viernes, 9 de septiembre de 2016

Trastorno Negativista Desafiante: Manejo Conductual y Afectivo

Los niños con trastorno negativista desafiante (TND) o trastorno oposicional desafiante (TOD). Muestran actitudes desafiante, desobediencia, hostilidad, rabietas, se niega a cumplir reglas impuestas por la figura adulta, comúnmente molesta a los demás, es irritable, muestra resentimiento, es rencoroso y vengativo, es agresivo, le cuesta tener amigos, problemas en el rendimiento escolar, tiene baja autoestima, piensa que todo el mundo está en contra de él. Hay un patrón de falta de cooperación, desafío y comportamiento hostil hacia las figuras de autoridad que interfiere seriamente con el funcionamiento del día a día.
Se trata de más de un comportamiento recurrente y persistente en la que se desafían las órdenes de las figuras de autoridad, comprobando una y otra vez los límites establecidos, ignorando órdenes, discutiendo, mostrando hostilidad hacia compañeros o adultos. En los años escolares puede haber baja autoestima, labilidad emocional, poca tolerancia a la frustración, uso de palabrotas, uso temprano de alcohol, tabaco y substancias ilegales. Son frecuentes los conflictos con padres, profesores y compañeros.

Hay algunos factores de riesgo que potencia que se desencadene el trastorno, como por ejemplo: limitaciones en el desarrollo de la capacidad creativa y emocional de tu hijo, falta de supervisión, falta de límites, consentimiento en exceso, falta de participación positiva en la vida del hijo, familiares con antecedentes de TDAH o TND o problemas de conducta, disciplina inexistente o exagerada, estar expuesto a abuso, negligencia o maltrato, problemas o inestabilidad familiar, Ausencia o no integración hacia el vínculo paterno o materno, desequilibrios de sustancias químicas en el cerebro, los cambios estresantes en el núcleo familiar, mudanzas o el cambio de escuela, un divorcio o discusiones en casa de forma continua, etc..

Disciplinar a los niños puede ser un desafío para los padres bajo circunstancias ideales, y cuando tu hijo tiene trastorno negativista desafiante, éste desafío se multiplica varias veces.

Recurrir a los servicios de un psicólogo clínico o psiquiatra para ayudar a tu niño. Según la intensidad de la patología se puede incorporar la psicoterapia o incluso el tratamiento farmacológico. La terapia está diseñada para otorgarle las armas que le permitan controlar la conducta indeseada. Asiste a encuentros familiares con el psicólogo para obtener asistencia con los problemas de la dinámica familiar. Coordinar las actuaciones en casa con las del profesional, y llevar a tu hijo a terapia individual o también a terapia familiar.

Sigue estos pasos para aprender más sobre cómo disciplinar eficazmente a un niño con trastorno negativista desafiante.

Sugerencias para Padres
  • Contacta a un profesional de salud mental, un centro de defensa o médico de cabecera de tu hijo para obtener ayuda mental para el mismo. Haz que tu niño sea evaluado. A veces, hay otros problemas que acompañan el trastorno negativista desafiante, tales como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, trastorno bipolar, antisocial o conducta disocial, trastorno de ánimo o depresión. También pueden aparecer trastornos del aprendizaje y trastornos de la comunicación.
  • Asiste a programas de capacitación para padres y aprende todo lo posible sobre el trastorno negativista desafiante. Cuanto más sepas sobre éste desorden, más eficaces serán tus técnicas de disciplina.
  • Busca información acerca del trastorno negativista desafiante, deberás entender qué es e intentar comprenderlo, así como ayudar a tu hijo a entenderlo. Para poder ayudar, primero hay que entender. Entender los síntomas del trastorno, entender las crisis que ocasiona y cuáles son los comportamientos más comunes.
  • Entender que no solo consiste en cambiar la conducta del niño para que mejore, si no también, entrenarnos como padres para poder manejar mejor las situaciones sin que ello provoque angustia o malestar. Reconocer y aceptar que las interacciones dentro de la familia son reciprocas. La conducta de los padres estará muy influenciada por la conducta del niño y viceversa.
  • En importante establecer límites y normas en casa, y asegúrense que se cumplan siendo claros y conciso.
  • Utiliza el refuerzo positivo. En lugar de siempre señalar las cosas que tu hijo hace mal, tómate el tiempo para hacerle saber que notas y aprecias cuando él se comporta bien y sigue las reglas. La regla básica del afianzamiento positivo es ponderar a tu niño por su buena conducta, en lugar de señalar constantemente la negativa. “Se recomienda de implantar un programa de incentivos antes de utilizar los castigos”.
  • Prestar atención a los comportamientos positivos y reforzándolos usando el elogio, el reconocimiento o el agradecimiento.
  • Anticipe las situaciones problemáticas y explique los comportamientos inaceptables.
  • Abstente de castigar al niño hasta que te hayas calmado. Perder la compostura y discutir tendrá como único resultado activar la ira de tu niño. Cuando te sientas enojado, vete y recobra la compostura antes de hablar con el niño e imponerle castigos. Si el comportamiento de tu hijo no representa un peligro para sí mismo o para otros, ignóralo.
  • Nota: Tanto el premio como el castigo deben estar dirigidos a una conducta específica, nunca a aspectos generales Y el castigo debe ser proporcionado a la transgresión, no al grado de impaciencia o frustración que haya generado en los padres. Los castigos deben ser en forma asertiva.
  • Hágale notar las consecuencias de su comportamiento.
  • Si una conducta se ha considerado intolerable un día, también será la misma consideración  cuando se presente otro día.
  • Pon en práctica treguas cuando el niño esté encolerizado. Argumentar con un niño TOD (TND) desafiante e irracional es, casi siempre, un camino seguro hacia el fracaso. Una tregua se da cuando el niño va a un lugar sereno para apaciguar su conducta colérica. Un lugar habitual para la tregua es la habitación infantil. Los niños necesitan tiempo para aprender a controlar sus emociones. Si él se niega a tomar una tregua e insiste en discutir, mantén la compostura y resiste la urgencia de continuar la discusión. En lugar de hacerlo, vete y di: "Volveré a discutir la situación cuando te hayas calmado."
  • Realiza una lista con las normas familiares y sus consecuencias. Repasa la lista con tu niño y responde cualquier pregunta que pueda surgir. Elige consecuencias para el quebrantamiento de reglas que tengan sentido y que no sean demasiado severas, de modo tal que puedas aplicarlas cuando surja la necesidad.
  • Se realista acerca de las capacidades de tu hijo. Ten en cuenta la edad de tu niño y su nivel de desarrollo cuando estés fijando las expectativas de comportamiento. Tener expectativas poco realistas puede hacer que te sientas frustrado; haz que tu niño se sienta inadecuado y lo conducirás a mayores problemas de comportamiento.
  • Cuida tu relación de pareja para evitar conflictos en casa que pueden ocasionar más problemas. Apoya a tu cónyuge cuando trata con tu niño. Discutan técnicas parentales cuando el niño no se encuentre presente, y lleguen a un acuerdo acerca de los métodos para enfrentar la conducta desafiante. Discutir frente al niño provoca confusión, y aleja el foco de su conducta desafiante, evitando encontrar una solución al problema.
  • Promueve conversaciones familiares habituales para discutir temas conductuales. El momento de las conversaciones familiares debería ser un foro abierto de discusión, donde no exista el temor al castigo por expresar opiniones o sentimientos. Las discusiones familiares permiten a la familia promover el entendimiento entre todos. Estos momentos solamente dan resultado cuando la familia no está en medio de un conflicto. Son óptimas cuando todos están de buen humor.
  • Informa a los maestros y consejeros escolares acerca de la conducta del niño. Discutan cómo manejar los problemas que surjan en el ámbito escolar. Mantén el contacto con el personal de la escuela para vigilar la conducta de tu niño, y su desarrollo.
  • Tienes que tener presente que en el desarrollo de tu hijo habrá momentos en su vida que su actitud oposicionista será totalmente normal y nada tendrá que ver con tener un trastorno.
  • Coordina tu actuación con las personas que también pasan tiempo con tu hijo.
  • Come bien, haz ejercicio y descansa lo suficiente. Cuidar de ti mismo te equipará mejor para manejar el estrés asociado con el disciplinar a tu hijo (a).
  • Si te sientes desbordado/a, pide ayuda a profesionales.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Disfuncion Eréctil

Cada vez son más las consultas que recibo sobre problemas de erección en hombres jóvenes y adultos sin factores de riesgo para padecer un trastorno orgánico.
Generalmente, la función sexual masculina normal comienza con el deseo sexual o libido que ocurre por la estimulación del cerebro, el sistema nervioso, los vasos sanguíneos y las hormonas, lo que conlleva a la erección del pene, la liberación de semen (eyaculación) y termina finalmente con tener un orgasmo. Una erección se logra cuando el conjunto de tejidos esponjosos del pene, es decir, los cuerpos cavernosos, se relaja para permitir el flujo de sangre que resulta en la expansión y la firmeza del pene. Al finalizar la erección, la sangre sale y el pene se relaja.

Cuando hay una interrupción o deterioro de este proceso, se producen los problemas de erección; esto suele ser resultado de varias causas: psicológicas, neurológicas, hormonales o vasculares. Todo esto dará lugar a la incapacidad del hombre para lograr o mantener una buena erección que funcione para una actividad sexual satisfactoria. Esta situación es lo que se conoce generalmente como la impotencia masculina o disfunción eréctil.

¿Qué son los problemas de erección?

Hablar sobre los problemas de erección puede ser incómodo para usted, pero si sufre de problemas para lograr o mantener una erección, usted tiene buenas razones para hablar con un médico. Los problemas de erección no sólo interfieren con su vida sexual, también pueden ser un síntoma de otros problemas de salud.

Los problemas de erección pueden ser un síntoma de que sus vasos sanguíneos están obstruidos, o de que ha sufrido daño en los nervios a causa de la diabetes. Si usted no consulta a su médico, no recibirá tratamiento para estos problemas y su salud podrá verse afectada.

En el pasado, a los problemas de erección se los denominaba "impotencia". Ahora el término más común es "disfunción eréctil". Ésta dificultad puede deberse a problemas orgánicos o psicológicos.

Si bien es la falta de una buena erección ésta se tiene que dar con repetición, es decir, una vez o algunas frustradas erecciones sin la dureza suficiente del miembro o sin respuesta alguna de éste, pero en forma aislada, o de vez en cuando no es necesariamente un trastorno, una disfunción sexual; para que lo sea es necesario que al menos una de cada 4 intentos sea sin la necesaria rigidez del miembro a la hora del sexo (al menos el 25 por ciento de las veces el miembro no responde con una buena erección).

¿Cuáles son las causas de la disfunción eréctil?

Distintas afecciones pueden dar lugar a la disfunción eréctil. La mayoría de estas afecciones son problemas de salud que afectan al corazón y los vasos sanguíneos y que requieren tratamiento médico, a fin de ayudar a prevenir problemas de salud más graves.

Entre las causas comunes de problemas de erección están:
  • Enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, afecciones cardíacas y de la tiroides, mala circulación, depresión o trastornos neurológicos (como esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson).
  • Medicamentos como los fármacos para la presión arterial (especialmente betabloqueadores), para el corazón (como digoxina), algunos medicamentos para las úlceras pépticas, pastillas para dormir y antidepresivos.
  • Daño a nervios a causa de cirugía de la próstata.
  • Tratamientos para el cáncer de próstata, inclusive la radioterapia y la cirugía de extirpación de próstata
  • La esclerosis múltiple y otras enfermedades que afectan al sistema nervioso
  • Consumo de nicotina, alcohol o cocaína.
  • Mala comunicación con la pareja.
  • Sentimientos repetitivos de duda y fracaso
  • Lesión de la médula espinal.
  • Estrés, miedo, ansiedad o enojo.
  • Consumo de drogas
  • Descenso del nivel de testosterona
  • Entre otras causas orgánicas.
  • Expectativas sexuales irreales, que hacen del sexo una tarea en lugar de un placer.
Los médicos solían pensar que la mayoría de los casos de disfunción eréctil eran problemas mentales o emocionales. Ahora sabemos que la mayoría de los casos tiene una causa física. Sin embargo, la depresión, las preocupaciones o la ansiedad también pueden causar disfunción eréctil. Del mismo modo, la disfunción eréctil por causas físicas puede llevar a la depresión y la preocupación, empeorando la disfunción eréctil.

