miércoles, 8 de abril de 2015

Trastorno Desintegrativo Infantil

El TDI (dsm-4) es una enfermedad psicológica poco conocida. La sufren niños que tienen un aparente desarrollo normal durante los primeros años de su vida. Pero llega un momento en el que empiezan a perder capacidades adquiridas relacionadas con el lenguaje expresivo o receptivo, habilidades sociales o comportamiento adaptativo, control de esfínteres, juego y habilidades motoras. Actualmente en el DMS-5 clasificado como Trastorno del Espectro Autista.
El síndrome desintegrativa de la infancia o psicosis desintegrativa (o disociativa), es una enfermedad rara caracterizada por una aparición tardía (2 años de edad) de retrasos en el desarrollo del lenguaje, la función social y las habilidades motrices. Los investigadores no han tenido éxito al encontrar una causa para este desorden.

Fue descrito por el educador austríaco Theodore Heller en 1908, 35 años antes de que Leo Kanner describiera el autismo, pero no se ha reconocido oficialmente hasta hace poco. Heller utilizaba la denominación de dementia infantilis para este síndrome.

Conocido como Síndrome de Heller. Se caracteriza porque tras los dos años primeros de vida, en que se produce un desarrollo normal y antes de llegar a los 10, se produce una pérdida de las habilidades adquiridas previamente y la manifestación de los déficits sociales y comportamientos típicos del trastorno autista. Es frecuente en estos casos que ocurran una regresión profunda o una pérdida completa del lenguaje, una regresión en las actividades lúdicas, de la capacidad social y del comportamiento adaptativo. Con frecuencia se presenta además una pérdida del control de esfínteres y a veces un mal control de los movimientos.

La regresión puede ser muy repentina, y el niño puede expresar incluso su preocupación sobre lo que está sucediendo, para sorpresa de los padres. Algunos niños describen o parecen estar reaccionando ante alucinaciones, pero el síntoma más obvio es que las habilidades adquiridas aparentemente se pierden. Muchos escritores la han definido como una enfermedad devastadora, que afecta tanto a la familia como al futuro del individuo.

Es típico que estos rasgos se acompañen de una pérdida de interés por el entorno, por manierismos motores repetitivos y estereotipados y un deterioro de la comunicación e interacción sociales.

Causas

Su origen o etiología es desconocido actualmente, pero se ha asociado a patologías neurológicas, como trastornos convulsivos y esclerosis tuberosa. No se ha identificado ningún marcador o causa neurobiológica específica. Se ha informado acerca de estresores psicosociales o médicos significativos en asociación con el inicio o empeoramiento del trastorno desintegrativo de la infancia, pero su significación etiológica continua poco clara. Se ha observado que en las fases de inicio coincide, a menudo, con factores estresantes en la vida del niño, como el nacimiento de un hermano, una mudanza o un problema de salud de la madre que haya requerido hospitalización. Pero estos son hechos muy frecuentes en la infancia y muchos niños no sufren ninguna consecuencia asociada. También se maneja que su origen sea una infección, como el sarampión o la tos ferina, una enfermedad bacteriana muy contagiosa que ocasiona una tos violenta e incontrolable que puede dificultar la respiración.

Síntomas
  • Retraso o ausencia de lenguaje hablado
  • Deterioro de conductas no verbales
  • Incapacidad de iniciar o mantener una conversación
  • Ausencia de juego
  • Pérdida del control de esfínteres
  • Pérdida de destrezas comunicativas o lingüísticas
  • Pérdida de habilidades motoras
  • Pérdida de destrezas sociales
  • Problemas para establecer relaciones con otros niños y miembros de la familia
En cuanto a la descripción clínica, en algunos casos el niño se muestra inquieto, hiperactivo y ansioso por la pérdida de las funciones. Puede iniciarse con síntomas conductuales, como ansiedad, ira o rabietas, pero en general la pérdida de funciones se hace extremadamente generalizada y grave. El deterioro lleva a un síndrome que es sintomáticamente similar al trastorno autista, excepto que el retraso mental  tiende a ser más frecuente y pronunciado. Con el tiempo, el deterioro se hace estable, y aunque algunas capacidades pueden recuperarse es en un grado muy limitado. Aproximadamente el 20% recupera la habilidad de hablar construyendo frases, pero sus habilidades de comunicación seguirán deterioradas. La mayoría de los adultos son completamente dependientes y requieren cuidado institucional; algunos de ellos tienen una vida corta.

Trastornos Asociados

Suele presentarse con retraso mental grave. También se asocia con un incremento de alteraciones en el E.E.G. y de trastornos compulsivos.

Prevalencia

Existen muy pocos datos. Es mucho menos frecuente que el Trastorno Autista. Se da con mayor frecuencia en los varones.

