jueves, 2 de junio de 2022

¿Cuáles son los efectos de la Marihuana?

¿Cómo saber si una persona fuma porros? ¿Quieres conocer los efectos de la marihuana y el cannabis en nuestro cerebro y cuerpo? Descubre las consecuencias de fumar porros a nivel psicológico.

Principales efectos de la marihuana

Teniendo en cuenta que, durante siglos, la marihuana  es una sustancia que ha centrado el interés de expertos en todo tipo de campos –químicos, médicos, etc.- se han realizado multitud de investigaciones para determinar algunas de las consecuencias reales que puede tener el consumo de cannabis, especialmente cuando se fuma:

Aumento del ritmo cardíaco y somnolencia excesiva: Entre los efectos inmediatos de fumar marihuana o consumir cannabis, destaca un aumento del ritmo cardiaco y una leve sensación de somnolencia y analgesia moderada. También puede darse un enrojecimiento de los ojos –dada la acción vasodilatadora-, sequedad de boca y aumentar el hambre –especialmente cuando empiezan a desaparecer los otros efectos-.

Disminución de la concentración: Desde el punto de vista psicológico, parece que se produce una disminución del funcionamiento intelectual dado que el THC –abreviatura de tetrahidrocannabinol, principal compuesto psicoactivo del cannabis- puede distorsionar la percepción sensorial de la realidad, aumentar la hilaridad y la locuacidad durante varias horas –a lo que seguirán unas horas de somnolencia y apatía-, afectar a la capacidad para pensar normalmente, a la memoria y a la coordinación normal de los movimientos. En dosis muy altas las consecuencias de la marihuana pueden ser paranoias, alucinaciones y episodios de pánico.  Si consumir o fumar marihuana se mezcla con otras sustancias, como el tabaco o el alcohol, los efectos pueden agravarse y, sobre todo, crear una adicción aún mayor –especialmente en el caso del tabaco, ya que las sustancias que conforman los cigarrillos comunes son altamente adictivas.  

Daños irreparables en las neuronas: A largo plazo, pueden acentuarse los efectos de la marihuana más inmediatos, provocar daños irreparables en las neuronas y generar alteraciones permanentes en el estado de ánimo, pérdidas de memoria o problemas de sueño que impidan desarrollar una actividad personal o profesional de forma normal.

Riesgo de depresión y esquizofrenia: Diferentes organizaciones de salud coinciden en que un consumo excesivo puede llegar a ser muy nocivo para el organismo, tanto física como psicológicamente, y derivar en episodios graves de depresión o esquizofrenia. De esta forma, uno de los aspectos negativos de fumar maría es precisamente que esta sustancia aumenta la posibilidad de tener una enfermedad mental como la esquizofrenia.

Problemas respiratorios: Igual que los fumadores de nicotina, al fumar marihuana las personas tienen los mismos riesgos de desarrollar problemas respiratorios. De esta forma, otro de los efectos de fumar porros es tener más posibilidades de desarrollar problemas respiratorios que pueden suponer una enfermedad de riesgo para tu salud.

Falta de motivación: Otro de los efectos del consumo de cannabis es que esta sustancia crea en la persona altibajos emocionales que hacen que tenga una falta de motivación en muchos aspectos de su vida. Tanto es así que en muchas ocasiones las personas que tienen la tendencia de fumar porros habitualmente suelen descuidar el trabajo, su apariencia y hasta algunas de sus relaciones más cercanas.

Mala memoria: Las consecuencias de fumar marihuana pasan factura a nivel emocional y mental. Entre los efectos del cannabis, la mala memoria es sin duda una de las más enfatizadas. Las personas suelen olvidar muchos detalles que acaban por perjudicar tanto su desempeño en el ámbito profesional como personal.

Existen muchos efectos de las drogas en el organismo que quizá no podemos apreciar pero la realidad es que este consumo puede llegar a tener consecuencias muy perjudiciales para la persona que lo consume.

Efectos de la marihuana en el cerebro

Se tienen más conocimientos sobre los efectos a corto plazo de la marihuana en el cerebro que las consecuencias que puede tener si se consume durante muchos años. Según las investigaciones, fumar marihuana afecta a los receptores de cannabinoides que se encuentran en las regiones del cerebro que influyen en el aprendizaje, la memoria, el apetito, la coordinación y en el placer.

Investigaciones realizadas examinando imágenes de resonancia magnética del cerebro mostraban que aquellos que usaban la marihuana regularmente tenían una conectividad neuronal deteriorada en regiones cerebrales específicas involucradas en una amplia gama de funciones como puede ser la memoria, el aprendizaje y el control de los impulsos.

Efectos de la marihuana en adolescentes

Las investigaciones alrededor de los efectos de fumar marihuana señalan que los efectos más fuertes a largo plazo ocurren cuando los fumadores son jóvenes, es decir, cuando las conexiones neuronales del cerebro aún se están desarrollando.

¿Cómo saber si una persona fuma porros?

La marihuana se puede consumir de diferentes maneras. Si tienes la sospecha de que alguien a tu alrededor puede estar enganchado a los porros, existen una serie de señales que pueden identificar esta clase de comportamientos.

  • Despistes: Sin duda alguna, uno de la marihuana y sus efectos hacen que la persona tenga mucha menos concentración y acabe siendo muy despistada en varios aspectos de su vida.
  • Locuacidad: La forma de hablar de la persona es mucho más calmada o nerviosa. Esto sucede ya que el consumo de cannabis afecta sobre el sistema nervioso.
  • Somnolencia: La somnolencia excesiva es otra de las consecuencias de fumar hachís o porros a diario. En estos casos, la persona se presenta siempre cansada y nunca tiene energía para nada.
  • Aumento de los antojos de alimentos: Los antojos es otro de los efectos de la marihuana más destacados. Tanto es así, que es muy probable que la persona tenga mucha hambre en un momento indicado y quiera solo un alimento muy concreto.
  • Ojos de color rojo: Una de las señales más claras de los efectos de los porros, es que los ojos de las personas que la consumen suelen ser más rojos de lo habitual (no solo durante su consumo).
  • Mala gestión del tiempo: En muchas ocasiones, otro de los efectos de la marihuana que es una señal para detectar su consumo, es la mala gestión del tiempo que estas personas tienen ante su vida.