Nota: Su médico puede cambiar su tratamiento con medicamentos. Nunca deje de tomar un medicamento que le fue recetado sin hablar primero con su médico.

No se debe suponer que la disfunción eréctil es parte del proceso normal de envejecimiento. Es muy probable que la causa sea otra.

¿Qué sucederá en el consultorio del médico?

Hablar sobre la disfunción eréctil puede ser incómodo. Cuando consulte a su médico trate de usar frases como "he tenido problemas en el dormitorio últimamente" o "he tenido problemas de erección". Recuerde que una vida sexual sana es parte de una vida sana. No sienta vergüenza de buscar ayuda. La disfunción eréctil es un problema de salud y su médico trata problemas de salud todos los días. Si la conversación con su médico no lo hace sentir cómodo, pida un referido a otro médico. Su médico tal vez le recomiende que consulte a un urólogo o psicologo clinico.

Quizá su pareja quiera acompañarlo a la consulta con el médico. Muchos médicos afirman que la disfunción eréctil es más fácil de tratar cuando se involucran ambos integrantes de la pareja. Para determinar la causa de su disfunción eréctil, el médico tomará sus antecedentes médicos completos y le hará un examen físico.

Examen físico

Un examen físico puede ayudar al médico a encontrar la causa de su disfunción eréctil. Como parte del examen, el médico examinará sus testículos y su pene, tomará su presión arterial y examinará cómo están sus reflejos. Le extraerá una muestra de sangre para analizar si tiene diabetes, su nivel de colesterol y otras afecciones que puedan estar relacionadas con la disfunción eréctil.

Tratamiento psicológico

Si se ha descartado que exista una causa física de la disfunción eréctil, lo más adecuado es acudir a un sexólogo o psicólogo clínico.

El tratamiento de la impotencia por medio de psicoterapia implica la ayuda de un profesional y consiste en analizar y expresar nuestros temores, así como los factores que pudieron desencadenar la disfunción. Igualmente se analizan y se tratan los problemas de intimidad y confianza con la pareja.

Desventajas: Cuando no se cuenta con una pareja estable suelen obtenerse escasos resultados, en cuyo caso es mejor adoptar un enfoque cognitivo conductual.

Más que enfocarse en el pasado, el tratamiento de la impotencia mediante el uso de terapia conductual se centra en eliminar la ansiedad, temores y malos hábitos a través de ejercicios de re-educación, toma de conciencia del cuerpo y algunas prácticas en pareja.

El tratamiento psicológico de la disfunción eréctil tiene una elevada eficacia, especialmente cuando el problema aparece de forma aislada y no asociado a otros factores físicos. En estos casos, el tratamiento de la disfunción eréctil se basa principalmente en la reeducación de los comportamientos y actitudes sexuales, la focalización sensorial y el manejo de la ansiedad asociada al rendimiento sexual.

En los casos en que la disfunción eréctil se relaciona con otros problemas derivados de la relación de pareja, o con otros problemas psicológicos, etc. es importante que el psicólogo evalúe la forma en que dichos factores contribuyen al mantenimiento del problema para incluirlos también en el tratamiento.

