martes, 7 de marzo de 2017

Agresión del Paciente: ¿Qué hacer?

Uno siempre escucha de agresiones de pacientes a otros, uno siempre supone qué paciente podría a uno agredir, uno siempre cree estar resguardado, precavido, dueño de la situación porque uno sabe intervención en crisis, tiene experiencia. Pero el día llega, y el golpe cae o la tentativa de que pase.
Bajo ninguna condición el paciente debe agredir a su médico, como tan penado es que el médico transgreda al paciente.

Deseo agregar que las agresiones de los pacientes son en extremo raras, se dan en muy contadas ocasiones, mayormente por gente vil, de bajos modales, que forma una reducidisima minoría de nuestros pacientes. Si el paciente ya viene con un historial médico psiquiátrico es necesario pedir que al acudir a su cita el px esté tomando la medicación y que no la haya suspendido, si toca px de primera vez y en tu entrevista /evaluación clínica, te das cuenta que el px debe estar tomando medicamentos para regular su conducta amablemente se le pide reinicie su tratamiento o tome otra re-valoración médica y ajuste de medicamento para consiguiente uno puede trabajar con él. Preferentemente a px con un dx de enfermedad mental (psicóticos) o explosivos se requiere la posibilidad de que asistan acompañados por un familiar si es posible.

También se puede demorar, o reagendar la sesión hasta que hagan efecto los antipsicóticos, sedantes, lo que requiera. Si estas laborando en un hospital, se debe proceder a inmovilizarlo, un colega que te ayude a evaluar la situación, y un par de enfermeros que logren reducir al agresor, de la manera más cuidadosa posible, claro está. Ver su posible ingreso, tenerlo en observación, enviarlo al psiquiátrico o sea ambulatorio…

La agresión, aunque suene paradójico, es un tema delicado y que requiere una consideración amplia y ponderada.

El escenario que se plantea es sin duda complejo, escuchar opiniones o consenso sobre la actuación del psicologo/psiquiatra ayudaría sobre todos a los psicólogos/psiquiatras en el área privada que es la más vulnerables de riesgos. Sin embargo, el consenso actual aceptado es que un paciente fuera del entorno clínico debe ser tratado como “una persona más”. Esto significa que una agresión del paciente debe responderse como si se tratara de un civil cualquiera: Por supuesto hay que abogar en: evitar el conflicto, apelar a la moral y apuntalarse en la autoridad pertinente.

La relación terapéutica no puede sostenerse si ésta pone en peligro la integridad física o moral de cualquiera de los involucrados.