viernes, 7 de agosto de 2015

La Paramnesia Reduplicativa

Es la creencia delirante de que un lugar o escenario ha sido duplicado, existiendo en dos o más espacios simultáneamente, o bien de que ha sido "reubicado" en otro lugar.
El término paramnesia reduplicativa fue utilizado por primera vez en el año 1903 por el neurólogo Arnold Pick. Aunque se ha encontrado que el fenómeno ya había sido descrito en el año 1788 por el naturalista suizo Charles Bonnet. No fue hasta 1976 cuando se prestó una seria consideración al trastorno, cuando Benson  presento tres nuevos casos. Benson no se limitó a describir los síntomas de sus pacientes, sino que intentó explicar el fenómeno en términos de déficits neurocognitivos, también presentes en estos casos. Este fue uno de los primeros intentos de dar una explicación neuropsicológica para este trastorno.

La paramnesia reduplicativa ha sido mencionada en el contexto de numerosos trastornos neurológicos, incluyendo el accidente cerebrovascular, la hemorragia cerebral, tumores, demencias, encefalopatías y diversos trastornos psiquiátricos.

La reubicación ilusoria de un escenario en un lugar familiar, normalmente, los lugares que el sujeto cree que han sido reduplicados resultan familiares para él, como su casa, su lugar de trabajo, el hospital o un centro al que acuda de forma habitual. Aunque en ocasiones el paciente cree que se encuentra en lugares más exóticos o fantásticos (es más raro que se sufra paramnesia reduplicativa).

Ejemplo, el paciente puede insistir en que el hospital en que se encuentra ingresado ha sido duplicado y cambiado de ubicación, y que ambos coexisten al mismo tiempo, con el mismo nombre, idénticos, y con las mismas personas. Esto crea una especie de sensación de "mundos paralelos".

Explicaciones Médicas

Las primeras explicaciones de corte psicodinámico sugerían que la paramnesia reduplicativa no estaba directamente relacionado con el daño cerebral, sino que surgía a partir de la negación de la enfermedad. Concretamente, según Weinstein y Kahn en aquellas personas que consideraban la enfermedad como una "imperfección, debilidad o desgracia". Otras investigaciones tempranas aceptaban que el daño cerebral era un factor importante, pero sugerían que la desorientación era una "reacción histérica" motivada por el deseo de volver a casa.

Sin embargo, la mayoría de las teorías actuales sugieren que el trastorno está causado por un mal funcionamiento de los sistemas cerebrales relacionados con la memoria y la sensación de familiaridad. Curiosamente, esta era la base de la explicación original que había ofrecido Pick, en la que sugería que el mecanismo crucial era un "ataque convulsivo" que alteraba la memoria consciente.
Benson añadió posteriormente que los daños en el hemisferio derecho de los pacientes les incapacitaban para mantener la orientación debido al deterioro de la percepción viso-espacial y de la memoria visual, mientras que los daños en los lóbulos frontales dificultaban la inhibición de las falsas impresiones causadas por la desorientación.

Las investigaciones más recientes han respaldado esta visión y se han establecido nexos con la literatura sobre el fenómeno de la confabulación, por el que los pacientes parecen evocar falsos recuerdos sin darse cuenta de que son falsos, y que suele asociarse también con daños en los lóbulos frontales. El daño en el hemisferio derecho también se asocia a la anosognosia, un desorden que provoca que los pacientes no sean conscientes de los déficits que sufren como consecuencia de un daño cerebral determinado. Esta falta de conciencia de la propia enfermedad también parece hallarse presente en la paramnesia reduplicativa.

El estudio de un caso concreto ha sugerido una explicación más detallada, que apunta a que el daño en la ruta ventral del sistema visual, que conecta la corteza visual con ciertas áreas del lóbulo temporal, puede provocar la desorientación viso-espacial y las dificultades de integración de recuerdos. Está firmemente comprobado que las áreas temporales (incluido el hipocampo) interactúan con el lóbulo frontal durante la formación y recuperación de recuerdos, lo que proporciona una explicación sobre por qué los daños frontales pueden llegar a causar este trastorno.

En la actualidad no existe un tratamiento específico para esta dolencia, sino que suele dirigirse a tratar la causa que dio origen a la misma y también se suministran al paciente antidepresivos para contrarrestar las alteraciones del ánimo que pueda ocasionar la enfermedad.

Es maravilloso e interesante saber que en el fondo del cerebro se esconde una fuerza capaz de crear un entorno completamente nuevo.

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