Estos signos a veces pueden ser señal de otro tipo de afectaciones. Por este motivo, si crees que alguien de tu alrededor está sufriendo algún tipo de malestar psicológico, es vital que esta persona se ponga en contacto con un psicólogo profesional.

¿Al dejar de fumar marihuana qué efectos secundarios tendré?

A pesar de que en las primeras semanas sentirás un síndrome de abstinencia de la marihuana, la realidad es que es muy probable que al dejar el cannabis empieces a sentir estos beneficios.

  • Mejor concentración
  • Estado de ánimo mejorado
  • Mayor motivación
  • Más energía
  • Mejores patrones de sueño (después de algunas semanas).

Consumir marihuana, a pesar de que puede parecer casi inofensivo, en realidad deja muchos más estragos a nivel mental y físico de lo que podríamos imaginar. Por este motivo, es vital acudir a un psicólogo para poder dejar atrás esta adicción. La vida tiene mucho que ofrecernos para poderla disfrutar sin estar bajo los efectos de las drogas.


MundoPsicologos / @PsicólogoClXalapa

martes, 24 de mayo de 2022

Tdah y la Adolescencia

La adolescencia: un momento de cambio

La adolescencia es un momento de transición complicado, en el que el niño empieza a funcionar de forma más autónoma y en el que se debe tomar decisiones importantes respecto al futuro. Se reduce el control externo tanto por parte de sus padres como de sus profesores, para dar paso a una forma de vida más independiente.

Algunos de los síntomas del TDAH pueden surgir o incrementarse en adolescentes aunque no se hubieran manifestado durante la infancia. El incremento de las exigencias del entorno puede hacer que el TDAH interfiera de forma más importante en la vida del adolescente. Se trata de una etapa de búsqueda de identidad en la que se separan más de sus padres, se apoyan más en la relaciones sociales, aceptan su sexualidad y escogen su futuro profesional.

Cómo vive un niño con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad la adolescencia

Se puede vivir de muchas maneras según:

  • El grado de TDAH que tenga.
  • Cómo haya vivido su niñez.
  • Cómo lo viven sus padres.
  • Si hay antecedentes familiares, es decir si sus padres también lo padecen o no.
  • La relación que tienen padres e hijos.
  • Si van a terapia.
  • Otros problemas asociados…

Hay que tener en cuenta que no siempre tienen que vivir una adolescencia problemática. Es cierto que al llegar a esta etapa, puede haber un cambio en la expresión de sus alteraciones. Normalmente, no se expresa tanto el cuadro de hiperactividad pero sí el de déficit de atención e impulsividad.

¿Qué puede cambiar en un niño con TDAH al llegar a su etapa adolescente?

  1. Puede necesitar más tiempo para organizar horarios, tareas… Más tiempo para planificarse y reorganizar sus deberes y sus trabajos.
  2. Puede haber un aumento de los conflictos tanto familiares como académicos. Los cambios de humor o el estar irascibles es normal en esta etapa.
  3. En la adolescencia la relaciones sociales se pueden ver frenadas o alteradas por no poder integrarse bien en ningún grupo y eso deteriorara su autoestima.
  4. Es importante vigilar la aparición de posibles patrones antisociales.
  5. Las conductas impulsivas pueden llevarles a tener problemas a esas edades tienen más tendencia a tener conductas peligrosas.

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a un adolescente con TDAH?

  1. Hay que trabajar su autoestima, reforzarla positivamente, motivarles para que desarrollen las facetas en las que son buenos o las que más les gusten. Para ello, se debe identificar las cosas que les guste hacer y motivarles.
  2. Se van a sentir bien ayudando en casa con las tareas domésticas que colaboren con los demás .
  3. Crea momentos especiales, con elogios y premios. Con ello, ayudarás que crezca su autoestima.
  4. Es necesario dialogar mucho con ellos hazles sentir que son importantes y que sientan que su opinión es tenida en cuenta, maneja toda esta información antes de poner límites.
  5. Utiliza reforzadores positivos: valídales cuando hagan las cosas bien, dales premios.
  6. Ayúdales a estructurar sus tiempos: los tiempos de trabajo, los tiempos de tareas escolares, los tiempos de ocio…
  7. Elige bien porque les vas a criticar. Cuidado con los sermones.
  8. No a los interrogatorios. Aprovecha el tiempo juntos para compartir, no para investigar o reprochar.
  9. Ellos necesitan su espacio.
  10. No les sobreprotejas. Eres consciente de que se adolescencia puede que no sea fácil.
  11. Hay que dejarles vivir esta etapa asumiendo sus responsabilidades.

Dificultades a las que se enfrenta el adolescente con TDAH

Este incremento en el nivel de exigencia puede generar dificultades añadidas a las propias del TDAH (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad), como una mayor ansiedad social, preocupación por la autoimagen, experimentación con las drogas y otras conductas de riesgo.

Además, los conflictos que generalmente se generan en el entorno familiar y las dificultades que pueden tener para mantener relaciones satisfactorias con otros adolescentes, conllevan en muchas ocasiones el desarrollo de una baja autoestima y otros problemas emocionales.

Otro problemas que puede surgir está relacionado con el déficit de autorregulación emocional (capacidad de gestionar y reaccionas antes las emociones) pueden acentuarse en la adolescencia. Se puede manifestar como sobrerreactividad, baja tolerancia a la frustración, irritabilidad, dificultad para manejar la rabia o dificultad para regular la motivación3.

