
  1. Los problemas de erección pueden ser un signo de problemas de salud.
  2. Un médico puede ayudarlo a resolver sus problemas de erección.
  3. Fumar, tener sobrepeso, beber demasiado alcohol y no hacer ejercicio, pueden contribuir con los problemas de erección.
  4. La mayoría de los casos de disfunción eréctil tienen una causa física, pero el asesoramiento puede ayudar a las parejas a fortalecer su relación.
  5. Muchos hombres pueden tomar una pastilla para tratar la disfunción eréctil. De todos modos, estos hombres deben tratar los problemas de salud que causaron la disfunción eréctil.
  6. Tomar una pastilla no da resultado para todos los hombres. Los hombres que toman cualquiera de los medicamentos llamados nitratos no deben tomar una pastilla para tratar la disfunción eréctil. Los tratamientos adicionales para la disfunción eréctil incluyen inyecciones, supositorios uretrales, un dispositivo de vacío y un implante quirúrgico.
  7. La psicoterapia resulta vital, la colaboración y apoyo a parejas, ya que es parte fundamental del tratamiento. La pareja se deberá encargar de participar en las técnicas que se lleven a cabo, ya que ayuda que la estimulación así como la intimidad vaya desarrollándose.
  8. La disfunción eréctil o impotencia sexual tiene una solución más simple de lo que imaginas.  Sólo es cuestión de entender sus causas y aplicar el método correcto para eliminarlas.
  9. Comprender que este problema sexual está afectando toda tu vida, desde tu auto-estima hasta tu relación de pareja. El sexo debería darnos emoción y felicidad, en lugar de sufrimiento.

martes, 30 de agosto de 2016

Neurosis Fóbica

Esta neurosis pertenece al grupo de las “psiconeurosis de transferencia” y fue llamada por Freud histeria de angustia. Se caracteriza por la aparición de miedo en relación a determinadas personas, cosas, situaciones o actos. Únicamente cuando el temor que se tiene por un objeto es desproporcionado es que podemos hablar de una fobia.
Y este temor injustificado lleva a la persona a asumir conductas de evitación. El fóbico, básicamente, diferencia lo que hay en el mundo en términos de lo que implica peligro y de lo que implica seguridad. El mecanismo defensivo por excelencia en esta neurosis es el desplazamiento, de ahí que la fobia se desplaza de un objeto a otro con el cual se relaciona el primero y luego de este a otro más y así sucesivamente.

Específicamente en la neurosis fóbica la carga afectiva, que nunca puede ser reprimida, se liga a un objeto, el que actúa como formación sustitutiva. Y esta angustia puesta ahora en un objeto, hace de ese objeto el “objeto fobígeno”. Y el síntoma será justamente la fobia hacia ese objeto, síntoma que actuará como contra-investidura de aquella representación intolerable que se reprimió.

Sintomatología

La sintomatología de la neurosis fóbica se trata siempre de un miedo intenso ligado a una situación, cosa o animal. Dicho miedo está ligado por la misma persona que lo sufre, como absurdo y en desproporción con cualquier peligro real. No debe confundirse fobia con temor. Al hablar de fobia, hablamos de un temor desproporcionado respecto del objeto, y donde alcanza tal intensidad que sólo la huida le permite a la persona controlarlo y como medio de escapar al sufrimiento que comporta la presencia del estímulo fóbico, el sujeto utilizando comportamientos de evitación. Estos comportamientos de evitación forman parte del cuadro clínico, o sea que para poder hablar de la existencia de una neurosis fóbica es necesario que además de un temor irracional al estímulo fóbico, se presenten los comportamientos de tipo defensivo para escapar a la ansiedad que provoca el enfrentamiento.

La necesidad de evitación puede conducir a importantes restricciones de la actividad cotidiana, familia, social, profesional, y demás.

Caracteropatía
  • Estado de alerta
  • Conductas de evitación
  • Actitudes de huida
  1. Pasivas: ciertas inhibiciones sexuales, timidez con el otro sexo, rechazo del contacto con los otros en general.
  2. Activas o contrafóbicas: En lugar de evitar las situaciones temidas, en una actitud de huída activa o contrafóbica lo que se hace es justamente lo contrario, es decir que se confronta la persona una y otra vez con aquello que teme. Es una huida hacia delante que se expresa mediante un desafío.
Para disminuir la angustia, las personas con este padecimiento gobiernan su vida estableciendo conductas contra fóbicas. En efecto, los fóbicos organizan su vida en función de sus fobias, evitando situaciones fobógenas. Por ejemplo, el agorafóbico renuncia a salir de casa. Una segunda solución para disminuir la angustia es la de adoptar una conducta que de seguridad: por ejemplo, utilizando un objeto o a una persona (contra fóbica), e implicarla de manera positiva, para luego conducirla a ciertos lugares angustiosos.