Curso

Su inicio por definición, es posterior a los dos años y anterior a los diez, produciéndose en la mayoría de los casos entre los 3 y los 4 años. Su aparición puede ser súbita o insidiosa. Con frecuencia hay un período prodrómico de la enfermedad poco definido, durante el cual el niño se vuelve inquieto, irritable, ansioso e hiperactivo, al que sigue la pérdida de las habilidades mencionada anteriormente. En algunos casos la pérdida de capacidad tiene una progresión continua, pero con mayor frecuencia el deterioro progresa solo durante unos meses. En un principio se estabiliza y más tarde tiene lugar una mejoría limitada. El curso es continuo y suele durar toda la vida.

Diagnóstico diferencial

La diferenciación con el Trastorno Autista se hace en base al inicio. Ya que los síntomas de ambas alteraciones de la salud son parecidos. Aunque el trastorno desintegrativo infantil destaca por dos diferencias muy relevantes: antes del inicio, el niño ha tenido un desarrollo normal y según algunos autores, cuando se desarrollan los síntomas, en general, son más graves. En ocasiones, la regresión de las funciones (como el lenguaje, el control de esfínteres o las habilidades sociales) es gradual (durante varias semanas o meses) o muy rápida (días). El trastorno desintegrativo infantil sería entre 10 y 60 veces menos frecuente que el autismo. También se distingue del Trastorno de Rett por la proporción sexual característica de éste, por el inicio y por el patrón de déficits. En el Trastorno de Asperger no aparece retraso del desarrollo del lenguaje ni pérdida de las habilidades evolutivas. En la demencia de inicio en la infancia el trastorno sobreviene por efectos fisiológicos de enfermedades médicas. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otra alteración del desarrollo o de esquizofrenia.

Tratamiento

Al igual que la evaluación y el tratamiento son esencialmente comparables al enfoque del trastorno autista, aunque se necesita un soporte mucho más activo, tratamiento conductual, cuidados neurológicos y control médico. Como es el caso de todas las categorías de trastornos generalizados del desarrollo, existe una controversia considerable acerca del tratamiento correcto para este síndrome. El tratamiento incluye a menudo terapia conductual y farmacológica para recuperar las habilidades perdidas. Un tratamiento experimental emplea esteroides para reducir el progreso de la afección.

Asistencia Médica

Consulte con el médico y el profesional de la salud mental si su hijo tiene cualquier retraso en el desarrollo o empieza a perder capacidades en este aspecto.

lunes, 6 de abril de 2015

Asertividad: Afirmando Nuestros Derechos sin Lastimar a Otros

Muchas personas tienen dificultad para detectar y expresar sus emociones e ideas, o para actuar como desean, debido a la manera en que fueron educados por sus padres, sus maestros y por la historia de sus interacciones sociales. Esa inhibición les genera inseguridad, sentimientos de inferioridad, insatisfacción y frustración. Generalmente dicen o hacen lo que creen que los demás esperan o consideran adecuado, lo cual frecuentemente los hace víctimas de la manipulación o el chantaje. De manera complementaria, otras personas continuamente se mantienen en una actitud defensiva o francamente agresiva, lo que también altera sus relaciones los demás. Esto produce sentimientos de soledad que aumentan el grado de tensión emocional. Pocos son quienes desarrollan de manera natural la capacidad para expresar directamente y en forma oportuna y correcta, lo cual juega un papel clave para el éxito en la vida y el sentimiento de estabilidad y satisfacción personal.

¿Qué es asertividad?

"la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Negociando con ellos su cumplimiento". Vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

¿Por qué es tan importante ser asertivo?

Si no te expresas de forma asertiva, te irás cargando emocionalmente más y más hasta llegar en un extremo a un punto tal que puedes desencadenar enfermedades físicas o psicológicas tales como la depresión y la ansiedad. Porque es una manera de ser que permite la satisfacción personal al atacar las cosas que generan angustia o inconformidad y promover la realización de deseos y el establecimiento de relaciones positivas con los demás. Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara. La asertividad consiste también en hacer y recibir cumplidos, y en hacer y aceptar quejas.

Dos formas de asertividad

De aprobación: cuando se expresa el agrado, el acuerdo o la conformidad con lo que los demás hacen o respecto a las cosas que se perciben en el ambiente o en las personas.
De rechazo: cuando se expresan los sentimientos de desagrado, desacuerdo o inconformidad con la conducta o las ideas de otra persona o acerca de determinadas situaciones.
                                  
Estilo pasivo    Estilo asertivo   Estilo agresivo

Principios de la asertividad

Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva, es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias, derechos u opiniones. En este sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir personas sumisas en quejicas y acusadoras, sino a enseñar que la gente tiene derecho a defender sus derechos ante situaciones que a todas luces son injustas. Para poder ejercitar la asertividad tenemos que tener capacidad de negociación. En la negociación se intenta conseguir lo que se quiere con el beneplácito del otro, que lógicamente también va a tener algunos beneficios.
  • Autoestima. La asertividad implica defender siempre los derechos propios sin agresividad y considerándolos tan importantes como los de las demás personas.
  • Persistencia. Insistir en lo que se piensa o desea, sin enojarse o apenarse debido a que otros piensen diferente.
  • Aceptación de elogios y críticas razonables. Escuchar el punto de vista de los demás, ya sean elogios o críticas, con la actitud serena para aprovechar en beneficio propio los elementos razonables.
  • Proposición de alternativas: Considerando los tres puntos anteriores, cuando no haya un acuerdo inicial buscar creativamente una posibilidad adecuada para conciliar diferentes intereses y formas de pensar.
¿Para qué un entrenamiento asertivo?

