miércoles, 23 de abril de 2014

Técnicas de Intervención Psicológica en Atención Primaria en el TAG

Técnicas psicológicas de aplicación en el ámbito de Atención Primaria para el Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Las intervenciones breves en AP deben realizarse por profesionales formados y tener unas características comunes de aplicabilidad: ser estructuradas, sencillas y fáciles de aplicar, breves, con tiempos pautados, objetivos concretos y con efectividad descrita. Como técnicas psicológicas de posible aplicación en AP (atención primaria), para reducir la sintomatología ansiosa del TAG se recomiendan: técnicas de relajación, de exposición, de auto-control, de entrenamiento en habilidades sociales, de auto-instrucciones, de entrenamiento en el manejo de la ansiedad, de distracción cognitiva y detención del pensamiento, de resolución de problemas, de re-estructuración cognitiva y de terapia interpersonal.

La Atención Primaria intenta: Aliviar los síntomas, evitar las secuelas, resolver y o ayudar en los conflictos psicosociales, buscando la efectividad en términos de coste y beneficios. Plantear un enfoque terapéutico integral, teniendo las medidas biológicas y farmacológicas.

A continuación le ofrezco como orientativo, un "pequeño glosario de algunas técnicas y procedimientos terapéuticos relacionados con el tratamiento de la ansiedad". Aunque algunas de ellas, por el contenido breve y esquemático de la explicación, puedan parecer sencillas, no lo son en absoluto. Han de ser planificadas, dirigidas y aplicadas por especialistas en el ámbito de la salud mental competente y bien entrenado. No son técnicas de autoayuda. Consulte con su especialista.

Actividades gratificantes: Todas aquellas actividades que produzcan efectos placenteros o de aumento del estado de ánimo a las personas. Las actividades gratificantes son de carácter personal (determinadas actividades funcionan a algunas personas mientras que a otras no) y los programas que se componen de un aumento de éstas persiguen una mejora del estado de ánimo y un aumento de la actividad general llevada a cabo por el cliente.

Asertividad: La conducta asertiva implica la expresión directa de los propios sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas. El mensaje básico de la aserción es: “Esto es lo que yo pienso. Esto es lo que yo siento. Así es como veo la situación.” El mensaje se expresa sin dominar, humillar o degradar al otro individuo.

Autoinstrucciones: Imágenes o verbalizaciones dirigidas a uno mismo (decirse algo a sí mismo) para apoyar, dirigir, refrenar o mantener conductas que se estén llevando a cabo o se deseen ejecutar. Esta técnica acostumbra a utililizarse con niños impulsivos, algunos pacientes esquizofrénicos, para combatir la ansiedad (en especial ante exámenes, temor a hablar en público y miedo a los animales) y para controlar la ira y el dolor.

Biblioterapia: Proporcionar bibliografía sobre una problemática, para que la persona que la solicita pueda comprender su problema y conocerlo mejor, con el objetivo de poder solucionarlo o mejorarlo.

Biofeedback: Los aparatos de biofeedback son instrumentos que miden algunos de los cambios fisiológicos producidos en nuestro cuerpo por la ansiedad, como por ejemplo la tasa cardíaca, conductancia eléctrica de la piel, etc. Se usa para demostraciones de los efectos de la ansiedad y ara la evaluación de su tratamiento.

Desensibilización sistemática: Procedimiento dirigido al tratamiento de problemas de ansiedad, concretamente problemas fóbicos. Se aplica junto a alguna técnica de relajación y su objetivo es la eliminación de la ansiedad asociada a los estímulos a los que se tiene fobia.

Consiste en la presentación de forma gradual de dichos estímulos (de menos a más ansiedad) junto a la aplicación de la técnica de relajación para conseguir la ruptura de la asociación entre ansiedad y dichos estímulos.

Actualmente, esta técnica se incluye dentro del grupo técnicas de exposición, que incluye diferentes procedimientos.

Detención del pensamiento: También llamado parada de pensamiento, es un procedimiento desarrollado para la eliminación de patrones perseverantes de pensamientos con consecuencias negativas, como por ejemplo, los que puedan producir ansiedad.

Consiste en la detención de dichos pensamientos mediante una expresión verbal o imagen, lo antes posible en cuanto se presentan. Requiere un entrenamiento previo en la identificación de dichos pensamientos negativos.

