jueves, 2 de marzo de 2023

Herida del Abandono

¿Qué implica una herida de abandono? ¿Cómo podemos saber si padecemos de un trauma de abandono? Descubre las señales y cómo afrontarlo.

Una herida de abandono puede afectar en cualquier momento. Para algunas personas, estos sentimientos pueden empezar en la infancia, pero para otras, el efecto puede ser más tarde. Estos sentimientos pueden desencadenarse por el miedo de perder a un ser querido, una relación romántica o incluso por un trabajo. Entonces, ¿Cómo podemos saber si padecemos de este ‘trauma’ por abandono?

¿Qué es la herida de abandono?

Cuando hablamos de una herida de abandono, estamos apuntando a aquellos pensamientos o comportamientos que suelen estar impulsados por la ansiedad o el miedo de que alguien o de que algo que te importa, inevitablemente, se vaya. Por lo general, estos efectos suelen ser una respuesta aprendida durante la infancia que se acaba normalizando con el tiempo.

¿Cómo saber si sufro de una herida del abandono?

Las personas que sufren de un ‘síndrome’ de abandono suelen tener los siguientes síntomas:

  1. Inseguridades crónicas: Haber sufrido una herida de abandono acaba destruyendo nuestra autoestima. La razón de ello es que cuando un niño padece de un trauma por abandono, suele pensar que esto tiene una conexión con su valor personal. Por lo tanto, acaban pensando que este sentimiento es por su culpa.
  2. Ansiedad en las relaciones: Una persona con un trauma por abandono puede acabar lidiando con el constante pensamiento de que las personas importantes en su vida acabarán dejándolos o rechazándolos. Es decir, estas personas acaban proyectando una sensación de traición anticipada, de abandono en las relaciones románticas o en sus nuevas amistades.
  3. Preocupaciones constantes: La sensación que produce una herida del abandono puede hacer que una persona acabe planeando constantemente cómo evitarlo, incluso antes de que haya empezado el problema en sí.
  4. Problemas de confianza: Los problemas de abandono a menudo suele implicar acabar padeciendo de una falta de confianza hacia los demás. Por lo tanto, estos problemas de confianza pueden acabar significando una incapacidad para confiar en las otras personas.
  5. Miedo al compromiso: Los problemas de abandono pueden presentarse como un miedo al compromiso, lo que implica que una persona no puede comprometerse por completo en una relación a largo plazo o emocionalmente comprometida. En consecuencia, las personas con una herida del abandono pueden acabar evitando el compromiso con los demás.
  6. No poder poner límites: Un trauma por abandono también puede implicar que las personas no sepan poner límites a los demás. Esto puede suponer que los demás acaben aprovechándose de estas personas, debido a que no saben cómo limitar a las personas de su alrededor.
  7. Miedo al rechazo: Esto puede ir más allá de una simple negación. Es decir, estas personas pueden creer que no están siendo rechazados y traten de aferrarse a la relación hasta llegar al punto de intentar manipular a la otra persona.
  8. Comportamientos o episodios depresivos: Cuando esta herida del abandono acaba afectando a diferentes aspectos de la vida de quien lo sufre, puede acabar provocando problemas de salud mental. De hecho, si la causa de estos problemas de abandono es debido a un trauma, entonces, esto puede acabar derivando en un episodio depresivo.

Estas son algunas señales que podrían indicar de que estás padeciendo de una herida de abandono. Ante estos sentimientos, es importante acudir cuanto antes a un profesional de la salud mental.

¿Cómo afrontar una herida de abandono?

Para afrontar un síndrome del abandono es vital tener en cuenta lo siguiente:

  • Tomar conciencia: Para poder superar un trauma por abandono o una herida de abandono debemos saber de dónde vienen estos sentimientos. Es decir, comprender cuáles son nuestros patrones de comportamiento en las relaciones.
  • Expresa tus necesidades: Por otro lado, al tomar conciencia de donde provienen nuestros sentimientos de abandono, otro paso será intentar relacionarse conscientemente con los demás de una manera más saludable. Por ejemplo, saber expresar nuestros límites o necesidades será una buena manera de empezar a promover mejores vínculos con los demás.
  • Acude a terapia: Para poder afrontar estar heridas emocionales de la infancia es necesario acudir a un psicólogo profesional. Un terapeuta será capaz de identificar aquellas actitudes que reflejan este problema, así como a aprender a afrontarlos de una manera más saludable, poniendo a los demás en su lugar, es decir, no permitiendo que sean el centro de nuestra vida.

Las personas con miedo al abandono suelen experimentarlo debido a que han padecido de una pérdida, un trauma. o un duelo mal gestionado. De hecho, estas experiencias pueden acabar derivando en problemas de salud mental leves, pero que requieren un tratamiento. Aun así, es posible aprender nuevas formas de vivir con estos sentimientos sin tener que proyectarlos en nosotros o en aquellas personas que amamos.


MundoPsicólogos 


Trastorno Depresivo Persistente ( distimia)

La distimia se trata de un trastorno depresivo persistente que suele presentar uno o dos síntomas de la depresión clínica y que dura al menos dos años en adultos (o uno en los niños). Cuando una persona empieza a vivir con esta depresión crónica, suele presentar un estado de ánimo triste que persiste mucho tiempo.

Es más leve y duradera que la depresión mayor, pero puede ser igual de incapacitante.

De la misma manera que un resfriado se diagnostica con la existencia de síntomas como la tos seca, dolor de cabeza, goteo nasal y/o fiebre, existen indicios concretos para que un médico sepa que su paciente se encuentra ante una depresión. Y la distimia es uno de sus subtipos. Para diagnosticar una depresión mayor (la más tipificada) tiene que haber un mínimo de estos cinco síntomas durante al menos dos semanas (sobreesfuerzo para realizar actividades cotidianas, ausencia o exceso de apetito, baja energía, problemas de autoestima, tristeza, falta de concentración o dificultad para tomar decisiones, insomnio o hipersomnia, sentimientos de desesperanza, tendencia a pasar más tiempo solo que con amigos o familiares, y ausencia de placer ante actividades que antes hacían disfrutar).

En cuanto a la distimia (afecta a entre el 5% y el 6% de la población), aunque el catálogo de síntomas es el mismo, para ser diagnosticada tienen que darse dos de los síntomas antes enumerados, y mantenerse al menos durante dos meses. En el último cambio del Manual Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales, la distimia pasó a llamarse Trastorno Depresivo Persistente. Y aunque sus síntomas pueden interferir en las tareas diarias, no impiden cumplir con las responsabilidades.

Más que un trastorno de la personalidad, nosotros los profesionales coincidimos en que es un estilo de personalidad que te acompaña casi desde el momento en que naces, con una tendencia al pensamiento victimista, atención al 'locus' externo sin tomar una perspectiva realista de lo que pasa, acabando por desarrollar una indefensión aprendida ("haga lo que haga, saldrá mal"). La distimia es un trastorno mental bastante invisibilizado, porque se confunde con una persona triste. En ausencia de formación clínica, no cualquier persona sabría diferenciarla.

