Es normal sentirse
triste, estresado, confundido, asustado o enfadado ante una situación de
emergencia. De modo que es muy lógico, e incluso saludable, que muchas personas
sientan en algún momento miedo debido a la expansión del brote de Covid-19, que
nos enfrenta a una situación desconocida y amenazadora.
Otra cosa es que ese miedo se instale en el estado de ánimo, nos angustie y acabe por convertirse en un fenómeno que interfiera en nuestra capacidad de gestionar la situación con eficacia o, peor aún, que se contagie y se extienda hasta suponer un problema añadido en la ya compleja situación sanitaria.
Otra cosa es que ese miedo se instale en el estado de ánimo, nos angustie y acabe por convertirse en un fenómeno que interfiera en nuestra capacidad de gestionar la situación con eficacia o, peor aún, que se contagie y se extienda hasta suponer un problema añadido en la ya compleja situación sanitaria.
Gestión del miedo y la
ansiedad al contagio del Covid-19
Estar bien informado
Siempre hay que buscar
la información de fuentes válidas y contrastadas, siendo necesario acudir a
fuentes fiables.
Evitar la
sobreinformación
Es suficiente con la
información recogida de las fuentes oficiales, no siendo conveniente estar
continuamente buscando y leyendo información al respecto. Esto en vez de
provocar una respuesta positiva en la persona va a generar un aumento de la
sensación de riesgo. Hay que evitar por ello tanto la sobreinformación como el
alarmismo o sensacionalismo que puedan trasmitirse en algunos medios. NO te
infoxiques.
Informa bien a los
demás
Es fundamental no
hablar permanentemente del tema y evitar difundir rumores o informaciones
falsas. Para ello, lo mejor es compartir información que realmente sea
relevante. Así mismo debemos de
tener cuidado con las noticias que pueden circular en las redes que no están
contrastadas, y evitar ser también nosotros propagadores de las mismas.
Informar adecuadamente
a los más pequeños
Hay que informar a los
niños de manera veraz, adecuando la información a su desarrollo evolutivo y
capacidad de comprensión . Es fundamental estar atento a sus dudas y preocupaciones e ir respondiendo a sus preguntas a medida que aparecen, con explicaciones claras, sin mentirles pero sin abrumarles tampoco con mucha información.
Confía en los
sanitarios (ciencia)
A medida que se vaya
aportando información contrastada desde el ámbito sanitario se seguirán las
pautas que se vayan aconsejando, de manera que iremos adecuando nuestras
conductas a lo que científicamente se valore conveniente para nuestra
prevención. No deben de tomarse precauciones innecesarias que conlleva el
crecimiento del miedo y la angustia por parte de quien se excede en medidas
innecesarias.
Es importante seguir
las recomendaciones y medidas de prevención que determinen las autoridades
sanitarias para protegerse de un posible contagio. Pero sólo esas. Tomar más
precauciones de las que los médicos consideran justificadas por la evidencia
científica no nos dará mayor protección frente al virus y, en cambio, alimenta
el miedo y la angustia, “tanto en uno mismo como en las personas del entorno”.
Cuídate. Estar atento a
los posibles síntomas
Si se tiene fiebre, tos
y dificultad para respirar o dudas sobre la posibilidad de haberse contagiado,
es importante contactar con las autoridades sanitarias y seguir sus
instrucciones para recibir atención médica. Pero cuidarse no significa
sobreprotegerse y hacer consultas médicas superfluas a los servicios de
atención médica, que ya van bastante colapsados. Por otra parte, como ocurre
ante cualquier otra enfermedad infecciosa, una buena manera de protegerse es
extremar los hábitos de vida saludables para mantener lo mejor posible nuestro
sistema inmunitario y nuestra salud en general. Mantener estos hábitos es
especialmente importante si uno ha de quedarse en casa por haber estado en
contacto con algún infectado. “Si debes permanecer recluido en casa, debes
cuidar la dieta y las horas de sueño, pero también practicar ejercicio y
mantener el contacto por teléfono o mensajes con amigos y familiares, porque la
vida social es importante”.
Un poco de humor viene
bien
Cierto grado de humor
ayuda a que el miedo se mantenga a raya. Todos hemos compartido en estos días
algunos de los mensajes que han aparecido en la red y que ayudan a tener una
visión más distendida de la situación. En este sentido, las redes sociales sí
que pueden resultar de gran ayuda.
Acepta tus sentimientos
La Psicología explica
que el miedo es una respuesta adaptativa que nos ayuda a mantenernos alerta y a
tomar las medidas necesarias para minimizar riesgos, ya sea por la vía de
evitar el peligro o de buscar la manera de afrontarlo. Por eso instan a no
rechazarlo ni taparlo. “Reconoce tus sentimientos y acéptalos; y si hace falta,
compártelos con las personas más próximas”. Reconocer los sentimientos de
angustia y miedo que provoca, pero trabajar para que no resulte invalidante
para la persona.
Adaptar tus hábitos
Aunque tengas que
permanecer en cuarentena, es importante que sigas manteniendo las rutinas y
hábitos lo más posible, por ejemplo, mantener unos horarios de sueño, cuidar la
alimentación, hacer ejercicio, mantenerse en contacto con las personas del
entorno social y familiar a través del teléfono, ya que la continuidad de las
relaciones sociales va a facilitar el tiempo que tenemos que estar recluidos. Seguir
las recomendaciones con respecto a las distancias personales, y evitar
reuniones en el número de asistentes que se vaya señalando por las autoridades
sanitarias. Y en todo lo que sea posible mantener al máximo las rutinas y vida
normalizada, siempre compatibles con las recomendaciones sanitarias.
Nosotros los psicólogos
explicamos que el miedo es una respuesta adaptativa que nos ayuda a mantenernos
alerta y a tomar las medidas necesarias para minimizar riesgos, ya sea por la
vía de evitar el peligro o de buscar la manera de afrontarlo. Por eso instamos
a no rechazarlo ni taparlo.
Echa mano de tus
capacidades de afrontamiento y tu experiencia
Todos contamos con
experiencias previas en las que nos hemos tenido que enfrentar a situaciones de
ansiedad o miedo, y hemos contado con recursos para superarlas, por lo que hay
que poner en marcha esas capacidades para poder afrontar de manera positiva
esta nueva situación. Tira de experiencia “Repasa las habilidades que ya has
aplicado en el pasado para afrontar y manejar otras circunstancias adversas que
se te han presentado en la vida; utilizar esas habilidades te ayudará a
controlar también tus emociones ante este desafío”.
Compartir nuestros
sentimientos y acudir a un profesional de la psicología clínica cuando sea necesario Es bueno compartir y
hacer visibles nuestros sentimientos, hablarlo con el entorno y en caso de que
la angustia sea elevada o no encontremos las capacidades de afrontamiento
adecuadas, sería conveniente abordarlo con un profesional de la psicología, a
fin de poder encauzar esa angustia, así como evitar “el contagio” a nuestro
entorno.
Fuente: Red