miércoles, 23 de diciembre de 2020

Gaslighting

 En el terreno de la violencia psicológica, lo sutil puede llegar a ser mucho más dañino que lo evidente.

Una forma de manipulación utilizada para hacer que la víctima dude de su propio criterio.

 ¿En qué consiste el Gaslighting?

"Gaslighting" es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.

¿Cómo saber si eres víctima de abuso emocional?

La particularidad de este tipo de abuso es que no existe violencia física. De hecho, el acosador suele ser particularmente cuidadoso y próximo para ganarse la confianza de la víctima.

  • Se cuestiona lo que piensa o lo que hace todo el tiempo.
  • Se siente confundida y desorientada. Impotencia por no recordar detalles.
  • Está nerviosa e incómoda cuando se encuentra con el acosador y no sabe concretamente por qué.
  • Se critica a sí misma por exagerar la situación, por ser demasiado sensible.
  • Se disculpa constantemente.
  • Es incapaz de tomar decisiones. No confía en su propio juicio, así que elige creer el del acusador.
  • Exculpa al acusador si alguien cercano lo critica o lo cuestiona.
  • Sentimiento de incapacidad. Intenta estar a la altura de las expectativas del otro, pero nunca lo consigue. Se siente menospreciada.
  • Miedo a expresar las propias emociones, por lo que tiende a callar.
  • Se siente culpable por no ser feliz como antes y por causar preocupaciones al acosador.
  • Piensa que está perdiendo la cabeza de forma irreversible.

 ¿Cómo actúa el abusador?

Este tipo de agresor se muestra como una persona cercana y encantadora con la víctima a la que suele alabar y le hace creer que la única persona que le entiende y cuida es el propio agresor. El abusador suele recurrir a la mentira y niega cosas que ha dicho o hecho, aunque existan pruebas para mantener su papel. En ocasiones puede tender a atacar las cosas que aprecia la víctima y a minimizar sus sentimientos.

La manipulación no se produce de un día para el otro. Existen ciertas fases para ir debilitando a la víctima:

  1. Desconfianza: en esta fase inicial la víctima aún cree en su propia percepción y creencias, y aunque le gustaría tener la aprobación del abusador, no genera un desequilibrio entre las partes.
  2. Defensa: la víctima empieza a sentir que debe protegerse y confronta con el acosador intentando justificar que se equivoca, se resiste y lo intenta rebatir. En esta fase se eternizan las discusiones sin llegar a conclusiones. La necesidad de aprobación aumenta.
  3. Depresión: la autoestima y la autonomía de la víctima en esta fase ya está muy afectada. Comienza a dudar de todo y teme cometer un error por miedo a la crítica. Intenta justificar que el abusador tiene razón, pensando que de esta manera conseguirá su amor y aprobación. Se siente hundida y desconectada.

Estas son 10 señales para saber si estamos siendo "Gaslighteados" (información recogida de psicóloga Robin Stern, autora del libro The gaslighting effect).

  1. Te cuestionas tus ideas o acciones constantemente.
  2. Te preguntas si eres demasiado sensible muchas veces al día.
  3. Siempre te estás disculpando: a tu padres, a la pareja, al jefe.
  4. Te preguntas por qué no eres feliz, si aparentemente están pasando tantas cosas buenas en tu vida.
  5. Constantemente ofreces excusas a tus familiares o amigos por el comportamiento de tu pareja.
  6. Te ves a ti mismo reteniendo u ocultando información para no tener que explicar o dar excusas a parejas o amigos.
  7. Empiezas a mentir para evitar que te cambien de realidad.
  8. Te cuesta tomar decisiones, incluso aquellas simples.
  9. Sientes que no puedes hacer nada bien.
  10. Te preguntas si estás siendo lo suficientemente buena hija/amiga/empleada/novio/a constantemente.

Consecuencias

Las principales consecuencias de la manipulación emocional sutil conocida como Gaslighting (hacer luz de gas) sobre las víctimas son varias, entre ellas destaca el malestar psicológico que le provoca, con un cuadro que puede ir desde ansiedad o estrés a un fuerte sentimiento de culpabilidad, que atormenta a la persona que sufre el Gaslighting y que en la mayoría de las ocasiones termina derivando en una depresión. Todo ello destruye su autoestima y hace que pierda confianza en sí misma.