¿Cómo se comporta una persona distímica?

Una persona con distimia repite esa tendencia al aislamiento, a la incomprensión, vacío, soledad, baja autoestima... Y a su vez, con el propio comportamiento que generan con su nula implicación con todo, se encuentran bajos de energía, malhumorados y tristes, aislándose aún más.

Son personas que han ido a terapia en muchas ocasiones en su vida porque su estado anímico basal es un poco más bajito. Cuando les preguntas cómo se encuentran en el día a día, la respuesta no es negativa, pero afirman creer que 'lo normal' es ser más feliz de lo que son, y refieren no saber qué hacer. Yo me he dado cuenta de que, a pesar de los ejercicios que intentas trabajar en terapia, les cuesta encontrar la satisfacción porque casi nada les llena, son retraídas, se sienten incomprendidas... Es algo crónico. Y además, al compararse con los demás, se incomodan más, por eso a ellos especialmente no les ayuda nada las redes sociales. Tienen momentos de felicidad, pero estos son bastante planos. Por eso en muchas ocasiones, la solución pasa por una medicación que les ayude.

¿Cómo salir de ahí?

Desde luego, el primer paso ha de ser acudir a la consulta de un profesional para que, hecho el diagnóstico, paute una terapia cognitiva-conductual. Además, es importante escucharse a uno mismo, hacerse preguntas valientes y necesarias acerca del trabajo, el estilo de vida y las personas por las que estamos apostando como: ¿te hace tu entorno realmente feliz? Hay que hacer los ajustes necesarios en la vida; a veces es simplemente un cambio de aficiones. Hacer un movimiento en esa tuerca, aunque sea pequeño, puede desencadenar una mejoría.

La psicoterapia con técnicas cognitivo conductuales consiste en modificar patrones del pensamiento, reestructurando los posibles pensamientos disfuncionales. Las herramientas de las que nos valemos son la determinación de objetivos que el paciente va cumpliendo para obtener refuerzos y salir del bucle de la depresión. También utilizamos técnicas de relajación muscular y de visualización. En los casos en que la psicoterapia no funciona, es muy importante no culparse. A veces tiene que ver simplemente con una alteración de neurotransmisores como la serotonina o la noradrenalina y hay que echar mano de los fármacos, una combinación de estás siempre traer un mejor resultado.

Lo importante es que no te juzgues y que "tomes la temperatura de tu ánimo". Si sientes que, a pesar de tener todo lo que deseas, no te sientes satisfecha con tu vida, no dudes en consultar a un profesional. De la misma manera que cuando no te sientes en forma físicamente porque estás cansada, tienes malestar estomacal, una contractura en la espalda o te ha salido una mancha en la piel acudes a un profesional, el mismo respeto se merece tu estado anímico. Y esto es extensible también si crees que alguien cercano lo pueda estar pasando. No dudes y... ¡sal de dudas!

El Secreto del Narcisista

Lo esconden detrás de su abuso y bravuconería, su fanfarronería y su arrogancia.

La gente se deja engañar por la audaz personalidad del narcisista. Están confundidos por sus palabras e intimidados y avergonzados por su agresión. No se dan cuenta de que la personalidad de un abusador es una máscara y que su comportamiento es un juego de humo y espejos. Se fabrica como un sistema de defensa para ocultar a un niño asustado e inseguro en su interior, un niño que se siente tan insignificante como la pretensión de importancia del abusador.

Su secreto es que se sienten inseguros y necesitados. Esta es la razón por la que deben, a toda costa, sentirse poderosos y en control. Una vez que te das cuenta de esto, explica toda su personalidad y abuso. Actúan como si no tuvieran necesidades y juzgan a sus parejas por sus necesidades y sentimientos. Algunos abusadores y narcisistas parecen bastante autosuficientes fuera de una relación íntima. Sin embargo, obtienen la atención de su trabajo, colegas y amantes informales. En una relación romántica, les gusta jugar. Después, insisten en que cumplas con sus demandas implacables, a veces incluso que los dejes solos. Para protegerte, es crucial comprender la mente de un narcisista.

Control

Los narcisistas deben controlar a otras personas y su entorno, incluidas las creencias, los sentimientos y las acciones de uno, para que se sientan seguros. Te exigen, menosprecian o manipulan para quedar por encima de ti. Terminas sintiéndote inseguro, que es como se sienten por dentro. Esta es una defensa llamada identificación proyectiva. Tus sentimientos te muestran cómo se "eza. Actúan de manera especial, con derecho, arrogantes y quieren asociarse con los mejores y más caros productos y personas conocidas. Todos estos comportamientos son métodos para elevarse para sentirse menos inseguros y avergonzados de sentirse débiles e inadecuados. Si ellos son los mejores, incluso por asociación o a través de la compra de símbolos de lujo, no tienen que sentirse pequeños e insignificantes. Arrogancia y envidia

Tal comportamiento también significa que deben creer que son mejores que tú y que cualquier otra persona. Si incluso una persona sobresale o es mejor en algo, debe superar a esa persona. Si no están en la cima, en su mente, son inadecuados o un fracaso. Esto también explica su envidia y odio hacia las personas con las que compiten, aunque solo sea en sus mentes. Algunos narcisistas vengativos y perfeccionistas derrotarán activamente a sus competidores y buscarán venganza por errores reales o imaginarios.

Hipersensibilidad

Su inseguridad también explica por qué son súper sensibles a cualquier crítica leve o imaginada. Si no estás de acuerdo, debes estar equivocado, porque ellos tienen que estar en lo cierto. Te llamarán demasiado sensible, pero de hecho, son ellos los que son exquisitamente sensibles a la retroalimentación. Cuando no reciben elogios, deducen que los están criticando. Además, necesitan afirmación, alabanza, lealtad y aprobación constantes para validar que son los mejores. Necesitan constantemente su suministro narcisista porque son muy inseguros. Debido a que sus dudas sobre sí mismos son tan grandes, cualquier alabanza y atención proporcionan un alivio momentáneo, pero no se pegan ni significan nada a largo plazo porque en su interior sienten vergüenza.

De su vergüenza se desprende que los narcisistas no pueden aceptar ninguna responsabilidad por sus palabras o acciones. Debido a que tienen tanto miedo de ser juzgados, no pueden admitir ninguna falta o error o incluso que se les responsabilice de sus propias palabras para que no se les pida que se expliquen. En su mundo, las cosas son buenas o malas, en blanco y negro, el éxito o el fracaso. Cualquier error los hace malos, un fracaso y antipáticos porque ya sienten vergüenza e inseguridad.

