jueves, 25 de noviembre de 2021

Fobia Social / Ansiedad Social

Es normal sentirse nervioso en algunas situaciones sociales. Por ejemplo, tener una cita o dar una presentación pueden causar esa sensación de tener mariposas en el estómago. Pero en el trastorno de ansiedad social, también llamado «fobia social», las interacciones de todos los días causan muchísima ansiedad, inseguridad y vergüenza por miedo al escrutinio o la opinión de los demás.

En el trastorno de ansiedad social, el miedo y la ansiedad conducen a una abstención que puede alterar su vida. El estrés grave puede afectar tus relaciones, la rutina diaria, el trabajo, la escuela u otras actividades, puede ser una afección crónica de salud mental, pero aprender la capacidad de afrontar en psicoterapia y tomar medicamentos pueden ayudarte a ganar confianza y mejorar tu capacidad para interactuar con otros.

Síntomas

La timidez o incomodidad en ciertas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social, especialmente, en los niños. El nivel de comodidad en las situaciones sociales varía y depende de los rasgos de la personalidad del individuo y de sus experiencias de vida. Algunas personas son reservadas por naturaleza, y otras son más extrovertidas. A diferencia del nerviosismo diario, el trastorno de ansiedad social comprende miedo, ansiedad y evasión, que interfieren con la rutina diaria, el trabajo, la escuela u otras actividades. El trastorno de ansiedad social suele comenzar a principios o mediados de la adolescencia, aunque a veces puede empezar en niños más pequeños o en adultos.

Síntomas emocionales y conductuales

Los signos y síntomas del trastorno de ansiedad social comprenden la persistencia de lo siguiente:

  • Temor a situaciones donde podrías ser juzgado
  • Angustia por sentirte avergonzado o humillado
  • Temor intenso de interactuar o hablar con extraños
  • Temor a que los demás noten que estás ansioso
  • Temor a tener síntomas físicos que puedan causarte incomodidad, como sonrojarte, sudar, temblar o que te tiemble la voz
  • Dejar de hacer algunas actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado
  • Evitar situaciones donde puedas ser el centro de atención
  • Tener ansiedad en los momentos previos a enfrentar una situación o actividad que te da miedo
  • Miedo intenso o ansiedad durante las situaciones sociales

Después de una situación social, analizar tu desempeño e identificar fallas en tus interacciones. Esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social

En el caso de los niños, es posible que exterioricen la ansiedad al interactuar con adultos o pares a través de llantos, berrinches, aferrarse a los padres o negarse a hablar en situaciones sociales.

El trastorno de ansiedad social del tipo de desempeño se produce cuando se experimenta un miedo y una ansiedad intensos al hablar o actuar en público, pero no en otros tipos de situaciones sociales más generales.

Síntomas físicos

A veces, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:

  • Enrojecimiento
  • Latidos rápidos del corazón
  • Temblores
  • Sudoración
  • Malestar estomacal o náuseas
  • Dificultad para respirar
  • Mareos o aturdimiento
  • Sensación de que tu mente se quedó en blanco
  • Tensión muscular
  • Evitar situaciones sociales comunes

Las experiencias comunes y de todos los días que pueden ser difíciles de soportar cuando padeces un trastorno de ansiedad social son, por ejemplo:

  • Interactuar con personas desconocidas o extraños
  • Asistir a fiestas o reuniones sociales
  • Ir al trabajo o a la escuela
  • Iniciar la conversación
  • Hacer contacto visual
  • Tener citas
  • Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados
  • Devolver artículos a una tienda
  • Comer frente a los demás
  • Usar un baño público

Los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden cambiar con el tiempo. Pueden exacerbarse ante exigencias o situaciones de estrés. Aunque evitar situaciones que produzcan ansiedad puede hacerte sentir mejor a corto plazo, es probable que tu ansiedad continúe en el largo plazo si no recibes tratamiento.

Consulta con el médico o tu profesional de salud mental si temes o evitas situaciones sociales normales porque te causan incomodidad, angustia o pánico.

Causas

Como sucede con muchas otras enfermedades de salud mental, el trastorno de ansiedad social probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales. Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

  1. Atributos hereditarios. Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios. Sin embargo, no está completamente claro hasta qué punto pueden deberse a la genética o a conductas adquiridas.
  2. Estructura del cerebro. Una estructura del cerebro llamada «núcleo amigdalino» puede influir en el control de la respuesta ante el miedo. Las personas que tienen un núcleo amigdalino hiperactivo pueden tener una respuesta exacerbada ante el miedo, la cual causa un aumento de la ansiedad en situaciones sociales.
  3. El entorno. El trastorno de ansiedad social puede ser una conducta adquirida. Algunas personas pueden desarrollar esta afección después de una situación social desagradable o incómoda. Además, puede existir una relación entre el trastorno de ansiedad social y los padres que modelan un comportamiento ansioso en situaciones sociales y que son más controladores o protectores con sus hijos.

