martes, 23 de mayo de 2017

Ritual de la Felicidad

Para algunos la felicidad es el camino, para otros la meta; pero sea cual sea la vía correcta cada quien procura un método para conseguirla. Aunque no lo creas, la felicidad es mucho más fácil de encontrar de lo que piensas.
  • La importancia de madrugar: nadie puede aprovechar las oportunidades de la vida desde las sabanas de la cama, por ello madrugar es uno de los rituales necesario para poner en orden nuestras ideas y nuestra vida. La clave de madrugar está dentro de los hábitos de esas personas que han encontrado no solo la felicidad en su vida, sino también el éxito.
  • Visualiza tú día: visualizar aquello que deseas para hoy. Visualiza un día relajado, un día donde nada te va a afectar demasiado, donde nadie te va a hacer daño y dónde vas a ser feliz. Un día en el que te vas a sentir orgulloso de ti misma. ¿Lo intentamos?.
  • Alimentación sana: difícilmente se puede ser feliz en un cuerpo enfermo. En este sentido la alimentación es una de las claves para mantener una buena salud y por ello debemos poner de nuestra parte para tener una dieta equilibrada. Aliméntate bien, eleva tus dosis de verduras, de fruta fresca, de líquidos, de jugos naturales... deja a un lado la comida precocinada y disfruta de tu propio arte en la cocina y de esos platos tan sencillos pero tan saludables.
  • Aprender a ser responsables de nosotros mismos cada día. Para lograrlo, debemos iniciar sencillas acciones cotidianas con las cuales dejar de depender de los demás para alcanzar ese preciado bienestar.
  • Piensa en qué puedes hacer hoy para alcanzar tus sueños: Encuentra valor en ti y pon medios para alcanzar tus sueños.
  • Desactiva tus miedos: Este tipo de ideas y de actitudes limitantes vetan nuestra capacidad para ser felices de forma auténtica. Para desactivarlos hay que identificarlos  primero. Sal de la zona de confort. Reflexiona sobre ello e intenta ponerlo en práctica, iniciar el cambio.
  • Regálate tiempo: bien sea para relajarnos, organizar ideas y tomar el impulso necesario para continuar con ánimo cualquier plan. Solo para ti misma (0) para hacer aquello que te gusta, aunque sea simplemente estando sola con tus pensamientos. Es algo básico que debemos hacer cada día.
  • Sonríe un poco más: No te cuesta nada y  te ayuda a relativizar problemas y a ver las cosas desde otra perspectiva.
  • Identificar emociones y pensamientos negativos: este ritual tiene que ver con poner nombre a cada emoción; tristeza, miedo, ira. Es la única forma de que el cerebro identifique lo que está experimentando y lo pueda canalizar en lugar de reprimirlo
  • Establecer objetivos para alcanzar metas: ningún sueño importante se cumple de un día para otro. Por ello, todos los días podemos trabajar un poco para lograr aquello que deseamos; ahorrar para el viaje que queremos, escribir un capítulo de nuestro trabajo de grado, ir al gimnasio, son pequeñas acciones que hacen la diferencia.
  • Déjate querer y ama: Ama a los tuyos, a tu familia, a tu pareja, a tus amigos, a tus padres o hijos, e incluso a tus mascotas. Todos ellos forman parte de tu corazón y son lo mejor que tienes. Recuérdalo cada día y déjate querer, demuéstrales también lo importante que son para ti.
  • Rituales: Establecer un nuevo ritual, con frecuencia, puede ser difícil, pero mantenerlo es relativamente fácil. Elije cualquier cosa que te haga feliz y se constante. 
  • Haz lo que ames y ama lo que haces: Aquello que de verdad te hará feliz: hacer lo que verdaderamente te dicta tu corazón. Si ya lo estás haciendo, entonces agradécelo y haz lo posible por no perderlo. 
  • Dar tiempo al tiempo. Permanentemente sentimos la presión del tiempo, lo que en cierta medida contribuye a aumentar los porcentajes de depresión que sufrimos actualmente. Simplificar nuestra vida, no  significa que tengamos que sacrificar nuestro éxito.
Nadie ha dicho que vivir sea una tarea sencilla. Pero intentando tomar una actitud positiva y motivadora  ante las adversidades, cuando éstas logran superarse, el sentimiento de felicidad es todavía mayor. La felicidad involucra nuestra capacidad de superar obstáculos. Como decía Viktor Frankl: “Lo que necesitamos no es vivir sin tensiones, sino la fortaleza para alcanzar las metas situadas al otro lado de ellas. Lo que necesitamos no es librarnos de las dificultades a toda costa, sino encontrar un significado propio a la vida que nos merezca la pena”.

La felicidad se construye de muchas acciones y pensamientos, que una vez que aprendemos a identificar, nos preparan para disfrutar de este maravilloso regalo de la vida. Ésta no debe considerarse como una meta, sino como un estilo de vida en el que se intenta disfrutar de los pequeños (y grandes) momentos de alegría que nos da el día a día.

Nuestra capacidad para obtener felicidad es un don de la naturaleza.