Desensibilización y Reproceso por el Movimiento de los Ojos (EMDR): La aplicación de esta técnica parte de la premisa, para el Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD), de que la ansiedad se debe a que la información acerca del evento traumático permanece sin haber sido procesada, manteniendo bloqueados las cogniciones, conductas y sentimientos acerca del evento. 

La EMDR facilitaría el reprocesamiento del recuerdo traumático, mediante la reconstrucción cognitiva del evento, asociada a la inducción en el paciente de movimientos oculares sacádicos, u otras formas de estimulación sensorial bilateral. En la actualidad se aplica no sólo para problemas de estrés postraumático, sino también en fobias, crisis de ansiedad, etc.

Estrategias de afrontamiento: Todas aquellas acciones que ejecutamos al encontrarnos delante de un problema, con el objetivo de solucionarlo, eliminarlo o minimizar sus efectos.

Se incluyen acciones motoras, cogniciones y estados emocionales, y en función del tipo de problema afrontado y las habilidades de uno mismo, algunas estrategias serán válidas y otras no lo serán.

Exposición en imaginación: Técnica de exposición en la cual el cliente se expone en su imaginación (es decir, imaginando) a los estímulos y situaciones que le producen ansiedad.

Exposición en vivo: Técnica de exposición en la cual el cliente se expone en la vida real a aquellos estímulos y situaciones que producen ansiedad, miedo y/o pánico. Acostumbra a ser la más efectiva de las técnicas de exposición.

Exposición interoceptiva: Técnica de exposición que consiste en la inducción de las sensaciones corporales que producen ansiedad o pánico, con el objetivo de reducir la ansiedad que producen y comprobar que no son sensaciones peligrosas.

Exposición virtual: Técnica de exposición en la cual el cliente se expone a los estímulos y situaciones que le producen ansiedad mediante programas computarizados de realidad virtual.

Habilidades Sociales: Conjunto de habilidades necesarias para una correcta interacción con otras personas en casa, trabajo, escuela, etc. Incluye habilidades de conversación, alabanza, resolución de problemas, ayuda a los otros, agradecimiento, etc.

Inoculación de estrés: Procedimiento terapéutico formado por técnicas y estrategias cognitivas, emocionales y conductuales que permiten a una persona afrontar situaciones estresantes de forma más adaptativa.

Intención paradójica: Técnicas también conocidas como prescripción del síntoma, donde se pide a los clientes que lleven a cabo deliberadamente alguno los comportamientos problemáticos que les ha llevado a consulta. Por ejemplo, en el caso de un ritual de lavarse las manos, prolongarlos 4 ó 5 veces más de lo considerado por él necesario; o, en algunos problemas de conciliación del sueño, prescribir la indicación de estar despierto durante un determinado tiempo.

Estás técnicas, se aplican especialmente en casos en que la solución aplicada por el paciente, está contribuyendo al mantenimiento y perpetuación del problema. Las técnicas paradójicas, que incluyen varios procedimientos, pretenden cortocircuitar dichos procesos contraproducentes.

Modelado: Es un aprendizaje que tiene lugar a partir de la observación de la conducta de un modelo y de las consecuencias que tiene dicho comportamiento. Este proceso recibe también el nombre de aprendizaje vicario.

Durante el tratamiento, el modelado puede producirse a partir de conductas ejemplificadas por el terapeuta, compañeros del grupo en caso de un tratamiento grupal, visionado de vídeos o a partir de modelos de la vida real.

Prevención de respuesta: Técnica que consiste en exponer a una persona a aquellos estímulos que le suscitan compulsiones o rituales, pero sin permitirle su ejecución, con el objetivo de producir una habituación a los niveles de ansiedad, su disminución e incluso su desaparición.

Reestructuración cognitiva: Técnicas que se encaminan a identificar pensamientos (cogniciones) no adecuados del cliente que están incidiendo en sus emociones y conductas inadecuadas, para modificarlos o sustituirlos por otros más adecuados.

Refuerzo negativo: Acción, consecuencia o suceso, que al producirse disminuye la probabilidad de que una conducta vuelva a repetirse.

