sábado, 30 de abril de 2016

Tecnopatías

El término tecnopatía se ha acuñado para designar enfermedades producidas por las nuevas tecnologías.
¿Qué son las tecnopatías? Se trata de patologías surgidas en el seno de las sociedades desarrolladas y que nacen como resultado del excesivo apego a las nuevas tecnologías. Facebook y Whatsapp provocan diversos trastornos psíquicos, un "me gusta o un emoticono" pueden aliviar la sensación de soledad, pero en ocasiones aumentan el riesgo de padecer patologías físicas como enfermedades inflamatorias y auditivas, jaquecas y mareos o trastornos psicológicos. Estas denominadas tecnopatías aún se encuentran a medio camino entre las dolencias conocidas y las manías personales, pero los especialistas que han elaborado el documento opinan que terminará por consolidarse como enfermedades.

El uso inadecuado de las redes sociales y de los servicios de mensajería instantánea ha favorecido la aparición de patologías,  psiquiatras confirman la adicción a las redes sociales como una enfermedad crónica. 

En este sentido, los perfiles de Facebook pueden provocar que los jóvenes se sientan peor si consideran que no están a la altura de las imágenes con personas supuestamente felices o los mensajes actualizados que publican sus contactos. Además, una percepción inadecuada de esta plataforma puede promover una competitividad por mostrar quién profesa una vida mejor conforme a un determinado prestigio social, provocando baja autoestima y la necesidad de reafirmarla.

Cómo sabemos entonces el uso desmedido de teléfonos inteligentes, tabletas y computadores genera estrés fisiológico pero los principales trastornos son:
  • Entre las más comunes, se encuentran los dolores en las muñecas, manos, hombros o espalda, causados por los esfuerzos repetidos, movimientos rápidos o reiterados, estrés de contacto o malas posturas.
  • Apnea del WhatsApp. La sufren aquellos que chequean esta app de manera compulsiva en busca de mensajes.
  • El Síndrome de la llamada Imaginaria se desencadena cuando nuestro cerebro nos hace imaginar que escuchamos el tono de una llamada, cosa que le sucede al el 70% de los usuarios. Y ojo, que consultar el móvil para ver si nos hemos perdido algo supone ya la primera causa de distracción en el trabajo.
  • La depresión de Facebook. ¿Buceas en los perfiles de tus amigos recordando aquellos tiempos en los que lo pasabais tan bien? ¿O el de tu ex para suspirar por lo perfecto que parecía todo? Son a aquellos que visualizan perfiles de otros usuarios como medio para reducir su tristeza al recordar momentos felices del pasado.
  • El Síndrome de Google. ¿Recuerdas aquellos tiempos en los que te sabías de memoria decenas de números de teléfono? La llegada de las tecnologías ha dejado obsoleta a nuestra memoria… a base de no usarla. Un signo más es este síndrome que afecta a la memoria de muchos usuarios que tienen la costumbre de consultarlo casi todo en el famoso buscador, el resultado es que el cerebro no logra recordar y “olvidar” un dato como consecuencia de la posibilidad de acceder fácilmente y en cualquier momento esa información. Se les llama efecto Google, además, la infoxicación impide la concentración total en un tema determinado.
  • Adicción: frustración, ansiedad, comportamiento hostil y agresivo cuando no puede usar su dispositivo, este no funciona o no recibe una respuesta inmediata.
  • Nomofobia: miedo irracional a salir de la casa sin el celular.
  • Síndrome de vibración fantasma: Sentir la vibración del teléfono aunque el equipo esté apagado o no lo tenga.
  • Textofrenia: tensión y confusión por creer que su celular recibe constantes mensajes o notificaciones sin que realmente ocurran.
  • Taxofrenia: estrés que se presenta cuando el teléfono no suena o nadie escribe.
  • Aislamiento social: despreciar o ignorar a otra persona por mirar el celular.
  • Baja audición: “ jóvenes se arriesgan a quedarse sordos 30 años antes que la generación de sus padres”. También, poco a poco, destruye la habilidad de entender una conversación mantenida en voz baja y los sonidos de alta frecuencia. Es decir, que pueden oír pero no entender porque los sonidos consonantes, los de alta frecuencia, son los que se dañan primero. Esta pérdida convierte en una enorme dificultad distinguir entre los sonidos de las y la f”. “Si una persona se excede un día en particular y luego no usa los auriculares el resto de la semana, no corre riesgo; el problema está en alguien que excede el 80 por ciento del volumen, durante 90 minutos, día tras día”.
  • Enfermedades oculares: 80% de la información que el cuerpo humano recibe entra por los ojos. Según el Colegio de Ópticos de Andalucía, los principales daños a la visión, causados en su mayoría por mirar fijo a la pantalla son:
  • Tensión ocular: aumento de presión en el ojo al ver demasiado tiempo un monitor. Puede llevar al glaucoma ocular, la segunda causa de ceguera en el mundo.
  • Fatiga ocular: causada por el reflejo de las imágenes o luces en los aparatos electrónicos, como en las televisiones o computadores.
  • Ojo seco: Baja producción de lágrimas debido al uso del computador, ya que ocasiona alteraciones en el parpadeo.
  • Errores refractivos: el ojo no puede enfocar claramente las imágenes. El resultado es la visión borrosa, que a veces resulta tan grave que causa discapacidad visual, como: miopía, hipermetropía y astigmatismo.
  • Disfunciones binoculares: se presentan debido al estrés, tensión o cansancio, algunos síntomas pueden ser la disminución de agudeza visual y la fotofobia.
  • Túnel carpiano o tendinitis:  “el síndrome del túnel carpiano ocurre cuando el nervio que va desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de la muñeca, causando entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad en la mano afectada. La Tendinitis, por su parte, se refiere a la inflamación, irritación e hinchazón de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso”.
Además de estas, otras tecnopatías comunes son: obesidad y sobrepeso debido al sedentarismo, falta de concentración, problemas mentales, daños en el sistema nervioso e incluso cáncer cerebral.

Se debe agregar que el espectro de las tecnopatías no sólo abarca las dolencias corporales, también engloba  conductas y daños que derivan en patologías psicológicas emparentadas con la adicción a las tecnologías. Las personas que las padecen son quienes no pueden dejar de mirar su celular, de revisar chats y redes sociales, quienes duermen con sus dispositivos encendidos y quienes sin ellos se sienten desnudos. Algunos de los síntomas que presentan son la preocupación excesiva por el uso del dispositivo, ansiedad o irritabilidad cuando deben de interrumpir su empleo, pérdida de oportunidades, bajo rendimiento en actividades académicas, laborales o recreativas, entre otras.

Pese a que se tiene conocimiento de estas serias consecuencias por el uso excesivo de los aparatos electrónicos, sus funciones hacen que dejarlos de lado resulte cada vez más difícil. Si bien para los especialistas, distanciarse de la dependencia tecnológica es posible, lo importante es hacerlo de forma gradual. Se puede comenzar con silenciar o apagar los artefactos, al menos durante unas horas para luego apagarlos del todo, y comenzar a alimentar las relaciones interpersonales: hablar con la familia, los amigos o hacer actividad física. En definitiva, se trataría de lograr desconectarse de la virtualidad para conectarse con una comunicación más personal y, de paso, evitar algunos dolores.

No se debe desconfiar de la tecnología en sí misma, sino darle un uso moderado y correcto