miércoles, 18 de abril de 2018

Guia para Padres: ¿Cómo Ayudar a su Hijo ante la Separación o Divorcio?

Se recomienda a los padres a que afronten la separación con la madurez suficiente, de manera pacífica y respetuosa, asumiendo que la estabilidad de sus hijos depende en gran medida de ellos.
Algunas pautas de actuación para padres que se separan:

1. Los padres deben ayudar a los hijos a que entiendan que sus hábitos de vida van a cambiar y que tendrán que construir sus nuevas rutinas. Los niños deben acostumbrarse a disponer de uno u otro, en casas y ocasiones distintas. La normalidad en la vida de los padres provoca normalidad en la vida de los hijos.

2. No se puede ignorar de que las emociones suelen estar revueltas en la familia cuando hay una separación de la pareja. Los padres deben ayudar a sus hijos a que comprendan que sentimientos como la inseguridad, el miedo o el desánimo pueden aparecer y cómo pueden controlarlos. Los padres deben encauzar sus propios sentimientos para así poder ayudar luego a sus hijos a hacer lo mismo.

3. Los padres deben dejar claro a sus hijos de que los padres se divorcian, los hijos no.

4. Los padres deben evitar llevarse por sentimientos negativos, de comentarios despreciativos hacia su ex-pareja. Eso puede causar mucho daño y malestares a los niños, pudiendo alterar su conducta, alimentación o sueño.

5. Los progenitores que tras la separación se ven obligados a asumir tareas y responsabilidades que antes nunca habían tenido, e incluso limitaciones económicas, deben estar conscientes de que lo que sus hijos más necesitan es de atención, de apoyo, de su presencia, afecto, amor… Hay que aceptar y asumir la nueva realidad en lugar de rumiar lo que ya no podrán cambiar. Los niños saben leer el rostro, los silencios y los sentimientos de sus padres.

6. Los padres deben hablar a los hijos sobre su separación sin dar demasiadas explicaciones y sin atribuir culpables. No se puede subestimar la capacidad de sus hijos para entender lo que está ocurriendo. Lo importante es que los niños sepan que sus padres seguirán a su lado y que podrán disponer de ellos cuando lo necesiten.

7. Los hijos no son la terapia de los padres, ni tan siquiera el bastón en el que se apoyen. Cuándo más cueste a los padres superar la ruptura, más le va a costar a su hijo asumirla.

8. Los padres deben estar al tanto de los cambios de conducta de los hijos. Observar si algo ha cambiado en sus hábitos de alimentación, sueño, de estudio. No hay razón para alarmarse. Si los padres se mantienen firmes en su educación y cuidado, todo volverá a la normalidad en muy poco tiempo. No se puede volcarse en exceso en los hijos ni tampoco dejarles hacer lo que quieran.

9. No es lo mismo la separación de los padres para los hijos menores o mayores de tres años de edad. A los más pequeños les cuesta comprender qué ocurre entre sus padres. Por eso es muy importante reiterarles su presencia y no sentirse incapaces de atenderles. De los 3 a los 7 años, los niños ya entienden lo que es la separación y pueden manifestar su dolor con dolores de barriga o cabeza, rabietas, etc. A partir de los siete años y hasta la adolescencia los niños suelen mostrarse indignados, molestos y rabiosos por la separación de sus padres. Los padres deben detener estas conductas para que no se conviertan más severas, imponiendo sus criterios y no desautorizando entre sí mismos.

10. Los padres deben evitar enfrentamientos entre ellos mismos. Vivir enfrentado obliga a odiar y el odio no aporta nada a los niños. Deben evitar ejercer demasiada presión a los hijos, impidiéndoles, por ejemplo, que tengan algún tipo de relación con la nueva pareja de su ex pareja o hablarle mal del otro cónyuge.