Defensa

Al igual que un niño en problemas, su primera defensa es la negación, que puede incluir la mentira consciente. Su siguiente defensa es culparte a ti, a su jefe, al sistema u otros grupos, a cualquiera menos a ellos mismos. Los hechos son irrelevantes y pierdes el tiempo discutiendo con ellos. Incluso pueden decir que tú los provocaste a hacer algo. Irónicamente, al culparte, están regalando su poder. Ellos en efecto están diciendo que tú los controlas. Si señalas esto, se sorprenderán.

Después de la negación, la proyección es su defensa favorita. En lugar de sentirse débiles, inferiores, sin importancia o cualquier otro rasgo negativo, te acusan a ti y a los demás de ser débiles, demasiado sensibles, inferiores, insignificantes o cualquier otra cosa que no quieran sentir sobre sí mismos. Con la proyección, están tratando de deshacerse de su pequeño secreto sucio y hacer que tú y otras personas se conviertan en los necesitados con todos los problemas.

No caigas en su juego. Habla con amigos y profesionales que te apoyen. Confía en tus instintos y obtén más información sobre el narcisismo.

Extra

El secreto de los narcisistas en la pareja, en la familia y en la amistad

Los psicópatas y los narcisistas, hombres y mujeres, esconden un profundo secreto dentro de su ser. En lo más profundo de su alma y en su corazón. Secreto que tratan de ocultar ante las personas de su entorno. Lo ocultarán por miedo a ser descubiertos y lo negarán cuando descubran su secreto más guardado.

Los narcisistas son niños perdidos atrapados en un cuerpo adulto

Y precisamente ese es uno de sus secretos, que en realidad son niños y niñas pequeñas, atrapadas en la época de su infancia. Buscan en todo momento en el día a día de su vida que todas y cada una de las personas que van cruzándose con ellos y ellas sufran lo mismo que sentían, cuando no eran amados ni queridos por sus padres, ni por las demás personas, cuando eran pequeños o pequeñas.

El secreto del narcisista es la base de su manipulación y maltrato emocional hacia sus víctimas

La gente, las víctimas de los narcisistas, se dejan engañar por la audaz y directa personalidad del narcisista. Los narcisistas al tener una forma de ser infantil pueden tener una visión tierna y bondadosa de la vida. Por lo tanto, las víctimas se encuentran confundidas por sus palabras e intimidados y avergonzados por su agresión emocional.

El secreto de los narcisistas en la pareja, en la familia y en la amistad

Las víctimas no se dan cuenta, o, mejor dicho, no quieren darse cuenta de que la personalidad de un abusador o abusadora emocional es una máscara oculta y que su comportamiento es un juego de humo y espejos, que hacen que las víctimas entren en una obsesión, un vínculo traumático y una disonancia cognitiva que las impiden ser felices en la vida.

Los narcisistas no se sentían amados por sus padres en la infancia

Al hablar de psicópatas narcisistas, tanto hombres como mujeres, estamos hablando de niños y niñas perdidas que, en su búsqueda natural de ser amados, realizan ese efecto espejo con las personas, de ser odiados, ya que eso mismo sentían en su infancia.

El sistema de defensa del narcisista para ocultar su secreto

El hombre o las mujeres psicópata narcisista se fabrica a sí mismo o a sí misma como un sistema emocional y psicológico de defensa para ocultar a un niño asustado e inseguro en su interior, un niño o una niña que se siente tan insignificante y pequeño como la pretensión de importancia del abusador o abusadora emocional.

Los narcisistas se sienten inseguros y necesitados

Principalmente esta es la razón por la que los narcisistas y los psicópatas deben, a toda costa, en todo instante y en todo momento en su vida sentirse poderosos, en control emocional y psicológico durante toda circunstancia. Recuerda –Cuales son las peores cosas que le puedes decir a un narcisista–

La víctima del abuso emocional narcisista, cuando se da cuenta de todas estas manipulaciones emocionales y psicológicas, se explican y empiezan a comprender en su interior toda su personalidad y abuso. Los narcisistas, hombres y mujeres, actúan por la vida como si no tuvieran necesidades emocionales o vitales, y juzgan a sus parejas víctimas, o familiares y amigos, por sus necesidades y sentimientos. Algunos abusadores emocionales y psicológicos, narcisistas y psicópatas, parecen bastante autosuficientes fuera de una relación íntima. Pero la realidad es precisamente todo lo contrario.

El secreto de los narcisistas en la pareja

Por otro lado, para contrarrestar toda esta carencia emocional los narcisistas y los psicópatas obtienen la atención necesaria para su vida en su trabajo, con sus supuestos amigos y amantes, ya que todos los narcisistas son infieles. En una relación romántica o de pareja, les gusta jugar, a la doble moral para mantener a sus víctimas hasta el tiempo que consideren oportuno. Finalmente, los narcisistas y los psicópatas insisten en que sus víctimas cumplan con todas sus potenciales demandas que van pidiendo, o mejor dicho exigiendo. Por lo tanto, es fundamental comprender la mente de un hombre narcisista y de una mujer narcisista.


Psychology Today 

Jorge Perales Nieto

jueves, 9 de febrero de 2023

21 Señales de Abuso Psicológico en una Relación

 Señales de abuso psicológico 


#1 Tienes miedo.

El comportamiento de tu pareja te asusta. Tienes miedo de pedirle o decirle algo porque no sabes cómo va a reaccionar. El miedo es una señal de abuso psicológico.

 #2 Interpretaciones negativas.

Tu pareja te dice constantemente todo lo que haces mal y todo lo que necesitarías mejorar. Pero en lugar de ayudarte, no hace más que señalar tus defectos y comportarse como si fueras una causa perdida a la que no puede echar una mano porque es demasiado débil.

 #3 Comparaciones dolorosas.

Tu pareja te compara constantemente con tus amigas diciéndote que son más guapas y exitosas o simplemente te dice que son mejores que tú.

 #4 Confusiones constantes.

Te grita muy a menudo. Y cuando intentas contestarle de vuelta o probar que estás en lo cierto, pueden incluso arrodillarse para conseguir tu perdón.

#5 Te acusan sin razón.

Te culpan por el comportamiento de un amigo, por cómo son los niños, por el divorcio de una amiga o por cualquier otra cosa.

#6 Celos posesivos.

Siempre tiene algo negativo que decir sobre tus amigos, especialmente si son del sexo contrario. Odia cuando tus amigos te llaman y a veces te pide que cuelgues el teléfono. No les gusta que tengas una vida social activa.

#7 Tu autoestima se resiente.

Te dice constantemente lo poco que vales y se enfada contigo porque  siempre buscas su aprobación. Pero cuando intentas hacer algo por tu cuenta, te reprocha que no serás capaz.

#8 Dos caras.

Su actitud y comportamiento te confunden. A veces, es extremadamente cariñoso o cariñosa. Pero otras veces son dañinos o dañinas. Es tarea imposible predecir cómo van a reaccionar. El abuso psicológico se esconde tras estas dos caras.

#9 Tienen un sádico o sádica interior.

Parece sentirse mejor cuando te critican o señalan tus defectos. Parecen más felices cuando cometes errores.