Repercusión de los síntomas del TDAH en la vida del adolescente

Déficit de habilidades sociales

El manejo de habilidades es indispensable para poder establecer una relación satisfactoria con otras personas. Sin embargo, los adolescentes con TDAH pueden presentar un déficit en este aspecto como consecuencia de los síntomas nucleares del TDAH. Falta de empatía, de asertividad, dificultad en la comunicación verbal y no verbal…

 Falta de organización y planificación

Los adolescentes con TDAH suelen olvidarse de los planes y los horarios, y presentan dificultades a la hora de gestionar el tiempo para realizar tareas. Al tener un problema de atención pueden necesitar un mayor tiempo para finalizar las tareas y por lo tanto requieren una mayor planificación para conseguir llegar a sus objetivos. Suelen dejar todo para el último momento, evitando tareas que les requieren un mayor esfuerzo mental.

Poca integración en el grupo y pocos amigos

El déficit que presentan en habilidades sociales tiene un impacto directo en su capacidad de establecer relaciones con otros adolescentes y de mantener esas relaciones. Por lo tanto es posible que se vean aislados de los grupos, y que no tengan muchas amistades. Acarreando consecuencias negativas en su estado de ánimo y su autoestima.

Frecuentes cambios de humor e irritabilidad

En la adolescencia tienen especial relevancia los problemas de regulación emocional, que tienden a acentuarse. Esto lleva a constantes conflictos y enfrentamientos con familiares, profesores y compañeros. Les cuesta manejar la rabia y pueden tener baja tolerancia a la frustración, lo cual no ayuda a que sean socialmente aceptados.

Comorbilidad del TDAH en la adolescencia

Según un estudio realizado, cerca del 70-90% de los adolescentes con TDAH puede padecer un trastorno asociado (es lo que se conoce como comorbilidad). Dentro de los trastornos comórbidos más frecuentes en la adolescencia están el Trastorno Negativista Desafiante (TND), depresión y Trastorno por Uso de Sustancias (TUS).

Durante la adolescencia, los jóvenes con TDAH tienen varios cambios, tal y como está resumido en la investigación hecha por la Doctora Lily Hechtman. Mientras que a un pequeño grupo de niños aparentemente se les quita el TDAH, la mayoría de ellos continúa teniendo problemas con la atención, la concentración y el control de sus impulsos. Estos problemas posiblemente continuarán perjudicándoles su funcionamiento en la escuela y en casa, e impactándoles negativamente su autoestima y su habilidad de completar varios de los procesos del desarrollo necesarios en la adolescencia.

Un grupo pequeño de adolescentes con TDAH podrá desarrollar patrones de comportamiento antisociales, y empezará a abusar drogas incluyendo el alcohol. Los adolescentes con el mayor riesgo de abuso de drogas son aquellos cuyo TDAH no ha sido tratado adecuadamente. (El tratamiento tempranero de los niños con TDAH puede tener un efecto directo en el rebajar la posibilidad de que ellos abusen las drogas cuando sean adolescentes)

Una persona "impulsiva" tiene más probabilidades de implicarse en "conductas de riesgo". Si un día, en una discoteca por ejemplo, un amigo invita a otro a "probar una nueva pastilla", las posibilidades de que el segundo acepte son mucho más altas si su funcionamiento es impulsivo, que si es reflexivo, siendo la primera una conducta habitual en el TDAH en adolescentes y adultos. El "párate y piensa", sin un entrenamiento adecuado, es francamente difícil para un adolescente con TDAH. De hecho, es sabido que los niños con este trastorno, sin tratamiento, al llegar a la adolescencia "experimentan" más con las drogas que aquellos sin TDAH, y que muchos de éstos acaban desarrollando trastornos de abuso y dependencia de sustancias tóxicas asociados al TDAH en adolescentes y adultos. De la misma manera pueden tomar decisiones precipitadas en las relaciones de pareja, conduciendo su moto o bicicleta, al iniciarse en el mercado laboral, etc.

No hay que olvidar las repercusiones del déficit de atención del TDAH en los adolescentes/adultos. Un adolescente con dificultades para mantener la atención, si no ha seguido tratamiento, con mucha probabilidad habrá fracasado en los estudios aún siendo notablemente inteligente. Este fracaso, que siempre lleva asociado críticas, "sermones" y reflexiones de los adultos, contribuirá a disminuir todavía más su autoestima (no hemos de olvidar que la adolescencia es el periodo de la vida en el que la autoestima está más baja y que es un síntoma destacado en el TDAH en los adolescentes y adultos).

En la adolescencia es importante un equipo que colabore alrededor del niño padres educadores y psicólogo. La ayuda de un terapeuta puede ser de gran valor, ya que el trabajo diario ante las conductas nuevas, provoca muchas dudas en los padres.

Un terapeuta que pueda guiar y ayudar con pautas y con información para que sepas manejar mejor el día día y sobre todo para que puedas ayudarle a tu hijo a apuntalar sus facetas más positivas, su autoestima. Echarle una mano para que no naufrague en sus relaciones sociales y también para poder apoyarle en el ámbito familiar y académico.

¿Te ha gustado el artículo? ¿Necesitas más información? Déjame tu opinión, dudas o inquietudes en comentarios.

BIBLIOGRAFÍA

  • Musitu, G., Buelga, S., Lila, M.S. y Cava, M.J. (2001). Familia y adolesccencia: Análisis de un modelo de intervención psicosocial. Madrid: Síntesis.
  • Biederman J.,  Faraone S.V., Spencer T., Wilens T., Norman D. Japey K.A, Doyle A. Patterns of Psychiatric comorbidity, cognition and psychosocial, functioning in adults with attention déficit hyperactivity disorder. The American Journal of Psychiatry. 1993; 150(12), 1792-8.
  • Barkley RA, Fischer M, Smallish L, Fletcher K. Young adult outcome of hyperactive children: adaptive functioning in major life activities. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2006;45(2):192-202.
  • Vidal R., Casas M., Ramos-Quiroga JA. Manual de Tratamiento Cognitivo-Conductual para Adolescentes con TDAH y consumo de Cannabis. 2014.10-12.
  • Barkley RA. Attention-Deficit Hyperactivity Disorder. A handbook for diagnosis and treatment. 3ª edición. The Guilford Press: Londres.2008.
  • Barkley RA, Fischer M. The unique contribution of emotional impulsiveness to impairment in major life activities in hyperactive children as adults. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2010; 49(5):503-13.



miércoles, 11 de mayo de 2022

Control de la ira: Controla tu Temperamento

¿Te enfureces cuando alguien te impide el paso mientras conduces? ¿Se te dispara la presión arterial cuando tu hijo se niega a colaborar? La ira es una emoción normal, e incluso sana, pero es importante afrontarla de forma positiva. La ira descontrolada puede afectar tanto tu salud como tus relaciones.


Para comenzar, considera estos 10 + plus consejos de control de la ira.

1. Piensa antes de hablar

En un momento de enojo, es fácil decir algo de lo que luego te arrepentirás. Tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo, y permite que las otras personas involucradas en la situación hagan lo mismo.

2. Una vez que te tranquilices, expresa tu ira

Tan pronto como puedas pensar con claridad, expresa tu frustración de una manera asertiva pero no confrontativa. Comunica tus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa, sin herir a los demás ni tratar de controlarlos.

3. Haz un poco de ejercicio

La actividad física puede reducir el estrés que te puede provocar enojo. Si sientes que aumenta tu enojo, sal a correr o caminar enérgicamente, o dedica un tiempo a hacer actividades físicas que disfrutes.

4. Tómate un tiempo para reflexionar

Los tiempos para reflexionar no son solo para niños. Date pequeños descansos en los momentos del día que tienden a ser estresantes. Algunos momentos de tranquilidad pueden ayudar a que te sientas mejor preparado para manejar lo que sucederá después sin irritarte o enojarte.

5. Identifica posibles soluciones

En lugar de concentrarte en lo que te enojó, esfuérzate por resolver el problema en cuestión. ¿Te vuelve loco que la habitación de tu hijo esté desordenada? Cierra la puerta. ¿Tu pareja llega tarde a cenar todas las noches? Programa comidas más tarde en la noche o acuerda comer solo algunas veces a la semana. Recuerda que la ira no soluciona nada y solo podría empeorar todo.

6. Recurre a las declaraciones en primera persona

Para evitar criticar o echar culpas, lo que solo podría aumentar la tensión, usa declaraciones en primera persona para describir el problema. Sé respetuoso y específico. Por ejemplo, di: "Me molesta que te hayas ido de la mesa sin ofrecerte a ayudar con los platos" en lugar de "Nunca haces las tareas del hogar".

7. No guardes rencor

El perdón es una herramienta poderosa. Si permites que la ira y otros sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás notes que tu propia amargura o sentido de injusticia te abruman. Pero si puedes perdonar a alguien que te enfureció, ambos podrían aprender de la situación y fortalecer tu relación.

8. Usa el humor para aliviar la tensión

Tomarse las cosas con calma puede ayudar a aliviar la tensión. Utiliza el humor como ayuda para afrontar lo que te enoja y, posiblemente, las expectativas poco realistas que tengas sobre cómo deberían ser las cosas. Sin embargo, evita el sarcasmo, dado que puede herir los sentimientos y empeorar las cosas.

9. Practica técnicas de relajación

Cuando te sientas exasperado, pon en práctica las técnicas de relajación. Practicar ejercicios de respiración profunda, imagina una escena relajante o repite una palabra o una frase que te tranquilice, como «Tómalo con calma». También puedes escuchar música, escribir un diario o practicar algunas posturas de yoga: lo que sea necesario para relajarte.

10. Entérate de cuándo buscar ayuda

A veces, aprender a controlar la ira es un reto para todos. Si tu ira parece estar fuera de control, te fuerza a hacer cosas que lamentas o lastima a quienes están a tu alrededor, busca ayuda.

La psicología ha identificado al menos cinco tipos de esta manifestación humana:

1. Ira por impulso o defensa: aparece cuando algo te resulta muy desagradable e inaceptable. Te pones en modo cólera y respondes en forma automática, buscando desprenderte y anular o aniquilar ese impulso. Por ejemplo, cuando te insultan o recibes una acusación que consideras injusta.

2. Ira reprimida: generalmente deriva en una explosión. Al meter el enojo o disgusto en una olla a presión, ésta estalla de la peor forma. Se produce cuando algo la detona, o ya no se puede aguantar más la situación que la persona interpreta que la provoca. Como consecuencia, hay angustia, ansiedad, alejamiento del círculo directo de personas, entre otros sentimientos. Por ejemplo, se da cuando no se sabe expresar los sentimientos en el momento oportuno, evitar decir que “no” para complacer a los demás o aceptar situaciones con las que no estás de acuerdo, aunque no sabes cómo gestionarlas.

3. Ira por falta de satisfacción de necesidades: el mejor ejemplo son los bebés que hacen un berrinche si tienen hambre, o se sienten desprotegidos. Los adultos también suelen ponerse así ante el hambre y el cansancio. Este estado suele ser momentáneo y, una vez saciada la necesidad, la persona se auto regula. Es una emoción básica creada para nuestra supervivencia.

4. Ira espontánea: aparece cuando la persona siente que algo la daña, y responde agresivamente. Cuando el detonante se neutraliza, la ira se va paulatinamente. Es un mecanismo natural de sobrevivencia, que ha sido muy útil en la era prehistórica.

5. Trastorno explosivo intermitente: en este caso, la ira aparece sin motivo alguno; el estallido es espontáneo y contundentemente violento (por ejemplo, arrojar un objeto contra la pared), pero no viene precedido de señales como el enojo, sino que se pasa directamente a la manifestación de la ira. Ocurre, daña y se esfuma. Luego, puede venir la confusión, impotencia interna por no poder controlar esos impulsos, y un intenso sentimiento de culpa, que, a veces, lleva a pedir disculpas a los afectados, aunque cuando se está sereno se sabe que eso no compensa el daño emocional que se ha infligido a los demás.

