El
trauma, según la técnica EMDR, tiene mucho que aportarnos, por eso vamos a
mencionar la terapia EMDR y sus fases principales.
¿En
qué se basa la terapia EMDR?
Al
vivir un suceso traumático o situaciones desagradables e intensas, el
procesamiento del trauma puede no hacerse correctamente y quedar bloqueado. Al
no archivar correctamente la información de este suceso en la red de recuerdos
que corresponde, la información se fragmenta en el sistema nervioso de forma
que se puede activar automáticamente llegando a condicionar la conducta y
afectar a la vida de la persona.
Con
la estimulación del mecanismo se logra que el hecho enredado se integre en los
recuerdos saludablemente, como ya hemos dicho.
¿Qué
es y para qué se usa terapia EMDR?
La
técnica EMDR se usa para ayudar a los pacientes a procesar sucesos traumáticos
que han sucedido en su vida, pero también para superar fobias o mejorar el
rendimiento en ciertos aspectos de su vida. Hay muchos traumas que se podrían
superar con la terapia, por lo que es bueno ponerse en manos de un profesional
que decida que esta es la mejor técnica en cada caso concreto.
El
concepto es complejo, pero se basa en la estimulación bilateral, mediante la
cual se estimulan los dos hemisferios del cerebro con movimientos oculares,
sonidos o golpecitos para que le vengan a la memoria del paciente otras partes
del evento traumático o recuerdo. Lo
que se busca con el proceso EMDR es que los hemisferios se hablen entre sí y
procesar la información para reducir el problema emocional. Hace algo similar
como la fase REM del suelo en que se afrontan estados de estrés de forma
adaptativa creando conexiones entre experiencias pasadas para resolver
problemas.
Ahora
que sabemos que es EMDR, es importante descubrir cuáles son las principales
técnicas y conocer más en profundidad las ocho fases por las que va a pasar
todo paciente en la técnica EMDR.
¿Cuáles
son las técnicas que usa EMDR?
Hay
tres tipos de técnicas o tres tipos de estimulación bilateral que se usan en
EMDR Y que se aplicarán según cada paciente, y son:
- Movimientos
oculares sacádicos horizontales. Son un conjunto de movimientos que el
terapeuta hace con los dedos en el campo visual del paciente. Este último tiene
que seguir los dedos del terapeuta con la mirada sin mover la cabeza y haciendo
un total de hasta 40 movimientos en cada realización. Es la técnica que mejor
funciona en EMDR.
- Estimulación
auditiva bilateral. En esta se usan tonos o música bilateralizada que se
escucha con auriculares. El terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite
controlar los sonidos, velocidad e intensidad.
- Tapping.
El terapeuta golpea con suavidad las rodillas del paciente alternando derecha e
izquierda y con alternaciones las manos de la persona que se encuentran
apoyadas en su rodilla.
Es
el terapeuta EMDR el que debe averiguar cuál es la mejor técnica en cada caso,
y aunque la primera suele ser más exitosa, puede que en otros casos se requiera
de otra.
Es
de destacar que esta terapia se puede combinar con otras terapias y técnicas,
por lo que le dota todavía de mayor eficacia y se adapta a las necesidades de
los pacientes. Por tanto, se puede valorar la posibilidad de utilizar la terapia
sola o con otras técnicas.
¿Cómo
es una sesión EMDR?
Hay
varios pasos por los que se pasan en una sesión de esta terapia que debemos
mencionar porque es interesante que la persona sepa a qué se va a exponer en
ella.
Una
sesión EMDR se desenvolvería así:
- En
primer lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está
creando mayor malestar.
- Posteriormente,
se provoca el movimiento del paciente de uno al otro lado con la estimulación
visual, táctil o auditiva.
- Posteriormente,
se le pide al paciente que indique lo que le viene la mente: sonidos, imágenes,
sensaciones y demás.
- Se
repite el proceso hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o
pensamientos negativos.
- El
recuerdo traumático del pasado se conecta y procesa con recursos más
adaptativos de la actualidad. Así, el paciente puede procesar de nuevo el
suceso con una lectura emocional más sana que permite que la conducta
complicada se vaya.
Los
8 pasos de la técnica EMDR
La
terapia se basa en 8 fases bien estructuradas que debemos saber identificar
correctamente, y que son la base principal de una técnica que está teniendo
mucho éxito desde sus inicios y se han tratado a muchas personas con ella. Las
mencionamos a continuación.
1.- Diseño
del plan
Es
una fase inicial en que se registra el historial clínico de cada paciente, se
recogen recuerdos para procesar con la terapia correspondiente y sensaciones
físicas. Puede ser una creencia, olor o sensación, el detalle que se considere.
También se va a establecer un acuerdo sobre los objetivos terapéuticos que se
trabajen en las sesiones.
2.- Preparación
del paciente
El
terapeuta se dedica a explicar al paciente en qué consiste el método indicando
la teoría y fundamento en que se basa. También despeja dudas, cuenta las
expectativas de éxito y todo cuanto sea necesario para que este se familiarice
con el método que se va a utilizar con él. La clave es descubrir que el
paciente es el idóneo para esta terapia y tiene confianza con el terapeuta.
Se
hace el consentimiento informado que es donde se explica el proceso, además de
conocer las condiciones médicas actuales de la persona y si toma algunos
medicamentos.
