jueves, 18 de octubre de 2018

Cuando Comiences a Disfrutar Estar Solo, Estas 10 Cosas Sucederán

A continuación hay diez cosas increíbles que te pasarán una vez que comiences a divertirte estando solo:
1. Recuperarás tu energía
A menudo cuando estamos rodeados de personas gastamos mucha energía. Tratamos de mantener al resto feliz, de hacerlos reír, apaciguar sus egos, leer sus emociones y todas esas otras cosas de rigor que vienen con cualquier interacción. Un poco de tiempo en solitario permite que te recargues, por lo que es bueno tomar un descanso, tanto emocional como  mental, de la interacción constante.

2. Vas a reflexionar más seguido
Tu vida siempre se mueve a un ritmo increíblemente rápido. Tan rápido de hecho, que probablemente sea raro que tengas un momento para sentarte y reflexionar sobre tu vida. Estar solo te da la oportunidad perfecta para realizar un poco de auto reflexión.

3. Te conectarás con tus propias emociones
Cuando comiences a disfrutar estar solo, ganarás una mayor perspectiva sobre tus propias emociones. Crearás un entendimiento más profundo acerca de lo que te hace feliz, lo que te molesta y lo que te entristece.

Con ese conocimiento es más fácil regular tus emociones. Pero todo comienza con el entendimiento sobre cómo te sientes, y eso sólo llega con un poco de soledad.

4. Comenzarás a hacer cosas que de verdad disfrutas
Cuando estás permanentemente acompañado por otras personas, siempre estás cediendo para encontrar soluciones que el grupo completo pueda disfrutar. Y desafortunadamente, las cosas que más quieres, podrían no siempre estar dentro de lo que el grupo quiere.

Así que es fácil divertirse estando sólo, una vez que te das cuenta que al hacerlo, tienes más libertad para realizar las cosas que realmente quieres hacer.

5. Te volverás más productivo
Estar en compañía de otros puede ser entretenido, pero también puede afectar seriamente tu productividad. Hay momentos en que la compañía de otras personas resulta ser nada más que una distracción que impide que hagas tu trabajo.

6. Vas a disfrutar de tus relaciones aún más
Cuando pasas tiempo solo de forma constante, y eventualmente comienzas a disfrutarlo, echas de menos a tus amigos. Por ello, cuando estés con ellos te darás cuenta de que también disfrutas de esas relaciones incluso más.

Esto se debe a que el tiempo que pasas solo te da a una mayor apreciación de ti mismo. Pero también te permite apreciar todas las cosas geniales que hay en las relaciones con otras personas, muchas de las cuales no podías percibir antes.

7. Te sentirás más independiente
Una vez que empieces a considerar que estar solo es agradable, vas a sentir más confianza en tu habilidad de estar sin nadie. Y eso naturalmente lleva a que te sientas más independiente.

Ya no vas a experimentar más la ansiedad o ese deseo ardiente de compañía, una vez que aprendas lo encantador que es estar solo.

8. Vas a descansar de intentar hacer feliz a los demás constantemente
La vida está llena de relaciones, y la mayoría de ellas sólo dura cuando ambas personas están felices.  Y eso se puede volver un trabajo desgastante dependiendo de con quién estás. Ahora, esto no se aplica sólo a las relaciones personales, sino a todo tipo de relaciones.

Una vez que estás solo, la única felicidad por la que te tienes que preocupar es por la tuya.

9. No tendrás que disculparte por nada
Cuando comienzas a disfrutar de estar solo, muy rápidamente verás que la soledad significa que no tienes que disculparte por lo que has hecho. Muy a menudo, hacemos cosas que terminan enojando a otras personas o hiriendo los sentimientos de alguien más y luego tenemos que disculparnos rápidamente por eso.

10. Dejarás de buscar la aprobación
Muy seguido, sentimos la necesidad de que nuestros amigos y familia nos den el visto bueno antes de hacer algo. Constantemente buscamos el consejo de otras personas acerca de lo que deberíamos hacer.