#10 La humillación.

Te humillan, especialmente cuando estás con amigos o gente que te admira. El abuso psicológico se manifiesta a través de la humillación.

#11 Grandes demandas.

Esperan de ti cosas irrazonables y te demandan grandes cosas mientras en secreto esperan que fracases para decirte «¡te lo dije!».

#12 Manipulación sexual.

Tu pareja te manipula para que realices actividades sexuales que no te gustan. A veces incluso diciendo «otras chicas/chicos lo hacen, ¿por qué tu no?»

#13 Grandes confesiones.

Tu pareja puede compartir sus problemas con los demás, pero cuando tu lo haces se enfada.

#14 Vuelve a todos en tu contra.

Y te hace sentir impotente. De esta manera nadie se pondrá de tu parte si algún día te revelas.

#15  El tratamiento del silencio.

Más conocido como que te «hacen el vacío». Una pareja que abusa de ti psicológicamente trabaja mano a mano con la culpa y puede castigarte con el silencio hasta que te disculpes por oponerte a su decisión.

#16 Abuso físico.

Algunas veces, tu pareja puede hacer uso del abuso físico tal vez sea un pellizcó, un bofetón o incluso una postura amenazante para asustarte cuando te opones a algo.

#17 Prohibido pensar.

Les apasiona tener el control total de la relación. Te manipularán poco a poco hasta que pierdas toda la confianza en tu juicio. Acabas creyendo que no eres capaz de tomar decisiones sin su consejo.

#18 Soledad y dependencia.

Pueden empezar diciéndote que no les gusta algún miembro de tu familia o tus amigos.  Luego te pedirán que dejes de ver a esa persona. Antes de que te des cuenta, tu pareja te ha aislado socialmente de cualquier persona que antes estaba cerca de ti. Y un día, abres los ojos, miras a tu alrededor y ves que si necesitas ayuda solo puedes acudir a tu pareja.

#19 Memorias emocionales.

Te recuerda en cada discusión todas esas veces que cometiste un error. Constantemente saca a relucir los fallos que has cometido.

#20 Tus logros no valen nada.

Tu pareja glorifica hasta el más pequeño de sus logros mientras los tuyos son minusvalorados.

#21 Negación.

Si se te ocurre apuntarle que cumple alguna de estas señales lo negará. Puede que incluso intenten convencerte de que lo hacen para ayudarte.

 “Cuando te quiero, te quiero independiente de mí, y no enamorado de mí, sino enamorado de la vida. no se puede caminar cuando se lleva a alguien agarrado”. Anthony de Mello.


Psicosalud

miércoles, 25 de enero de 2023

¿Cuándo Abandonan los Narcicista? El Descarte.

 ¿Cuándo abandona un narcisista?

Como mencionábamos, un narcisista tiene el constante temor de ser abandonado, por lo que es poco habitual que pongan fin a una relación. En el caso de que su pareja haya decidido ponerle fin, esta procura seguir manteniendo un vínculo, por lo que sigue llamando, escribiendo y procurando no perder el contacto.

Además, debido a la percepción que tienen de sí mismos, prefieren que les dejen con el fin de no romper dicha imagen que tienen y así proclamarse víctima y no culpable del fin de la relación. Es por ello que, aunque su pareja no les haya tratado de una forma adecuada y les haya dañado, no abandonarán a su pareja porque va en contra de su código moral.

¿Cómo tratar un narcisista?

¿Cómo debo tratar a mi pareja narcisista? ¿Cómo es la pareja ideal de un narcisista? ¿Cómo desenmascarar a un narcisista? Vemos las pautas principales para tratar a una persona narcisista:

  1. Un narcisista, como hemos mencionado antes, necesita ser elogiado de forma constante, sin embargo, solo debemos hacerlo si realmente se merece dicho elogio y no entrar así en su dinámica. Del mismo modo, a la hora de hacerle una crítica, hay que hacerlo de forma muy paulatina e insistiendo que estás hablando de un acto en concreto y no de él como persona. En este artículo encontrarás más información sobre la personalidad narcisista en la pareja.
  2. Por otro lado, no hay que tener en cuenta sus críticas en el caso de que está menospreciándote, ya que forman parte de su trastorno por su necesidad de sentirse superiores.
  3. Si, además, no te sientes comprendido, entiende que tienen muchas dificultades para ponerse en el lugar de los demás.
  4. Otro de los consejos para convivir con un narcisista es que no te dejes controlar, debe aprender a vivir sin tener el control de todo.
  5. Es importante la ayuda de un profesional. Si bien, esto es muy complicado ya que son personas a las que les cuesta asumir errores. Un buen momento para ello puede ser tras un momento vital en el que su ego se vea dañado, como un despido.
  6. Mantén tus emociones en equilibro con el fin de que no sienta que tiene el poder sobre ti y consiga llevarte a su terreno.
  7. Si intenta criticarte, explícale que no estás de acuerdo con su crítica y que valoras tus logros. Sé muy firme, y que vea que no puede dominarte emocionalmente tirará la toalla y no seguirá intentándolo.
  8. Intenta comprenderle. Puede que sea así debido a cómo fueron sus padres con él de pequeño o porque ha vivido otras situaciones difíciles. Existen muchos tipos de narcisismo y se puede deber a diferentes causas.
  9. Ayúdale a que se ponga en tu lugar haciéndole entender, con respeto, las consecuencias de sus actos y cómo se sentiría él si tú hubieras hecho su misma acción.
  10. Refuerza cuando haga algo bien. Les cuesta mucho admitir su culpa o dar las gracias a alguien por algo, por eso, cuando lo haga, recálcalo y hazle saber lo mucho que aprecias que lo haya hecho.
  11. Ofrécele un mundo más amable. Si se sienten seguros contigo, es posible que puedan relajarse y no mostrar tanta necesidad de controlar los supuestos peligros a los que se enfrenta la relación.

Este artículo es meramente informativo. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Referencias

  • American Psychiatric Association (APA). (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR.Barcelona: Masson.
  • Bibliografía
  • Freud, S. (1895). Un proyecto de una psicología para neurólogos. Alianza editorial
  • Kernberg, O. (1992). La patología narcisista hoy. In VI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatria y Psicoterapia de Niños y Adolescentes (SEPYPNA). Barcelona.

Inhalantes

Los jóvenes de hoy pueden enfrentar una fuerte presión por parte de sus compañeros para que prueben las drogas, incluyendo un grupo de sustancias llamadas inhalantes. El abuso de inhalantes es un problema más común entre adolescentes jóvenes, pero hay niños de apenas cinco o seis años que ya han experimentado con este tipo de drogas.

Los inhalantes tienen el riesgo particular de ser mortales en cualquier momento en que se usen, incluso la primera vez.

Como padre o madre, usted es la primera y la mejor protección contra el consumo de drogas. La siguiente información de la Academia Americana de Pediatría habla sobre los inhalantes y cómo prevenir que su hijo los use, especialmente teniendo en cuenta que esta forma de abuso de sustancias es difícil de tratar.