Sugerencias para la mejor adaptación:
  1. Como toda adaptación, debe ser lo más gradual posible, por lo que lo más recomendable es tratar de no cambiar radicalmente la forma habitual de vida del niño.
  2. Ayudará comprender los trastornos temporales emocionales del niño, porque tiene que adaptarse a la nueva situación. Explicar al niño los cambios por los que atraviesa, y  tratar de fomentar mucho diálogo.
  3. Los niños pueden hacer algunas de las siguientes acciones para superar los sentimientos de tristeza y/o rabia: gritar, golpear una almohada, dibujar, escribir una historia, escribir un diario, escuchar música, etc.
  4. También resulta muy conveniente que el niño pueda hablar con personas que le puedan ayudar: un profesor, algún familiar, un niño mayor que haya pasado por lo mismo, un psicólogo…
  5. Los padres deben demostrar su amor de muy diversas maneras: estando físicamente cuando el niño lo necesita, escuchando sus preocupaciones, dando besos y abrazos, ayudando y comprendiendo la situación por la que está pasando el niño…
  6. Evitar tipos de educación distintos con cada progenitor. La educación debe ser coherente, consistente y rígida por parte de ambos, es lo más beneficioso para el buen desarrollo del menor.
  7. No es aconsejable que los niños comparen las normas de los padres: “Papá me deja hacer esto…”, “Mamá siempre me da…” pues es muy probable que así no se consiga ningún beneficio.
  8. No permitamos que los niños nos utilicen para poner a un padre en contra del otro y así obtener beneficios de ambos.
  9. Facilitar al niño los encuentros con el otro padre. Tratar de distanciarnos de las dificultades o enfados como pareja y tratar de ser padres que tratan de favorecer el bienestar y buen desarrollo evolutivo de nuestros hijos.
  10. Lo más beneficioso será pactar las visitas, sin horarios rígidos, escuchando la opinión del niño.
  11. Para que las visitas de fin de semana al padre o madre divorciado sean más divertidas y provechosas los niños pueden: hacer una lista de las cosas que les ha pasado desde la última visita; llevarse algún juguete y/o música para estar más a gusto; invitar a algún amigo para que les visite algún rato, etc.
  12. No hablar mal del otro padre. Ser neutral, ellos no tienen por qué ser conocedores de los problemas de nuestra pareja. No forzar al niño a que repudie al otro progenitor o a su familia, aunque nosotros estemos muy enfadados con ellos, esto no beneficia a nuestro hijo, sino lo perjudica.
  13. Hacer que el niño tenga la seguridad de que las personas que le rodean lo quieren, es una función nuestra como padres, pese a que la pareja se haya roto.
  14. Ayudar a establecer una red de apoyo alrededor del niño, es necesario y adecuado que el niño tenga un entorno social en ambos ambientes paternos.
Importante: Puntos claves