Utiliza la técnica STOP

Creada por Tim Gallway, te permitirá frenar a tiempo antes de estallar:

  1. S – Stop (Detenerse) > No actuar, frenar todo impulso
  2. T – Think (Pensar) > Reflexionar sobre la base del impulso
  3. O – Observar > Elévate por sobre lo que sientes y mira la situación desde la perspectiva del otro, además de la tuya. ¿Qué información nueva puedes recoger?
  4.  P – Proceder > Actuar haciendo pasado por los tres pasos anteriores te permitirá haber sido más consciente de lo que vas a accionar, y posiblemente habrás bajado varios cambios antes de sobre reaccionar.

Como afirmaba el filósofo Séneca: “La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.” Recuerda que la mayor parte del daño te lo haces a ti mismo, además de corroer todo tipo de relaciones con los demás.

 Recuerda que estoy para apoyarte y poder trabajar contigo en incorporar las habilidades blandas para un mejor desempeño personal y profesional. Contáctame aquí. Trabajo en forma presencial y on-line con personas como tu, ejecutivos, líderes y equipos, personas de distintos países.


lunes, 25 de abril de 2022

Divorcio: Perspectiva Legal y Psicológica

El divorcio cada día se va pasando de ser un fenómeno aislado y condenado a una situación normal y a veces necesaria. Pero esto no quiere decir que no traiga consigo problemas y consecuencias, que pueden ser positivas o negativas, dependiendo del cómo se lleve a cabo el divorcio. 
La (ex)pareja afronta no solo situaciones personales y sentimentales, sino que se afrontan a un proceso legal, a veces largo y tedioso. En el caso de tener hijos, estos reaccionaran de diferente manera. Dependiendo delas acciones de los padres dependerá si será para bien o mal. Y todas estas consecuencias tienen un impacto académico que no debe menospreciarse. El sentimiento de culpa o estrés, como consecuencia del divorcio, puede hacer decaer el rendimiento de un alumno y llevarlo, incluso, a la deserción escolar.

El divorcio se puede definir como la acción de disolver o separar, por sentencia, el matrimonio, con cese efectivo de la convivencia conyugal. En México alrededor del 15% de los mexicanos sostienen una preferencia hacia el matrimonio aunque funcione mal, y más del 70% están de acuerdo con que el divorcio es la mejor solución cuando hay problemas.

El divorcio no es sino el medio jurídico de legalizar una situación que ya se produjo. Como en todos los problemas jurídicos, puede haber un abuso del derecho y existe, frecuentemente, el abuso del divorcio; y entonces, sí se puede crear o producir, por la posibilidad de disolver, sin una causa grave, el vínculo matrimonial.

“Y vivieron felices por siempre” o al menos así terminan los cuentos de hadas, pero la realidad es diferente, en el matrimonio existen diferentes factores que pueden ser detonantes para el divorcio, desde cosas simples hasta situaciones complejas. Las causas pueden ser internas o externas. Las causas internas son aquellas que tienen el individuo y afectan su relación en pareja y son:
  • Falta de conocimiento de nosotros mismos. No saber quiénes somos y que queremos.
  • Expectativas personales no cumplidas e insatisfacción personal. Lo que esperábamos ser a  lo que somos en realidad.
  • Intolerancia ante las diferencias de la pareja. “Los polos opuestos se atraen” no es una regla 100% aplicable en los humanos, puestos que esas diferencias pueden ocasionar conflictos.
  • Inmadurez. Ser irresponsable, infantil y demasiado dependiente. Esperar que la otra persona nos haga feliz.
  • Desinterés en mejorar la relación. No hacer nada por mejorar.
  • La baja autoestima que puede desencadenar celos injustificados.
  • Una idea equivocada del amor. Esperar que el otro nos haga feliz, creer que se puede vivir solo de amor o creer poder vivir “felices por siempre” sin ninguna clase de conflictos.
  • Falta de reconocimiento y aceptación de las crisis normales de la pareja.
  • Dejamos de amar a nuestra pareja. Hay que diferenciar el enamoramiento del amor maduro y hay que aceptar que ambos pueden acabarse.
  • Falta de compromiso emocional. Miedo o desinterés a involucrarse seria y profundamente en una relación.
  • Por aprendizaje de experiencias previas, sobre todo durante la niñez. Además, existen las causas externas a la persona, como son:
  • Situaciones críticas o problemáticas. Por ejemplo: Un embarazo no deseado, enfermedades, problemas sexuales, infidelidad, problemas económicos, intervención constante de la familia de alguno de los miembros de la pareja.
  • Problemas importantes de comunicación. La falta de comunicación puede generar desinterés y alejamiento.
  • La rutina y/o aburrimiento al estar con la pareja
  • Violencia intrafamiliar de parte de cualquiera, hacia la pareja o los hijos. Dentro de situaciones externas, en el punto de aspectos económicos, podemos observar una gran paradoja, el estado establece que los ciudadanos son los encargados del mantenimiento de la familia y la educación de los hijos, y al mismo tiempo aleja a estos del hogar el mayor tiempo posible, debido a las exigencias desmesuradas del trabajo, creando una gran falta de comunicación entre la pareja y de los padres con los hijos. Además, esto crea un sentimiento de culpa en los padres por no poder abarcar todo lo que concierne a la educación de sus hijos.
En el Código Civil dentro del Libro Primero, de las personas, Capítulo IV del Divorcio, se estipula lo siguiente en relación del divorcio y los hijos:

Artículo 191

Si los cónyuges que pretenden divorciarse tuvieren hijos menores, presentarán al juzgado un escrito en que se fijen los siguientes puntos:

I. Designación de la persona a quien sean confiados los hijos del matrimonio, tanto durante el procedimiento como después de consumado el divorcio.
II. El modo de subvenir a las necesidades de los hijos, tanto durante el procedimiento como después de consumado el divorcio.
III. La casa en que habitará cada cónyuge durante el procedimiento.
IV. La cantidad que a título de alimentos un cónyuge debe pagar al otro, la forma de hacer el pago y la garantía que deba darse para asegurarlos durante el procedimiento y después de ejecutoriada la sentencia que aprobó las bases del divorcio, o bien la manifestación expresa de que ambos cónyuges quedarán exentos de toda obligación a este respecto en caso de que así se convenga.
V. La manera de administrar los bienes de la sociedad conyugal durante el procedimiento, y la de liquidar dicha sociedad después de consumado el divorcio, así como la designación de liquidadores. A ese efecto se acompañará un inventario y avalúo de todos los bienes muebles e inmuebles de la sociedad.