Refuerzo positivo: Por ejemplo, la alabanza de una madre a su hijo cuando se ha lavado las manos antes de comer, es un refuerzo positivo ya que aumenta la probabilidad de que el hijo vuelva a lavarse las manos antes de la siguiente comida.

Relajación muscular progresiva: Técnica de relajación consistente en la identificación de zonas musculares tensas debido a los efectos de la ansiedad y su posterior e inmediata relajación a voluntad de la persona que la aplica.

Respiración Controlada: Técnica de relajación consistente en que el cliente siga un patrón de respiración abdominal lento de ocho veces por minuto, que reduce la activación fisiológica producida por la ansiedad

Solución de problemas: Procedimiento de carácter cognitivo y conductual que persigue dos objetivos:

a) la generación de múltiples posibilidades de actuación ante la ocurrencia de un problema
b) el incremento de la probabilidad de elección de aquella alternativa más eficaz ante el problema.

Técnicas cognitivas: Conjunto de técnicas terapéuticas que persiguen como objetivos el uso de pensamientos del cliente para la solución o mejora del problema, ayuda para llevar a cabo determinadas estrategias o para sustituir o reemplazar a otros pensamientos que mantengan al problema, o sean parte del mismo. Ejemplos de técnicas cognitivas serían la reestructuración cognitiva o las autoinstrucciones.

Técnicas conductuales: Conjunto de técnicas terapéuticas que persiguen como objetivos la modificación, adquisición o pérdida de comportamientos por parte del cliente.

Técnicas de exposición: Las técnicas de exposición son técnicas que se basan en exponerse a aquellas situaciones o elementos que producen ansiedad o angustia al cliente.

Su aplicación es, en la gran mayoría de los casos, gradual. Es decir, se sugerirá al paciente en un primer momento la exposición a estímulos o situaciones que generan escasa ansiedad, para ir aumentando la dificultad a medida que se vayan consiguiendo los objetivos de la técnica.

Normalmente, para la aplicación de este tipo de técnicas, el paciente estará entrenado en otras habilidades para controlar la ansiedad (como por ejemplo las técnicas de relajación) y/o técnicas para afrontar situaciones problemáticas.

Los objetivos que persiguen estas técnicas son:

a) Aprender que la ansiedad y sus síntomas pueden ser controlados con técnicas de afrontamiento enseñadas.
b) Aprender que las consecuencias catastróficas anticipadas a la situación que produce ansiedad no ocurren.
c) Romper la asociación entre situaciones o estímulo y ansiedad, y a responder de un modo distinto a la situación.

Tensión aplicada: Técnica aplicada para el tratamiento de la fobia a la sangre o heridas. Está formada por dos fases:

a) aprender a tensar los grandes grupos musculares para combatir la disminución de la presión arterial producida por la visión de la sangre o herida.
b) exposición a los estímulos que producen ansiedad.

Todas son técnicas especialmente indicadas para problemas de ansiedad.

Tratamiento Farmacológico

Tiene como objetivo aliviar los síntomas, prevenir las recaídas y evitar las secuelas, con la mayor tolerabilidad posible hacia la medicación. Hay que tener en cuenta la cronicidad de este trastorno. Habitualmente se recomiendan tratamientos prolongados que puedan proporcionar la estabilidad clínica.
  • Antidepresivos: los ADT (imipramina), los ISRSN (venlafaxina), los ISRS (paroxetina, sertralina y escitalopram)
  • Ansiolíticos: (BZD) El alprazolam, bromazepam, lorazepam, diazepam y clonazepam (no recomendado).
  • Otros fármacos: Las azapironas (buspirona), pregabalina (anticonvulsivante) hidroxicina como antihistamínico.
  • Antipsicóticos atípicos: olanzapina, risperidona y ciprasidona.
  • Otros antidepresivos: Mirtazapina, citalopram, trazadona y bupronion de liberación lenta. Anticonvulsivantes como la tiagabina, el riluzol. Y un nuevo ansiolítico como el deramciclane.
  • No recomendados: Los beta-bloqueantes (propranolol) no son más efectivos que el placebo.
Puedes ver más información referente a este tema buscando otros blogs en esta página.