Tipos de inhalantes

Más de 1,000 productos domésticos pueden ser mal empleados como inhalantes con el fin de obtener efectos estimulantes. Puesto que estos productos se hallan comúnmente en casas, oficinas y salones de clase, son legales, baratos, fáciles de obtener y fáciles de esconder. Casi 1 de cada 10 estudiantes de octavo grado han probado algún tipo de inhalante.

Existen tres tipos de inhalantes: solventes y combustibles, óxido nitroso y nitritos volátiles.

Los solventes son productos domésticos o industriales en líquido o aerosol, incluyendo pegantes y adhesivos, líquidos correctores, pinturas, marcadores con punta de fieltro, limpiadores de hornos y desinfectantes. Esto significa que casi todos los aerosoles en latas presurizadas pueden usarse como inhalantes, incluyendo fijadores para el cabello, desodorantes, limpiadores para computadoras y pintura en aerosol. Entre los combustibles inhalados figuran el propano, la gasolina, los reforzadores de octanaje y los refrigerantes.

El óxido nitroso o gas de la risa usualmente se deriva de usos médicos o se halla en los dispensadores de crema batida (cilindros esféricos o cartuchos llenos de óxido nitroso para dispensar la crema batida).

Los nitritos volátiles que se hallan en los desodorantes ambientales son más usados por adolescentes mayores con la idea de que esta droga intensifica la función sexual.

Cómo se usan los inhalantes

El abuso de inhalantes también se conoce como abuso de solventes o abuso de sustancias volátiles (huffing o sniffing en inglés).

Los usuarios pueden:

  • Aspirar (respirar los vapores de un trapo empapado en químicos), o inhalar directamente de la lata o recipiente en el que viene el inhalante.
  • Rociar el inhalante en una bolsa o en un recipiente vacío, como una lata de refresco, y luego inhalarlo. Los gases médicos, como el óxido nitroso, se suelen vaciar en globos.
  • Rociar o verter los inhalantes en un trapo o en un trozo de ropa, y luego inhalar profundamente de la tela.

Signos del abuso de inhalantes

Los padres y los maestros deben estar al tanto de los signos del abuso de inhalantes. Sin embargo, algunos signos son muy generales, como descuido en la apariencia, en las calificaciones o en la actitud. Las actividades y amigos habituales tienden a cambiar.

Éstos son otros posibles signos de alerta:

  • El aliento o la ropa huele a químicos
  • Manchas o llagas alrededor de la boca
  • Pintura o manchas en el cuerpo o la ropa
  • Mirada ebria, aturdida o vidriosa
  • Náuseas, pérdida de apetito
  • Ansiedad, excitabilidad, irritabilidad
  • Un escondrijo de latas de aerosol o de líquidos volátiles

Cómo afecta la salud el uso de inhalantes

Algo que tienen en común todos los inhalantes es que contienen químicos que nunca se hicieron para ser inhalados por una persona. La parte más temible de los inhalantes es que incluso el primer uso puede llevar a la muerte. El corazón es particularmente sensible a los efectos de los inhalantes, llevando a un ritmo cardíaco anormal y la muerte súbita. El uso de inhalantes puede causar lesiones del cerebro permanentes.

La estimulación producida por los inhalantes ocurre rápidamente y por lo general sólo dura unos pocos segundos o minutos, a menos que el usuario inhale repetidamente. Al principio, los usuarios de inhalantes se sienten estimulados, pero muy pronto comienzan a sentirse mareados y pueden arrastrar las palabras o tambalearse. A veces creen ver cosas que no están presentes.

Éstos son algunos de los efectos a corto plazo:

  • Excitación, falta de inhibición, conducta impulsiva
  • Visión doble, mareos, inestabilidad al caminar
  • Estornudos, tos, goteo nasal, ojos enrojecidos
  • Hablar enredado, náuseas, vómitos
  • Somnolencia, dolor de cabeza, desmayo
  • Muerte

Los efectos a largo plazo por daños al cerebro y a los nervios incluyen:

  • Dificultad en fijar la atención, poca capacidad para resolver problemas
  • Debilidad muscular y temblores
  • Problemas con el equilibrio
  • Mala memoria, cambios temperamentales, demencia

Los adolescentes que usan los inhalantes como estimulante tienen un riesgo muy alto de probar otras drogas.

Lo que usted puede hacer

Siga estos pasos para prevenir que su hijo se interese en el uso de inhalantes y otras drogas.

  1. Establezca expectativas altas y límites claros. Inculque valores sólidos. Hágale énfasis a su hijo en que usted espera que no consuma drogas. Enséñele valores saludables e importantes para su familia, y a usar esos valores al discernir entre lo correcto y lo incorrecto.
  2. Hable con su hijo sobre los peligros del consumo de drogas, incluyendo los inhalantes. Los jóvenes que desconocen los hechos sobre las drogas pueden probarlas sólo por saber qué se siente. Comience a hablar con su hijo a una edad temprana acerca de los peligros del consumo de drogas. Anímelo a hacerle preguntas y a expresar sus inquietudes. Escúchelo y no lo dé sermones ni hable sin parar. Pregúntele qué piensa sobre el consumo de drogas y sus riesgos.
  3. Ayúdele a enfrentar la presión de sus compañeros. Los compañeros y otras personas pueden ejercer una fuerte influencia para que un joven pruebe las drogas. Como padre o madre, usted puede ejercer una influencia aún mayor para ayudar a su hijo a tener confianza en sí mismo, tomar decisiones saludables y resistir las presiones poco saludables de sus compañeros. Dígale que está bien decir "¡No!" a conductas riesgosas, y a decirlo con convicción. Ayúdelo a dedicar su tiempo a intereses positivos que fomenten la autoestima.
  4. Ayúdele a afrontar sus emociones. Hay formas normales y saludables de expresar las emociones fuertes que todos sentimos a veces. Los niños necesitan aprender a reconocer sus sentimientos y hablar sobre los mismos. Es importante que cada persona aprenda a expresar y afrontar sus sentimientos, así como asumir las cosas que les producen estrés de un modo saludable, lo que le permitirá prevenir o resolver los problemas.
  5. Dé un buen ejemplo. Evite consumir tabaco y drogas ilícitas. Reduzca al mínimo el consumo de alcohol y nunca conduzca habiendo bebido. Dé un buen ejemplo en el modo en que se expresa, se controla y alivia el estrés, el dolor o la tensión. ¡Las acciones dicen más que las palabras!
  6. Obtenga una evaluación profesional. Si cree que su hijo está consumiendo drogas, exprésele al pediatra sus inquietudes exactas. El médico podrá ayudarle.

