jueves, 5 de abril de 2018

Hipocondriasis: Sugerencias

Obsesión con la idea de tener una enfermedad grave no diagnosticada.
Los síntomas incluyen miedo intenso y prolongado a sufrir una enfermedad grave, y preocupación porque los síntomas menores indiquen algo grave. Quienes padecen este trastorno suelen visitar al médico con frecuencia o cambiar de médico. La hipocondría generalmente aparece durante la edad adulta.

Tratar la hipocondría es posible. En estos trastornos aparece a menudo un comportamiento de demanda de atención de tipo histriónico por intentar convencer a quienes rodean al paciente de sus enfermedades y dolencias.

Mi experiencia en la consulta privada pone de manifiesto que la hipocondriasis es un cuadro clínico que tiene su origen en aspectos emocionales profundos. Así, los síntomas dan  expresión a una angustia provocada por situaciones del recorrido vital del paciente que no pudieron ser asimiladas correctamente. Cuando se reactivan los recuerdos asociados a esa angustia, el hipocondríaco experimenta los síntomas de la enfermedad con mayor intensidad. Paciente y terapeuta revisarán en las sesiones tales experiencias que no pudieron ser asimiladas de forma adecuada en su momento, e irán comprendiendo cuáles son las situaciones actuales del día a día del paciente que activan esos recuerdos angustiosos involuntariamente. Ayudar al paciente hipocondríaco en la resignificación de los síntomas, en la integración de recuerdos dolorosos y en la búsqueda de sus propios recursos personales, al objeto de que la persona pueda experimentar un sentimiento de mayor seguridad frente a la vida y no quede detenida en preocupaciones angustiosas acerca de la enfermedad.

¿Qué podría hacerse para tratar la hipocondriasis?

Podría ser necesario que usted vaya a consulta con el médico/psicólogo varias veces al mes. Muchas personas con hipocondriasis también tienen otra patología. A usted podrían administrarle medicamentos para ayudarle a controlar la ansiedad y la depresión. Algunos tipos especiales de terapias también podrían ayudar a tratar la hipocondriasis.

¿Cuáles son los riesgos de la hipocondriasis?

La hipocondriasis puede provocar mucho estrés y preocupación. También podrían realizarle exámenes o recibir tratamientos que no necesita.

¿Cuál es el tratamiento más eficaz para la hipocondría?

Requiere diagnóstico médico/psicológico. No se requieren análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes.

El tratamiento psicológico considerado más eficaz para tratar la hipocondría es la terapia cognitivo-conductual. De hecho, se trata de una terapia ideal porque ayuda a la persona a reconocer lo que parece empeorar los síntomas, a desarrollar estrategias y métodos para manejarlos y a mantenerse más activos. Por otro lado, es recomendable iniciar un tratamiento farmacológico que ayude a reducir la depresión y/o los síntomas ansiosos.

Nota: Se debe asegurar que el paciente no tenga verdaderamente ninguna enfermedad física. Una vez que se ha descartado, si el paciente sigue con angustia, preocupación y dudas acerca de su estado de salud, es conveniente estudiar la posibilidad de que se trate de un trastorno psicológico.

Algunos ejemplos de las técnicas más utilizadas por su efectividad son:
  • Reconstrucción cognitiva: Cambiar estructuras internas de personalidad relacionadas con la angustia y el miedo a las enfermedades que el hipocondríaco teme. Esto incluye un trabajo de aprendizaje en cuanto a la interpretación de los hechos y de constructos personales. También se puede utilizar cualquier tipo de desensibilización en relación a las situaciones temidas y evitadas para que el paciente las confronte sin miedo ni angustia.
  • Técnicas de relajación: (control de estrés) La hipocondría es un trastorno totalmente relacionado con la ansiedad. Este tipo de técnicas pueden ayudar al paciente a relajarse cambiando el foco de atención hacia temas menos dañinos.
  • Indicaciones paradójicas: Se le indica al paciente hipocondríaco que se exponga a los síntomas y sensaciones que teme de manera que descubra cierta posibilidad de gestión sobre sobre estos hechos que consideraba como señales de peligro. De esta forma, puede normalizar estos miedos.
Como también:
  • Orientación
  • Psicoeducación
  • Exposición con prevención de respuesta.
  • Psicoterapia.
Mejorar la autoestima a través de la asertividad o la eliminación de distorsiones cognitivas: La persona podrá ser más positiva y tomar mayor gestión de sus opiniones, deseos y pensamientos. Aprenderá a relacionarse de forma más adaptativa con su entorno y así mejorar su auto concepto.

Usando estas herramientas, los pacientes aprenden a retar sus miedos hipocondríacos, así como las conductas compulsivas y de evitación que usan para enfrentar sus preocupaciones sobre su salud.

Especialistas para el control e intervención: Médico de atención primaria, psicólogo clinico, psiquiatra  y urgenciólogo.