Referencias
Guía práctica clínica
Diccionario para Desórdenes de Ansiedad y Pánico.
Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de trastornos psicológicos
Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas
DSM-IV

Técnicas de terapia de conducta

martes, 22 de abril de 2014

Errores Comunes en los Padres de Hoy

"Tus hijos no tendrán éxito gracias a lo que hayas hecho por ellos, sino gracias a lo que les hayas enseñado a hacer por sí mismos"
Muchos padres hacen lo que sea con tal de evitar que sus hijos sufran cualquier tipo de incomodidad, ansiedad o decepción; cualquier cosa poco agradable. Y, como consecuencia, cuando se hacen adultos y experimentan las frustraciones normales de la vida, piensan que el mundo se les viene encima, que hay algo que va mal, muy mal.

Error nº 10: Adorar a nuestros hijos. Muchos de nosotros vivimos en comunidades que se desviven por los hijos. Los estamos criando en hogares completamente centrados en ellos. A los niños les encanta, claro está, porque nuestras vidas giran en torno a ellos. A la mayoría de los padres tampoco le importa, porque su felicidad es la suya. Les entusiasma hacer cualquier cosa por ellos, comprarles cosas, cubrirles de amor y de atenciones.

No obstante, creo que es importante tener en cuenta que los hijos han sido creados para ser amados, no idolatrados. Por tanto, cuando les tratamos como si fueran el centro del universo, creamos un falso ídolo. En vez de un hogar centrado en los niños, deberíamos intentar centrarnos más en el amor. Así, nuestros hijos se sentirán queridos, pero entenderán que en el amor, el altruismo va por encima del egoísmo.

Error nº 9: Creer que nuestros hijos son perfectos. Una cosa que suelo oír de los profesionales que trabajan con niños (orientadores o maestros) es que los padres de hoy en día no quieren oír nada negativo sobre sus hijos. Cuando se menciona la palabra preocupación, o problema, la reacción suele ser atacar al mensajero.

La verdad a veces duele, pero cuando escuchamos con la mente y el corazón abiertos, nos mostramos dispuestos a mejorar. Así, podremos intervenir antes de que la situación se nos vaya de las manos. Es más fácil tratar a un niño problemático que reparar a un adulto destrozado.

Error nº 8: Vivir a través de nuestros hijos. Los padres se sienten muy orgullosos de sus hijos. Cuando consiguen algo, hace de los padres más felices que si lo hubieran conseguido ellos mismos.

Lo cierto es que si se implican demasiado en sus vidas, resultará más complicado ver dónde acaban ellos y dónde empiezan los padres. Cuando nuestros hijos se convierten en una extensión de estos, suele pensar que es como la segunda oportunidad para ellos. Se llega un momento en el que su felicidad empieza a confundirse con la de los padres.

Error nº 7: Tratar de ser el mejor amigo de nuestro hijo. "El problema ocurre cuando los padres dejan de ser padres y no son capaces de asumir sus responsabilidades, aunque a veces cueste".

Tratar de ser el mejor amigo de tu hijo solo puede llevar a una permisividad excesiva y a que tomes decisiones desesperadas por temor a no contar con su aprobación. Esto no es amor, sino necesidad.

Error nº 6: Entrar en una competición por ser el mejor padre. Todos los padres llevan algo de competitividad en las venas. Lo único que necesitan para despertar al monstruo es que otro padre ponga a su hijo por encima del tuyo.

El origen se encuentra en el miedo. Tememos que nuestros hijos se queden aparte, atrás. Tiene miedo de que, si no se ponen serios e intervenimos con severidad, se sumirán en la mediocridad para el resto de su vida.

Los niños tienen que esforzarse y entender que los sueños no se cumplen así como así, que para ello tienen que trabajar y luchar. No obstante, si fomentamos una actitud de ganar cueste lo que cueste y les permitimos que empujen a otros niños para conseguir ser los primeros, la cosa se le estará yendo de las manos.

Es verdad que en la adolescencia el carácter no nos parece tan importante, en cambio cuando somos adultos, el carácter lo es todo.

Error nº 5: Olvidarnos de lo maravilloso que es ser niño. Recuerda la alegría de vivir como niños.

Criar a niños pequeños puede ser un trabajo duro y monótono. A veces, es tan agotador física y emocionalmente que nos encantaría que se hicieran mayores cuanto antes. Por otra parte, también tenemos curiosidad por saber cómo será su crecimiento. ¿Cuáles serán sus pasiones? Los padres, esperan poder descubrir sus dones, para saber aprovechar sus puntos fuertes y animarles a que sigan por la buena dirección.