Fuente Inhalants: What You Need to Know (Copyright © 2010 American Academy of Pediatrics)

miércoles, 4 de enero de 2023

El Síndrome de Cenicienta

El síndrome de Cenicienta tiene una doble vertiente, la primera está basada en el rechazo del hijastro hacia la madrastra y fue descrita, por primera vez, por el Dr. Peter K. Lewin en 1976, en una carta al editor de la revista Canadian Medical Association Journal. En ella se describen las falsas acusaciones de algunos niños adoptados, de ser maltratados o descuidados por sus madres adoptivas.

En 1981 Collete Downing en su obra «The Cinderella Complex: Women’s Hidden Fear of Independence» describió un síndrome con el nombre de esta princesa de cuento. Cenicienta. Se trata del deseo inconsciente de las mujeres de ser protegidas o cuidadas en todo momento, dejando de lado sus propios gustos o actividades. Esto puede deberse a la crianza o a las presiones sociales o religiosas. Dowling indica que, en realidad, este síndrome procede del miedo a ser independientes.

El nombre que ha dado esta investigadora a su estudio no puede ser más certero. Todos conocemos la historia de Cenicienta: una jovencita que se pasa el día entero cuidando a su madrastra y a sus hermanastras. Un día se organiza un baile para el príncipe y no es tenida en cuenta hasta que un hada madrina la convierte en princesa.

Después, ella pierde su zapato de cristal y el apuesto joven va casa por casa hasta encontrar a la dueña del calzado. Según este cuento, la mujer debe ser al mismo tiempo inocente, bella y resignada, y por supuesto, dependiente del esposo o “príncipe azul”.

En el libro de “Cenicienta”, el hada madrina convierte a la protagonista en princesa y por ello el ejemplar masculino por excelencia la conoce en el baile. Entonces, como dice Dowling, la mujer sólo puede cambiar el curso de la vida gracias a entablar una relación con un hombre. De lo contrario, será una esclava o una sirvienta por siempre.

Nota: Todos podemos necesitar afecto, protección y “ser salvados” en algún momento puntual de la vida. Sin embargo, esto no puede ser la regla, sino la excepción. Un abrazo que nos rescate de un mal día es perfecto y preciso. Una palabra de aliento en una mala situación puede consolarnos. Necesitar el apoyo de alguien en un momento concreto no nos convierte en frágiles, sino en auténticos.

¿En qué consiste el Síndrome de Cenicienta? Este Síndrome describe a mujeres que se sienten totalmente dependientes de los hombres tanto emocional como económicamente. Además, el complejo se caracteriza por la idealización de una imagen mental masculina, un «príncipe azul», que les genera una gran frustración al ser totalmente intolerantes ante cualquier defecto de su pareja. No es considerado una patología psiquiátrica, pero si un complejo que puede provocar problemas de relación.

Pero, ¿Por qué Cenicienta? Es cierto que casi todas las princesas de cuento presentan mujeres muy poco independientes, pero cenicienta es la que expresa mejor la idea de que la feminidad debe poseer inocencia, belleza y resignación, pero de ningún modo independencia. No olvidemos que, en el cuento de Cenicienta, ella es incapaz de alterar su condición de sirvienta sin la intervención de un hada madrina y desde luego, sin la figura masculina representada por el apuesto Príncipe Azul. Es la figura típica de la dama en apuros. Dicho de otra manera, Cenicienta es el resumen de la mujer que solo puede cambiar el curso de su vida mediante el establecimiento de una relación con un hombre; de otra manera, será esclava por siempre jamás.

Es decir, el síndrome de Cenicienta se caracteriza por dos grandes pilares:

Dependencia emocional, se define como un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de una forma desadaptativa con otras personas. Es una necesidad afectiva extrema que una persona siente hacia otra. Se caracterizan por:

  • Relaciones basadas en la sumisión y la subordinación. Son relaciones desequilibradas.
  • Existe una necesidad excesiva del otro, lo que se traduce como un deseo irrefrenable de acceso constante a él.
  • Si la persona amada no está disponible o si no se obtiene de ella las manifestaciones de afecto deseadas se produce un sufrimiento.
  • Necesidad de la aprobación de la pareja y preocupación excesiva por agradarle. Asumiendo el sistema de creencias de la pareja, por encima del propio.
  • Suelen aparecer altos niveles de preocupación y comportamientos vigilantes y controladores por miedo a perder a la pareja.
  • Pánico a la ruptura.

Idealización de la figura masculina, es la exageración en positivo de las virtudes del sexo masculino, quitándose a sí mismos valor para otorgarle al otro el poder de la “perfección”. Una persona que idealiza a otra, suele sentirse inferior. Se suele pensar que la pareja (el príncipe azul) la salvará de cualquier cosa y estará por ella todo el tiempo. La mayoría de estas mujeres creció con la idea de llegar a tener a un hombre perfecto para ellas. Muchas evitan relacionarse con hombres porque ninguno cubre sus expectativas y exigencias.

Las causas del Complejo de Cenicienta pueden resumirse en que algunas mujeres, por crianza, presiones familiares o sociales, cultivan el deseo desmedido e inconsciente de ser cuidadas. Este deseo procede del miedo a la independencia. Otro factor al que se apunta es la baja autoestima.

Todo esto provoca unas consecuencias, principalmente problemas de pareja y conyugales, puesto que una mujer en exceso dependiente de su compañero de vida resulta asfixiante. Uno necesita sentir que es capaz de responder por sí mismo al momento de que el cónyuge haga falta y es un hecho que se pueden alcanzar muchas metas por uno mismo sin necesidad del otro.

Ante una relación marcada por el síndrome de cenicienta, se aconseja:

  • Potencia la autonomía
  • No dejar de lado las amistades
  • Aceptar que el amor es libertad y aceptación del otro
  • Busca motivaciones y actividades externas
  • Aprender a tomas tus propias decisiones.

No estamos diciendo que se deba tratar a la mujer sin delicadeza, ya que en el fondo sí que hay una princesa dentro de cada una, pero una mujer debe ser segura de sí misma, y desarrollar la capacidad de cumplir sus metas, ser feliz y económicamente independiente. No le hace falta ningún príncipe azul que le salve.

Conclusión: Si tienes hijas, incúlcales el poder del estudio y de la preparación. Enséñales que es necesario contar con ciertos conocimientos y tener experiencia laboral antes de casarse o formar una familia. Incluso ve más allá. Plantéale cómo quieren que sean sus vidas. También son libres de no querer casarse ni formar una familia. Cría hijas librepensadoras. Que sepan aquello que quieren sin depender de nadie. Si tienes también hijos varones, enséñales que las tareas del hogar son cosa de todos. De esta forma, se comienza a concienciar que la casa es un asunto familiar y no solo de las mujeres. Todos comemos, todos usamos el baño, el salón… Así pues, ¡todos colaboramos!

Cría hijos e hijas que sean capaces de alcanzar sus metas y cumplir sus sueños, que en el futuro aspiren a disfrutar de una relación de pareja saludable y equilibrada y sobre todas las cosas… no dejes de tratarlas como princesas (o príncipes) … que saben lo que quieren.