Algunas consideraciones a tratar:
  • Ansiedad de rendimiento
  • Conflictos en la relación de pareja
  • Miedo al embarazo o a las enfermedades de transmisión sexual
  • Estrés
  • Preferencias sexuales
  • Vinculación al objeto de deseo
  • Fantasías y fetiches
  • Exposición o prohibición del coito
  • Focalización sensorial (revitalización y descubrimiento de mapas eróticos)
  • Auto estimulación
  • Comunicación sexual (expectativas sexuales, negociación, elaboración de fantasías, erotización genital)
  • Ausencia o pérdida del deseo sexual
  • Rechazo y ausencia del placer sexual
  • Fracaso en la respuesta genital
  • Disfunción orgásmica
  • Eyaculación precoz
  • Otras disfunciones sexuales
  • Etc…
Cabe señalar que los principales motivos psicológicos que pueden desarrollar un  problema de disfunción  eréctil son la depresión, la ansiedad, el estrés, la obsesión por rendir por encima de la media en el sexo, la baja autoestima, la culpa, la rabia, el miedo al fracaso o a ‘fallar en el sexo’, los problemas laborales así como los problemas en la pareja. Mediante la psicoterapia o terapia sexual se consiguen trabajar aquellos aspectos psicológicos que están provocando disfunción eréctil.

Se sugiere iniciar el tratamiento de la disfunción eréctil con el modelo de terapia combinada, dejando el modelo simple para los casos que tienen reparos en tomar medicación, disfunciones eréctiles psicógenas de corta evolución. Aparte de  la evaluación, pre y postratamiento, así como evaluaciones de seguimiento a medio o largo plazo que permitan establecer no sólo las mejorías alcanzadas tras el tratamiento, sino si éstas se mantienen en el tiempo y  evaluación de la adherencia del paciente al trata m i e n t o (es decir, hasta qué punto sigue e l tratamiento realizando las tareas que se le indican, cumpliendo las restricciones señaladas, e t c. ) .

Los tratamientos son principalmente la intervención psicosexual y el apoyo con fármacos. Desde su lanzamiento hace ya más de 10 años del famoso Viagra (Citrato de Sildenafilo) y el resto de inhibidores de la enzima 5-fosfodiesterasa (Cialis y Levitra) disponemos de potentes y útiles herramientas para atajar este problema.

Los fármacos en estos pacientes no se utilizan para provocar la erección, como en el caso de otras situaciones (personas diabéticas, lesionados medulares, etc.) en que existe un daño orgánico, sino para reforzar la confianza del paciente. Con el tratamiento, él sabe que, pase lo que pase, va a tener una erección de buena calidad, de esta manera, no tiene esa ansiedad anticipatoria y puede escapar del círculo.

Conclusión
  1. Los problemas de erección pueden ser un signo de problemas de salud.
  2. Un médico puede ayudarlo a resolver sus problemas de erección.
  3. Fumar, tener sobrepeso, beber demasiado alcohol y no hacer ejercicio, pueden contribuir con los problemas de erección.
  4. La mayoría de los casos de disfunción eréctil tienen una causa física, pero el asesoramiento puede ayudar a las parejas a fortalecer su relación.
  5. Muchos hombres pueden tomar una pastilla para tratar la disfunción eréctil. De todos modos, estos hombres deben tratar los problemas de salud que causaron la disfunción eréctil.
  6. Tomar una pastilla no da resultado para todos los hombres. Los hombres que toman cualquiera de los medicamentos llamados nitratos no deben tomar una pastilla para tratar la disfunción eréctil. Los tratamientos adicionales para la disfunción eréctil incluyen inyecciones, supositorios uretrales, un dispositivo de vacío y un implante quirúrgico.
  7. La psicoterapia resulta vital, la colaboración y apoyo a parejas, ya que es parte fundamental del tratamiento. La pareja se deberá encargar de participar en las técnicas que se lleven a cabo, ya que ayuda que la estimulación así como la intimidad vaya desarrollándose.
  8. La disfunción eréctil o impotencia sexual tiene una solución más simple de lo que imaginas.  Sólo es cuestión de entender sus causas y aplicar el método correcto para eliminarlas.
  9. Comprender que este problema sexual está afectando toda tu vida, desde tu auto-estima hasta tu relación de pareja. El sexo debería darnos emoción y felicidad, en lugar de sufrimiento.