Las habilidades sociales y más concretamente la asertividad son habilidades básicas para nuestro desenvolvimiento en la vida diaria. Las personas tenemos intereses y formas de ver el mundo distinto, por lo cual el conflicto interpersonal está a la orden del día. Cuando estas habilidades no están lo suficientemente desarrolladas o se emplean de forma equivocada surge la frustración y la insatisfacción.

Con respecto a la salud mental es una técnica que se ha demostrado efectiva en el tratamiento de la depresión, ansiedad y estrés provocados por las relaciones interpersonales. Nos ayuda a respetar a los demás, y por ende a nosotros mismos.

Algunas características de la Asertividad son:
  • Afirmación de la propia personalidad
  • Confianza en sí mismo
  • Autoestima
  • Comunicación segura y eficiente
  • Los individuos saben quienes son y que quieren
  • Afirman su personalidad
Para poner en práctica la asertividad a partir de hoy:

Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.
  1. Externa los sentimientos de una forma espontánea. Por ejemplo: “Me siento feliz” “Te quiero mucho”, “Eres un buen amigo”, “Tu presencia me es grata”, “No es la orden que pedí”, “No me hable de esa forma”. Contraejemplo: Quedarse callado, titubear o mostrase agresivo.
  2. Acompaña tus frases con expresiones corporales adecuadas. Muestra la emoción en la cara y con ademanes cuando sea apropiado. Por ejemplo, manifiesta serenidad y seguridad al hacer algún reclamo justo; puedes sonreír cuando haces un comentario positivo.
  3. Contradice directamente. Cuando estés en desacuerdo con alguien contradícelo directamente de manera razonable. Por ejemplo: “Particularmente en ese punto no estoy de acuerdo”, “Tengo un punto de vista diferente al respecto”. Contraejemplo: “Como usted diga”, “es verdad”.
  4. Utiliza en lo posible la palabra “Yo”. Cada persona habla en términos de lo que piensa, siente o desea, independientemente del criterio de otros. Por ejemplo: “Yo pienso que esa idea es equivocada”. Contra ejemplo: “La gente dice...”, “parece que...”.
  5. Reconoce, acepta y goza los elogios que recibas. Por ejemplo: sonreír y expresar estar de acuerdo. Contra ejemplo: “No es verdad...”, “No me diga eso...”, “Favor que usted me hace. . .”
  6. Pregunta por qué y opina. No te limites a escuchar durante una conversación.
  7. Mira a los ojos cuando te dirijas a cualquier persona.
  8. Valora tus opiniones: No te sientas obligado a obtener la aprobación de los demás. No busques necesariamente el respaldo de otros y ten confianza en tus propios argumentos. Expresarte es ya muy valioso.
Terapia Asertiva

La asertividad no sólo constituye un valioso elemento para  mejorar las habilidades sociales, sino que se ha transformado en una herramienta de práctica terapéutica de primer nivel. Tiende a concentrarse en el comportamiento de desadaptación en sí mismo, más que en algunas causas subyacentes. Supone que las conductas de desadaptación son hasta cierto grado adquiridas a través del aprendizaje, porque todas éstas son aprendidas. El terapeuta  adapta su método de tratamiento al problema del paciente y se centra en el aquí y ahora; a diferencia del psicoanálisis, no le preocupa tanto la historia personal, ni las exploraciones detalladas del pasado, como los cambios que pueden establecerse hacia adelante.
Su estilo terapéutico está orientado al enfoque cognitivo-conductual, centrado básicamente en lo que le sucede en el presente al paciente. Para obtener logros exitosos, se fijan metas destinadas a trabajar las áreas donde éste presenta dificultades para solucionarlas por sí mismo.

En estas terapias se introduce la variable afectiva, que permite en el paciente un mejor conocimiento personal como también adquirir mayores niveles de autoestima. Los afectos ayudan asimismo a poner en práctica la capacidad de empatía humana, o ponerse en el lugar de otra persona, y desde ahí comprenderla y contenerla.

En cada sesión se dan tareas y ejercicios para desarrollarlos en los medios habituales en que se desenvuelve el paciente. Algunas de las principales son:
  • Terapia para superar la timidez, adquirir seguridad personal e incrementar la autoestima.
  • Tratamiento para superar la depresión y evitar recaídas.
  • Procesos de duelo por muerte o término de una relación afectiva.
  • Estrés y ansiedad.
  • Problemas comunicacionales en la pareja.
  • Problemas comunicacionales con los hijos.
  • Resolución de crisis.
Conclusión

Ser asertivo es un criterio de la salud mental. Procura siempre hacer y lograr lo que realmente deseas.  A partir de hoy expresa con seguridad tus sentimientos de agrado y desagrado de manera libre y correcta, sin agresividad y sin temor. Actúa siempre en congruencia contigo mismo, sin depender de otros. Con ello lograrás una mejoría progresiva en tus relaciones con los demás, así como una sensación de satisfacción que te impulsará en la realización de tus aspiraciones. 