1.- Ante culpablizaciones del menor a sí mismo recordarle que:
  • La decisión de separarse es exclusivamente de los padres. Ellos han tomado esta decisión porque creen que es lo mejor para todos los componentes de la familia. Los hijos no han tenido nada que ver en esta decisión.
  • Los padres no se han separado porque el niño se haya portado mal, pues otras veces lo ha hecho y no ha ocurrido así. Esto no tiene nada que ver con la ruptura.
2.- Ante los miedos de sentirse abandonados o no querido:
  • Hacer ver al niño que seguirá disponiendo y contando con los dos padres, en todos los aspectos que precise y necesite aunque ya no vivan juntos.
  • Siempre que tenga un problema o algo le preocupe, podrá hablar con los padres porque ello le hará sentirse mucho mejor y no le reñirán por ello. Es importante que el niño se desahogue y cuente y exprese lo que siente.
  • Aunque los padres se hayan separado, el niño puede igualmente amar y ser amado; no tiene por qué repetirse siempre esa situación.
  • Resaltar al niño cuántas personas se preocupan por él (abuelos, demás familia, amigos, profesores…). Esto es para que borren el miedo a ser abandonados y a quedarse solos porque tienen que darse cuenta que tienen mucha más gente a su alrededor.
3.- Ante la negativa de aceptación de la separación:
  • Vivir con unos padres que están continuamente peleándose es peor que vivir con un padre o madre divorciado.
  • Que los padres se divorcien es un hecho muy triste, pero lo hijos lo superan finalmente.
  • Es normal, que los hijos de padres divorciados echan de menos al padre o a la madre ausentes, pero poco a poco se van acostumbrando.
En la difícil situación de una ruptura es importante recordar como padres ciertos mensajes claves para favorecer la mejor adaptación:
  • No caer en la sobreprotección del hijo por pena, se le ha de seguir tratando como a un niño “normal” de su edad. Si no, no le ayudaremos a crecer, acabará comportándose de forma inmadura y más infantil.
  • Todas las personas tienen virtudes y defectos, los padres también. Hablar del otro padre con argumentos reales, sin enjuiciar por lo que ha hecho.
  • Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación son los hijos, el dinero y las nuevas relaciones. Hay que intentar ser objetivo y no poner al niño de su parte. Esto hace que el niño tenga una lucha por no saber ni querer ponerse de parte de ninguno. Todas estas cuestiones deben solucionarse sin involucrar a los niños.
  • No es bueno que los hijos se pongan de parte del padre o de la madre, ya que el divorcio es asunto de los padres.
  • Es preferible que en los días de encuentro no se realicen demasiadas actividades porque si se ocupa todo el tiempo en hacer demasiadas cosas, no quedará tiempo para hablar, comunicarse y decirse cómo se encuentran.
  • No es perjudicial, sino bueno para los niños que vuelva a constituirse una nueva familia, compuesta por una nueva pareja, aunque uno de los dos no sea el verdadero progenitor. Esto reparará los vínculos dañados, aunque requerirá tiempo la aceptación de esa nueva situación por parte de todos.
Recuerda…los hijos no son un arma contra nuestra ex-pareja, sino son lo que más queremos. Los mayores perjudicados de nuestra falta de entendimiento en los trámites de nuestra separación son los hijos, si nosotros favorecemos su adaptación a la nueva situación será la mayor ayuda que les podemos brindar en ese cambio tan importante y difícil en sus vidas. Distanciate de tu enojo o tristeza y continúa adecuadamente la gran labor de educar a tu hijo.



Fuente: Compilador

martes, 17 de abril de 2018

Distorsiones Cognitivas


Las distorsiones cognitivas son también conocidas como pensamientos distorsionados, disfuncionales, negativos, irracionales. Se llaman así porque provocan interpretaciones erróneas del mundo, de uno mismo o de las relaciones, lo cual a su vez puede generar comportamientos auto frustrantes (perfeccionismos, necesidades de aprobación, victimismo) emociones negativas desproporcionadas (ansiedad, ira, depresión) y finalmente mucha infelicidad. Son como una especie de fallos informáticos en nuestro software que provoca que no interpretemos de manera objetiva y efectiva nuestra realidad. Sabemos desde hace tiempo que no son los acontecimientos en sí mismos los que desencadenan nuestras emociones sino la interpretación que hacemos sobre ellos. Es decir, cómo los percibimos y de qué modo los interpretamos.
Las dc son esquemas equivocados de interpretar los hechos que generan múltiples consecuencias negativas: alteraciones emocionales y conflictos en las relaciones con los demás. Detrás de cada sentimiento de tristeza, rabia, miedo o angustia puede haber un pensamiento que está ocultando o disfrazando la realidad. Es por ello que en ciertos trastornos como la depresión, la ansiedad o las fobias, las distorsiones cognitivas juegan un papel principal.

En ocasiones, sin saberlo, las personas cometemos errores con respecto a la evaluación de una situación (distorsión cognitiva) y esta nos lleva a realizar juicios distorsionados sobre la misma. Estos pensamientos distorsionados pueden desarrollar estados de ánimo disfuncionales, generando un gran malestar en la persona. Conocer los errores cognitivos más frecuentes que cometemos nos ayudará a comprender que no siempre la realidad es como uno la cree. Esto nos permitirá desarrollar pensamientos más objetivos, racionales y positivos.

¿Qué son las distorsiones cognitivas y de qué manera nos afectan?

