martes, 18 de abril de 2023

El Origen de la Locura de Nietzsche

La producción intelectual de Friedrich Nietzsche está muy vinculada a la enfermedad neurológica que padeció. Ahora, ¿Cuál fue el origen del desequilibrio mental de uno de los grandes pensadores del siglo XIX?

Durante años se han publicado artículos de investigación que han intentado dar con la clave de la enfermedad que padeció Friedrich Nietzsche. El gran filósofo y pensador de origen alemán murió a los 56 años, aquejado de síntomas para los que la medicina del momento fue incapaz de encontrar explicación. En este sentido, la causa de la locura de Nietzsche ha constituido un misterio de la historia médica reciente hasta hace poco.

El diagnóstico que recibió en su época fue similar al de muchos otros artistas aquejados de sífilis: la parálisis general por lúes, una forma de neurosífilis. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que el diagnóstico apropiado para el cuadro clínico (el conjunto de síntomas) que presentó el célebre pensador puede ser el de la demencia frontotemporal.

¿Qué síntomas caracterizaron la locura de Nietzsche?

El deterioro que Nietzsche sufrió fue progresivo y devastador. Todo comenzó con 24 años: un periodo de su vida en el que comenzó a dar clases de filología en la universidad. Al principio de su enfermedad, los síntomas consistieron en dolores de cabeza intensos y problemas relacionados con la visión del campo derecho.

Los síntomas de la enfermedad de Nietzsche fueron tan intensos que hicieron al filósofo abandonar su puesto como profesor y afincarse en Turín, Italia. Para Marcelo Miranda fue en Turín donde la alteración mental de Nietzsche se hizo inmanejable y, en consecuencia, necesitó ser internado en Basilea (y posteriormente en Jena).

Entre los síntomas de Nietzsche cabe resaltar:

Conductas de hiperoralidad, es decir, “utilizar mucho la boca para entrar en contacto con diversos objetos”. Las conductas que acompañan a la hiperoralidad son chupar, masticar, succionar, morder, etc.

  • Comportamiento extraño y negligente respecto al autocuidado corporal.
  • Hiperfagia o apetito voraz.
  • Ataques de ira.
  • Conductas agresivas.
  • Coprofagia, es decir, la ingesta de las propias heces.
  • Delirios megalomaníacos o de grandeza.
  • Cambios dramáticos de personalidad.

¿Qué es la demencia frontotemporal?

Existen investigaciones que avalan el hecho de que la locura de Nietzsche puede explicarse en la actualidad como una demencia frontotemporal.

Para la American Psychiatrich Association (APA), esta demencia se caracteriza por tener un comienzo insidioso y una progresión ni rápida ni lenta, sino gradual. Además, es necesario que se produzcan síntomas muy similares a los que se registraron en el caso de Nietzsche:

Cambios en la conducta, como la desinhibición, la apatía, la inercia, la ausencia de empatía o la existencia de obsesiones y compulsiones. A este respecto se incluirían aquí la hiperfagia y la hiperoralidad anteriormente mencionadas. También se producen cambios en la cognición social, es decir, “la forma en que procesamos la información del contexto interpersonal”, que queda intensamente alterada.

Cambios en el lenguaje que están relacionados con su recepción, procesamiento y expresión.

Para su diagnóstico, es necesario excluir otras posibles causas, como un ictus, una masa tumoral, una enfermedad tiroidea, además de otras enfermedades psiquiátricas que pudieran estar en juego.

Aunque si bien es cierto que la etiología de la demencia frontotemporal aún es desconocida, existen algunas consideraciones que expondremos a continuación.

Causas de la demencia frontotemporal

A pesar del desconocimiento causa-efecto que existe en la actualidad respecto a este tipo particular de demencia, se barajan diversas hipótesis, algunas con mayor acierto. Mediante procedimientos de neuroimagen se puede observar en estos pacientes cierta atrofia, es decir, “encogimiento” de ciertas áreas de la corteza, especialmente en la corteza temporal y frontal. 

“Es un tipo de demencia muy poco frecuente y heterogéneo con etiología generalmente desconocida (en el 50 % de casos no se sabe)”. 