Para el diagnostico de una personalidad fóbica. Se caracteriza por dos elementos distintivos: en primer lugar, el estado-conciencia de alerta –la persona no soporta las situaciones imprevistas en las que percibe que un peligro puede llegar a ocurrir–. Además, se alarma con todo aquello que emerge de su mundo interior. En segundo lugar, la huida: el paciente, a pesar de la vigilancia que le caracteriza, huye ante el menor peligro. La huida se puede acompañar de un comportamiento pasivo (actitud de inhibición social), o de un comportamiento de desafío (huida hacia adelante, hacia el activismo).

En la personalidad fóbica existe un estilo de relación con un objeto en particular (atracción repulsión), hay una oscilación entre una falta de confianza en uno mismo, un sentimiento de plenitud y de momentos de ambición desmedidos.

La aparición de la neurosis fóbica ocurre normalmente en la adolescencia. Normalmente, se declara tras una angustia demasiado importante o una descompensación depresiva causada por un cambio brusco en la vida de la persona.

Diagnósticos diferenciales (entre neurosis fóbica y otros cuadros clínicos):

En diversos cuadros clínicos pueden aparecer síntomas fobígenos sin que se trate realmente de una neurosis fóbica, por eso es necesario poder hacer siempre un correcto diagnóstico diferencial. A tales efectos, a continuación se enumeran una serie de diferencias importantes a tener en cuenta:
  1. Diferencia con la neurosis de angustia: La neurosis de angustia corresponde al grupo de las neurosis actuales. Y si bien en este caso pueden aparecer temores, estos son de tipo pasajero, variables, imprecisos (no es así en la neurosis fóbica, donde se tiene claridad de cuál es el objeto fobígeno). En la neurosis de angustia, la angustia está libre, sin ligar (no así en la fobia, donde la angustia recae sobre un objeto).
  2. Diferencia con la neurosis histérica: En ésta, tras la represión del suceso intolerable, la carga afectiva desligada, previa tramitación psíquica, inerva un órgano o una parte del cuerpo. Se trata siempre de una conversión somática. (En las fobias, la libido no es convertida en inervación corporal). En la neurosis histérica también pueden aparecer transitoriamente fobias (de tal sitio, de tal encuentro, etc). Y el diagnóstico diferencial se hace reparando en las características de la personalidad histérica (teatralidad, ingenuidad, juegos de seducción, etc).
  3. Diferencia con la neurosis obsesiva: Ambas (obsesiva y fóbica) comparten el miedo social, el miedo hipocondríaco, el miedo a la tentación, y los temores sobrenaturales que podrían asimilarse al temor religioso. En las fóbicas, la defensa que predomina es el desplazamiento, mientras que en las obsesivas predomina más la anulación y el aislamiento.En el obsesivo lo temido son las ideas o actos (compulsivos), se puede temer a la idea relacionada con un objeto, pero en el fóbico el temor recae directamente sobre ese objeto concreto. Y el obsesivo siempre denota una carga afectiva menor que el fóbico.
  4.  Diferencia con las ideas delirantes hipocondríacas: El hipocondríaco, a diferencia del fóbico, no se calma con las conductas tranquilizante que pudieran provenir de otros.
  5. Diferencia con la esquizofrenia: Algunos de los cuadros que devendrán en psicosis esquizofrénica, inician su curso presentando temores similares a los fóbicos. Esto ocurre antes del brote y son intentos defensivos contra la des-estructuración psicótica. El esquizofrénico se muestra desafectivo, con tendencia a la introversión, y en cambio el fóbico mantiene intacta su afectividad.
  6. Diferencia con la melancolía: Se puede confundir con la fobia por las manifestaciones de preocupación, de depresión, de caída de la voluntad. La diferencia está en que el neurótico interroga constantemente, necesita saber la causa de lo que le ocurre. El melancólico en cambio no habla ni interroga sino que desea aislarse.
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