Factores de riesgo

Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastorno de ansiedad social, entre ellos:

  1. Antecedentes familiares. Si tus padres biológicos o hermanos tienen trastorno de ansiedad social, tienes más probabilidades de desarrollarlo.
  2. Experiencias negativas. Los niños que experimentan burlas, hostigamiento, rechazo, ridículo o humillación pueden ser más propensos a desarrollar trastorno de ansiedad social. Además, otros acontecimientos negativos de la vida, como los conflictos familiares, los traumas o los abusos, pueden estar asociados a este trastorno.
  3. Carácter. Los niños que son tímidos, retraídos, introvertidos o reservados al enfrentar situaciones o personas nuevas pueden tener un riesgo mayor.
  4. Nuevas exigencias sociales o laborales. Los síntomas del trastorno de ansiedad social suelen comenzar en la adolescencia, pero conocer a gente nueva, dar un discurso en público o hacer una presentación de trabajo importante puede desencadenar los síntomas por primera vez.
  5. Tener una apariencia o afección que llame la atención. Por ejemplo, la desfiguración facial, la tartamudez o los temblores debidos a la enfermedad de Parkinson pueden aumentar la sensación de inseguridad y provocar trastorno de ansiedad social en algunas personas.

Complicaciones

Si no se trata, el trastorno de ansiedad social puede controlar tu vida. La ansiedad puede interferir con el trabajo, la escuela, las relaciones o la capacidad para disfrutar la vida. Este trastorno puede provocar:

  • Baja autoestima
  • Problemas para ser asertivo
  • Diálogo interno negativo
  • Hipersensibilidad a las críticas
  • Habilidades sociales deficientes
  • Aislamiento y relaciones sociales difíciles
  • Logros académicos y profesionales deficientes
  • Abuso de sustancias, por ejemplo, beber demasiado alcohol
  • Suicidio o intentos de suicidio

Otros trastornos de ansiedad y algunos otros trastornos de salud mental, en particular el trastorno depresivo mayor y los problemas de abuso de sustancias, suelen acompañar al trastorno de ansiedad social.

Prevención

No hay forma de predecir qué hará que una persona padezca un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para disminuir la repercusión de los síntomas si eres ansioso:

  1. Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchas otras afecciones de salud mental, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.
  2. Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarte a ti y a tu profesional de salud mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.
  3. Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía. Asegúrate de dedicarle tiempo a hacer cosas que disfrutas.
  4. Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y de sustancias, e incluso de cafeína o nicotina, puede provocar o empeorar la ansiedad. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu proveedor de atención médica o busca un programa de tratamiento o un grupo de apoyo que te sirva.

martes, 23 de noviembre de 2021

Quiero ser Madre y No Puedo

La imposibilidad de ser madre es sin lugar a dudas, un dolor vital que solo quien lo ha sufrido puede comprender. Sabemos que actualmente las técnicas de fertilidad disponen de grandes avances, pero aun así, no siempre es efectivo, y no todos pueden permitirse este desembolso económico.

Tampoco podemos pasar por alto que el tema de la infertilidad, afecta también a los hombres, que el sufrimiento no tiene géneros, ni razas ni religiones, y que todos nosotros podemos vernos en esta misma situación. Porque ser padre, ser madre, es el mayor regalo que podemos darnos, un tesoro donde se contiene todo nuestro ser y nuestro amor, alguien a quien educar y guiar en cada paso hacia una adecuada felicidad y madurez personal.

¿Siempre has querido ser madre y ahora no puedes? ¿Cómo afecta a las mujeres no poder cumplir con un rol materno? Descubre los efectos psicológicos de este suceso.

¿Por qué sucede?

Ser madre puede ser una elección en la mayoría de los casos, pero en algunas ocasiones, existen mujeres que no pueden tener hijos/as debido a lo siguiente:

  1. Barreras biomédicas: Existen mujeres que no pueden quedarse embarazas debido a que son infértiles, es decir, médicamente no pueden debido a un problema en su salud físico o la edad.
  2. Por la situación: Otros casos son aquellas personas que no pueden ser madres debido a que no tienen los recursos financieros suficientes, o no están en pareja o tienen muchas exigencias profesionales que no se lo permiten.

Estos son los dos casos en que las mujeres pueden desear ser madres pero no pueden cumplir con el propósito de su maternidad. A pesar de ello, siempre se puede optar por adoptar (si realmente existen los recursos, la energía y se ve con fuerzas para ello).

¿Cuáles son las consecuencias de no poder ser madre?

