Se
conoce como síndrome del savant a un conjunto de síntomas
cognitivos anómalos.
Fue
J. Langdon Down, descubridor del Síndrome de Down o síndrome del fenotipo
trisomía 21 quien acuñó el término Idiot savant (sabio idiota) que terminó por
ser poco aceptado y quedar algo obsoleto.
Si
existe una característica común que describe a los savants es su memoria
prodigiosa, que es de un tipo especial. Es una memoria que él define como muy
profunda, pero excesivamente estrecha. Estrecha en el sentido de que pueden
recordar pero tienen dificultad a la hora de utilizar su memoria.
“Una
persona con Síndrome de Savant puede memorizar millones de datos, reproducir
artísticamente aquello que ve y tocar instrumentos sin necesidad de
aprendizaje, sin embargo algunos de ellos no pueden ni cubrir sus necesidades
más básicas”.
En
general, y teniendo en cuenta el enorme repertorio de conocimientos del ser
humano, es curioso el hecho de que las habilidades más usuales de los savant se
centren en 4 categorías principales:
- Arte (música, pintura y escultura): se caracterizan por ser grandes intérpretes musicales, especialmente al piano, pintores y escultores. Suelen tener habilidades innatas para comprender e interpretar la música.
- Cálculo de fechas: algunos savant pueden memorizar calendarios enteros y recordar datos referentes a cada uno de esos días.
- Cálculo matemático: capacidad para la realización de complejos cálculos matemáticos mentalmente de forma instantánea y con gran precisión, como por ejemplo el cálculo de números primos o la realización de divisiones con 100 decimales mentalmente.
- Habilidades mecánicas y espaciales: capacidad para medir distancias casi exactas sin la ayuda de instrumentos, construcción de detalladas maquetas, memorización de mapas y direcciones...
Existen
además otra serie de habilidades, más inusuales y en general más particulares
del individuo, como facilidad para el aprendizaje de múltiples idiomas, fuerte
agudización de los sentidos, perfecta apreciación del paso del tiempo sin
necesidad de relojes, etc.
Teorías
sobre el síndrome del savant
Actualmente,
no existe ninguna teoría médica capaz de explicar la razón de esta curiosa
condición humana, no al menos en su totalidad. Aunque algunos savants han
sufrido lesiones cerebrales, en otros no es posible encontrar rastro alguno de
“anormalidad”, al menos mediante las herramientas de diagnóstico actuales. De
hecho, ciertos neurólogos apoyan la tesis de que los savant tal vez “compartan”
con los superdotados ciertos subprocesos mentales, pertenecientes a un nivel
específico del cerebro. En cualquier caso, y de una manera u otra, este
síndrome ha despertado la fascinación de muchas personas, y no es para menos,
ya que muestra el enorme potencial que nuestro cerebro oculta en su interior
(aún a costa de otros efectos no deseados).
Recientemente
se ha descubierto que parte de sus asombrosas habilidades son gracias a que
llevan a cabo los procesos mentales con hemisferios cerebrales distintos a los
que una persona común utiliza para procesar la información.
Las
hipótesis formuladas bajo la posibilidad de una existencia de daño cerebral en
el hemisferio izquierdo han sido respaldadas por las actuales pruebas de
neuroimagen. De esta manera, un Savant podría tener el hemisferio derecho más
desarrollado, siendo éste el responsable de tales talentos extraordinarios.
Los
savant son un resultado de alguna anomalía en las conexiones neuronales, ya
sean causadas en el desarrollo embrional o por contusiones cerebrales después
del alumbramiento, he aquí la causa por la cual este padecimiento es en gran
medida relacionado con el autismo. En general, este síndrome es considerado un
tipo de autismo especial, asemejándose mayormente al síndrome de Asperge del espectro
autista como el trastorno menos profundo.
Conclusión
¿Pero
cómo logran desarrollar memorias tan prodigiosas? El estudio de los cerebros de
los savants mediante técnicas de neuroimagen ha revelado que la mayoría de los
que sufren el síndrome tienen alteraciones en el hemisferio izquierdo de su
cerebro. Por eso gran parte de ellos son también autistas. Para Darold
Treffert, autor del libro Gente extraordinaria: entendiendo el síndrome savant,
una posible explicación de su genialidad es que cuando el hemisferio izquierdo
no funciona bien, el derecho lo compensa desarrollando nuevas habilidades,
posiblemente reclutando tejido neuronal que en condiciones normales se destina
a otras funciones. Otra posibilidad, dice Treffert, es que la lesión en el hemisferio
izquierdo destape habilidades que habían estado latentes debido a lo que se
conoce como la "tiranía del cerebro izquierdo dominante".
Tratamiento
Por
sus características, la propuesta de tratamiento para un Savant puede ser
similar al tratamiento dirigido a un síndrome de Asperger. En primer lugar
deben evaluarse las deficiencias y habilidades del niño o adulto para tener
claro donde poder incidir en mayor o menor medida.
Por
lo tanto, lo que se pretende en estos casos es fomentar las habilidades
sociales y de comunicación de la persona afectada con su familia y con el
entorno. Promover la compaginación de su interés con el resto, fomentar la
interacción. Evitar rumiaciones y obsesiones internas mediante técnicas de
parada de pensamiento, enseñar a sus familiares a desviar los temas de
conversación cuando sea necesario, emprender actividades que estimulen y hagan
trabajar el hemisferio cerebral izquierdo y utilizar condicionamiento clásico
para reforzar conductas apropiadas y reducir o extinguir conductas no deseadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario