miércoles, 2 de diciembre de 2020

Yo Puedo con Todo

 El bienestar emocional como objetivo

El mundo de hoy se mueve a una rapidez que demanda cada vez más eficacia y resultados. El día a día se convierte en una carrera de fondo donde conjugar velocidad y aciertos es cada vez más difícil. Esto genera que nos falte tiempo para todo pero, además, que nos veamos presionados para realizar las cosas a la “perfección” para que estén a la altura de las exigencias.

Sin embargo, la perfección no siempre es perfecta, pues en ocasiones, y en contra de lo que se pueda pensar, conlleva muchos más inconvenientes que ventajas para nuestra salud física y mental, y nos aleja del bienestar.

Las personas perfeccionistas que demanda la sociedad suelen ser rígidas en su pensamiento, muy críticas consigo mismas, disciplinadas e incansables en la consecución de metas y responsabilidades. De cara a otros, son las típicas que “pueden hacerlo todo” y bien hecho: madrugan para ir al gimnasio, llevan una dieta balanceada, son profesionales exitosos, atienden a las necesidades de su familia y se ocupan de apoyar a padres, familiares u otras personas que les soliciten ayudan. Guraieb (2016) llama a las mujeres con estas características, “mujeres orquesta” porque están en todo, por todo y para todo. Aunque a nivel laboral un perfil así resulta valorado y atractivo, a nivel personal el “yo puedo con todo” genera dos grandes problemas: la ansiedad y el sufrimiento.

El perfeccionismo está muy relacionado con una falta de confianza y seguridad, por lo que, en exceso, suele dar lugar a comportamientos demasiados inflexibles, sobre exigentes y/o controladores. Sienten una gran presión que les produce mucho sufrimiento: nunca están conformes con el resultado de sus acciones y rechazan cualquier error o imperfección, relacionándolo con una falta de valía personal.

Un estudio realizado por la Universidad de Brock, en Ontario, examinó la relación entre salud física y perfeccionismo en 492 personas, de entre 24 y 35 años de edad. Los resultados concluyeron que las personas perfeccionistas son más propensas a sentirse mal y a quejarse de falta de sueño, cefaleas, dolores de espalda, trastornos digestivos, dermatitis y fatigas que aquellas que no lo son. Además de que son personas que temen mucho un fracaso.

Además de los síntomas físicos, a nivel emocional, los comportamientos perfeccionistas  pueden generar tensión y ansiedad, sobre todo en personas inseguras en las que el temor al rechazo les hace actuar en función de cómo creen que les gustaría a los demás y no de cómo realmente son. De forma que cuando no consiguen esa aceptación que les gustaría, pueden sentir mucha insatisfacción y frustración, pudiendo desembocar en estados depresivos (Miralles, 2014).

Este rasgo de personalidad no está considerado en los manuales (DSM-V o CIE-10) como una patología como tal, por tanto no hay estadísticas exactas. Pero si la persona no trata de solucionar este comportamiento, podría llegar a sufrir un trastorno obsesivo compulsivo o un trastorno anancástico de la personalidad. En este caso, la estadística marca una prevalencia aproximada del 2.3% de la población. Las personas demasiado perfeccionistas podrían llegar a tener el temido trastorno obsesivo-compulsivo, que les marcará cada vez más apartados de su vida y tendrán que ir a un facultativo para poder disminuir los síntomas de ansiedad y malestar.

No obstante, nuestro trabajo como psicólogos es educar al paciente para que entienda que aunque su mente le dice que “tiene y puede con todo”, nuestro cerebro está programado de un modo que impone límites. Y nadie puede superar dichas limitaciones.

