martes, 23 de septiembre de 2014

Trastorno de la Personalidad Histrionica: Sintomatologia en Mujeres y Hombres

No hay nada más desconcertante para un hombre que encontrarse con una mujer que sufra trastorno histriónico de la personalidad o viceversa. 
Solamente constituyen un trastorno cuando estos rasgos son inflexibles, desadaptativos y persistentes. Su característica esencial es la emotividad generalizada y excesiva y el comportamiento de búsqueda de atención, que provoca deterioro funcional o malestar clínicamente significativo, y que se da en diversos contextos. Las personas con trastorno de personalidad histriónica suelen expresar sus emociones de manera exagerada. Suelen ser vanidosas y egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son seductoras en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho no serlo. Buscan continuamente a alguien que les tranquilice, que apruebe lo que hacen, y pueden enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga. Suelen ser impulsivos y poco tolerantes a la frustración. Su estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a menudo carece de detalles y es exagerado.

El trastorno histriónico de la personalidad también es conocido como histeria. Lo sufren más las mujeres aunque hay muchos hombre que lo tienen.

Surge en la infancia, aunque sus características principales comiencen a mostrarse con más fuerza en la juventud. Entre las causas más frecuentes: padres indiferentes o el refuerzo por parte de los padres de conductas inadecuadas o una base neutral afectada, falta de atención y cariño, maltrato psicológico, haber sufrido desprecios o humillaciones, falta de valores en los modelos parentales. La autoestima baja, los complejos con el aspecto físico y sentirse inferior a los demás son elementos mantenedores de este tipo de personalidad.

Quien tiene una personalidad histriónica se caracteriza por la teatralidad, la dramatización y en general, por una excesiva demanda de atención. Busca incansablemente la aceptación y para lograr este objetivo pueden utilizar estrategias como la seducción o el victimismo.

Característica según criterios DSM 5

Situada en el grupo B

Patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención, que comienzan en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por 5 (o más) de  los hechos siguientes.
  • Se siente incomodo en situaciones en las que no es el centro de atención.
  • La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por un comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado.
  • Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones.
  • Utiliza constantemente el aspecto físico para atraer la atención.
  • Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente en las impresiones y que carece de detalles.
  • Muestra autodramatización, teatralidad y expresión exagerada de las emociones.
  • Es sugestionable
  • Considera que las relaciones son más estrechas de lo que son en realidad.
Los síntomas más evidentes de la histeria son: mitomanía, sugestionabilidad, histrionismo, conflictos sexuales. La histeria se caracteriza fundamentalmente por una personalidad falsa, actuadora, egocentrista e irritable al extremo.

El cuadro sintomático del trastorno histriónico de la personalidad va variando en función de la edad del individuo. Las tendencias histriónicas que aparecen en los niños se encuentran asociadas a conductas manipuladoras, de demanda e inmadurez. El comportamiento de los adolescentes y los adultos histriónicos está más cerca del prototipo que describe el DSM 4 TR y 5 y aparece asociado a la seducción, teatralidad y pseudo-hipersexualidad.

Pruebas y Exámenes

El trastorno histriónico de la personalidad se diagnostica con base en una valoración psicológica que evalúa los antecedentes y gravedad de los síntomas. El médico puede diagnosticar este trastorno observando en la persona: 
  • El comportamiento
  • Los antecedentes
  • La apariencia general
  • La evaluación psicológica
En la Mujeres: La mujer que tiene relaciones constantes, superfluas, estereotipadas, sexo fácil y carente de placer real, generalmente es histérica (histriónica). Muchas veces la mujer con trastorno histriónico seduce al hombre y cuando ya está a “punto” lo deja “viendo lejos”.  Sufren de gran inestabilidad emocional, profundamente sugestionables y muy mentirosas.  Tiene una relación amor-odio hacia el hombre. Es la típica mujer que se queja de los hombres y de su soledad. Tiene escaso control de los impulsos. Sus ataques de ira son fuertes y sus depresiones muy profundas. Tiende a relacionarse con hombres obsesivos, agresivos y controladores. Con eso reafirma “los hombres son malos”. Es fácil reconocer una mujer con histeria: si la ves hablando de “todos sus novios”, de cómo la desean y como los rechaza, vive tratando de ser el centro de atención. Inventa dramas, mete en líos a la gente, solo por estar en medio, comúnmente sufre de muchas dolencias físicas, reales o imaginarios, con eso se mantiene siempre como centro de atención, vive en constante conflicto. El drama la llama y si no es así, lo inventa.

En el trastorno histriónico el conflicto sexual es usual. Generalmente son frígidas o ninfómanas. Es siempre un área alterada. Una mujer que vive de relaciones superficiales, altamente públicas y contando siempre sus intimidades, tiende a ser histriónica

La mujer histérica generalmente inventa historias de violaciones y abuso sexual, son mentirosas. Es típico inventar cuentos sobre otras personas. La mayoría de las mal llamadas “mujeres fáciles” en realidad son mujeres que sufren de trastorno histriónico de la personalidad. Lamentablemente la histeria es el trastorno que se estudia desde más tiempo y hasta ahora, la cura es de muy baja incidencia

Una persona con trastorno histriónico puede generar psicosis y llegar al extremo de tener personalidades múltiples (identidad disociativa). Freud decía, una histérica en las primeras sesiones, si le colocas una piedra en la cabeza y le dices que eso cura, mejorará un tiempo. 