Recuerda: Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a equivocarnos.

domingo, 29 de marzo de 2015

Psicosis Posparto

Primeramente reconocida como un trastorno en el año 1850, la psicosis postparto es una enfermedad mental muy seria que requiere inmediata atención médica. De modo interesante, varios estudios científicos que se han llevado a cabo para conocer las tasas o índices de este trastorno, han demostrado que el número de mujeres que experimentan psicosis postparto no ha cambiado desde mediados del siglo XIX.
¿Qué es la Psicosis Postparto?

A pesar de que es la forma más extrema de trastorno conductual postparto, la psicosis postparto también es uno de los trastornos más raros. Usualmente descrito como un período en el cual una mujer pierde conexión con la realidad; dicho trastorno se da en las mujeres que recientemente han dado a luz a un bebe. El mismo afecta entre una y dos mujeres por cada 1.000 mujeres que han dado a luz. Muchas mujeres sufren algunos trastornos emocionales en el postparto, que van desde una cierta melancolía e hipersensibilidad normal hasta una depresión grave. Pero hay algunos casos que terminan en psicosis y necesitan hospitalización. Aproximadamente una de cada mil mujeres llega a padecer este problema tan serio como desconocido. 

El estudio ha revelado que las mujeres mayores de 35 años parecen más propensas que las jóvenes a desarrollar el problema en los primeros días. También señalan que aquellas que tienen un historial de hospitalizaciones por razones psiquiátricas previo tienen el doble de posibilidades de padecer esta psicosis, desafortunadamente, a pesar de que muchas mujeres que padecen este trastorno se dan cuenta de que algo anda mal en ellas, menos del 20% realmente habla sobre el tema con su doctor de cabecera. Aún más triste es el hecho de que frecuentemente, la psicosis postparto es mal diagnosticada o es confundida con la depresión postparto es por ello que deberían todas las mujeres que padezcan esta enfermedad que se sometan a los cuidados médicos necesarios.


Las mujeres que reciben el tratamiento apropiado con frecuencia responden muy bien al mismo, pero usualmente experimentarán depresión postparto antes de poder recuperarse por completo. No obstante, si no se sometieran a ninguna clase de tratamiento, la psicosis podría dar como resultado consecuencias trágicas. La psicosis postparto presenta un 5% de tasas de suicidio y un 4% de tasas de infanticidio.
Signos de la Psicosis Postparto: Aunque el surgimiento de los síntomas podría ocurrir en cualquier momento dentro de los primeros tres meses posteriores a haber dado a luz. Las mujeres que padecen psicosis postparto usualmente desarrollan los síntomas durante las primeras dos o tres semanas posteriores al parto. Los síntomas de la psicosis postparto usualmente aparecen bastante repentinamente; en el 80% de los casos, la psicosis se manifiesta de tres a 14 días luego de haber pasado por un período libre de síntomas. Entre los signos de la psicosis postparto se pueden incluir:
·         Alucinaciones.
·         Delirios.
·         Pensamientos ilógicos.
·         Insomnio.
·         Negarse a comer.
·         Sentimientos de ansiedad extrema, y agitación.
·         Períodos de delirio o manías.
·         Pensamientos suicidas u homicidas.
Las mujeres con antecedentes personales de psicosis, trastorno bipolar o esquizofrenia corren mayores riesgos de desarrollar psicosis postparto. Asimismo, las mujeres que poseen antecedentes familiares de psicosis, trastorno bipolar o esquizofrenia tienen mayores probabilidades de desarrollar este trastorno. Por otro lado, las mujeres que hayan tenido en el pasado un incidente de psicosis postparto serán entre un 20% y un 50% más propensas a experimentarla nuevamente en un embarazo futuro.
Separación Temporal de la Mamá y el Bebé: En los casos en los que la mamá tiene pensamientos suicidas - y por ende - pone en riesgo su propia vida, la misma deberá ser hospitalizada hasta que la intensidad de su psicosis haya disminuido o desaparecido completamente. Además de ello, si los doctores pensaran que la mujer podría llegar a dañar a su bebé; deberían recomendar que la misma sea separada de su hijo/a hasta que sea seguro que ambos pasen tiempo juntos nuevamente. Esto implica que el bebé deberá ser cuidado por familiares cercanos o por amigas/os mientras la mamá se recupera en el hospital, o, si se disponen de las suficientes facilidades, tanto la mamá como el bebé podrían ser internados temporalmente en una clínica de salud mental para mamás y bebés. Dichas clínicas proporcionan supervisión constante y un área para dormir separada y segura para el bebé hasta que la mamá se haya recuperado completamente como para volver a tener al bebé en el mismo cuarto que ella. Cuando es necesario separar a la mamá de su bebé, los doctores siempre tratan de hacerlo de la manera más humanizada posible; su meta final siempre es unir a la mamá y al bebé nuevamente lo antes posible en un entorno saludable y seguro.
Factores Causantes de la Psicosis postparto: Los expertos no están completamente seguros de los motivos por los cuales se desarrolla la psicosis postparto. No obstante, los mismos han ofrecido una gran variedad de explicaciones relacionadas con este trastorno; encontrándose el cambio hormonal femenino en el tope de sus listas. Otras posibles razones o factores que podrían contribuir a desarrollar esta enfermedad serían: falta de apoyo social y emocional; bajo sentido de la autoestima debido a la apariencia que presenta una mujer durante el período de postparto; el hecho de sentirse una madre inadecuada; sentirse aislada y abandonada; tener problemas financieros; y estar pasando por un cambio importante en sus vidas, como por ejemplo: mudarse de casa o comenzar un nuevo trabajo.
Cuándo Buscar Ayuda: Si usted ha tenido un bebé recientemente y estuviera experimentando continuos cambios en su estado de ánimo, se estuviera sintiendo muy enojada o triste o no fuera capaz de lidiar con las tareas de su vida diaria, probablemente esté padeciendo depresión postparto y deberá buscar ayuda en su doctor lo antes posible. 

