La realidad es que
vivimos en un mundo digitalizado y que hoy en día, un niño que no sepa manejar
un ordenador o una tablet terminará siendo un “analfabeto tecnológico”. Así que
no es malo que desde pequeños empiecen a familiarizarse con este tipo de dispositivos,
siempre que hagan un uso adecuado de ellos.
Se insiste en que los padres deben limitar seriamente el tiempo que su hijo(s) utilizan los dispositivos electrónicos portátiles y asegurarse de que ellos dediquen el tiempo suficiente a dormir, leer e interactuar con adultos y otros niños y no hacerlo como un "chupete electrónico". No olvides que la presencia de tecnología en nuestras vidas no es mala per se. Tenga prudencia y equilibrio. Ningún aparato tecnológico debería ser usado para distraer o calmar a un niño. Aboguemos por un uso responsable de estas.
Bien utilizadas, las
tablets introducen al niño en el mundo digital de modo lúdico. Además,
estimulan ayudando a los niños a desarrollar competencias que les
serán muy útiles en el futuro.
Si como padres
inhibimos el contacto de los niños con los dispositivos tecnológicos, estamos
dando la espalda a la realidad, si somos en exceso permisivos y despreocupados,
les podemos hacer daño por falta de supervisión, hay un concepto que lo ejemplifica
muy bien:“huérfanos digitales”. Entonces ¿es solo cuestión de equilibrio? Pues
sí: de equilibrio, de sentido común, de entender el papel que como progenitores
tenemos, de ajustarnos a lo que los niños piden, pero también de sus
necesidades como seres en crecimiento. “Los niños son nativos digitales”.
Pero la
idea de calmar, entretener y distraer al niño con la tablet o el celular, pues
resultan ser un medio que capta su atención, lo ensimisma y puede tener
efectos, por tal razón, de calma, ya que los pequeños se entretienen con un
estímulo de alta motivación. Lo primero que hay que tener claro es que con esta
alternativa los padres no están logrando resolver ni hacer frente al tema que
está agobiando al niño, sino por el contrario están dándole una alternativa de
evasión con alta satisfacción inmediata. Tanto para el niño como para los
padres. No contribuye en nada darle un tablet, pues es una salida fácil que
ayuda a los padres, pero afecta profundamente al niño porque no está
desarrollando sus propios mecanismos de autorregulación. Entonces, la mejor
opción para calmar, entretener y buscar la atención de un niño es a través del
dialogo, la atención y la experiencia práctica de cada tipo de rutina.
Seguramente tomará más tiempo como todo lo que el niño logra y aprende, pero
serán aprendizajes, sólidos y sanos.
Nota: Aunque algunos
estudios afirman que los contenidos aprendidos en los medios digitales son más
rápidos y visuales, pero perduran menos en la memoria.
El uso
frecuente de las tablets tiene aspectos muy negativos, que podrían afectar su
vida, y que es necesario evitar. Las posibles consecuencias son:
Aparte de contracturas
cervicales, calambres en brazos y manos, irritación ocular y déficit visual por
la sobreexposición, insomnio y falta de descanso, dificultades en la atención y
bajo rendimiento escolar, disminución de actividad física y sobrepeso, empobrecimiento
y disminución creativa del tipo de juego que hacen los niños y retraso en la
motricidad fina, déficit en sus habilidades comunicativas y de resolución de
conflictos, serios problemas de conducta y retrasos en el desarrollo social de
los niños, así como la disminución de la concentración y de memoria, riesgos en
la categoría 2b (emisiones de radiación y cáncer), agresividad y un aumento
claro en las tasas de afectación mental como: depresión infantil, ansiedad,
trastornos de vinculación, déficit de atención, autismo, trastorno bipolar,
psicosis y comportamiento del niño problemático.