El inicio de cualquier tratamiento requiere:
  • Una valoración diagnóstica precisa
  • Un conocimiento exhaustivo de los factores implicados en el origen y desarrollo del problema: antecedentes, factores desencadenasteis, factores predisposicionales, factores de mantenimiento, soluciones intentadas, etc.
  • Un conocimiento suficiente del paciente y sus circunstancias: grado de deterioro de la salud y el bienestar, incapacitación e interferencias en planes de acción o estatus significativos para la persona, recursos personales, atribución de capacidad y eficacia, rasgos destacados de la personalidad y del sistema de valores, estado emocional general, etc.
  • La formulación de un esquema explicativo que identifique las variables más relevantes del caso, las relaciones críticas entre ellas, y el proceso que han ido siguiendo a lo largo del tiempo.
  • El establecimiento de una relación adecuada entre el paciente y el especialista que les permita trabajar juntos de manera eficiente: reconocimiento mutua, comunicación eficaz, confidencialidad, seguimiento de prescripciones etc.
  • Finalmente, en función de todo lo anterior, el establecimiento de unos objetivos evaluables y unos medios convenientemente ordenados y secuenciados. Estos últimos, los medios y su despliegue, en función de la demanda formulada por el paciente, son los que constituyen el tratamiento propiamente dicho.
Habitualmente, los tratamientos incluyen aspectos relacionados con la recuperación de la salud. Las primeras intervenciones van encaminadas a reducir los síntomas de ansiedad y la incapacitación que producen. Posteriormente se analizan y tratan los factores que originan y/o mantienen la ansiedad y otras alteraciones que puedan acompañarla. Normalmente, al inicio del tratamiento, se acude a consulta una vez por semana. Cuando el tratamiento está mínimamente encauzado, se espacian las visitas, efectuándose habitualmente a razón de una visita cada 15 días y posiblemente 1 de revisión mensual o cada 3 meses hasta la remisión total.

Algunas sugerencias a tener en cuenta (14 ideas)
  1. La salud no es la ausencia de molestias o dolores, es un estado de bienestar físico y psicológico con o sin molestias o dolores.
  2. No todas las sensaciones de nuestro cuerpo tienen explicación.
  3. En la hipocondría LA PREOCUPACIÓN ES EL PROBLEMA. De manera que trate de detectar y cambiar esos pensamientos angustiantes sobre padecer una enfermedad o morir, que tanto le están atormentando.
  4. Deje de hacer visitas continuamente a médicos u otros especialistas, y de solicitar pruebas y analíticas. No van por ahí los tiros.
  5. Con los amigos, familiares u otros pacientes, hable de temas de interés general (política, deportes, el tiempo). Si sigue hablando sobre problemas de salud, conseguirá que no le escuchen.
  6. Interesarse tanto por la salud y las enfermedades (preguntas a especialistas, ver ciertos programas, consultar a enciclopedias médicas) hará que tienda a malinterpretar sus propias sensaciones de manera catastrofista. Esto no le beneficia, será mejor que lo evite.
  7. Si está usted continuamente autoexaminándose sólo conseguirá hacerse daño o ver dolores o enfermedades donde no hay.
  8. Usted no es médico, por tanto, no se medique según sus propios criterios.
  9. Si está usted excesivamente atento a su propio cuerpo amplificará las sensaciones. Si además interpreta estas sensaciones como señal de peligro, se angustiará más, con lo que sentirá nuevas y peores sensaciones a las que dará nuevas y peores interpretaciones, y así sucesivamente. Mejor cortar de raíz este círculo vicioso.
  10. El estar distraído (salir con los amigos, pasear por la plaza, leer, ordenar la casa, etc…) le ayudará a no estar en todo momento pendiente a el más leve cambio en su organismo. Como decía Jaspers “…la atención puede aumentar el dolor por la preocupación, aliviarlo por la observación objetiva, o hacerlo olvidar por la distracción”.
  11. Y, en todo caso, si se centra en ud mismo, vea que también hay sensaciones positivas. El agradable tacto de una prenda de seda, o el bienestar de la espalda sobre el mullido sillón, son ejemplos de ello.
  12. El estrés hará que esté más ansioso y la ansiedad tiene una serie de manifestaciones físicas y psicológicas. Por tanto mientras más sosegada sea su vida, menos síntomas tendrá para que le generen preocupaciones.
  13. Llevar una vida lo más natural posible (sin forzar a nuestro cuerpo más allá de sus límites físicos y psicológicos) y hacer deporte periódicamente le ayudará a disminuir el estrés y a mejorar su estado de ánimo.
  14. ¿Para qué renunciar a esas actividades que tanto le llenaban por una enfermedad que aún no se ha diagnosticado? Aunque finalmente padezca la enfermedad que cree, disfrute de la vida. Si renuncia a esas cosas agradables se sentirá usted muchísimo peor.
Usted tiene el derecho de participar en la planificación de su cuidado. Aprenda todo lo que pueda sobre su condición y como darle tratamiento.



Fuente: Compilador/Red