No permita que los síntomas empeoren y se transformen en algo más grave.
Si estuviera experimentando alguno de los siguientes síntomas, podría estar padeciendo psicosis postparto y debería llamar una ambulancia y pedirle a otro adulto que se siente junto a usted hasta que la ambulancia llegue a su hogar o al lugar en el que se encuentre:
  • Insomnio severo (no dormir más de dos horas por noche).
  • Pensar en matarse o dañarse a usted misma.
  • Pensar en matar o dañar a su bebé o a otro niño/a (o a alguna persona adulta).
  • Pensar que su bebé es el diablo o tratar de dañarlo/a deliberadamente.
Tratamiento

El tratamiento ofrecido para curar la psicosis postparto es similar al tratamiento que se prescribe para curar la depresión postparto, excepto por el hecho de que éste deberá ser administrado en un ambiente altamente estructurado y seguro, como por ejemplo: un hospital o una institución de salud mental. Frecuentemente, un equipo de especialistas conformado por psicólogos, psiquiatras, enfermeras y terapistas ocupacionales elaborarán un programa combinado de intensivas terapias psicológicas y medicaciones necesarios para ayudar a que la mamá controle sus síntomas, y eventualmente, se sienta mejor. Al igual que en los casos de depresión postparto, a la paciente se le pueden recetar antidepresivos. Medicamentos más fuertes, tales como: drogas antipsicóticas e incluso tranquilizantes (en breves períodos de tiempo), ansiolíticos. También podrían ser prescritos para tratar esta dolencia.

La psicosis postparto es considerada una situación de emergencia relacionada con la salud mental y por ello requiere atención inmediata. Debido a que las mujeres que padecen psicosis no siempre son capaces o no desean hablar con alguna otra persona acerca de su trastorno  a veces es necesario que su pareja u otro familiar las ayude a buscar la atención médica que necesitan. Si se creyera que una mujer representa una amenaza para ella misma o para otros, probablemente la misma sería hospitalizada por un corto período de tiempo. Muchas mujeres también podrían beneficiarse del asesoramiento psicológico y de las terapias de grupos de apoyo. Con el debido cuidado, la mayoría de las mujeres que sufren esta enfermedad podrán recuperarse completamente.

viernes, 20 de marzo de 2015

Enfrentar tus Miedos

Aunque es una emoción fuerte, sentir miedo es algo natural, positivo e inherente. Su función primigenia es alertarnos del peligro y las amenazas para asegurar la supervivencia, evolucionar y poder enfrentar distintos retos vitales. Cuando un individuo se ve amenazado siente angustia, inseguridad, temor, impotencia y desconfianza. Incluso se manifiesta físicamente: se acelera el pulso, se dilatan las pupilas y se suda frío. Esta artillería fisiológica prepara para la huida o la lucha, pero cuando el miedo no se puede controlar, asoma entonces el miedo patológico o enfermo. Lo importante, es identificar la fuente de lo que nos da temor, crear herramientas y habilidades para enfrentar aquellas cosas, que muchas veces, puede resultar un obstáculo o conflicto.

“El miedo es ese pequeño cuarto oscuro donde los negativos son revelados”

Si hay algo de lo que podemos aprender en esta vida, es de nuestros propios miedos. Ellos son una importante fuente de sabiduría y nos orientan hacia donde debemos enfocarnos para conocernos mejor. Las causas por las que preferimos seguir jugando con lo seguro y evitamos el éxito es el temor al ridículo, a parecer tontos, salir heridos, enfrentar el rechazo o fallar. Quien se enfrenta a un miedo, se conoce mejor y tiene más opciones de respuesta ante futuros temores.

