sábado, 9 de abril de 2016

Sonambulismo

El sonambulismo es una parasomnia. Desorden o alteración del sueño también llamado noctambulismo, adonde el individuo desarrolla actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas, ocurre cuando las personas caminan o realizan otra actividad estando aún dormidas.
Existen muchos mitos alrededor del sonambulismo, como el que las personas no recuerdan nada de lo que hicieron durante el tiempo que permanecen dormidos, o que pueden llegar a morir si son despertados durante un episodio. Los períodos de sonambulismo son, por lo regular, de unos minutos, pero existen casos documentados de quienes han llegado a los 30. El común denominador es que todos regresen a dormir en poco tiempo. El episodio de sonambulismo puede terminar de diferentes formas. En otros casos, el sujeto puede despertarse durante el mismo y presentar gran desorientación. Otra posibilidad es que acabe acostándose en otro lugar diferente.

Los síntomas del trastorno de sonambulismo varían desde simplemente sentarse en la cama y mirar alrededor hasta caminar por el cuarto o la casa, salir de la casa y aún manejar grandes distancias. 

Las causas del sonambulismo no están todavía muy claras y se apuntan, entre otros, causas psicológicas, genéticas y también de déficits en el desarrollo madurativo. No obstante, sí se conocen algunos factores que pueden aumentar la frecuencia de los mismos. Así, los estados febriles, la deprivación del sueño, sueño irregular, abuso de alcohol, ruidos externos y fármacos o trastornos que produzcan una desestructuración del sueño de ondas lentas, son factores de riesgo. Puede ocurrir a través de polimorfismos en los genes implicados en la generación de sueño de ondas lentas o la profundidad del sueño.

En si ocurre con mayor frecuencia durante el sueño profundo NMOR, en las primeras horas de la noche (denominado sueño N3). Si ocurre durante el sueño MOR, es parte del trastorno del comportamiento relacionado con el sueño MOR y tiende a suceder cerca de la mañana.

Respecto a la edad de inicio del trastorno tampoco hay unanimidad en los diferentes estudios. Algunos autores lo sitúan entre los 4 y 8 años, mientras otros apuntan el intervalo de 10 a 14. A este respecto hay que añadir que por experiencia propia y casos suficientemente documentados, el sonambulismo está presente, en algunos casos, a edades anteriores a los 7 u 8 años de edad, alcanzando su máxima frecuencia a los 11/12 años y desapareciendo progresivamente a partir de los 15/16 años.

Se apunta a que alrededor del 10 al 30% de la población puede haber tenido al menos un episodio de sonambulismo en la etapa infantil. Afecta por igual a hombres y mujeres. Las probabilidades de los niños de sonambulismo aumentaron según la historia de sonambulismo de sus padres.

El sonambulismo y los terrores nocturnos están muy relacionados entre sí y algunos autores los consideran variantes de un mismo proceso patofisiológico.

"La principal precaución que deben adoptar los padres es el asegurarse de que el niño no pueda hacerse ningún tipo de daño durante el episodio. Igualmente deberán evitar los factores de riesgo. Generalmente, no resulta conveniente intentar despertar al niño durante el episodio ya que puede causarle gran confusión o asustarle. La mejor opción suele ser la de acompañarle directamente hacia su cama para que vuelva a acostarse".

En psicoanálisis se  estima que el sonambulismo es una especie de válvula de seguridad. Es en todo caso la señal de que hay algo que te preocupa. Como por ejemplo la vivencia de un transcurrir temporal profundamente paradójico y veloz como para elaborar lo traumático. El sonambulismo contiene un punto de regresión libidinal, tópica y temporal.


Este trastorno se identifica después de haber analizado la historia clínica del paciente, puesto que aún no están claros los criterios de diagnóstico de los registros de los encefalogramas, determinar o no el problema se basa también en pruebas electroencefalogramas y mediciones de tensión arterial.

Tratamiento

Se ha encontrado al comparar con el grupo control, que los sujetos con sonambulismo tienen una alta frecuencia de somnolencia durante el día, fatiga, insomnio, depresión, ansiedad y una calidad de vida alterada. El sonambulismo se considera usualmente como una condición benigna, pero puede ser una condición realmente seria que no debe ser ignorada. Los episodios aislados no deben ser motivo de preocupación pero si se repiten con cierta frecuencia es aconsejable acudir al médico.

En algunos casos, especialmente los más graves, se ha recurrido a la administración de fármacos de la familia de las benzodiazepinas e incluso a anti-depresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Pero la a mayoría de las personas no necesita ningún tratamiento específico para el sonambulismo. En algunos casos, los tranquilizantes de corta duración ayudan a disminuir los episodios de sonambulismo.

Hay algunas patologías que se pueden confundir con el sonambulismo como por ejemplo, la epilepsia, las crisis parciales complejas durante el dormir, con automatismos ambulatorios, el despertar confusional, el comer y beber nocturno, el trastorno de comportamiento del sueño REM o MOR.

La aplicación de la psicoterapia tendrá como objetivo disminuir los factores de ansiedad que pueden actuar como disparadores del sonambulismo y ayudar al niño o al adulto a manejar esa ansiedad que le produce sentir que puede perder el control de su propio cuerpo.

Si el problema persiste, usted debe hablar con su médico o con un especialista del sueño. Esté preparado a discutir con su médico o pediatra cualquier factor, tal como fatiga, medicamentos o tensión, que pueda producir el sonambulismo. Existe evidencia que el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño, aun siendo leve, puede eliminar el sonambulismo.

Prevención

Alejar del durmiente objetos peligrosos, asegurar puertas y ventanas, que la familia conozca el problema y tenga una actitud conveniente, darle poca importancia al fenómeno, tanto por el que lo experimenta, como por parte de los demás, evitando de esta manera que aparezca sensación de inseguridad, vergüenza y angustia que por sí mismos aumentan la frecuencia de las crisis. El sonambulismo se puede prevenir haciendo lo siguiente:
  • Si presenta sonambulismo, no consuma alcohol ni antidepresivos.
  • Evite la privación de sueño y trate de prevenir el insomnio, ya que estos factores puede desencadenar el sonambulismo.
  • Evite o minimice el estrés, la ansiedad y los conflictos, los cuales pueden empeorar la afección.
  • Se recomiendan establecer una rutina relajante antes de la hora de acostarse, dormir en forma regular y que el paciente adquiera el hábito de respetar los horarios para acostarse y levantarse.