Diagnóstico
El médico de atención primaria determinará si tienes ataques de pánico, trastorno de pánico u otro trastorno, como problemas de corazón o tiroides, con síntomas que parecen ataques de pánico
Para determinar un diagnóstico, es posible que debas hacer lo siguiente:
Un examen físico completo
Análisis de sangre para
verificar la tiroides y otras enfermedades posibles y análisis del corazón,
como un electrocardiograma (ECG o EKG)
Una evaluación
psicológica para hablar de tus síntomas, temores o preocupaciones, situaciones
estresantes, problemas en tus relaciones, situaciones que puedes estar evitando
y antecedentes familiares
Puedes llenar una
autoevaluación o un cuestionario psicológico. Es posible que te pregunten
acerca del consumo de alcohol u otras sustancias.
Criterios para el
diagnóstico del trastorno de pánico
No todas las personas que
sufren ataques de pánico tienen un trastorno de pánico. Para el diagnóstico del
trastorno de pánico, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5),
publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de
Psiquiatría), enumera los siguientes puntos:
Tienes ataques de pánico frecuentes inesperados.
Después de al menos uno
de los ataques, hubo un período de un mes o más de preocupación continua por la
posibilidad de sufrir otro ataque; sentiste miedo constante de las
consecuencias de un ataque, como perder el control, padecer un ataque cardíaco
o "volverte loco", o cambiaste tu comportamiento de manera
significativa, por ejemplo, evitar situaciones que crees que pueden
desencadenar un ataque de pánico.
Tus ataques de pánico no
se deben al consumo de medicamentos u otras sustancias, a una enfermedad ni a
otro trastorno relacionado con la salud mental, como fobia social o trastorno
obsesivo compulsivo.
Si sufres ataques de
pánico, pero no te han diagnosticado trastorno de pánico, todavía puedes
beneficiarte con un tratamiento. Si los ataques de pánico no se tratan, pueden
empeorar y convertirse en un trastorno de pánico o fobias.
Tratamiento
El tratamiento puede
contribuir a reducir la intensidad y la frecuencia de los ataques de pánico y a
mejorar tus actividades en la vida diaria. Las opciones de tratamiento
principales son psicoterapia y medicamentos. Te pueden recomendar un
tratamiento o los dos, según tu preferencia, tu historia clínica, la gravedad
del trastorno de pánico y el acceso a los terapeutas especializados en el tratamiento
de los trastornos de pánico.
Psicoterapia
La psicoterapia, también
llamada terapia de conversación, se considera una primera opción de tratamiento
efectivo para los ataques de pánico y los trastornos de pánico. La psicoterapia
puede ayudarte a comprender los ataques de pánico y trastornos de pánico, y
puede servir para que aprendas a controlarlos.
La terapia cognitiva conductual es una forma de psicoterapia que puede ayudarte a comprender, a través de tu propia experiencia, que los síntomas de pánico no son peligrosos. Tu terapeuta te ayudará a recrear poco a poco los síntomas de un ataque de pánico de una manera repetitiva y segura. Una vez que las sensaciones físicas de pánico ya no se perciben como amenazantes, los ataques comienzan a resolverse. Un tratamiento exitoso también puede ayudarte a superar los miedos a situaciones que has evitado debido a los ataques de pánico.
Notar los resultados del tratamiento puede llevar tiempo y esfuerzo. Puede que empieces a ver que los síntomas de los ataques de pánico disminuyen al cabo de algunas semanas, y los síntomas en general se reducen de manera notable o desaparecen tras varios meses. Puedes programar consultas de mantenimiento ocasionales a fin de asegurar que tus ataques de pánico sigan controlados o para tratar la reaparición de estos.
Medicamentos
Los medicamentos pueden
ayudar a disminuir los síntomas de los ataques de pánico, así como los de la
depresión si es un problema para ti. Varios tipos de medicamentos han
demostrado ser efectivos para el control de los síntomas de los ataques de
pánico, entre ellos los siguientes:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que generalmente son seguros y conllevan un bajo riesgo de efectos secundarios graves, se suelen recomendar como la primera opción de medicamentos para tratar los ataques de pánico. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) para el tratamiento del trastorno de pánico comprenden la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil, Pexeva) y la sertralina (Zoloft).
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN). Estos medicamentos son otra clase de antidepresivos. El IRSN venlafaxina (Effexor XR) cuenta con la aprobación de FDA para el tratamiento del trastorno de pánico.
- Benzodiazepinas. Estos sedantes son depresores del sistema nervioso central. Las benzodiazepinas aprobadas por la FDA para el tratamiento del trastorno de pánico incluyen el alprazolam (Xanax) y el clonazepam (Klonopin). Las benzodiazepinas se utilizan, por lo general, únicamente a corto plazo, dado que pueden crear adicción y causar dependencia física o mental. Estos medicamentos no son una buena opción si has tenido problemas con el consumo de alcohol o de drogas. Además, pueden interactuar con otros medicamentos y causar efectos secundarios peligrosos.
Si un medicamento no
funciona bien para ti, es posible que el médico recomiende cambiar a otro
medicamento o combinar algunos medicamentos para aumentar la efectividad. Ten
en cuenta que es posible que la mejoría en los síntomas se note recién después
de varias semanas de haber iniciado el tratamiento con medicamentos.
Todos los medicamentos
conllevan un riesgo de efectos secundarios, y algunos pueden no ser
recomendables en algunas situaciones, como durante el embarazo. Consulta con el
médico acerca de los efectos secundarios y riesgos posibles.
Mayo Clinic