Las distorsiones cognitivas son interpretaciones erróneas de la realidad que llevan al individuo a percibir el mundo de manera poco objetiva, además de disfuncional. Se presentan en forma de pensamientos automáticos y desencadenan emociones negativas que dan lugar a conductas no deseadas o desadaptativas. De este modo se genera un bucle, porque estas conductas disfuncionales acaban reforzando los esquemas cognitivos que las generaron, de manera que la dinámica se mantiene o incluso intensifica.

Existen un gran número de errores cognitivos en los que las personas caemos una y otra vez. A continuación describiré algunos de los más frecuentes, con un ejemplo para que sea más sencillo comprenderlos.

Estos son los tipos de distorsiones cognitivas.

1. Sobregeneralización
A raíz de un caso aislado generalizar una conclusión válida para todo. Ejemplo: “Juan no me ha escrito, la gente siempre se olvida de mí”.

2. Abstracción selectiva
Enfocarse en modo “visión de túnel” únicamente en ciertos aspectos, normalmente negativos y perturbadores, de una circunstancia o persona, excluyendo el resto de sus características y pasando por alto lo positivo de las mismas. Ejemplo: “me he pasado con la sal en los macarrones, soy una cocinera horrible”. “Soy lo peor, he perdido la goma de borrar”, “Seguro que suspendo, se me ha olvidado el bolígrafo de la suerte”.

3. Inferencia arbitraria
Emitir juicios o extraer conclusiones de manera rápida o impulsiva, basándonos en una información incompleta o errónea. Ejemplo: “me dice que no para hacerse la dura, las mujeres son así”.

4. Sesgo confirmatorio
Tendencia a interpretar la realidad de manera que confirme nuestras creencias previas. Ejemplo: “me he equivocado, si es que ya sabía que yo no sirvo para esto”.

5. Falacia de la recompensa divina
Pensar que en un futuro los problemas mejorarán por sí mismos sin tomar una actitud proactiva. Ejemplo: “mi jefe me está explotando, pero estoy tranquilo porque el tiempo pone a cada uno en su sitio”.

6. Lectura de pensamiento
Presuponer las intenciones o cogniciones de los demás. Ejemplo: “me miran porque estoy haciendo el ridículo”.

7. Error del adivino
Creer saber cómo será el futuro y actuar conforme a ello. Ejemplo: “no voy a ir a esa entrevista de trabajo porque sé que no me van a contratar”.

8. Personalización
Suponer que todo lo que la gente hace o dice tiene que ver directamente con uno mismo. Ejemplo: “Marta tiene mala cara, debe de estar enfadada conmigo”.

9. Pensamiento polarizado o dicotómico (todo o nada)
Interpretar los eventos y personas en términos absolutos, sin tener en cuenta los grados intermedios, evidenciado en el uso de términos como «siempre», «nunca», «todos», cuando su uso no está justificado por los acontecimientos propiamente. Ejemplo: “Si no saco un 10 en el examen seré un perdedor”.

10. Descalificar lo positivo
Continuamente desconsiderar experiencias positivas, por razones arbitrarias. Cuando se descalifican las experiencias o rasgos positivos de la persona. Ejemplo: “Aprobé el examen, pero fue de suerte.”

11. Magnificación y Minimización
Subestimar y sobreestimar la manera de ser de eventos o personas. Ejemplo: “He fallado el penalti decisivo, se acabó mi carrera deportiva.” o “No le ha gustado el regalo sorpresa, seguro que me deja”. Ejemplo: “Me ha dado un beso de buenas noches pero podría haberme dado más”, “me han llamado tres veces para salir pero podrían haberme llamado más veces”, “Solo me ha regalado una flor, no me quiere”.

Los subtipos identificados son:

11.1 Catastrofización o Visión catastrófica
Imaginar, especular y rumiar el peor resultado posible, sin importar lo improbable de su ocurrencia, o pensar que la situación es insoportable o imposible de tolerar. Se da lugar cuando se evalúa una situación con el peor resultado posible, tanto de lo vivido como de lo futuro. Ejemplo: “Es mejor que no haga el examen porque lo suspenderé y seré lo peor”.

