domingo, 10 de noviembre de 2013

Trastorno por Acomulación

El síndrome de acaparador compulsivo, también conocido como síndrome de acumulación compulsiva, trastorno por acumulación o disposofobia1. Es un trastorno psicológico caracterizado por la tendencia a la acumulación de artículos u objetos (implicando la incapacidad para deshacerse de ellos) en forma excesiva en referencia a cantidades socialmente aceptadas, incluso si los objetos no tiene valor, son peligrosos o insalubres. Este acaparamiento compulsivo puede afectar la movilidad en la vivienda e interfiere con las actividades básicas, como cocinar, limpiar, reposo, dormir y el uso de instalaciones sanitarias. No está del todo claro si el síndrome de acaparador compulsivo es un trastorno aislado o se combina con otros problemas, como el trastorno obsesivo-compulsivo o el síndrome de Diógenes.

Características del trastorno por acumulación

A diferencia de quienes también tienden a almacenar muchos objetos, los afectados por el trastorno de acumulación perturban la convivencia y habitabilidad de su vivienda, al invadir varias habitaciones o el pasillo, donde se apilan objetos sin ton ni son, y se llega a crear un pequeño camino por el que hay que pasar. Incluso acaparan los sillones y sofás del comedor, de manera que, para sentarse, hay que retirar todo lo amontonado, o la cocina, con el peligro de infecciones e incendios que entraña.

Los afectados por el trastorno de acumulación perturban la convivencia y habitabilidad de su vivienda.

"Todo el mundo guarda cosas por si acaso, pero en estos casos hablamos de una acumulación extraordinaria, ya que los armarios y las estanterías no son suficientes para ellas y se invaden las habitaciones con pilas de objetos. Las personas afectadas llegan a ocupar más del 70% o el 75% del espacio de su domicilio. Atañe algo más a los hombres que a las mujeres, y los afectados tienden a vivir solos”

En la actualidad, se estima que alrededor de un 6% de la población reúne objetos en exceso, pero que la proporción de afectados por un trastorno de acumulación patológica es menor, del 2% o 3%

En la última revisión del "Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V)" de la Asociación Americana de Psiquiatría, que data de mayo de este año, esta conducta problemática de acumulación enfermiza se ha clasificado como una entidad independiente del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), mientras que en la anterior se incluía dentro de la esfera del TOC.

Trastorno por acumulación distinto al síndrome de Diógenes 


Se estima que alrededor de un 6% de la población acumula objetos en exceso

El síndrome de Diógenes, que se presta a confusión con el trastorno por acumulación, se diferencia de este porque el individuo con un Diógenes no solo acumula objetos, sino suciedad, alimentos y desperdicios y también padece un deterioro personal importante, relacionado con la demencia, el alcoholismo crónico o la drogadicción. "Estas personas se abandonan, no se cuidan, mientras que las que sufren un trastorno por acumulación llevan una vida más o menos normal y no sufren deterioro".

Pero, ¿por qué tienden los afectados a guardar objetos sin criterio alguno? "Son personas que realizan esta acumulación por trastornos obsesivos de persistencia, de rigidez o de falta de flexibilidad cognitiva. Pero el porqué de esta conducta no queda claro. Hay una hipótesis evolutiva: la conducta de acumular también existe en las especies animales, entre ellas la humana, y este comportamiento se acentúa en algunas personas que establecen una vinculación con los objetos. Es normal que se otorgue un valor sentimental a unas fotografías y un valor más neutro a otros artículos, pero estas personas tienen una vinculación más alta e intensa con los objetos, desde el punto de vista emocional, de manera que les cuesta desprenderse de ellos. Se puede almacenar de dos formas: adquiriendo objetos y también no desprendiéndose de ellos. Pues bien, en estas personas predomina más la dificultad para desprenderse".

No hay profesiones que entrañen un mayor riesgo de acumular objetos, ni esta costumbre se explica del todo por factores genéticos. Pero es posible que en los hogares donde uno de los miembros (un padre o madre) tienda a esta acumulación, los hijos la repitan por aprendizaje, pero no por herencia genética.

Cuándo acumular objetos se convierte en un problema patológico

Trazar una línea entre la acumulación excesiva, pero no patológica, y la enfermiza puede resultar difícil, pero Menchón aconseja guiarse por estos criterios:

¿La acumulación altera el normal funcionamiento del domicilio? ¿El afectado no se conforma con apilar sus artículos en la mesa del despacho, los armarios y estanterías, sino que empieza a invadir el suelo del comedor, el despacho y el pasillo?

¿Colecciona objetos con una intención o finalidad o simplemente los almacena? El coleccionista reúne unos artículos determinados (libros, discos, figuritas), está más centrado en un tipo de cosa o información y no acumula cualquier cosa, sino que su objeto de interés está más acotado y definido. Busca una información determinada y sigue una planificación, mientras que el afectado por el trastorno acapara sin más, sin planificar.

¿La acumulación es selectiva, organizada y tiene un propósito, o la persona guarda cada objeto que le llega sin ser capaz de desprenderse de él?

Tratamiento para aprender a desprenderse

En los pacientes con un trastorno por acumulación casi siempre suele ser un familiar quien da el primer paso de animarlo a que vaya a un profesional. Algunos lo aceptan y siguen el tratamiento, pero a otros les cuesta de manera notable y, tras unas pocas visitas, lo abandonan.


El tratamiento que funciona mejor en estos casos es psicológico, por medio de la terapia cognitivo-conductual, en ocasiones con el apoyo de tratamiento farmacológico. "Esta terapia implica realizar cambios cognitivos sobre qué piensa el paciente acerca de estos objetos y qué valor y atribuciones les asigna. Por norma general, son ideas distorsionadas que les confiere un valor de utilidad futura. En definitiva, el tratamiento exige un cambio de comportamiento, que consiste en empezar a desprenderse de los objetos y aprender a tolerar el malestar o disgusto que provoca tener que hacerlo".