Para la catedrática en psicopatología Amparo Belloch, se han identificado algunos genes que podrían estar implicados. En concreto:

  • El gen que codifica la proteína tau, situado en los cromosomas 3 y 17.
  • El gen relacionado con microtúbulos MAPT.
  • El gen relacionado con la granulina GRN (gen de progranulina).
  • El gen de la proteína contenedora de valosina C9ORF72.

En la demencia frontotemporal los síntomas suelen comenzar en la franja de edad comprendida entre los 40 y los 65 años, aunque pueden existir casos, como el de Nietzsche, en los que se den antes. Una vez que se manifiestan, la enfermedad suele provocar la muerte de la persona en 3 o 4 años tras recibir el diagnóstico.

Este tipo de demencia engloba aproximadamente a un 20 % del total de casos de demencia registrados. A este respecto, si en tu familia existen antecedentes de este tipo de demencia, es probable que te interese acudir a consulta para conocer los factores de riesgo que se han identificado y sobre los que sí puedes intervenir.


Fuente: La mente es maravillosa

lunes, 17 de abril de 2023

Codependecia Emocional

¿Qué es la codependencia emocional?

La codependencia emocional es una forma de relación en la que una persona se siente responsable de las emociones y necesidades de otra persona, y su propia identidad y bienestar emocional dependen en gran medida del otro. A menudo se da en relaciones de pareja, pero también puede ocurrir en otras relaciones familiares o de amistad.

¿Crees que tienes codependencia Emocional?

~ Síntomas más comunes son:

  • Baja autoestima.
  • Gastar toda tu energía en hacer cosas en función de la otra persona y la relación.
  • Necesidad de complacer a la otra persona siempre.
  • Temor a la soledad.
  • Falta de límites.
  • Dependencia.
  • Falta de amor propio.
  • Carecer del sentido de sí mismo.
  • Temor obsesivo a la pérdida.
  • Necesidad constante de controlar.
  • Sentimiento constante de la necesidad de hacerse cargo del otro.
  • Normalización de los comportamientos obsesivos.
  • Signos y otros síntomas de la codependencia:
  • Tendencia a pensar solo en el bienestar del otro, sin tener en cuenta sus propias necesidades.
  • Un sentido exagerado de responsabilidad por las acciones de otros.
  • Tendencia a confundir amor y lástima, por lo tanto a "amar" a personas a las que pueden sentir lástima y rescatar.
  • Tendencia a implicarse con individuos con problemas psicológicos o indisponibles en el plano emocional.
  • Tendencia a hacer más de lo que corresponde, todo el tiempo.
  • Tendencia a sentirse heridos cuando las personas no reconocen sus esfuerzos.
  • Una dependencia insana a las relaciones. El codependiente hará todo para permanecer en la relación, para evitar sentimiento de abandono.
  • Necesidad de aprobación y reconocimiento. Existencia que gira alrededor de las necesidades de su pareja y de su propia sed insaciable de amor, reconocimiento y aprobación.
  • Necesidad compulsiva de controlar a otros. Existe un intento de regular los sentimientos internos propios a través del control de personas, conductas y situaciones.
  • Falta de confianza en sí mismo o/y en otros.
  • Dificultad para identificar sentimientos.
  • Miedo de ser abandonados.
  • Rigidez y dificultad para ajustarse al cambio,
  • Problemas de intimidad y límites.
  • Enojo crónico.
  • Falta de confianza personal en toma de decisiones
  • Dependencia en otros y miedo al abandono
  • Tendencia a cuidar a "otros" o querer "componerlos"
  • Confusión y sentido de insuficiencia.
  • Hipersensibilidad a la crítica.
  • Rigidez y necesidad de control.
  • Búsqueda constante de aprobación y afirmación.
  • Creencia de que otros causan o son responsables de sus emociones y elecciones.
  • Aislamiento y miedo a las personas, resentimiento a figuras de autoridad.
  • Dificultad para disfrutar.
  • Etc...