Extra: Cenicienta.

Tiene un componente de fantasía de rescate. Se trata de mujeres insatisfechas con su vida, su trabajo o sus relaciones sociales que esperan que la llegada de un príncipe azul las salve de su vida triste y frustrante, haciendo que todo sea mágico y maravilloso. Por ello, no luchan por mejorar y salir de su situación, sino que se pasan la vida esperando que la fantasía del Príncipe se haga realidad. Lo que se recomienda es aceptar la realidad, concienciarse de que nada es perfecto, que podamos ser felices es el primer paso para abandonar este síndrome y comenzar a construir una vida plena.

También es aplicable este Síndrome a todas aquellas mujeres que se sienten incompletas o infelices por no haber encontrado una pareja. Pero, la felicidad no aumenta por tener a un hombre al lado, sino que la fuente del bienestar nace de uno mismo.

Lo cierto es que siempre se debe aprender a ser feliz en base a lo que se tiene, es decir, aceptar tu realidad para no frustrarse, puesto que cada situación tiene sus inconvenientes y ventajas.

Para superar el Síndrome de Cenicienta debemos ir más allá del amor ideal para poder centrarnos en una relación real, y aceptar el mundo tal y como es.

La forma en la que fueron educadas las “Cenicientas” afecta mucho sus idealizaciones de los “Príncipes”, de modo que, si son sumisas o dependientes, buscarán seguirlo siendo. Muchas otras, temen vivir sin pareja; no obstante, no consiguen al hombre perfecto que cumpla sus expectativas. Esto baja su autoestima y ellas se sumen más en su trabajo, el cual desempeñan bien. Este complejo no tiene una cura milagrosa, se trata de realizar psicoterapia para fomentar una autoestima saludable que los lleve a dejar de ser dependientes. El trabajo terapéutico con objetivos como la autoestima y la dependencia, inicialmente, y que, posteriormente, se irán refinando- tal y como ya explicamos en otro post- conseguirá que la “Cenicienta” dejé de serlo para convertirse en una “Princesa”.

viernes, 16 de diciembre de 2022

Qué hacer ante una Crisis Epiléptica. Primeros auxilios.

Las personas que conviven con pacientes de epilepsia necesitan conocer qué deben hacer en caso de presenciar una crisis. Se trata de situaciones de riesgo y conocer las medidas adecuadas de primeros auxilios puede evitar lesiones y complicaciones peligrosas.

La mayoría de las crisis epilépticas son breves y terminan por sí mismas, no siendo necesario hacer nada para detenerlas.

Cuando se aplican correctamente las medidas de primeros auxilios durante una crisis se evitan complicaciones que pueden ser peligrosas. A continuación, se indica la actitud que debe mantenerse durante los tipos de crisis más habituales.

Actitud ante una crisis generalizada tónico clónico:

  • Ayudar a colocarle en el suelo, evitando que se lastime.
  • Colocar una almohada o manta doblada bajo la cabeza, para que no se golpee contra el suelo.
  • Quitarle las gafas y aflojar el cinturón, la corbata y las prendas de ropa apretadas.
  • Retirar objetos punzantes o cortantes con los que se pueda herir, y fuentes de calor con las que se pueda quemar.
  • No introducir objetos en su boca ni intentar administrar medicamentos orales.
  • No sujetarle con fuerza para evitar sus movimientos.

Después de la crisis dejarle descansar tumbado sobre un costado. De esta forma si tiene vómitos, saliva o flemas no pasarán a sus pulmones.

Actitud ante una crisis parcial compleja:

  • Retirar objetos que puedan ser peligrosos.
  • Si el enfermo camina sin rumbo, dirigirle calmadamente hacia zonas sin peligro.
  • No inmovilizar o detener por la fuerza al enfermo. No enfrentarse si el enfermo parece enfadado o agresivo.

Si después de la crisis el paciente se encuentra confuso y desorientado o camina sin rumbo, acompañarle hasta que se recupere por completo.

Una vez recuperado puede permitirse que se vuelva a incorporar a su trabajo o actividad si el paciente lo considera posible.

¿Cuándo se debe llamar a una ambulancia o acudir a urgencias?

Generalmente no es necesario llamar a una ambulancia o acudir a urgencias, pero sí debe hacerse en las siguientes situaciones:

  • Cuando es la primera crisis que tiene esta persona.
  • Cuando es un enfermo con epilepsia conocida, pero nunca ha tenido una crisis de este tipo o que haya durado tanto tiempo.
  • Cuando es un enfermo con epilepsia que no está tomando su medicación antiepiléptica.
  • Cuando ocurre durante un proceso infeccioso o que se acompaña de fiebre.
  • Cuando después de un minuto del final de la crisis no inicia la respiración. En este caso debe realizarse respiración asistida además de llamar a una ambulancia.
  • Si el enfermo se ha lesionado durante la crisis.
  • Si tiene una crisis detrás de otra, sin recuperar la conciencia entre ellas.
  • Si el enfermo solicita asistencia médica urgente.

jueves, 8 de diciembre de 2022

¿Qué Necesito Cuando Tengo una Crisis de TLP?

Las personas con trastorno límite de personalidad suelen experimentar crisis a lo largo de toda su vida. Se trata de episodios de inestabilidad emocional que viven con mucho sufrimiento y, en la mayoría de los casos, con temor al abandono. Ahora bien, ¿Qué hay detrás de estas crisis y cómo podemos actuar?

El trastorno límite de la personalidad (TLP) implica un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y las emociones que, en la mayoría de los casos, podría considerarse como destructivo.

Se trata de un trastorno en el que la persona experimenta diferentes crisis a lo largo de su vida como respuesta a algún estresor o factor biológico.

“El trastorno límite va perdiendo fuelle a medida que pasan los años, pero no podemos olvidar que, al tratarse de un desorden de personalidad, estamos hablando de algo crónico que merece la pena aprender a gestionar.”

Una vez terminada la crisis, aparecen los sentimientos de vergüenza y culpa, al no sentirse identificado con el episodio. Por otro lado, el entorno, que no comprende lo que le ocurre al individuo que sufre una crisis de TLP, intenta por todos los medios que no realice actos de los que luego pueda arrepentirse.

Evidentemente, el dolor por el familiar que padece el trastorno es enorme. No solo porque las crisis pueden albergar incluso agresiones verbales o físicas, sino porque saben que, en el fondo, es el paciente con TLP el que más está sufriendo.

Lo que el entorno puede hacer en una crisis de TLP

El TLP afecta a cerca de un 2% de la población y el número de casos ha aumentado en los últimos años. Se trata de una condición difícil de gestionar, ya que las crisis suelen desembocar en llantos incontrolados, explosiones de ira, autolesiones e ideación suicida. De hecho, es uno de los trastornos con más prevalencia de suicidio.

Así, aunque las personas con TLP reciban atención por parte de los equipos de salud comunitarios, es fundamental que las personas más cercanas sepan cómo reaccionar y ayudar en los momentos cruciales.