Artículo 199

Al admitirse la demanda de divorcio o al tenerse por contestada la misma, a criterio del juez, se dictarán provisionalmente las medidas siguientes:

I. Señalar y asegurar los alimentos que debe dar el deudor alimentario al cónyuge acreedor y a los hijos.
II. Dictar las disposiciones convenientes para que ningún cónyuge cause perjuicio al otro.
III. Dictar, en su caso, las medidas precautorias que la ley establece respecto a la mujer que esté encinta.
IV. Poner a los hijos al cuidado de la persona que de común acuerdo hubieren designado los cónyuges, pudiendo ser uno de éstos. A falta de acuerdo, el juez determinará lo que estime conveniente a los intereses de los hijos.
V. Fijar día y hora de visita del otro cónyuge para los hijos, señalando siempre que en ningún momento estas deben de interferir en los horarios de estudio del menor.

Consecuencias en la pareja

Los hombres y las mujeres viven de manera diferente el divorcio. Los hombres se adaptan mejor al divorcio que las mujeres: sufren menos que éstas las consecuencias económicas del divorcio y como consecuencia, no se ven obligados a cambiar de residencia. En el sentido contrario, otras investigaciones han encontrado que los hombres acumulan más estresores que las mujeres suelen tener menos iniciativa para divorciarse, cuentan con una red de confidentes y amigos menor que la de ellas y suelen perder la custodia, y a veces, el contacto con los hijos. Existen también investigaciones que afirman no haber encontrado diferencias de género en el nivel de bienestar psicológico posterior al divorcio.

Asimismo, pueden existir rencores entre la pareja, lo que puede ocasionar que una o ambas partes intenten activamente alejar a los hijos, mediante la difamación de la pareja, a esto se le llama Síndrome de Alienación Parental (SAP). El cual, según Gardner se puede definir como:

"Un trastorno que surge principalmente en el contexto de las disputas por la guarda y custodia de los niños. Su primera manifestación es una campaña de difamación contra uno de los padres por parte del hijo, que no tiene justificación. El fenómeno resulta de la combinación del sistemático adoctrinamiento (lavado de cerebro) de uno de los padres y de las propias contribuciones del niño dirigidas a la denigración del progenitor objeto de esta campaña"

Consecuencias en los hijos

Los niños viven de manera diferente el divorcio. Puede ocasionar que el niño se refugie en sus fantasías para protegerse, desarrolle un rechazo hacia el matrimonio (o al compromiso), sus miedos se fortalezcan, excesiva dependencia, depresión aguda, sentimiento de culpa, abandono de la sensibilidad, violencia o búsqueda de una pareja violenta, enojo, pensamientos suicidas, etc.
  • El divorcio de los padres aumenta la tasa de delincuencia en los hijos.
  • Los hijos que no viven con ambos padres juntos, delinquen con crímenes más graves.
  • Los adolescentes que no viven con ambos padres juntos tienen más riesgo de alcoholismo y drogas.
  • Riesgo de que un progenitor abuse de sus hijas: los padrastros lo multiplican por seis.
  • Es 70 veces más probable que a un bebé le asesine su padrastro, que no su padre biológico.
  • Más sexo precoz y más hijos fuera del matrimonio en hijos de divorciados.
  • Los divorciados aumentan su riesgo de enfermedad mental, suicidio y accidente mortal.
Recomendaciones

Existen muchas recomendaciones para los padres tras el divorcio para minimizar el impacto que tiene sobre los hijos. 
  • Dejar en claro que NO es su culpa.
  • No permitir que los hijos afronten situaciones que provoquen inseguridad
  • Reforzar el auto-concepto y la autoestima de los hijos por medio de elogios.
  • Anuncia la salida del cónyuge con la verdad.
  • Hablar con los hijos acerca de la ruptura antes de que sea un hecho legal.
  • Encontrar la forma de manifestar adecuadamente los sentimientos.
  • Mantener el respeto hacia la figura del cónyuge que se va del domicilio.
  • No obligar a los hijos a “tomar partido”
  • Notificar al colegio, a toda la familia y al pediatra el hecho.
  • Poner en primer plano las necesidades de los hijos.
  • Mantener al niño al margen del proceso legal, formal o económico.
  • Solicitar ayuda especializada para el crecimiento personal y la resolución de conflictos.
Conclusiones

Nos encontramos ante un fenómeno común del cual hay que conocer sus pros, contras y consecuencias. Las problemáticas que se presentan en el matrimonio, de no ser abordadas de la manera correcta, pueden ser detonantes para el divorcio. De darse el divorcio, deben conocerse las implicaciones legales que existan, que pueden variar dependiendo de las leyes de cada estado o país. Éstas establecen factores que pueden ser determinantes para la vida de los hijos.

Después del divorcio, si las actitudes y conductas que tengan los padres en relación con su ex pareja son negativas, pueden generar estrés y confusión en los hijos. Cabe señalar, que de llevarse el divorcio de manera voluntaria y pacífica, se minimiza en gran medida las consecuencias. Abogados, se debe entender que el proceso legal puede ser estresante y tedioso para la familia, no solo para la pareja, hay que intentar comprender y brindar el asesoramiento correcto.

martes, 19 de abril de 2022

Maltrato Psicológico al Hombre

Todos nosotros estamos familiarizados con lo que es la violencia de género, entendida como el maltrato de un hombre hacia una mujer, pero existe un tipo de violencia que constituye una realidad silenciada de la que se habla bastante poco y es el maltrato que reciben los hombres por parte de las mujeres. 

Los hombres se enfrentan a muchísimos obstáculos, ya que a la hora de denunciar no tienen acceso a los mismos recursos que tiene la mujer, no son tomados en cuenta de la misma manera y muchas veces se subestima su realidad. Razón por la cual también muchos hombres prefieren no hablar de lo ocurrido cuando se enfrentan a este tipo de casos.