En los Hombres: El hombre con trastorno histriónico su carácter es marcadamente narcisista, pero no es un perverso. Es el típico mujeriego (donjuanismo), mentiroso y parlanchín, obedecería al estereotipo de "hombre macho", teatral, buscador de sensaciones, egocéntrico, superficial y vanidoso. Humor cambiante, caprichos, celos, necesidad permanente de ser el centro de atención, frivolidad, “labia”, Son simuladores que precisan de esas satisfacciones, conquistas para afianzarse como hombres, Son egocéntricos: Lo único importante es lo que les pasa a ellos, son dependientes: necesitan imperiosamente de los otros. Para Freud el motivo distintivo que gobierna el comportamiento de los histéricos es el “temor a la pérdida del amor”.  No se caracterizan por su insistencia para llevar a la mujer a la cama o por una gran potencia sexual, son mucho ruido y pocas nueces. Lo importante para ellos es exhibirse con mujeres hermosas, aparentar, enmascarar algo que no es. Insatisfechos: Son unos eternos insatisfechos, nadie nunca llena sus expectativas. Se muestran simpáticos y sociables, de forma que suelen causar una buena  primera impresión, que con el tiempo no consiguen mantener. Para los hombres histéricos lo interesante es el proceso de seducción, son “del príncipe azul al sapo perfecto”. Los hombres histéricos son incapaces de construir una relación de pareja estable. Adicionalmente a su miedo al compromiso, carecen de madurez emocional y tienden a sobreactuar su manera de ser, adoptando actitudes caricaturescas, tiene “una falla en la estructuración de su masculinidad”.  Los hombres histéricos son inestables, se acercan pero con una actitud ambigua, dejando siempre la puerta abierta para salir corriendo en caso de ser necesario cuando una relación se vuelve muy seria.

El cuerpo del hombre histérico es una especie de pantalla en la que se proyecta un mundo irreal: Un mundo que enmascara detrás de la necesidad de la mujer de estar con ese hombre, la inseguridad, necesidad de constante aprobación y aceptación. Es el hombre que promete y no cumple. Puedes ver en mi blog anterior “La psicología del Mujeriego” algunas sintomatología más del hombre histérico.

Sin embargo, se trata de un trastorno que suele tener características diferentes según se presenten en hombres o mujeres. Hay en este trastorno probabilidad de disfunciones sexuales, anorgasmia e impotencia. Buscan la novedad, la estimulación y la excitación, y tienen tendencia a aburrirse con su rutina habitual, son poco tolerantes y se sienten frustrados cuando se les retrasa la gratificación, sus actos van encaminados a la gratificación inmediata. Comienza las actividades con mucho interés y entusiasmo, pero su interés se desvanece rápidamente. Creo que hay más hombres que pueden tener el trastorno de los que reciben el diagnóstico.

Si en el Siglo XXI reina la histeria masculina, entonces, ¿la histeria femenina disminuyó? Puede ser ya que uno de los componentes fundamentales de la histeria es la represión de la sexualidad y la mujer, hoy en día, tiene mayor libertad en ese aspecto.

Si el hombre histérico consigue vencer la compulsión a la rivalidad asustadiza en la lucha por el falo, puede ser un compañero sexualmente correcto y un padre, algo maternal. Porque la histeria asintomática, la histeria como estructura vital, es el final feliz de la neurosis.

Tratamiento

Las personas con esta afección a menudo buscan tratamiento cuando experimentan depresión o ansiedad por relaciones sentimentales fallidas u otros conflictos con personas. Este trastorno puede mejorar con psicoterapia y algunas veces medicamentos.

El psicoanálisis para muchos es una terapia obsoleta, la misma es la más efectiva contra la histeria, aunque hoy en día hay variadas formas de métodos de intervención psicoterapeuticos y con resultados altamente eficaces. Toda histérica mejora en las primeras sesiones, pero luego se abandona, se enamora del terapeuta o sencillamente inventa que este la sedujo. La mayoría de las denuncias hechas hacia psicólogos y psiquiatras de seducción sexual, proviene de histéricas. Muchos de mis colegas se niegan a tratar mujeres con histeria. Saben que se someten a ser desprestigiados por ellas.

Complicaciones

Este trastorno puede afectar las relaciones sociales o sentimentales. La persona puede ser incapaz de hacerle frente a las pérdidas o fracasos. Puede cambiar de trabajo frecuentemente, debido al aburrimiento o a su incapacidad de hacerle frente a la frustración. Una persona con este trastorno anhela cosas nuevas y excitantes, lo cual la conduce a situaciones arriesgadas. Aquellos que sufren de este trastorno a menudo no logran ver su propia situación en forma realista y tienden por el contrario a sobreactuar y exagerar, además, generalmente culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones. Todos estos factores pueden llevar a una mayor probabilidad de depresión. En histeria clásica puede volverse dependiente de analgésicos o sedantes.

Prevención y Asistencia Médica/psicológica.

Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas que sugieren la presencia de este trastorno, en especial si comienzan a afectar el bienestar de la persona, sus relaciones interpersonales o la capacidad para mantener un trabajo. La intervención de profesionales expertos en salud mental puede ayudar a las personas predispuestas a desarrollar este trastorno para aprender formas más productivas de entender y enfrentarse a las situaciones de su vida cotidiana.