3.- La
evaluación
Mediante
este punto se identifica el recuerdo que se quiere procesar. Una vez que se
sabe cuál es, se pedirá al paciente una imagen que represente este recuerdo
para empezar a trabajar en él. Se inicia verbalizando emociones y sentimientos
negativos y después se hace una declaración positiva que se usará en la fase de
instalación.
Para
medir el recuerdo se debe acceder con una estructura y hacer una medición de
los principales elementos del recuerdo. Se debe medir cada línea base de este
recuerdo con las emociones, cogniciones y sensaciones físicas al examinarlo.
En
esta fase 3 se van a registrar las puntuaciones iniciales de VoC (validez de la
cognición positiva) y SUD (grado de perturbación que está sintiendo cuando
piensa en esa imagen).
4.- La
desensibilización
Es
en la que surgen nuevas emociones perturbadoras, síntomas físicos o recuerdos.
Hay que centrarse y atender. Se trabaja la estimulación bilateral. Si el
proceso se bloquea aquí, se puede recurrir a otras estrategias y procedimientos
más avanzados.
En
esta fase es cuando se accede al momento del trauma en que está la peor parte
del recuerdo y se ha de valorar el nivel de perturbación. El paciente ha de
hacer una libre asociación con el set de estimulación bilateral. Tiene que
agotar las asociaciones y situaciones que se conectan con el recuerdo. Debe
hacerse hasta que no se sienta perturbación al recordar la escena
correspondiente.
5.- Instalación
de la cognición positiva
En
esta fase se busca reforzar la declaración positiva, no la negativa. Lo que se
pretende es que el paciente asuma y refuerce el hecho de tener control de la
situación que lo estaba bloqueando. Se sigue usando la estimulación bilateral
hasta que el paciente crea que se puede manejar la situación. La creencia
positiva debe verse como verdad absoluta.
Se
van a hacer sets cortos de estimulación comprobando por medio de una escala del
1 al 7 cómo se siente. Y debe seguir pensando en la situación y repitiendo la
cognición positiva. Se busca llegar a una puntuación mínima de 6.
6.- Examen
corporal
En
esta fase se busca liberar la tensión residual física. Se debe recordar el
suceso traumático con la cognición positiva. Hay que buscar en el cuerpo
posibles dolores o sensaciones desagradables que se procesan para eliminar la
tensión. Suele resolverse fácilmente y con eficacia, pero puede que haya nueva
información y otras experiencias complicadas que podrían llevar a nuevos
caminos.
Si
aparece una sensación de pinchazo, malestar o molestia en el cuerpo en esta
fase se debe volver a la fase de desensibilización. Si está bien se hace un set
de movimientos oculares para reforzar la buena sensación.
7.- Cierre
de la sesión
En
esta se busca que paciente recupere un estado de equilibrio, incluso si no se
ha completado el reprocesamiento. El paciente recogerá en un diario
situaciones, recuerdos, pensamientos, y más que puedan darse en un futuro para
procesarlos de la misma forma que se hace. El paciente aprenderá a relajarse y
contener las emociones.
Se
cierra la sesión y se valora hasta la siguiente sesión. Lo que se busca con
esta fase es asegurar la estabilidad del paciente y orientarlo al finalizar
cada sesión de reprocesamiento.
8.- La
re-evaluación
Al
principio de la siguiente sesión se vuelve a acceder al target de la sesión
anterior para valorar si tiene todavía perturbaciones residuales y si se
mantienen los resultados. Lo que se valora es la eficacia de la terapia en
anteriores sesiones.
En
esta fase es importante ver que se abordan todos los aspectos del plan de
tratamiento.
Consideraciones
finales
La
terapia no se sabe nunca cuánto va a durar con precisión, ya que los traumas no
son iguales ni lo son los pacientes, lo que hace que dependa de muchas
variables. Suele ser más corta que otras terapias que se usan para lo mismo.
Los pasos no suelen ser estancos, por lo que algunos efectos de cada uno de
ellos pueden aparecer en las diferentes partes de la sesión. Cada persona tiene
sus tiempos.
Hay
muchos estudios recientes que han sido publicados en revistas científicas
especializadas que consideran que EMDR es un tratamiento eficaz para las
víctimas de trastorno de estrés postraumático.
El
tratamiento EMDR se usa no solo en eventos traumáticos y traumas sino también
en ansiedad, pánico, trastornos de estrés post traumáticos, adicciones,
problemas psicosomáticos, control de impulsos, duelos patológicos y más. Por
eso, hay muchos casos en que se debe considerar como una buena solución.
De
cualquier manera, es bueno valorar si es la más indicada esta técnica
psicoterapéutica basada en movimientos oculares, estimulación auditiva y táctil
para solventar problemas emocionales. Sobre todo los sucedidos por experiencias
traumáticas del pasado.
Los
traumas son heridas psicológicas que vienen de acontecimientos con cierta
gravedad o cambios que se perciben como amenazas cuya intensidad y calidad de
daño no dependen de la gravedad, sino en sí de la persona que los padece, el
apoyo emocional y circunstancias con que cuenta.
El
terapeuta EMDR es el encargado de orientar al paciente para que pueda
solucionar sus problemas emocionales con esta terapia de la forma más
satisfactoria posible, por eso aconsejamos contar con verdaderos profesionales
en terapia EMDR que ayuden a la persona en la situación concreta buscando la
mejor forma de llegar las 8 fases de la terapia.
Fuente: Hernández
Psicólogos. publicado
por Alejandra Hernández