martes, 25 de noviembre de 2014

La Asfixiofilia o Asfixia Erótica

Es una parafilia que consiste en impedir la respiración de la pareja o la propia, ya sea mediante la obstrucción de las vías respiratorias nariz y la boca, cubriendo la cabeza con elementos plásticos o de látex o recurriendo a la semi-estrangulación o se logra apretando el cuello con las manos o ajustando un cinturón o cordón alrededor de la garganta, colgándose del techo hasta sentir que disminuye el pasaje del aire. Unos minutos antes de perder el conocimiento el individuo debe interrumpir el juego, bajo riesgo de morir asfixiado. Aunque son muchas las personas que saben hasta qué punto llegar y en qué momento desamarrarse para permitir la oxigenación y así evitar un desenlace fatal, varios de sus practicantes se han hecho tristemente célebres.
Hipoxifilia, asfixiofilia, sofocación autoerótica, son algunos de los términos utilizados para definir la práctica. Para las estadísticas, suele tenerse en cuenta sólo lo que se considera “muerte accidental por sofocación autoerótica”. Se trata de una práctica sexual muy peligrosa que ha llegado a ser causa de muerte en muchos casos.

Históricamente, la práctica de la autoasfixia erótica se ha documentado desde principios de 1600. Se utilizó por primera vez como un tratamiento para la disfunción eréctil y la impotencia. La idea de iniciar esta práctica, pudo ser consecuencia de la observación de que algunos reos ejecutados en la horca desarrollaban una erección, que duraba a veces incluso después de la muerte (la muerte en erección), y de vez en cuando incluso se observó que el condenado eyaculaba durante el ahorcamiento o después.

A veces el placer de la asfixia obnubila la conciencia del peligro e impide el reflejo de supervivencia. Quienes la practican no suelen ser suicidas sino buscadores de placer que usan métodos no convencionales. Puede ser un juego en pareja o solitario.

La hipoxifilia es una práctica que en la última década se ha ido difundiendo y popularizando principalmente por el Internet por toda la urbe, y aunque no se cuenta con ninguna estadística, ni método para medir la cantidad de aficionados que existen a esta práctica a nivel mundial, cada vez hay más elementos que evidencian su auge. La fuerza que puede tomar la práctica de la hipoxifilia en el estado es alarmante pues existe un incremento considerable en el número de suicidios de menores.

Fases de la Asfixia

La asfixia es peligrosa porque el cuerpo se queda sin oxígeno para cumplir con sus funciones. Al ser indispensable para la respiración celular, la tolerancia sin aire es mínima.

El tejido que menos tolera es el cerebro. Si en cuatro minutos no recibe oxígeno se generan daños irreversibles de más del 50% en el tejido cerebral. En tanto, el corazón y el pulmón sólo pueden tolerar entre cinco y seis minutos sin recibir oxígeno. Para explicarte más a fondo los daños que se registran en el cuerpo por la falta de oxígeno, aquí te explico las fases de la asfixia:

1) Fase Cerebral: Donde la anoxia (falta de oxígeno) estimula el sistema nervioso central que se manifiesta en zumbidos de oídos, visión de luces centellantes, hormigueos y sensación de angustia.

2) Fase Convulsiva: Esta etapa se deriva de la falta de oxígeno durante un tiempo prolongado. En ella aparecen convulsiones generalizadas en la cara, músculos respiratorios, extremidades, inclusive, puede haber secreción de fluidos corporales como orina, materia fecal, y eventualmente eyaculación.

3) Fase Asfíctica: Fase donde ocurre la depresión de las funciones cerebrales, existe pérdida de la conciencia, coma profundo, cianosis intensa (color morado de boca y tejidos), con respiración superficial y lenta, relajamiento muscular y pérdida de reflejos. Esta fase es irreversible, la muerte es aparente y conduce a la siguiente fase, denominada muerte real, donde desaparecen todos los signos vitales.

"Es sólo un juego (...) yo cuando practicaba esto sentía como que volvía a vivir, es una sensación de miedo, reto, satisfacción, de hacer cosas fuera de lo común, de salir de la rutina y hacer cosas nuevas y excitantes, además no soy la única". Testimonio de Lucy  una joven de 16 años que disfrutaba al practicar el "juego" de la hipoxifilia.

Se ha encontrado que la práctica de la asfixia erótica es más frecuente de forma individual que en pareja. Casi siempre pasa cuando se realiza la masturbación. Seguramente pasa así porque no hay la presión o cohesión de la pareja y definitivamente es más usual en los hombres, sobre todo en los que sufren de eyaculación precoz.

En la comunidad de las redes las prácticas de esta naturaleza pueden ser denominadas "breathplay" o "edgeplay" a veces, y generalmente incluyen un socio participante. Porque al igual que otras formas de prácticas sexuales de riesgo, amplía los límites de lo "seguro, sensato y consensuado", el control de las situaciones que afectan a la respiración se puede evaluar, usando algún tipo de señal convenida para avisar al otro del peligro. Esta práctica se realiza casi siempre junto a otras actividades fetichistas. En casos extremos, los asfixiófilos suelen desear ser estrangulados hasta la muerte.

Conclusión

Para que un adolescente opte por recurrir a los juegos extremos que se promueven en la red, deben intervenir otros elementos como la presión de los compañeros, conflictos familiares y/o sociales e inclusive una tendencia que nace de una personalidad adictiva. Hay varios fenómenos que intervienen, que van más allá de la adicción a Internet y están totalmente relacionados con el bienestar familiar y social.

Por ejemplo, la violencia o el recurrir a juegos que ponen en riesgo su vida, no se le puede adjudicar todo sólo al Internet, o porque ahí encuentran toda la información, la integración y comunicación familiar, el que hayan aprendido los valores relacionados con la vida, la integración social y la aceptación, son factores que pueden aminorar o darle herramientas a los jóvenes para decir no a todo lo que ponga en riesgo su integridad.

Existe una población de riesgo, sin diferencia entre clases sociales ni estatus socioeconómico. Son aquellos a quienes les gusta jugar con los límites para sentir que triunfan sobre el fracaso y las reglas, y que a veces llegan a desafiar a la muerte. Acostumbrados siempre a ganar, imaginaria o realmente, muchos adolescentes y jóvenes creen que pueden superar los márgenes de cualquier hecho. Pero el cuerpo y sus funciones vitales exigen cuidado y eluden el abuso.

Son varias las advertencias de los expertos para los que en algún momento de sus vidas se arriesgan a experimentar con este tipo de procedimientos: no realizarlos bajo efectos de bebidas embriagantes o sustancias alucinógenas, entender los límites y no ir a extremos. Además, recordar que hay muchos otros caminos seguros para obtener placer. “No se trata de un juego. Si no estás en tus plenas facultades, es mejor no intentarlo”.


"el suicidio es una epidemia silenciosa, por lo que se ha hecho hincapié en las campañas para sensibilizar a la población de que existe un problema serio en la sociedad, como es la muerte auto infligida".