martes, 18 de febrero de 2014

Selfie

Hay una vida ficticia en las redes sociales, en Facebook, Twitter, Instagram. La vida en el ciberespacio transcurre con actores y reglas de juego propios. Códigos que cualquier internauta debe saber. Están los selfies (los narcisos), los trolls (los pesados), los stalkers (los acosadores), los bufones, los que hacen los memes (ideas burlonas sobre algo o alguien presentados como viñetas de cómic), los que dan “like” a todo, los que se mueren porque su tema sea trending topic, tendencia o tema del momento en el Twitter.
La moda de auto-retratarse con el móvil “selfie” y colgar el resultado en la red puede acarrear problemas mentales, como depresiones o paranoia, si no se obtiene el reconocimiento del público. El deseo compulsivo obsesivo para tomar fotos de uno mismo y publicarlos en los medios sociales como una forma de compensar la falta de autoestima y para llenar un vació en la intimidad.

“Facebook tiene numerosas posibilidades para la construcción de un yo a medida. Los usuarios llenan datos del perfil desde lo que socialmente es deseable, en sus aspiraciones y en sus deseos del cómo quieren que lo vean los otros”  Suele ser natural: queremos, necesitamos aceptación social. Los "likes" son como los pálpitos de una autoestima bien alimentada.

 “Prestar demasiada atención a las fotografías publicadas, controlando quién las mira o a quién le agrada o quién comenta, con la esperanza de lograr la mayor cantidad posible de ‘me gusta’ es un síntoma de que las ‘selfies’ están causando un problema”.

Tales comportamientos podrían derivar en problemas cerebrales en un futuro, especialmente aquellos relacionados con la falta de confianza hacia uno mismo. “Las ‘selfie’ causan un impacto en la vida de cada individuo. Publicar fotos para buscar la aprobación de los colegas está en la naturaleza del hombre. Si la gente hace una cosa y logra una pequeña recompensa, volverán a repetir el acto”.

 La costumbre de tomarse una foto a sí mismo para muchos tiene que ver con vanidad extrema y para otros con la necesidad constante de compartir la vida con los demás y ser aceptados.

"La necesidad de mostrarse, puede ser considerada una forma de existir socialmente, la gente muestra lo que quiere mostrar, en general adquisiciones, viajes, situaciones felices. Es una moda social que tiene que ver con la idea de lo que está en los medios es lo que existe, como una forma de auto-afirmar la existencia"

Sin embargo, esta recompensa que es lograr la aceptación social tiene diferentes efectos dependiendo de la persona: algunos se contentan obteniendo unos pocos “me gusta”, mientras otros “necesitan” lograr todos los que puedan y se vuelven “adictos” a este reconocimiento social.

Aquellas personas que no logran la cantidad de apoyos esperados optarán por publicar una nueva instantánea, pero si la respuesta continúa siendo negativa podría dañar la confianza de la persona o crear pensamientos negativos hacia uno mismo.

La seguridad y autoestima son cruciales en el desarrollo de las personas para alcanzar la felicidad y la satisfacción personal, su carencia, no obstante, causa nervios, dudas y la infelicidad del individuo, que podrían desembocar en problemas mayores como la paranoia, depresión, comportamientos celosos y personalidad susceptible y o dependiente.

La palabra “selfie”, que designa a la foto que nos hacemos y que habitualmente colgamos en las redes sociales, fue elegida como “palabra del año 2013″ por los diccionarios Oxford de lengua inglesa, tras extenderse significativamente su uso.

Además de daños personales, las “selfies” también pueden lastrar el crecimiento de los países en desarrollo, porque la falta de confianza de los jóvenes puede crear una generación “sin liderazgo”, de personas “simples” sin “capacidad creativa e innovadora”.

Es bueno comunicarse y buscar la confirmación propia pero en on line  es una manera ficticia de hacerlo. Facebook o Twitter parecen ser el lugar donde terminamos proyectando aspectos reales o fantaseados de nuestra identidad, nuestros pensamientos o sentimientos acerca de casi todo.

En conclusión, sacarse fotos a uno mismo y compartirlas con los demás no es sólo un acto de vanidad sino también de auto-afirmación y construcción de la identidad, ambas cosas, características de los jóvenes de hoy. La gente exhibe solamente lo que quiere mostrar, construyéndose así una identidad que se pone a consideración de los demás para recibir retroalimentación y ser validada. La tendencia selfie como acto de vanidad que indica narcisismo, o bien, falta de autoestima que se traduce en necesidad de autoafirmación y construcción de la identidad o ¿Es todo eso una nueva modalidad de manifestar el duelo, la pena, la tristeza o más narcisismo y soledad compartida? 

El uso excesivo de redes sociales puede provocar problemas psicológicos como déficit de atención e hiperactividad, narcisismo, dismorfia corporal o la preocupación constante por el físico, depresión, hipocondriasis o la creencia de que están siempre enfermos o expuestos a enfermedades, desorden obsesivo compulsivo, trastornos esquizoafectivos (depresión y bipolaridad) y esquizotípico, y adicción.

Crear hábitos y responsabilidades, darles medios distractores, así como practicar deporte y actividades con familiares y amigos, como ir al cine o viajar, son algunas de las ideas aportadas  para combatir la adicción a las “selfies”. (EFE)