Los miedos son una reacción natural, instintiva al peligro y es necesario sentirlos para sobrevivir como especie. Este sentimiento puede provenir de varias fuentes. Miedos existen muchos, tantos como tu imaginación sea capaz de crear. Pero hay varios que nos bloquean y nos impiden vivir de forma plena, porque en lugar de estar aquí y ahora, disfrutando de la vida, te dedicas a anticipar, proteger, prevenir algo que igual o no llega a pasar nunca, o si pasa no será algo que tú puedas controlar. A partir de hoy puedes cambiar la forma que tienes de reaccionar ante ellos. Te sentirás mucho mejor y con control sobre la situación.

Sufrir de ansiedad a causa de nuestros miedos puede afectar nuestras vidas de manera terrible, ya que nuestros temores pueden evitar que vivamos nuestra vida de manera normal. Lo cierto es que la mayoría de los miedos que tenemos son irracionales y creados por nuestra mente, que no siempre es la mejor aliada. Observamos lo que nos rodea de forma negativa, hacemos  malas interpretaciones. 

Los costos de reprimir o mantener latente el miedo: Distorsiona la percepción de los eventos, consume energía física, espiritual y emocional. En la vida personal, en nuestras relaciones, en el trabajo, en nuestros sueños y metas, genera gran intranquilidad, angustia y ansiedad, puede desatar fobias o paranoias, apaga nuestro sistema racional y nos hace actuar desde el sistema límbico o de supervivencia.

En este caso, es necesario encontrar una solución que nos permita identificar si lo que realmente sentimos es miedo, y con ello, saber el grado de ansiedad que puede llegar a generar en nosotros.

1.- Admítelo: Debes reconocer tus miedos. Sabes que existen, así que acepta que los padeces. La clave es actuar para comenzar a construir tu confianza.

2.- Investiga el origen: Es muy probable que sientas vergüenza por tus miedos, que te sientas culpable o trates de castigarte por ser tu propio saboteador.  Haz una autoevaluación. Lo primero es encontrar la fuente de los miedos, hacer una autoevaluación es un acercamiento a las respuestas que necesitamos. Plantear preguntas como, ¿por qué tengo miedo?, o ¿qué me causa ansiedad?, son el principio de una buena reflexión.

3.- Encuentra una solución: Ahora que sabemos qué nos causa miedo, el segundo paso es encontrar soluciones para resolver el problema. Visitar a un profesional es una opción, o también hacer una lista de posibles fuentes de miedo, de cómo manejarlo y el camino a una solución.

4.- Desafía los pensamientos negativos: Es más fácil enfrentar los miedos, cuando ya se sabe la fuente de los pensamientos negativos. Al cuestionarlos se puede mantener la objetividad que se necesita, y con ello, dejarse guiar por el sentido común.

5.- Atrévete: El truco para combatir tus miedos es sencillamente lanzarte a hacer las cosas. La cantidad de oportunidades que pierdes por sucumbir a ellos son muchas. Para afrontarlos hay que practicar, es decir, intentar hasta que funcione, si quieres cambiar de carrera investiga que habilidades y hábitos vitales que sean necesarios, haz un plan e impleméntalo.

6.- Sé inteligente al manejar los miedos y ansiedades No debemos tratar de atacar todo al mismo tiempo. Enfrentar un miedo y lidiar con la ansiedad se hace poco a poco. El completar pequeñas metas de vez en cuando, hará que el estrés se pueda administrar de mejor manera, y con ello, las posibilidades de tener éxito serán mayores.

7.- Vive el momento: Casi todos los miedos están proyectados hacia el futuro. Nos preocupan las cosas que pueden pasar. Mejor decidir no pensar en el futuro o en el pasado porque solamente existe el ahora.

8.- Apegarse a los hechos: Algunas veces nos encontramos con miedos y nos molestamos con algunas situaciones. Cuando esto ocurre, siempre es mejor revisar todos los hechos de la situación. Al hacerlo, se puede prevenir el exagerar y asumir miedos de cosas que aún no existen. Así, es posible diferenciar entre lo real y lo imaginario.

9.- Aprende de la experiencia: En cada situación de ansiedad, la experiencia es la mejor herramienta que se puede utilizar. Recordar cómo se manejó en el pasado, saber lo que funciona y lo que no, ayuda a manejar los momentos de miedo. En el caso de que haya un buen grado de ansiedad, lo mejor es caminar y tranquilizarse. Saber cómo sobrellevar la ansiedad brinda mayor confianza para próximas situaciones.

10.- Crea escenarios mentales placenteros, positivos: No pienses en posibles escenarios de fracaso. Mantén una actitud y pensamientos positivos, así tendrás una mejor calidad de vida y gozarás tus éxitos. Recuerda siempre que los miedos pueden superarse. Como también trata de aprender en llevarlo un día a la vez ya que cada día que pasa brinda una mejor perspectiva y tiene diferentes oportunidades para aprender otras cosas.