Por supuesto, hay algunas veces en las que no sólo es perfectamente aceptable pedir un consejo, sino que es necesario también. Pero por otro lado, hay veces en las que somos perfectamente capaces de actuar por nuestra cuenta, y no necesitamos buscar a los demás para que nos den las respuestas.



Fuente:www.lifehack.org/articles/communication/when-you-start-enjoy-being-alone-these-10-things-will-happen.html

martes, 16 de octubre de 2018

Tipos de Padres Tóxicos

Son aquellos que, por diferentes razones, causan sufrimiento a sus hijos a través de la manipulación, el maltrato, las demandas, desde la infancia hasta la adultez.
No todos los niños encuentran la comprensión, el cariño y la calidez necesaria del seno familiar para crecer sanos y felices. Los niños de padres tóxicos, serán adultos con baja autoestima, inseguros, sumisos y emocionalmente inestables.

Los padres tóxicos pueden causar mucho daño emocional y mental de sus hijos, y los niños a menudo se convierten en adultos dañados que luchan para establecer relaciones normales y saludables sin lograrlo, y esto es debido principalmente a que continúan aceptando el comportamiento tóxico de sus padres.

Señales para saber que tienes unos padres tóxicos
  • Priorizan sus sentimientos sobre los de sus hijos.
  • Necesitan que cuiden de ellos.
  • No quieren que su hijo crezca y sea independiente.
  • Son pasivo-agresivos.
  • Ignoran los límites.
  • Con frecuencia se señalan los defectos de sus hijos.
  • Cuentan sus problemas y piden que guarden sus secretos a los hijos.
  • Hablan a sus hijos con desprecio.
Características de un padre tóxico
Algunos de los rasgos más característicos que definen la conducta de un padre tóxico son personas:
  • Manipuladores
  • Tiranos y autoritarios
  • Muy exigentes
  • Intransigentes
  • Maltratadores física o verbalmente
  • Critican todo: los amigos de sus hijos, el tipo de familia que son, sus logros
  • Egocéntricos y egoístas, siempre anteponen sus necesidades a las de los niños
  • Culpabiliza y responsabiliza a sus hijos de su propios fracasos o frustraciones
  • Proyectan en sus propios hijos sus sueños, sus anhelos, sus fantasías...
  • Excesivamente protectores y planificadores al milímetro la vida profesional y personal de sus hijos
  • Celosos de cualquier persona que les haga felices  
Tipos de madres y padres tóxicos, éstos los principales:

Padres autoritarios y descalificadores que actúan desde el “yo exijo”
Crean hijos sumisos y excesivamente complacientes. Los hijos repiten este patrón de vínculo y lo trasladan a otras figuras de autoridad (profesores, jefes, sus maridos) con los que repetirán la misma forma de relacionarse, es decir, desde la sumisión. Como adultas, serán mujeres en extremo complacientes incluso obviando sus propias necesidades.

Padres culpabilizadoras que actúan no desde el "yo exijo" sino desde el "yo te suplico"
Es decir, que actúan desde el chantaje sentimental, para que sus hijos tomen determinadas decisiones y continúen respondiendo a sus requerimientos. En el futuro sus hijos tendrán conflictos con sus parejas debido a la intromisión periódica de estas madres en sus vidas, y les será muy difícil crear vínculos afectivos estables.

Absorbentes
El niño debe poco a poco ir haciendo su vida y descubriendo el mundo, pero esto los padres tóxicos no lo entienden. Los quieren muy cerca y para ello impiden cualquier atisbo de independencia haciéndoles sentir culpables simplemente por querer convivir con otras personas. En la adolescencia esta situación se agrava cuando aparecen amigos, novios, actividades en grupo fuera de casa…

Perfectos
“Nadie te va a querer como yo” es la frase que puede resumir este punto que esconde una autoestima inexistente en el padre o la madre, que pretende llenar su propia vida siendo el eje principal de la vida del hijo. Nadie te amará, cocinará, cuidará, vestirá como yo. Nadie te conoce igual ni te entiende ni sabe lo que necesitas. Y si no hay una persona cerca que neutralice esto, ese niño o niña crecerá aislado de la gente porque, según su progenitor, el resto del mundo en su totalidad no le querrá bien.