Características de la codependencia emocional

La codependencia emocional se caracteriza por una serie de patrones de pensamiento y comportamiento que pueden ser perjudiciales tanto para el codependiente como para la otra persona. Algunos de estos patrones son:

  1. Dificultad para establecer límites saludables: Las personas codependientes pueden tener dificultad para decir “no” o para establecer límites claros en sus relaciones, lo que puede llevar a que sientan que están siempre disponibles para los demás y que sus propias necesidades y deseos quedan en segundo plano.
  2. Falta de identidad propia: Los codependientes pueden tener dificultad para encontrar su propia voz y para expresar sus propias opiniones y sentimientos. Pueden sentir que su identidad depende en gran medida de la aprobación y la satisfacción de la otra persona.
  3. Necesidad de control: Los codependientes pueden sentir una gran necesidad de controlar la situación y las emociones de la otra persona, lo que puede llevar a una falta de respeto por los límites de la otra persona y a una interferencia excesiva en sus decisiones y vida.
  4. Falta de autoestima: Los codependientes pueden tener una autoestima baja y sentirse inseguros y poco valiosos. Pueden sentir que su propio valor depende de cómo se sientan y actúen los demás hacia ellos.
  5. Relaciones disfuncionales: Los codependientes pueden encontrarse atrapados en relaciones tóxicas o disfuncionales, ya que pueden tener dificultad para ver los patrones negativos o para poner fin a relaciones que les hacen daño.

La codependencia emocional puede ser especialmente perjudicial para el bienestar emocional y la salud mental de la persona que la experimenta. Puede llevar a sentimientos de ansiedad, depresión y baja autoestima, y puede afectar negativamente la capacidad de la persona para establecer relaciones saludables y equilibradas.

¿Es lo mismo que la dependencia emocional?

La dependencia emocional y la codependencia emocional son patrones de pensamiento y comportamiento que pueden afectar a la forma en la que nos relacionamos con los demás. Aunque ambos términos se refieren a una necesidad excesiva de afecto y aprobación de otras personas, hay algunas diferencias clave entre ellos.

La dependencia emocional se refiere a una necesidad excesiva de afecto y apoyo emocional de otras personas. Una persona dependiente emocionalmente puede sentirse ansiosa o insegura sin la presencia de otra persona y puede tener dificultad para tomar decisiones por sí misma. La dependencia emocional puede ser una forma de adaptación a un entorno carente de afecto y apoyo emocional durante la infancia o a relaciones tóxicas del pasado.

Por otro lado, la codependencia emocional se refiere a un patrón de relación en el que una persona se siente responsable de la felicidad y el bienestar emocional de otra persona y su propia felicidad y bienestar dependen de la satisfacción de las necesidades de la otra persona. La codependencia emocional también puede estar condicionada por haber vivido una infancia con falta de afecto o por relaciones previas disfuncionales.

Ambas pueden ser difíciles de superar, pero es posible desarrollar una mayor independencia emocional y una mayor capacidad para establecer relaciones saludables.

¿Qué hago si tengo codependencia emocional?

Si sospechas que puedes estar experimentando codependencia emocional, es importante que tomes medidas para abordar este patrón de pensamiento y comportamiento. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para empezar a trabajar en tu codependencia:

  1. Se consciente de la situación: La codependencia es una forma de adicción emocional, y como tal, puede ser difícil de superar. Es importante que aceptes que necesitas ayuda para superarlo.
  2. Aprende a decir “no”: Una parte importante de superar la codependencia es aprender a establecer límites y decir “no” cuando alguien te pide algo que va en contra de tus propios valores o necesidades.
  3. Practica la autoafirmación: A menudo, la codependencia se basa en una falta de confianza en uno mismo y en una baja autoestima. Practicar la autoafirmación y el auto apoyo puede ayudarte a sentirte más seguro de ti mismo y menos dependiente de la aprobación de los demás.
  4. Encuentra actividades y relaciones saludables: A medida que trabajas en tu codependencia, es importante que busques actividades y relaciones que te hagan sentir bien contigo mismo y te ayuden a desarrollar una mayor independencia emocional.

Superar la codependencia lleva tiempo y esfuerzo, y es posible que necesites ayuda profesional para hacerlo. Si sientes que la codependencia está afectando a tu vida de manera negativa, no dudes en buscar ayuda.

Un terapeuta especializado en codependencia puede ayudarte a comprender las causas de tu codependencia y a desarrollar estrategias para superarla.