Si arrastramos los miedos durante mucho tiempo y les permitimos crecer y ocupar un amplio espacio en nuestro día a día, se pueden convertir en un hábito que nos llevará a ver la vida de forma negativa. Caeremos en una falta de fe en nosotros mismos y en los demás. Otro de los grandes inconvenientes del miedo es la duda. Partiendo desde el miedo podemos acabar en un estado agobiante y estresante en el que no somos capaces de crear ni creer en soluciones ni respuestas válidas. La incertidumbre se puede apoderar de nosotros y provocarnos una parálisis por análisis en la que estaremos bloqueados mental y emocionalmente. La mente se embota y nos podemos llegar a sentir totalmente aturdidos y desorientados. El miedo provoca mucha tensión, por lo que si lo mantienes no serás ni receptivo ni tendrás una buena disposición para afrontar la situación en la que estés inmerso. Para poder solucionar situaciones como éstas es muy conveniente que partas desde ti mismo. Como ya sabes, respira hondo, relájate y reflexiona. Te conviene actuar saliendo desde una posición de seguridad, confianza y buena predisposición.  Lo fundamental es que reconozcas a ti mismo que tienes miedo, y a partir de ahí ya serás capaz de transformarlo en algo más útil para tus intereses. Una vez llegado a este punto tenemos la clave de la cuestión: Comprometerte contigo y actuar. La acción te llevará a disipar el miedo y las dudas y hará que aumentes la confianza en ti mismo como mayor tolerancia. Cuando actúes te estarás demostrando que eres capaz de pasar a la acción a pesar de tus miedos y que tú eres más grande que tus temores.

"La valentía no es ausencia de miedo, sino el control del miedo con maestría".


Aunque tengas miedo, ¡hazlo! Es la mejor forma de conquistarlo y de hacerte cada vez más apto en controlarlo y que el miedo se convierta en emoción que te empuja a hacer las cosas en lugar de hacerlas a un lado. Confronta y el miedo desaparecerá.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El Síndrome de Cotard: Zombies

También llamado delirio de negación o delirio nihilista, es una enfermedad mental relacionada con la hipocondría. El afectado por el síndrome de Cotard cree estar muerto (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir. En algunos casos el paciente se cree incapaz de morir. Es una rara patología psiquiátrica. Más raramente, puede incluir ideas delirantes de inmortalidad.
Jules Cotard, un neurólogo francés, le dio nombre a este trastorno que fue descrito por primera vez por él y que nombró como “le délire de négation” (“el delirio de negación”) en una conferencia en París en 1880.

En dicha conferencia, Cotard describió el caso de una paciente, a la que dio el apodo de Mademoiselle X una mujer de 43 años, que negaba la existencia de Dios y el diablo, así como de diversas partes de su cuerpo y de la necesidad de nutrirse. Más adelante, creía que estaba eternamente condenada y que ya no podría morir de una muerte natural.

“Afirma que no tiene cerebro, ni nervios, ni pecho, ni estómago, ni intestinos; que sólo posee la piel y los huesos de un cuerpo en descomposición. No tiene alma, para ella Dios no existe y el Diablo tampoco. Dice que no tiene necesidad de comer para vivir y que no puede morir naturalmente. Sólo dejará de existir eternamente si es quemada. El fuego será su única salvación.”.

Los pacientes llegan a creer que sus órganos internos han paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que su corazón no late, que no tienen nervios, ni sangre ni cerebro e incluso que se están pudriendo, llegando a presentar algunas alucinaciones olfativas que confirman su delirio (olores desagradables, como a carne en putrefacción), inclusive pueden llegar a decir que tienen gusanos deslizándose sobre su piel.

En sus formas más complejas el paciente llega a defender la idea de que en realidad él mismo está muerto e incluso que han fallecido personas allegadas a él. Junto con esta creencia de muerte el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un "alma en pena".

Cotard afirma que los pacientes que padecen esta enfermedad, no creen que vayan a morir..."ya están muertos”.

Principales síntomas del Síndrome de Cotard:
  • Depresión
  • Pensamientos suicidas
  • Creencia que no existe su cuerpo. Es un delirio el paciente cree estar viviendo algo de forma real cuando solo se da en su imaginación
  • Creencia que se están quedando sin sangre.
  • Pensamientos negativos
  • Creencia que ya están muertos- Con delirios olfativos ellos incluso huelen que se están pudriendo
  • Creencia que los gusanos están bajo su piel
  • Creencia que son inmortales
  • Creencia que se están descomponiendo
  • Creencia que no tienen órganos internos.
  • Analgesia o ausencia de dolor
  • Automutilaciones
Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves (psicóticas o delirantes) se puede ver en otras enfermedades mentales severas (demencia con síntomas psicóticos, esquizofrenia, psicosis debidas a enfermedades médicas o a tóxicos).

Caso 1: Entrevista con un Muerto

El doctor Steven Laureys está en su despacho de la Universidad de Lieja, en Bélgica, cuando recibe una llamada de su secretaria. "Es realmente importante que venga a hablar con este paciente", le dice muy agitada. "Me está diciendo que está muerto". El paciente se llama Graham, tiene 48 años y un buen día de 2004 se levantó de la cama con la convicción de que había fallecido. Unos meses antes había intentado suicidarse por electrocución, metiendo un cable de la luz en la bañera, y el episodio le provocó una depresión que desembocó a este síndrome.