Este es un tema grave y poco tratado y es muy importante tomarlo con la seriedad que amerita, por esta razón, en este artículo hablaremos del maltrato psicológico al hombre, cuáles son sus causas, síntomas, consecuencias y cómo se puede salir de ahí.

Cuando hablamos de violencia de género, lo primero que pensamos es que un hombre está agrediendo a una mujer y esto es porque al menos en España, por ley, el término violencia de género se utiliza exclusivamente para víctimas mujeres. Los hombres agredidos entran en la categoría de violencia doméstica, que es una categoría diferente y supone una pena menor.

¿Por qué ocurre esta diferenciación? Primero es importante aclarar que la violencia se define como: un comportamiento que provoca daño físico o psicológico a otro ser y puede ser de tipo; físico, psicológico o emocional. Está incluido acá el abuso psíquico y sexual.

El caso de la violencia doméstica dirigida hacia los hombres suele ser más del tipo de violencia psicológica o emocional, y en este sentido el daño no es tan palpable y visible como el anterior. Este hecho no es menor y el problema mayor es que aún desconocemos el impacto que puede tener en nosotros el daño psicológico y muchas veces incluso normalizamos conductas que no están del todo bien, porque las hemos padecido en nuestra infancia. Con esto quiero decir que no existe mucho conocimiento de lo que es el daño psicológico, de las actitudes que lo componen, de sus consecuencias y de que se debe hacer al respecto ante una situación como esta.

Causas del maltrato psicológico al hombre

Existen diferentes razones que pueden explicar por qué un hombre podría padecer y quedarse en una dinámica de maltrato. Aparecen diferentes causas de por qué no deja a su mujer:

  • La indefensión aprendida, teoría planteada en 1974 por Seligman quien plantea que cuando los organismos son sometidos a situaciones de incontrolabilidad muestran una serie de déficit del tipo motivacional, cognitivo, fisiológico y emocional. Cuando ocurre maltrato en la pareja, detrás del maltrato hay un profundo desgaste psicológico y la víctima aprende a vivir con miedo creyendo que le será imposible producir un cambio. Aquí puedes ver más sobre la Teoría de la indefensión aprendida de Seligman.
  • El síndrome de Estocolmo, producto de un estado disociativo la víctima niega la fase violenta del agresor, a la vez que sobrevalora su lado amable, subestimando sus necesidades y volviéndose hiper-reactiva ante las necesidades del agresor. En este artículo hablamos en profundidad sobre el síndrome de Estocolmo.
  • Por temor a dejar a sus hijos con una mujer irresponsable y maltratante, adopta una actitud sobreprotectora.
  • Por miedo a perder sus hijos. El hombre está en desventaja en términos legales para la obtención de la custodia y muchas veces cuando existe agresión psicológica la mujer tiende a manipular con los niños.
  • Vergüenza a asumir lo ocurrido ante el mundo, miedo a la burla o al que dirán.
  • Falta de apoyo de familiares, amigos o autoridades.
  • Negación. Puede haber una tendencia a negar lo que ocurre o a minimizar los hechos.

Síntomas del maltrato psicológico en hombres

Puede resultar muy difícil identificar las conductas de abuso y lamentablemente caer en un abuso camuflado o normalizado. Es por eso que vamos a explicarte a continuación, de manera detallada, cuáles son síntomas típicos de un abuso psicológico o emocional, para que así lo puedas identificar, reconocer y hacerte cargo a tiempo.

Por tanto, los síntomas del maltrato psicológico en hombres son:

  • Desvalorización: aquí encontramos la ridiculización, las descalificaciones, las trivializaciones, las oposiciones y el desprecio.
  • Hostilidad: tipos de conductas hostiles serían los reproches, los insultos y las amenazas.
  • Indiferencia: falta de empatía y apoyo, monopolización...
  • Intimidación: juzgar, criticar y corregir, posturas y gestos amenazantes, conductas destructivas...
  • Imposición de conductas: órdenes, desviaciones, insistencia abusiva, invasiones en la privacidad, sabotajes...
  • Culpabilización: acusaciones, gaslighting, negación...
  • Bondad aparente: manipulación de la realidad.

Además de lo anterior, sería bueno clasificar algunos síntomas de abuso como en estos dos tipos:

  1. Mecanismos de abuso encubiertos: donde podríamos encontrar las descalificaciones, negaciones, proyecciones, acusaciones, desmentir el abuso, connotar negativamente, amenazas de abandono físico o emocional, abandonar física o emocionalmente.
  2. Mecanismos de abuso manifiestos: gritos, desprecios, insultos, malas palabras, ordenes, critica, mal humor, negar y retener afecto, ignorar, aislar a la víctima de la familia y amigos, monitorear los tiempos del otro, restringir recursos del otro, tirar objetos, golpear, dar portazos, etc.

Consecuencias del maltrato psicológico en hombres

El maltrato psicológico es sumamente dañino, ya que no vemos sus efectos hasta tiempo después, cuando ya nos ha generado un daño importante. Algunas de las consecuencias que pueden desencadenarse del maltrato psicológico o emocional son:

  • Ansiedad y estrés
  • Depresión
  • Sentimientos de culpa
  • Baja autoestima
  • Irritabilidad
  • Sensación de vació y sentimientos de soledad
  • Alteraciones del sueño
  • Agresividad
  • Dificultades en las relaciones interpersonales
  • Retraimiento
  • Somatización

Cómo salir del maltrato siendo hombre

Este punto resulta clave una vez que un hombre ha identificado que está siendo víctima de un maltrato lo más probable es que conecte con muchas emociones y con la sensación de confusión y de no saber qué medidas tomas, qué hacer, a quien recurrir o cómo salir de esa situación de maltrato.