Pero, sobre todo desde la terapia se plantea la necesidad de trabajar, además de técnicas de relajación y reestructuración cognitiva para pensamientos inflexibles; la autoestima, el autoconocimiento y la autorregulación conductual y emocional del paciente. Esto, con la finalidad de que se permitan el derecho a equivocarse, puesto que al hacerlo se observa que no ocurre nada tan grave y, además, incide positivamente en la memoria, tal como lo ha afirmado Andrée Ann Cyr, una joven colega psicóloga de la Universidad de Toronto, quien publicó en 2012 una investigación en la que comprobó que es más fácil aprender si la información no se ofrece muy claramente y hay que hacer un esfuerzo por adquirirla, aunque de paso suponga cometer errores. Además, la autora ha concluido que esa forma de incrementar los conocimientos, es precisamente el mejor entrenamiento para el cerebro de las personas mayores.

La formación en psicoterapia del bienestar emocional en psicólogos es indispensable para ofrecer psicoterapia a la sociedad del siglo XXI, obsesionada con la perfección, el éxito y la satisfacción inmediata. La insatisfacción vital, tan común en nuestros días, también es fruto del “yo puedo con todo”.

 

Autor: Tatiana Lopera, Psicología Clínica bienestar, emociones.


lunes, 30 de noviembre de 2020

Terapia Familiar

 Ninguna familia es perfecta, y sin embargo esto no es del todo malo. Como dice Tolstoi, "todas las familias dichosas se parecen, pero cada familia infeliz es desdichada a su manera"

Si bien es frecuente que las familias se enfrenten a innumerables problemas que se acumulan, y que causan estrés, tensión e incluso trastornos en sus integrantes, estas dificultades y estos problemas son también grandes oportunidades de crecimiento. Los problemas frecuentes en una familia son: peleas entre hermanos, problemas de adolescente, diferencia de opiniones y desacuerdos en la pareja, pérdida de la tranquilidad debido a conflictos entre padres, problemas de educación, problemas financieros, pérdida de trabajo, divorcio, adicción enfermedad mental o física, etc. Afortunadamente,  los problema de familia tienen solución.

Terapia familiar: La terapia de familia en una forma de psicoterapia que ayuda a las familias en sus dificultades derivadas de las diferencias entre cada uno de los miembros. La terapia provee recursos a las personas en relaciones cercanas para ayudarse entre sí. Permite a los miembros de la familia expresar y explorar pensamientos difíciles y emociones en un ambiente seguro, entender las experiencias y puntos de vista de cada uno, apreciar las necesidades del otro, construir en cimientos más firmes y hacer cambios útiles en sus relaciones y sus vidas.

¿Qué es la terapia familiar?

La terapia de familia en una forma de psicoterapia que ayuda a las familias en sus dificultades derivadas de las diferencias entre cada uno de los miembros. La Psicoterapia provee recursos a las personas en relaciones cercanas para ayudarse entre sí. Permite a los miembros de la familia expresar y explorar pensamientos difíciles y emociones en un ambiente seguro, entender las experiencias y puntos de vista de cada uno, apreciar las necesidades del otro, y construir en cimientos más firmes y hacer cambios útiles en sus relaciones y sus vidas.

¿Cuáles son los objetivos de la terapia de familia?

Las sesiones de terapia familiar tienen como objetivo corregir cierta dinámica familiar que se ha convertido en la fuente de las dificultades, modificando las interacciones entre los miembros de la familia que agravan o perpetúan el problema. Es decir, a diferencia de la terapia individual, no se trata de cambios de cada uno de los individuos (estos son secundarios) sino de cambios en el sistema familiar de interacción.

"El paciente es la familia y la interacción de sus miembros, y el miembro individual es más bien el síntoma de un sistema enfermo"

En terapia familiar se trabaja con problemas en los que no necesariamente está presente alguna patología, como son la depresión o el alcoholismo en uno de los miembros. Se trata más bien de patrones de relaciones disfuncionales y carencias en los vínculos emocionales que ocasionan un malestar general o la sensación de que la familia se desintegra gradualmente (desinterés, poca o nula convivencia o discusiones constantes).