"Es difícil de explicar", asegura. "Me siento como si mi cerebro ya no existiera. Les insistía a los médicos que las pastillas no iban a funcionar porque yo ya no tenía cerebro. Me lo freí en la bañera". Su estado alcanzó tal extremo que Graham salió un día de su casa y se dirigió al cementerio para quedarse. "Solo sentía que debía estar allí", explica. "Era lo más cerca que podía estar de la muerte".

El caso llegó hasta Adam Zeman, de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, y Steven Laureys, de Lieja, quienes le sometieron a una prueba de imagen cerebral para ver qué estaba pasando en su cabeza. El concreto, realizaron una tomografía por emisión de positrones (PET) y lo que descubrieron les dejó impresionados: la actividad metabólica de su corteza cerebral se parecía más al de una persona en estado vegetativo o anestesiada que al de una persona despierta.

"Nuestros datos", escriben en el estudio publicado en la revista Cortex, "sugieren que la profunda alteración del pensamiento y la experiencia, expresados en el síndrome de Cotard, refleja una profunda alteración en las regiones cerebrales responsables del 'núcleo de la conciencia. Su hipótesis, a falta de más estudios sobre el fenómeno, es que la reducción del metabolismo produjo en Graham esa experiencia alterada del mundo, en la que él creía no existir.

Graham se ha recuperado gracias a la psicoterapia y la medicación y ha dejado de sufrir el síndrome. "Ya no siento que mi cerebro está muerto", confiesa. "Las cosas se ponen un poco extrañas algunas veces".

De acuerdo con un trabajo publicado en la Revista Mental Nº2: Un caso de síndrome de Cotard, se desconoce el nombre de la paciente, estos son algunos pensamientos publicados:
  • "Mis piernas y mis manos se volvieron de vidrio. Las lastimo y no siento dolor. No soy ni hombre, ni mujer, no hay más sexo para mí. El mundo exterior es completamente diferente de antes. De hecho estoy ya muerta, no tengo más necesidad de comer. Para mi no hay más necesidades, ni voluntad, ni sentimientos. Estoy muerta, mientras le hablo, las piernas, las manos y el cuerpo entero están por desaparecer, sólo queda la boca que habla".
  • "Por más que reconozca su presencia, no tengo nada que decirle, soy incapaz de pensar. No tengo información para darle"
  • "Me vuelvo inmensa, enorme, sin medida y después me retraigo de golpe hasta casi nada, como si estuviera en el otro mundo"
  • "Todo es culpa mía, es por mi culpa que resultan todos los daños"
  • "No puedo morir, soy eterna, en tanto que muerta viva"
  • "Para mí no hay más necesidades, ni voluntad, ni sentimientos. Estoy muerto"
José Ramón en su libro La nariz de Charles Darwin:

Las personas con el síndrome de Cotard experimentan algunos cambios cerebrales y mentales llamativos: tienen una atrofia cerebral marcada en el lóbulo frontal medial, se desconectan visualmente, no tienen memoria emocional de los objetos ni del mundo que les rodea. Se piensa que en el síndrome de Cotard intervienen distintos componentes cerebrales. Además de la corteza cerebral, estaría la amígdala, relacionada con las respuestas emocionales, con las secreciones hormonales, con las reacciones del sistema nervioso autónomo asociadas con el miedo o con el llamado “arousal”, un término inglés de difícil traducción y que implicaría alerta, excitación, interés.

Recientemente, el neurólogo Steven Laureys, de la Universidad de Lieja, en Bélgica, comentó sobre un paciente con este síndrome: “He estado analizando las lecturas PET durante 15 años y nunca he visto a nadie que estuviera de pie, interactuando con la gente, con un resultado de exploración tan anormal. Su función cerebral se asemeja a la de una persona durante la anestesia o el sueño. Ver este patrón en alguien que está despierto es bastante único”.

Científicamente aún se siguen estudiando sus causas, aunque la neurología actualmente establece al mal funcionamiento de la amígdala u otras estructuras límbicas del cerebro –aquellas encargadas de las respuestas emocionales– como las razonas más probables. De todas maneras, no deja de ser una enfermedad inusual.

Antes que Cotard lo describiera ya se  habían encontrado casos clínicos similares aunque no descritos con tanto detalle.

Se desconoce con certeza qué provoca el síndrome de Cotard, aunque aparece relacionado con la depresión y con la esquizofrenia. Habitualmente aparece de forma repentina. Se han descrito diversos niveles del síndrome de Cotard, desde síndrome parcial a síndrome completo.

¿Tiene cura? Con tratamiento psiquiátrico y medicamentos antidepresivos, antipsicóticos y terapia electro convulsiva, se logran disminuir los síntomas. 

Así que la próxima vez que te quieras parecer a un Zombi, piénsalo dos veces.