Competitivos
Sí, porque es posible competir con tus hijos aunque nos parezca una aberración. Hay madres que ven en sus hijas rivales y hay padres que ridiculizan a sus hijos para sobresalir. Si has tenido hijos sin ser muy consciente de lo que estabas haciendo, es posible que descargues tu frustración en ellos y que te niegues a darles cariño y comprensión, a la vez que les culpas de todo lo malo que te pasa.

Indiferentes
Hay veces que no es el control excesivo lo que hace mal, sino la falta absoluta de él. Por desgana o desinterés, se acaba dejando que el niño haga y decida su vida sin estar capacitado del todo para ello, lo que da como resultado niños con poca o ninguna tolerancia a la frustración, caprichosos y egoístas.

Manipuladores
Cambian la realidad a su antojo, se inventan lo que ha pasado. Estos padres son realmente dañinos pues les “venden” a sus hijos una realidad que no existe más que en su cabeza. La que a ellos les viene mejor. Y claro, son tus padres y eres pequeño: ¿a quién vas a creer?

Distantes
No brindan afecto ni valoran el que reciben de sus hijos. Probablemente así crecieron y repiten este triste comportamiento con sus pequeños. Éstos crecen sin recibir amor y acaban por no darlo tampoco, ya que son rechazados. Cualquier muestra de atención que tengan hacia sus padres puede ser recibida con un “es lo que debes hacer, es tu obligación”. Este vacío emocional es muy perjudicial para el niño pues en la etapa adulta desembocará en dificultades para relacionarse y en una sensación de culpa en los momentos que se sienta feliz, ya que lo han criado haciéndole creer que no tiene derecho a serlo.

Limitadores
Perpetúan los roles de género hasta el extremo, educando niñas sumisas, delicadas, femeninas e híper responsables, así como varones que no deben mostrar sus sentimientos y sí ser agresivos y despreocupados. Lo malo no es ser así por tu propia naturaleza, lo nefasto es que tu sexo defina tu forma de ser desde que naces limitando tu vida y tus deseos. Estamos en el 2018, por favor, dejemos que cada niño sea persona ante todo y desarrolle su personalidad de forma natural.

Víctimas
Su afán por llamar la atención no tiene límite: llegan incluso a “enfermarse” si se les lleva la contraria. Para conseguir que los niños hagan lo que ellos quieren aún cuando no sea sano, usan el chantaje emocional de forma deliberada, siendo peligrosísimo, pues la culpa que les hacen sentir anula el carácter y la voluntad del niño, convirtiéndose en una marioneta sin decisión.

Hay muchos más tipos de padres tóxicos, por desgracia. Ojalá entendiéramos todos que es una responsabilidad muy grande tener hijos y educarlos. Que nuestra influencia es brutal en su desarrollo como personas y que si no podemos con ello o nos desborda, debemos pedir ayuda familiar o profesional.

Todavía no existe una guía parental definitiva, puesto que cada familia tiene sus propias circunstancias, limitaciones y formas de actuar. Todo padre y madre intentan buscar lo mejor para sus hijos pero en esta búsqueda es probable que cometan errores, lo importante es darse cuenta e intentar aprender de ellos para poder ofrecer la mejor versión de sí mismo. Y si los progenitores están de acuerdo en la mayoría de límites y actitudes que deben promover hacia sus hijos, y realizan el acompañamiento del menor de un modo afectuoso y cercano, es mucho más probable que los conflictos (si hay) tarden en aparecer, y que cuando lo hagan sean de menor intensidad

¿Te identificas con alguno de estos perfiles de padre tóxico? Lo primero es reconocerlo para poder cambiarlo.


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