El
Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es una enfermedad compleja tanto en
su diagnóstico, como en su tratamiento. En gran medida, esto se debe a que los
estudios de esta enfermedad son más recientes que los de otras enfermedades.
A
pesar de lo reciente, es posible afirmar que existen en la actualidad tipos de
terapia y técnicas recomendadas para el tratamiento del Trastorno Límite de la
Personalidad. Lo primero que podemos decir del tratamiento de esta enfermedad
es que en muchas ocasiones incluye un componente psicofármacos (medicación),
que suelen utilizarse para controlar algunos de los síntomas del Trastorno
Límite como podría ser la depresión. En cualquier caso, se necesitará de un
proceso de terapia, ya que es la única forma de tratar efectivamente el
Trastorno Límite.
Además,
en todos los casos, puede llegar a ser una enfermedad confusa, por lo cual debe
ser el psicólogo o psiquiatra quien la diagnostique a través de un proceso de
terapia y quien determine el tratamiento que más se ajusta a la persona que
recibirá el tratamiento.
Los
tipos de psicoterapia que se utilizan y han demostrado su efectividad para el
tratamiento del TLP son:
Terapia
Cognitiva-Conductual (TCC) para el tratamiento del Trastorno Límite
La
Terapia Cognitiva-Conductual (TCC) surge, como su nombre indica, como un
derivado natural de los hallazgos de la psicología cognitiva y la psicología
conductual. Y coge como puntos principales de intervención: la cognición y el
comportamiento humano. Es
la manera de entender cómo piensa uno acerca de sí mismo, de otras personas y
del mundo que le rodea, y cómo lo que cada uno hace afecta a sus propios
pensamientos y sentimientos. Se centra en el individuo, en las características
y habilidades de la persona.
Esta
terapia puede ayudar al tratamiento de las personas con Trastorno Límite de la
Personalidad (TLP) a identificar y cambiar los comportamientos que hay ocultos
en la percepción de sí mismo y de los demás, así como los problemas de la
interacción con los demás. Se centra en modificar los comportamientos y
pensamientos que gestionan el problema psicológico que se quiere tratar. También
a reducir los síntomas de cambios de estado de ánimo y de ansiedad, y reducir
el número de comportamientos suicidas o de conductas autodestructivas.
Terapia
Dialéctica-Conductual (TDC) para el tratamiento del Trastorno Límite de
Personalidad
La
Terapia Dialéctica-Conductual (TDC) fue desarrollada con el objetivo de atender
las conductas autolesivas y suicidas de personas con TLP, debido a la gran reactividad
emocional y falta de regulación. Se centra en el concepto de conciencia o
reconocimiento, y en estar atento a las situaciones actuales.
La
TDC enseña habilidades para controlar las emociones intensas, reduce los
comportamientos autodestructivos y mejora las relaciones y la motivación.
También, aumenta las capacidades relativas a la regulación emocional y el
centrarse en el aquí y ahora. La
diferencia de esta terapia en comparación con la Terapia Cognitiva-Conductual
es que esta se acerca a un enfoque basado en el comportamiento. Busca un
equilibrio entre el cambio y la aceptación de las creencias y comportamientos.
Incluye terapia grupal e individual diseñada únicamente para tratar el
Trastorno Límite de la Personalidad.
Terapia
Centrada en Esquemas para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
La
Terapia Centrada en Esquemas surge como una alternativa para afrontar los
trastornos psicológicos crónicos consolidados, considerados difíciles de tratar
(incluido el TLP).
Es
una psicoterapia integradora que combina los elementos de la Terapia
Cognitiva-Conductual con otras formas de psicoterapia que se enfocan en cambiar
los esquemas o la forma en que las personas se ven a sí mismas, promoviendo una
forma de vida positiva y saludable. Se puede realizar individualmente o en
grupo. La
característica más destacada es que ofrece, tanto al terapeuta como al
paciente, un marco integrador que le sirve para organizar y comprender patrones
profundos y auto derrotistas de pensamiento, conducta, sentimiento y de
relaciones con los demás, denominados “esquemas disfuncionales tempranos”.
Este
enfoque se basa en la idea de que el Trastorno Límite de la Personalidad se
deriva de una imagen propia disfuncional, posiblemente causada por experiencias
negativas durante la niñez, que afecta la forma en que las personas reaccionan
a su entorno, interactúan con otros y lidian con los problemas o con el estrés
en su vida adulta.
Terapia
Basada en la Mentalización (TBM) para el tratamiento del Trastorno Límite de
Personalidad
La
Terapia Basada en la Mentalización (TBM) está sustentada sobre todo en la
teoría del apego y desarrollada para el abordaje del TLP. Coloca a la
mentalización en el centro del tratamiento. Tiene
como objetivo estimular la mentalización en las relaciones de afecto: sesiones
de familia, de grupo y sesiones individuales de psicoterapia, ya que ésta puede
perderse y es necesario mantenerla.
Se
centra en optimizar y favorecer el uso de la capacidad de mentalización, basada
en la relación del paciente con otros miembros de su familia, en su capacidad
para mentalizar su propia experiencia y de los demás, y en particular en
situaciones en las cuales esta capacidad falla. Implica poder dar sentido a las
emociones y sentimientos del paciente. Queda
demostrado que las historias que cuentan los pacientes con TLP reflejan que
prevalece el afecto inseguro, más concretamente, del estilo desorganizado. No
obstante, a través de esta mayor conexión entre sentimientos y pensamientos, se
consigue un comportamiento propio más adecuado, así como unas relaciones más
satisfactorias con los demás.