11.2  Negación
Tendencia a negar problemas, debilidades o errores; es la distorsión opuesta al catastrofismo.

11.3 Negativismo
 Se magnifican los sucesos o aspectos negativos, y son obviados o desvalorizados los positivos, es una forma de abstracción selectiva; es característico del negativismo la realización de presagios catastrofistas.

12. Razonamiento emocional
Formular argumentos basados en cómo se «siente» en lugar de la realidad objetiva

13. Afirmaciones con “Debería”
Son las expectativas o demandas internas sobre las capacidades o habilidades personales o de otros, pero sin analizar si son razonables en el contexto en el que se dicen. Ejemplo: “Debería haberse dado cuenta de que estaba mal y no seguir preguntándome”.

14. Etiquetado
Relacionada con la Sobregeneralización, consiste en asignar etiquetas globales a algo o alguien en vez de describir la conducta observada objetivamente. La etiqueta asignada por lo común es en términos absolutos, inalterables o bien con fuertes connotaciones prejuiciosas.

15. Culpabilidad
Culpabilizar a los demás de los problemas propios, o por el contrario culparse a sí mismo de los problemas ajenos.

16. Falacias
  • Falacia de control: presuponer que se tiene que tener un control y una responsabilidad excesiva sobre lo que ocurre a su alrededor, con cierto sentimiento de omnipotencia; o por el contrario puede verse como incompetente e impotente en grado extremo para manejar los propios problemas, o sentirse externamente controlada por otros o por las circunstancias.
  • Falacia de justicia: enjuiciar como injusto aquello no coincidente con los deseos, necesidades, creencias y expectativas personales. Consiste en una visión de la vida con normas y criterios estrictos donde otras opiniones o alternativas se descartan. Hans Kelsen decía: «La Justicia es un mero ideal irracional».
  • Falacia de cambio: presuponer que la felicidad de uno depende exclusivamente de los actos y conductas de los demás o de las circunstancias externas; exige cierta condicionalidad; se espera que la actitud de cambio venga de los demás, en vez de responsabilizarse de sí mismos.
  • Falacia de razón: presuponer ser poseedores de la verdad absoluta obviando opiniones ajenas; creen que sus opiniones y acciones son las correctas y válidas e intentaran continuamente demostrarlo así mismos o a los demás con argumentos elaborados pero falaces; no toleran equivocarse y harán todo lo posible para evitarlo.
  • Falacia de recompensa divina: se espera que en un futuro los problemas mejoren por sí solos sin tomar una actitud proactiva; o que seremos recompensados de alguna forma.
17. Construcción de la valía personal en base a opiniones externas
 Cuando mantenemos una valía personal en función de terceros. Ejemplo: “Mi entrenador me dice que son muy malo con el balón, seguro que tiene razón” (espero que ningún entrenador le diga eso a un niño) o “Mi novio dice que soy tonta, seguro que tiene razón”.

18. Perfeccionismo
Cuando se realiza un esfuerzo constante porque una representación interna o externa de perfección se cumpla sin examinar si es razonable, muchas veces por evitar una experiencia subjetiva de fracaso. Ejemplo: “Para no marcar gol, mejor ni juego”,  “Soy lo peor, he perdido la goma de borrar”, “Seguro que suspendo, se me ha olvidado el bolígrafo de la suerte”.

¿Cómo acabar con las distorsiones cognitivas?

Las distorsiones cognitivas pueden modificarse una vez se hayan detectado.

Existen técnicas en psicoterapia que inciden directamente en este tipo de distorsiones, y son las técnicas de reestructuración cognitiva. En ellas, nosotros ayudamos al individuo a identificar las creencias erróneas que ha desarrollado hacia el mundo, y posteriormente ambos trabajan juntos para desarrollar pensamientos y formas alternativas de interpretación de las situaciones. Así, nosotros (psicólogos) ayudamos a que la persona aprenda a cuestionar la validez de sus propios esquemas cognitivos y a sustituirlos por pensamientos alternativos más realistas, que le harán sentir emociones más positivas y por tanto que serán favorables a la hora de tener conductas más útiles para vivir en mayor armonía con su entorno.