Motivos frecuentes de consulta de terapia de familia:

  • Problemas en la comunicación familiar
  • Dificultades en el comportamiento de los niños o los adolescentes
  • Problemas de salud mental
  • Problemas de pareja (aprender a separar lo que son los problemas de pareja y los problemas de familia)
  • Enfermedades y hándicap en la familia
  • Separación, divorcio y vida con padres putativos (familia adoptiva)
  • Anorexia, bulimia y otros desórdenes alimenticios
  • Violencia doméstica
  • Uso inadecuado de drogas o alcohol
  • Efectos de trauma
  • Dificultades relacionadas con el envejecimiento
  • Abortos
  • Duelo y pérdida (muertes, "nido vacío")
  • Dificultad en toma de decisiones importantes
  • Conflictos con familia política y familiares.
  • Desacuerdos respecto a problemas de dinero.
  • Elección de la carrera de los hijos
  • Problemas de la adolescencia.
  • Peleas entre hermanos.
  • Problemas financieros.
  • Divorcio e hijos.
  • Adicción o alcoholismo de uno de los padres.
  • Padres abusivos.
  • Padres sobreprotectores.
  • Padres que discuten constantemente.

¿En qué momento se debe recurrir a ella?

La terapia familiar comúnmente es proporcionada por un psicólogo, un asistente social clínico o un terapeuta acreditado por alguna institución especializada. Este tipo de terapia suele ser a corto plazo. Asimismo, puede involucrar a todos los miembros de la familia o bien solamente a quienes pueden ir o tienen la voluntad de participar.

Algunos de los motivos principales por los que es recomendable que una familia acuda a terapia son los siguientes:

  1. Cuando existen relaciones conflictivas dentro del núcleo familiar, ya sea entre la pareja, los hijos u otros miembros de la familia. Los principales detonantes suelen ser problemas matrimoniales, dificultades económicas o conflictos entre padres e hijos.
  2. Cuando alguno de los miembros presenta una enfermedad mental o una adicción. Estos casos suelen requerir terapia adicional o tratamiento de rehabilitación.
  3. Cuando toda la familia o alguno de sus miembros experimentó o fue testigo de un hecho traumatizante, como puede ser un accidente, un desastre natural o un caso de violencia.
  4. Cuando la familia acaba de sufrir el fallecimiento de uno de sus integrantes.
  5. Cuando se experimenta un periodo de incertidumbre o de estrés, como puede ser el haberse cambiado de residencia, especialmente si se cambió de país o estado.

En ocasiones, también las crisis esperadas del desarrollo usual de una vida de familia puede complicarse y ocasionar deterioro en las relaciones familiares. La terapia familiar puede ser de gran ayuda. Estas etapas críticas son: el matrimonio o unión, el embarazo y la acomodación para ser tres, el nacimiento del primer hijo, la escolaridad de los hijos, la pubertad y la adolescencia de los hijos, la salida de los hijos de la casa, el llamado nido vacío, el retiro laboral, la vejez, la viudez y la muerte. Otras crisis, que si bien no se suceden a otros los sistemas familiares, puede desestabilizar el seno familiar: como por ejemplo un secuestro, un periodo de desempleo, una muerte imprevista, un cambio de ciudad o país, etc. Consulta a un psicólogo familiar si tienes alguna duda, o bien conoce más sobre la terapia especializada en la familia.

¿Para quién es indicada la terapia familiar?

Toda familia puede beneficiarse de la terapia familiar. No siempre es fácil saber si lo más conveniente es una orientación para padres, terapia para toda la familia, o bien con ciertos miembros de la familia, o bien solo un par de los integrantes. En algunas ocasiones, incluso, si bien se trata de un problema que sufre un solo miembro de la familia (alcoholismo), la intervención en familia puede beneficiar mucho a la persona afectada, además de ayudar a los familiares a entender cómo relacionarse de la mejor manera con la persona alcohólica. Si tienes dudas sobre este tipo de decisiones, no dudes en consultarnos al respecto y con gusto te orientaremos: consulta aquí. No dudes en ponerte en contacto conmigo.

Las familias son mucho más que grupos de individuos. Las familias tienen sus propias metas y aspiraciones. También es el lugar donde cada niño y adulto debe sentir que él o ella son especiales y son estimulados para logar sus propios sueños, es un lugar donde la individualidad de cada uno puede florecer.


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