Las mujeres que no pueden cumplir con el deseo de ser madres pueden experimentar algunos sentimientos negativos al respecto. Entre los problemas emocionales más comunes, encontramos los siguientes:

  • Sentimientos de culpa: Las personas que quieren ser madres y no pueden suelen experimentar mucha culpabilidad alrededor de una situación que realmente no pueden controlar.
  • Baja autoestima: No poder cumplir con la maternidad puede acabar afectando la autoestima de las mujeres que quieren ser mamás y no pueden cumplir con ello debido a factores psicológicos o situacionales.
  • Sentimientos de inferioridad: Las mujeres que están en esta situación pueden sentirse inferiores respecto a aquellas que sí han tenido esta oportunidad.
  • Ansiedad y depresión: El querer ser mamá y no poder puede llegar a afectar tanto a la mujer que esta puede experimentar trastornos de ansiedad y depresión debido a ello.
  • Problemas de pareja: En el caso de que la mujer esté dentro de una relación, el no poder ser mamá puede derivar en problemas dentro de la relación.
  • Efectos en las relaciones sexuales: La tristeza y la baja autoestima derivadas de esta situación también puede afectar las relaciones sexuales de la persona.

No cumplir con el sueño o la necesidad de ser madre puede afectar en muchos ámbitos a aquellas mujeres que se encuentran en esta situación. Si este es tu caso y crees que te está provocando problemas en tu día a día, quizá deberías acudir a un psicólogo/a profesional.

¿Cómo afrontar el ‘Quiero ser mamá y no puedo’?

Aunque sea una situación difícil de afrontar, la realidad es que en algunas ocasiones no puedes hacer nada para cambiar estas circunstancias. De este modo, para lidiar con los sentimientos negativos alrededor de no ser madre a pesar de que lo deseas, puedes seguir los siguientes consejos:

  • Busca apoyo: El dolor de no poder ser madre puede llegar a ser insoportable en algunos casos. Por ello, es vital saber que realmente no estás sola y que tienes a personas a tu lado que te pueden ayudar a lidiar con estos sentimientos. Confía en tus amigos/as y tus familiares para contarles cómo te sientes en estos momentos.
  • Comprende tu dolor: Al no poder ser madre es normal que te inunde un sentimiento de vacío similar a un duelo. Por lo tanto, es importante intentar comprender de dónde proviene este dolor y afrontarlo.
  • Permítete llorar: Si te sientes mal y deseas llorar debido a no poder ser madre, permítete desahogarte. No hacerlo puede acabar afectándote más.
  • Cuídate: En estos casos a veces lo esencial es afrontar el dolor por no ser mamá intentando cuidarte más por dentro y por fuera. Es decir, tomate tu tiempo para descansar, aprender sobre ti y lidiar con estos sentimientos.
  • Planea tu futuro: Una buena forma de poder pasar página ante estos sentimientos de dolor al no poder ser madre es intentar planificar un futuro que vaya acorde a tus propósitos en la vida. De esta forma, comprenderás que te puedes realizar a pesar de no cumplir con la maternidad.

A pesar de que sea triste, no todas las mujeres pueden llegar a ser madres. Ya sea por acontecimientos en la vida o debido a cuestiones biológicas, muchas mujeres no pueden ejercer el rol de mamás. En estos casos, es importante recordar que no todo debe girar alrededor de un tipo de familia, sino que pueden existir otras formas tanto de realizarse como de vivir una vida llena.

Nota: Si el anterior proceso de duelo no se cierra de modo adecuado y no logra asumirse la idea de que no podemos tener hijos, es muy posible que se derive en una depresión.

La sensación de “fracaso”, de que hay algo que se escapa de nuestras manos y que nos impide ser madres, nos envuelve en un estado de absoluta indefensión, donde esta baja autoestima puede conducirnos claramente a un estado depresivo.

¿Cómo podemos gestionar esta situación?

En primer lugar debes saber que no estás sola. Puede que tengas a tu pareja, en la cual habrás de apoyarte y a su vez, a quien tendrás que apoyar también. Juntos valoraréis la conveniencia o no de buscar otras opciones. Si soñabas con formar una familia monoparental, busca el apoyo de tu familia y tus amigos. Ellos te darán amor y apoyo, te guiarán también en otras posibles opciones si así lo quieres.

Es posible que nunca puedas vivir la experiencia del embarazo, y eso es algo que también vas a tener que asumir como probabilidad. Pero no por ello vas a quererte menos a ti misma, no porque tu cuerpo no te permita tener hijos vas a rechazarte, nunca caigas en estos pensamientos, Puedes disfrutar de la maternidad plenamente mediante la adopción, por ejemplo.

No obstante, si por las razones que sean no logras tener a tu lado a ese ser a quien cuidar, proteger y educar, no desperdicies esa necesidad por amar y ofrecer, hay muchas personas a tu alrededor que también te necesitan. Quiérete en toda tu plenitud, la imposibilidad de ser madre no debe ser un vacío en tu vida, puedes llenarlo de muchas otras formas. Busca tú los caminos y vive con felicidad.

 

Bibliografía

DePaulo, B (2021). The Psychology of Feeling Sad About Not Having Children. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/intl/blog/living-single/202106/the-psychology-feeling-sad-about-not-having-children

Vasquez, A (2020). 9 Ways to Handle Never Being a Parent, But Not By Choice. Cake. https://www.joincake.com/blog/coping-with-never-being-a-parent/