miércoles, 11 de marzo de 2020

Psicopatología de Vincent Van Gogh

Cientos de médicos y psiquiatras han tratado a definir las condiciones médicas de Van Gogh durante los años. Los siguientes son algunos de los diagnósticos mentales y físicos más probables.
En cuanto a la patología mental de Vincent van Gogh, distintos autores han propuesto variados diagnósticos, entre ellos: síndrome de Menier (Arenberg y Yasuda), intoxicación digitálica (Lee), intoxicación por consumo de serpentina (Bonkowsky y Gachet), intoxicación con absenta (numerosos), epilepsia (Evensen, Navratil y Doiteau), psicosis epiléptica (Birnbaum, Meige y Minkowski), epilepsia temporal (Müller y Gastaut), estado crepuscular (Riese y Steiner), psicosis maníaco-depresiva (Perry), esquizofrenia (Jaspers, Schilder, Kerschbaumer, Rose, Bychowshy), neurolúes (Springer y Wilkie), neurastenia (Fels y Uhde), psicopatía (Bolten), tumor cerebral (Bader), demencia frontotemporal (Miller), trastorno esquizoafectivo (Heerlein)  Porfiria Aguda Intermitente una enfermedad hepática, hereditaria y síndrome de Asperger o autismo (Fitzgerald).

Un análisis pormenorizado de la correspondencia entre Vincent y Theo, así como la revisión de los estudios llevados a cabo sobre los trastornos psicopatológicos de Vincent nos han permitido trazar su perfil psicopatológico: sufrió varios episodios depresivos; mostró ideas paranoides y síntomas positivos de la esquizofrenia; no mostró síntomas negativos de la esquizofrenia; sufrió episodios de epilepsia psicomotora, tal como se puede deducir de sus pérdidas de memoria, de sus alucinaciones, migrañas, miedos, ansiedad y trastornos del ritmo cardíaco; sufrió de saturnismo por intoxicación crónica de plomo; mostró síntomas de la enfermedad de Ménière: vértigos, mareos, náuseas, tinnitus; sufrió del síndrome de tener que sustituir a su hermano mayor fallecido e idealizado; tuvo relaciones de tipo simbiótico con su hermano Theo.

Muchos piensan que van Gogh era bipolar (maníaco-depresivo), por las oscilaciones que presentaba en su productividad artística y epistolar. Además, numerosos autores coinciden en que los individuos creativos y los pacientes bipolares tendrían rasgos de personalidad comunes, compartiendo el holismo, la universalidad, la irritabilidad, la originalidad y el esoterismo, mientras que en las crisis creativas ambos suelen experimentar ideofugalidad y alteraciones del sueño, entre otras variables, epilepsia o, incluso, sífilis.

La Asociación Psiquiátrica Estadounidense explica que la psicosis puede definirse como una "grave incapacidad para interpretar la realidad", y está relacionada con la esquizofrenia, los desórdenes bipolares e, incluso, la depresión.

Los investigadores aseguran que los relatos de Van Gogh en las cartas analizadas muestran episodios recurrentes de alucinaciones y delirio correspondientes a la psicosis.

El 29 de julio de 1890, Van Gogh murió de un disparo. La teoría más difundida es que el autor de "La Noche Estrellada" se suicidó. Probablemente abrumado por la soledad, la difícil situación que atravesaba su hermano Theo, cuyo hijo estaba muy enfermo y enfrentaba una mala situación económica, Van Gogh sale a caminar en dirección a los campos que retratara con singular maestría, disparándose un tiro en el pecho, muriendo tras 48 horas de agonía. Se despidió de Theo con la frase: “La miseria no terminará jamás”.

¿Qué evidencias forenses hay para relacionar a Van Gogh con esta arma? Y aunque las hubiera, ¿qué dice esto de quién apretó el gatillo? Esas son las dos grandes preguntas y yo no veo ninguna respuesta posible.

Y aunque las cartas reveladas por el museo Van Gogh no pongan un punto final a la discusión, permiten acercarse de manera más profunda a la mente de uno de los pintores más importantes del siglo XIX.

En esa misma época Friedrich Nietzsche afirmaba: “Siempre hay algo de demencia en el amor, pero también siempre hay algo de razón en la demencia”.


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