jueves, 20 de agosto de 2015

Mentir en una Relación

En las relaciones, hombres y mujeres no suelen decir siempre la verdad. Mienten para conseguir sexo, por necesidad, por amor. Las parejas mantienen un equilibrio delicado entre la sinceridad y la conveniencia personal. Es el arte del compromiso. “Mentira: cosa que se dice, sabiendo que no es verdad, con intención de que sea creída”.
Además, es habitual que una mentira acabe convirtiéndose en una cadena de mentiras en la que una lleva a la otra para tapar la anterior y así sucesivamente. Finalmente, la persona acaba enredada en un cúmulo de engaños del que ya no sabe cómo salir, resultando mucho más difícil que al principio enfrentar la realidad. Sorprendentemente, las consecuencias de mentir a la pareja coinciden con las causas por las que mentimos. Cuando la mentira es descubierta, la relación se llena de incomunicación, desconfianza, inseguridad e incomprensión. Por lo tanto, la mentira suele convertirse en un bucle de malestar e insatisfacción.

En terapia el paciente se miente a si mismo muchas veces como una forma de preservarse de la verdad que le podría ocasionar un dolor mayor como la angustia. El mentir es una manipulación cínica, una resistencia contra el análisis.

“El mentiroso vive con miedo a perder el control. No puede siquiera desear una relación sin manipulación. El mentiroso está asustado, teme que sus propias verdades no sean suficientemente buena, el mentiroso le teme al vacío. El mentiroso tiene muchos amigos y lleva una existencia de gran soledad. El mentiroso sufre a menudo de amnesia, que es el silencio del inconsciente. Mentir habitualmente, como modo de vida, es perder contacto con el inconsciente.”

Descubrir una mentira duele, pero también es doloroso ser el que miente. En una relación de pareja ambos sufren con la mentira y recuperarse de ese daño lleva tiempo, paciencia y esfuerzo.

Si las mentiras se repiten y continúan extendiéndose en el tiempo, la pérdida de confianza es prácticamente inevitable. Permanecer en una relación en la que no existen confianza, seguridad, comunicación y comprensión supone un desgaste muy intenso para los dos.

Qué hacer si tu pareja te ha mentido

Si crees que tu pareja te ha mentido o está mintiéndote, el primer paso es hablarlo con ella de forma honesta, como adultos maduros y sensatos. Es frecuente que personas que se sienten inseguras de sí mismas duden de su pareja e imaginen mentiras que terminan por no ser ciertas.

Si finalmente tu pareja te confirma que tus sospechas eran reales y que te ha mentido, las siguientes pautas pueden serte de utilidad:
  • Valora el grado de importancia que le das a esa mentira. Deja pasar unos días y vuelve a valorarlo. Es posible que la intensidad de tus emociones se haya reducido y puedas pensar con más claridad.
  • Haz balance y decide si te sientes capaz de seguir confiando en tu pareja o necesitas terminar la relación.
  • Si decides continuar, permítete un tiempo de “reajuste” tras la mentira. No pretendas hacer como si nada hubiera pasado de un día para otro.
  • Ten en cuenta que perdonar no es lo mismo que olvidar. Proponerse olvidar la mentira es absurdo, ya que no está en nuestra mano decidir voluntariamente qué recordamos y qué no. Sí podemos decidir si deseamos perdonar al otro.
  • No intentes vengarte ni pagarle con la misma moneda: en ese tipo de batallas de pareja sólo quedan perdedores.
  • Procura no obsesionarte con las mentiras, ya que puedes caer en un desmesurado control de tu pareja que no resultará positivo ni estará basado en la confianza. Que te haya mentido una vez no significa que vaya a hacerlo siempre.
  • Cuida tu autoestima y no permitas que ningún tipo de engaño la dañe.
  • Si pasa un tiempo y notas que no has podido recuperar la confianza, háblalo con tu pareja para poner una solución. Es preferible dejar la relación que vivir ambos angustiados en una relación tormentosa.
Qué hacer si eres tú quien está mintiendo a tu pareja

Si, por el contrario, eres tú quien está mintiendo a su pareja, también tienes mucho qué hacer. Puedes guiarte por los siguientes consejos:
  • Valora el grado de importancia que le das a tu mentira, pero contempla también el grado de importancia que le daría tu pareja.
  •  Identifica cuál es la causa de tu mentira: ¿Falta de comunicación, falta de confianza, falta de seguridad, falta de comprensión? Una vez identificada la carencia, comienza a dar pasos para solventarla.
  • Intenta poner fin a la mentira cuanto antes. Cuanto más lo alargues, peor será: todo se enredará más y el paso del tiempo empeorará la situación.
  • Explica a tu pareja, de forma honesta y lo más calmada posible, por qué mentiste. Para eso, es importante que previamente reflexiones y tengas claro por qué lo hiciste, ya que a veces ni siquiera nosotros mismos somos plenamente conscientes de las razones de nuestros actos.
  • Respeta los tiempos de tu pareja, sin presiones. Recuperar la confianza lleva un tiempo.
  • Hacerse responsable de los propios actos conlleva enfrentar las consecuencias que se derivan de ellos. Te sentirás mejor si lo haces.
  • Identifica si necesitas ciertos cambios en la relación para no volver a sentirte tentado de caer en la mentira, y plantéale esas propuestas a tu pareja. Ir renovando la relación en función de las necesidades de ambos es muy positivo para los dos.
  • No te hundas: de los errores se aprende. Intenta extraer una enseñanza de esta situación.
Mentir continuamente, además de ser una posible patología, también es un esfuerzo mental que produce incomodidad, tiene como consecuencia un profundo malestar y daña la relación. La verdad hace libre a las personas. No hay nada más gratificante en una pareja que tener la sensación de máxima transparencia entre los dos. Piénsalo 2 veces antes de mentir a tu pareja. 

Plantea las consecuencias de tus actos y decide, de forma libre, lo que quieres hacer: si asumir tu responsabilidad o esconderte tras el escudo protector de una mentira.

Recomendación

Dale tiempo. Un corazón roto tarda en sanar, igual que una herida física.