Regular los tiempos de
utilización
Un uso adecuado según
la OMS es: Los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con
dispositivos portátiles (teléfonos celulares, tabletas, juegos electrónicos),
de 3 a 5 años restringirlos a 40mn a máximo una hora por día, y de 6 a 18 años
a 2 o 3 horas por día con intervalo de 30mn a 45mn mínimo. La Organización para
la Seguridad del Internauta apunta que entre los 3 y los 5 años es la edad del
primer contacto con la tecnología. Es más fácil ejercer una supervisión total y
continua si usan nuestros dispositivos.
Para que el uso de la
tablet reporte beneficios y no inconvenientes a tu hijo, recuerda:
- Fija un tiempo diario máximo de uso de pantallas (tablet, ordenador, televisión...). A los 4-5 años no puede exceder de 30 o, como mucho, 60 minutos. Haz que el niño la utilice en la habitación donde tú estés, así puedes ver a qué juega.
- Es preferible que primero haga todos sus deberes y que luego, como recompensa, disponga un rato de la tablet.
- No dejes que la utilice justo antes de irse a la cama: hacerlo le pondría nervioso e interferiría en su descanso.
- Da un buen ejemplo a tu hijo. No te pases horas ante la pantalla.
- Utiliza un sistema de control paternal para evitar que el niño entre en webs o descargue aplicaciones inadecuadas.
- Plantéate su uso de forma positiva: aprovecha la ayuda que te brinda en momentos de espera (en el médico...) y comparte alguno de sus juegos con tu hijo.
- Y un último consejo: elige buenas aplicaciones educativas para niños.
10 consejos más que a continuación te expongo:
- Evitar la tecnología antes de irse a la cama. Desconectarla al menos 30 minutos antes de que el niño se vaya a la cama. Considera el sacar los móviles, tablets o TV fuera de su habitación.
- Elimina distracciones cuando están haciendo una tarea. Apaga la televisión, la música si tu hijo está haciendo algo. Lo adecuado es que tu hijo haga los deberes en la habitación o un lugar cómodo para él(ella).
- Trata de buscar una zona de la casa donde cuando estes no puedas estar con la tecnología. Puede ser por ejemplo la cocina o una habitación de la casa. Tratar de respetar la norma.
- Si tu hijo está utilizando el pc o móvil familiar, trata de instalar aplicaciones para evitar que éste se meta en webs perjudiciales.
- Si tu hijo tiene que terminar una tarea para empezar otra, avísale ANTES (5 a 10 mn). Puede ser adecuado colocar un reloj cerca del niño (si ha aprendido ya las horas lógicamente) para que sea consciente del tiempo.
- De vez en cuando puedes hacer revisiones “por sorpresa” de los contenidos que hay en los aparatos tecnológicos que utiliza tu hijo.
- Escribe un contrato del uso de la tecnología, estableciendo los límites y las consecuencias de sobrepasarlos.
- Ayuda a tu hijo con un horario a establecer el tiempo para sus actividades.
- Explica a tu hijo los riesgos que tiene el pasar mucho tiempo conectado a las nuevas tecnologías. Fomenta tiempo a las actividades al aire libre y la relación con otros niños.
- Recuerda que la tecnología no es aconsejable para niños menores de 2 años y que no debería sobrepasar diariamente las 2 horas de duración.
Se insiste en que los padres deben limitar seriamente el tiempo que su hijo(s) utilizan los dispositivos electrónicos portátiles y asegurarse de que ellos dediquen el tiempo suficiente a dormir, leer e interactuar con adultos y otros niños y no hacerlo como un "chupete electrónico". No olvides que la presencia de tecnología en nuestras vidas no es mala per se. Tenga prudencia y equilibrio. Ningún aparato tecnológico debería ser usado para distraer o calmar a un niño.
El ser humano se
caracteriza por el lenguaje y por utilizar y desarrollar la tecnología. Si “los
niños son nuestro futuro, pero no hay un futuro para los niños que abusan de la
tecnología”.
Fuente: Red
Fuente: Red