Si preguntamos a varios pacientes con trastorno límite de la personalidad qué necesitan cuando están en plena crisis, es muy probable que nos contesten que lo único que demandan es afecto, comprensión y, en definitiva, amor.

Cuando surgen las crisis, la persona se siente tremendamente vacía, como si le faltase alguna pieza emocional. Y en función de esta sensación, sale a la caza de esa “pieza “, aunque no lo hace de la manera más apropiada. En lugar de demandar cariño y afecto con palabras, lo hace a través de demandas y críticas teñidas de ira, inestabilidad o disforia constante.

Es posible que, en un principio, el entorno le preste atención e intente comprenderla, razonar con ella, etc. Pero al comprobar que esto no entraña resultados, finalmente lo más seguro es que termine alejándose. Esto termina por confirmar esa sensación de abandono tan temida por las personas con TLP, lo que acrecienta sus emociones disfóricas.

Por lo tanto, lo más sensato y recomendable es prestar acompañamiento sin juzgar en presencia de una crisis de TLP, por parte de los familiares o pareja.

Algunas estrategias para manejar crisis de TLP

La mayoría de las personas que sufren trastorno límite de la personalidad han crecido en ambientes en los que no se les han validado sus emociones, lo que se conoce como entornos invalidantes. Esto, unido a cierta predisposición biológica a padecer el trastorno, contribuye a su desarrollo.

En mitad de una crisis de TLP, la persona necesita compañía sin juicios, una aceptación incondicional y una validación de sus emociones. Esto, de manera paradójica, hará que la intensidad emocional descienda y que las crisis sean de menor duración.

Así, algunas estrategias que como familiares podemos practicar para reducir la intensidad de las crisis de TLP pueden ser las siguientes:

Mostrarse disponible como apoyo

Quienes sufren TLP necesitan contar con una lista de contactos a quienes poder recurrir en las crisis. Han de ser personas con las que se sientan seguras, que sepan que responderán en caso necesario y que sabrán reaccionar a sus necesidades en ese momento. Así, ocúpate de convertirte en ese refugio seguro al que pueda acudir.

Aceptación incondicional

La persona con trastorno límite necesita aceptación incondicional de su persona, a pesar de padecer el trastorno. Esto implica que la persona que esté a su lado acepte que tiene este desorden y que, a veces, aparecerán crisis y las adjetive como tal: crisis de una enfermedad. De esta manera, cuando aparezcan, no sermonearemos al paciente, ni nos pondremos a la defensiva o en su contra. En su lugar, tratemos de entender que estas crisis forman parte de su trastorno y que tienen una duración finita.

Proveer afecto

En plena crisis, como ya hemos señalado, la persona que padece TLP necesita amor, compañía, afecto y empatía. Para esto, no necesitamos nada más que estar a su lado sin juzgarle. Si insulta, no es recomendable ponerse a la defensiva ni echárselo en cara. Simplemente hay que expresarle que estás ahí a pesar de todo. Es difícil ser tan frío cuando alguien que queremos nos trata mal, pero es la manera de desactivarlo. Si entramos a discutir, lo único que podemos conseguir es que la intensidad de la crisis sea mayor y que la situación no acabe bien.

Ayudarle a defusionarse de su patología

Podemos recordarle que no es su TLP. El TLP va por libre. Como en cualquier otra enfermedad, va a generar síntomas y esos son los suyos, pero eso no quiere decir que sea mala persona o que esté de acuerdo con los síntomas de su TLP. Esto ayuda a la persona a sentirse comprendida y arropada y a generar menor culpabilidad una vez que la crisis amaine.

Mantener su seguridad

A veces puede haber intentos de autolesión que actúan como reguladores emocionales. Por ello, es importante que, en plena crisis, no le dejemos solo. Además, si intuimos que puede haber intentos de lesión o suicidio, sería conveniente eliminar de su alcance objetos como cuchillos, pastillas, etc. Es importante evitar que la persona consuma alcohol o drogas durante las crisis, aunque este sea uno de los primeros recursos a los que recurre. En esta línea, es positivo contar con alternativas no autoagresivas hacia las que redirigir a la persona en este momento. Además, aunque el diálogo puede ser sumamente complicado durante las crisis, es necesario recordarle que anteriormente ya pudo superar situaciones similares y que pronto podrá ver todo diferente: la crisis es limitada.

No sobreprotegerlo

Dar afecto a alguien no es sinónimo de sobreprotegerlo. Una cosa es validar las emociones y tolerar el desorden y otra hacerlo dependiente. Es positivo incentivar a la persona a mantener sus rutinas diarias, su autonomía y responsabilidad. Así, se toleran las crisis y se comprenden, pero la vida del paciente debe continuar como siempre.

Estrategias para el paciente con TLP

Por su parte, también es importante que la persona que sufre de TLP desarrollen recursos que le permitan protegerse en estos momentos de crisis. Con respecto a ello, se sugiere que el paciente ponga en marcha los siguientes factores de protección:

  1. Evitar aislarse en los momentos de crisis.
  2. Comunicar los sentimientos y pensamientos que experimenta a la familia, amigos o personas de confianza.
  3. Alejarse de cualquier situación que resulte perjudicial.
  4. Evitar el consumo de alcohol, drogas u otras sustancias tóxicas.
  5. Identificar las señales de riesgo o que suelen detonar estas crisis.
  6. Relacionarse con otras personas, participar en actividades grupales, de ocio o voluntariado.
  7. Tener en cuenta que las crisis son transitorias.

Asimismo, se recomienda las siguientes estrategias de actuación para el paciente:

  1. Tenga a la mano una lista de alternativas no suicidas. Para ello, puede anotar cinco cosas que puede hacer si la crisis vuelve a aparecer.
  2. Deseche todos los objetos potencialmente peligrosos.
  3. Tenga un listado de cosas que no debe olvidar, como: razones para vivir; aspectos que sirvieron de contención en otros momentos; o la superación de problemáticas anteriores.
  4. Tenga a la mano una lista de contactos de confianza a los que pueda recurrir en esos momentos.
  5. Disponga de un listado de números telefónicos de organizaciones o instituciones locales que ofrezcan intervención especializada en momentos de crisis y que trabajen las 24 horas.

Para concluir, resaltamos que las crisis de TLP no son fáciles de conducir, ni por el paciente ni por la familia. La intensidad emocional alcanza niveles tan elevados que lo único que queremos es alejarnos de ello. El paciente intenta regularse haciéndose daño a sí mismo y al entorno, alejándose.

Quizás podríamos plantearnos la estrategia a la inversa. En lugar de huir de la vorágine emocional del paciente TLP, podríamos empezar a abrazarla. Aunque no nos nazca, aunque en ese instante queramos evitarlo a toda costa. Podríamos sorprendernos de cómo los abrazos muchas veces desactivan a los demonios y hacen que la persona vuelva en sí misma.


La Mente es Maravillosa