Pero, cuando proyectan su futuro y se preguntan si ese gusto por el arte le convertirá en Picasso, o si su voz melodiosa hará de ella una gran artista, podemos llegar a olvidarnos de disfrutar de lo realmente bueno: los cuentos de antes de dormir, los pijamas de una sola pieza, las cosquillas y los gritos de alegría. A veces, nos olvidamos de dejar que nuestros hijos se comporten como niños y disfruten de su infancia, sobre todo con tanta tecnología que enajena y limita a veces las posibilidades de desarrollo y crecimiento intelectual y madurativo, de imaginación.

La presión sobre los niños comienza demasiado pronto. Si quieren echar una mano a sus hijos, tienen que protegerles de estas presiones. Hay que dejar que disfruten y crezcan a su propio ritmo, así que, en primer lugar, deben explorar sus intereses sin miedo al fracaso y en segundo lugar, no tienen que sentirse agobiados.

La infancia es un momento de juegos y de descubrimientos. Cuando metemos prisa a los niños, les estamos robando una etapa inocente por la que nunca volverán a pasar.

Error nº 4: Criar al hijo que queremos y no al que tenemos. Los padres, crean una imagen propia de sus hijos. Esta imagen comienza a confeccionarse en el momento del embarazo, antes incluso de saber el sexo del bebé. En secreto, deseamos que el niño se parezca a nosotros, pero un poco más inteligente y con más talento. Queremos ser su ejemplo y modelar su vida siguiendo el patrón de la nuestra.

Sin embargo, los niños suelen seguir su propio modelo y además, desconfiguran los nuestros. Al final, son como nunca los imaginamos. Nuestro trabajo consiste en descubrir sus dones innatos y en tratar de guiarlos por el buen camino. Ante todo, inculcarles nuestros propios sueños no va a funcionar. Solo si entendemos quiénes y cómo son, podremos tener un impacto en sus vidas.

Error nº 3: Olvidar que los hechos pesan más que las palabras. Hay que aprovechar cualquier lección de la vida diaria y convertirla en un momento de aprendizaje. Donde tengan sabiduría, pero sin olvidarse de que mis ejemplos ensombrecen mis palabras.

Cómo respondo al rechazo y a la adversidad, cómo trato a mis amigos y a los desconocidos, si me peleo con su madre o si nos apoyamos mutuamente, etc..Los niños se dan cuenta de todas estas cosas. Y mi actitud les da permiso para comportarse de la misma manera.

Si quiero que mis hijos sean buenas personas, yo también tengo que aspirar a lo mismo. Tengo que ser la persona que espero que sean ellas.

Error nº 2: Juzgar a otros padres y a sus hijos. Independientemente de lo mucho que difieras en la forma de educar que tienen otros padres, no es tu misión juzgarlos. Nadie es completamente bueno ni completamente malo; todos somos un poco de todo, todos luchamos contra nuestros propios demonios.

Personalmente, se tiende a ser más benevolente con otros padres cuando lo estás pasando mal. En los momentos en que los niños me lo ponen difícil, entiendo el comportamiento de muchos padres.

Nunca sabemos por lo que alguien está pasando, ni cuándo nos veremos en una situación parecida. Aunque, en ocasiones, no podamos evitar tener nuestros prejuicios, deberíamos controlarlos y tratar de entender a la otra persona en lugar de llegar a conclusiones precipitadas.

Error nº 1: Subestimar el carácter. Si hay una cosa que espero hacer bien los padres con sus hijos es conseguir que sean una persona de bien y con éxito. El carácter, la fibra moral y una brújula interna son los cimientos que forman la base para un futuro feliz y saludable. Esto es más importante que cualquier boletín de notas o que cualquier trofeo que ganen.

Es complicado ver a los  hijos caer, pero a veces es necesario. En ocasiones, hay que preguntarse si intervenir se encuentra entre las mejores opciones. Hay un millón de formas de amar a nuestros hijos, pero a la hora de buscar su felicidad, conviene ser conscientes de que a veces la pena a corto plazo será recompensada con creces por los beneficios en el futuro.

"Prepara a tu hijo para el camino, no el camino para tu hijo".