Terapia
de Grupo para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
La
Terapia de Grupo es un espacio de encuentro, en el que los asistentes comparten
sus experiencias, sus pensamientos y sus emociones con el fin de proseguir con
el proceso tanto personal como social que han iniciado.
La
Terapia de Grupo ha demostrado grandes mejoras en el tratamiento psicológico.
Sin embargo, en el caso del Trastorno Límite de la Personalidad, debe ser un
profesional de la Salud Mental el que dicte si el paciente debe entrar en una
terapia de grupo, ya que será necesario antes comenzar con un proceso de
terapia individual. La
mejor manera de comenzar la terapia grupal es a partir de una base de confianza
entre los asistentes. No obstante, este es el momento en el que los miembros
pueden sentir dudas sobre los beneficios que pueden obtener del grupo. Es ahí
cuando comienza el trabajo, reuniendo problemas y respuestas a esos problemas.
Finalmente, se producen unos avances que se comparten entre todos los miembros
del grupo.
Técnicas
recomendadas para el tratamiento del Trastorno Límite de la Personalidad
Dentro
las técnicas recomendadas para el Trastorno Límite de Personalidad, destaca la
técnica EMDR y el mindfulness, así como el uso de otras terapias como
psicodrama, musicoterapia y arte terapia en pacientes con esta patología.
EMDR
para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
El
EMDR consiste en que el propio paciente pueda comprender por lo que ha pasado,
aceptar las situaciones desagradables y traumáticas, y poder procesar estas
experiencias para superarlas, a través de procedimientos estructurados como
movimientos oculares u otras formas de estimulación. El objetivo de la técnica
EMDR es que el paciente de TLP pueda procesar la información sobre aquello que
le ocurre, llevándolo a una “resolución adaptativa”. Esto significa, reducir
los síntomas, cambiar sus creencias y mejorar en su vida cotidiana.
Mindfulness
para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
El
mindfulness es una práctica que nos ayuda a tomar conciencia de las facetas de
nuestra experiencia en el momento presente “el aquí y el ahora”. Se utiliza
principalmente en la Terapia Dialéctica-Conductual (TDC) para ayudar al
paciente a regular sus emociones de manera más efectiva.
También
ayuda a la persona a aumentar el control de la atención, puesto que uno de los
problemas más relevantes desde el ámbito cognitivo en los afectados de TLP es
la atención dividida y las preocupaciones. Asimismo, se incrementa la
conciencia de la experiencia privada con su ser interior, la disminución de las
acciones impulsivas y se fomenta la autovalidación.
Psicodrama
para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
El
psicodrama establece que todos somos artistas a la vez que protagonistas de
nuestras vidas. La espontaneidad puede ser el camino a la adaptación y
bienestar del paciente. En
este método de psicoterapia, los pacientes interpretan/actúan los
acontecimientos históricos y psicológicos relevantes de su vida en vez de
simplemente hablar sobre ellos. Hay
que tener en cuenta que los pacientes con un Trastorno Límite de la
Personalidad son bastante vulnerables emocionalmente, por lo cual es preferible
realizar varias entrevistas preliminares con estos pacientes con el fin de
determinar el momento en el que sería factible cualquier tipo de intervención.
Musicoterapia
para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
La
musicoterapia consiste en usar la música y sus elementos (sonido, ritmo,
melodía y armonía) para facilitar la comunicación, el aprendizaje, el
movimiento y las necesidades de todo tipo (emocionales, sociales, mentales,
etc). Esta
terapia conecta con el cerebro de la persona, y ayuda a mejorar los síntomas
característicos del Trastorno Límite de la Personalidad como la ansiedad o la
depresión. Se puede realizar mediante la improvisación o composición de una
pieza nueva, recreación de una pieza musical ya compuesta o escucha de música
ya creada. Es
necesaria ya que previene el aislamiento del paciente y mejora sus capacidades
sociales y de autoestima.
Arte
terapia para el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad
La
arte terapia utiliza las artes plásticas como medio de comunicación: para
recuperar o mejorar la salud mental y sanar trastornos psicológicos, miedos,
bloqueos personales, traumas del pasado u otro tipo de trastornos. Las razones
por las que esta terapia se usa cada vez más entre profesionales se deben a que
genera un espacio de salud y bienestar en los pacientes, produce un auténtico
conocimiento de la persona consigo misma, es un impulso para saber expresarnos
y exteriorizar lo que pensamos, provoca un autoconocimiento de tu persona y
permite corregir los comportamientos inadecuados.
En
definitiva, saber a ciencia cierta cuáles son los tipos de terapia y técnicas
más recomendados para tratar el Trastorno Límite de la Personalidad no es una
tarea sencilla. Sin embargo, se ha establecido que la Terapia dialéctica
conductual (TDC) y el resto de terapias psicodinámicas aquí nombradas son las
más eficaces. De
igual forma, hay que recordar que no todas las técnicas son apropiadas para
todos los casos de Trastorno Límite, puesto que dentro de esta enfermedad
existen diferentes perfiles y además, se debe tener el cuenta el contexto de
cada caso; de ahí que sea tan importante siempre contar con un profesional y si
es especializado en Trastorno Límite, mucho mejor aún
Fuente:
AMAI
TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de
la Personalidad.