  1. Mantener la calma. Lo primero que te aconsejamos es que mantengas la calma y sé que esto es mucho pedir, porque generalmente la persona que ha llegado a este punto ya esta muy sobrepasada y afectada. Pero es importante que respires hondo, pienses las cosas fríamente en lo posible y evites ser impulsivo o actuar en respuesta a las agresiones para que luego no te vayas a arrepentir.
  2. Salir del lugar. Cuando sientas que el ambiente se pone muy agresivo y que te puedes enganchar con la violencia y responder igual, respira hondo y trata de salir de ese lugar y reincorporarte cuando te hayas calmado.
  3. Dejar de tener contacto. Para salir de la situación de maltrato es necesario romper con la dinámica que se genera con el maltratador y para eso es necesario dejar de tener contacto, al menos en una fase inicial y eso no es tarea fácil ya que se encuentran involucradas muchas cosas que hacen que la persona víctima de esta situación se mantenga ahí y perpetúe la situación de maltrato.
  4. Pedir ayuda. Lo más aconsejado es que pidas ayuda. Para ello, el gobierno español en conjunto con el ministerio de la igualdad prestan un servicio telefónico de asesoría y ayuda a las personas agredidas. Si te sientes confuso, perdido y no sabes qué hacer, puedes llamar y contarles lo que te ocurre para que despejes las dudas y sepas qué puedes hacer a continuación
  5. Hablar con una persona de confianza. Intenta contarle a un amigo o familiar de confianza de lo que te ocurre y, si esa posibilidad no la percibes como viable, contacta a algún terapeuta o psiquiatra para que tengas a alguien con quien descargar y que te ayude a pensar las cosas fríamente, a tomar las mejores decisiones, a conseguir las herramientas que necesitas para dejar esa situación o a identificar qué es lo que te retiene en esa dinámica.

Cómo ayudar a un hombre maltratado

La persona agredida se encuentra tan invadida por sus emociones y presa de ellas, que probablemente le costará tomar las riendas del asunto. Si eres alguien externo y estás viendo que tu amigo, familiar o conocido está sufriendo maltrato psicológico, físico o emocional, te recomendamos lo siguiente para ayudarle

Contactar al servicio de ayuda.

  1. Pedir asesoría jurídica con un abogado experto en maltrato a hombres, que te asesorará y aclarará las dudas en términos prácticos y de forma realista
  2. Contactar a un psicólogo o psiquiatra experto en maltratos, quien servirá para ayudar, contener, identificar claramente el problema y las cosas que lo retienen ahí, proveer herramientas necesarias para salir de ahí, solicitará ayuda para el afectado en caso de ser necesario, podrá emitir un informe posterior que registre los daños psicológicos generados hasta el momento y le ayudará a superar la situación.
  3. Escúchale y contenle. Evita emitir juicios o reproches. Lo que menos necesita una persona maltratada es cualquier otra situación que lo haga sentir maltratado o expuesto. Lo que más necesita es cariño, contención, apoyo incondicional y alguien que lo ayude a ordenar sus pensamientos para actuar y salir de su situación.

En este artículo hablamos de cómo ayudar a una persona maltratada.


 Fuente: Psicología-Online

miércoles, 6 de abril de 2022

Evolución y Desarrollo de la Depresión

La duración de un episodio depresivo puede variar desde varias semanas a varios meses o incluso años. La mayoría de las personas suelen estar completamente bien entre 4 y 6 meses. Sin tratamiento puede durar semanas, meses e incluso años.

Lo habitual, es la desaparición de todos los síntomas con el tratamiento, aunque existe el riesgo de desarrollar otro episodio depresivo después de la recuperación total. Las recaídas son más frecuentes en personas cuyos síntomas no desaparecen del todo entre episodios. Sin embargo cuando la persona está recibiendo tratamiento y realiza un seguimiento adecuado, el riesgo de que los síntomas y el sufrimiento vuelvan a aparecer se reduce notablemente. De ahí el interés en la atención temprana de la enfermedad así como en mantener el tratamiento todo el tiempo necesario (como mínimo varios meses después de la mejoría).

Para la mejoría es importante que sigas las recomendaciones de los profesionales acerca de los tratamientos (farmacológicos, psicoterapéuticos, e indicaciones varias).

En algunos casos, los síntomas pueden mantenerse durante más tiempo, pese al tratamiento, en este caso hablamos de depresión resistente. La depresión no puede ser contemplada como un episodio de enfermedad aislado, sino como una enfermedad crónica, que incapacita en los episodios intercurrentes. Además cuantos más episodios se padezcan mayor es la probabilidad de presentar otros episodios depresivos.

En algunos casos, la depresión puede instalarse en el tiempo y puede durar varios años; es lo que conocemos como depresión crónica. Si hay menos síntomas y éstos son menos intensos se le denomina distimia. Las personas que padecen distimia refieren que siempre o la mayor parte del tiempo están tristes.

Los síntomas más frecuentes son: una disminución del interés y el placer, causando malestar e interferencia en la vida cotidiana, sentimientos de rendir poco, de impotencia, de culpa o rumiaciones sobre el pasado, irritabilidad o enfados frecuentes.

Una persona que sufre distimia puede tender a aislarse, a retirarse de las actividades sociales; en el trabajo puede presentar una disminución de la actividad, de la eficacia y de la productividad. Con los años, este trastorno se convierte en parte integrante de su vida o su personalidad.

La persona dice: “siempre he sido así” o “yo soy así”.  Los profesionales sanitarios y familiares también corren el riesgo de ser víctimas de esta confusión entre el funcionamiento normal y la distimia. Esta enfermedad a menudo comienza de manera discreta y en una edad temprana (infancia, adolescencia o inicio de la edad adulta). Si no se trata adecuadamente, se corre el riesgo de que se vaya agravando con la edad. 

El tratamiento de la depresión debe ser integral y abarcar todas las intervenciones psicoterapéuticas, psicosociales y farmacológicas que puedan mejorar el bienestar y la capacidad funcional. Se realiza siguiendo un modelo de atención escalonada y de colaboración entre atención primaria y salud mental, de forma que las intervenciones y el tratamiento se intensifique según el estado y la evolución del paciente.

Las terapias psicológicas más empleadas por su carácter específico son la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la psicoterapia interpersonal (TIP).