Son pocas las veces en las que las propias víctimas son conscientes de su situación, es por ello que suelen ser las personas de su entorno las que dan la voz de alarma y en muchas ocasiones intentan que abran los ojos para acabar con esta tortura emocional, no obstante, el mundo de mentiras y manipulación que ha creado el verdugo suele ser muy consistente y no resulta fácil convencer a los afectados de que tomen las riendas de sus vidas.

¿Qué puedes hacer?

Por muy sutil que sea este tipo de manipulación, no estamos indefensos ante él. Existen maneras de afrontar este tipo de ataques, a no ser que ya exista un fuerte precedente de abusos y no podamos afrontar la situación manteniendo un mínimo de serenidad.

Para actuar ante casos de Gaslighting, puedes seguir estas pautas:

1. Confía en tu intuición

Si sientes que algo no está bien, ponle atención a eso y examina qué partes no cuadran. A la hora de analizar las propias vivencias, nuestra experiencia cuenta más que la del resto. Además, la comunicación no es un juego en el que hay que esforzarse por entender todo lo que dicen los demás. En una pareja, si no se ha comprendido un mensaje, la responsabilidad muchas veces es compartida (siempre que le hayamos prestado atención).

2. No busques la aprobación

Resiste la tentación de convencer al otro para obtener aprobación, en vez de eso puedes decir "Estamos en desacuerdo" o "Pensé en lo que me dijiste pero no lo siento verdad para mi" o "Escucho lo que dices, pero mi realidad es muy distinta a la tuya". Eres perfectamente libre de poner fin a una conversación. Esto solo es recomendable en casos de Gaslighting, ya que en cualquier otro contexto, como en una discusión en la que los argumentos de la otra persona son sólidos, puede convertirse en una excusa para no admitir que no tienes razón y, en definitiva, en una herramienta de la disonancia cognitiva.

3. Recuerda tu soberanía sobre los propios pensamientos

Recuerda que las emociones no son ni buenas ni malas, y nadie te puede decir si lo que sientes es cierto o no. Si tú dices "eso me hizo sentir criticado" o "me sentí triste por lo que hiciste" no lo estás sometiendo a debate. A fin de cuentas, si sientes que te humillan o te dañan psicológicamente, solo tú sientes eso; lo que experimentas no está sujeto a discusión. No te disculpes por sentir, lo que sí debes evitar es agredir, manipular o actuar de forma dañina.

4. Sé consciente de tus valores

¿Por qué valores quieres ser que te recuerden? Crea una lista de valores personales. Por ejemplo, "pasar tiempo de calidad con mis seres queridos", "cumplir las promesas", "ser generoso/compasivo", "decir la verdad ", "viajar", "tener la mente abierta", "mantener la espiritualidad". Eso te ayudará a mantenerte centrado y saber también qué valoras de los demás. De algún modo, los valores actúan como la columna vertebral de nuestro comportamiento. Pase lo que pase, lo que digan o hagan los demás o no nos debe obligar a ir en contra de ellos. El momento en el que alguien nos presione para violar estos principios básicos, sabremos que se nos está intentando manipular.

5. Mantén tus límites personales

Si alguien los traspasa, hazlo saber y plantea una consecuencia. Por ejemplo, si te gritan o abusan verbalmente de ti, puedes decir "no me siento cómodo con lo que dijiste, me parece una falta de respeto y no lo pienso dejar pasar". Mantente firme. Si se repite, hazlo saber de nuevo y dependiendo de la relación, busca un diálogo sincero en donde ambos se comprometan a no volverlo a hacer o aléjate. Si la persona no se hace responsable de sus faltas y continúa "gaslighteándote" pregúntate si deseas continuar la relación o la frecuencia de las visitas en caso de familiares o amigos. Trabajar la propia asertividad es indispensable para hacer valer los propios intereses con dignidad.

Conoce cómo terminar con esta relación tóxica.

  • Pon atención en las señales de alerta. Es importante coger a tiempo el problema.
  • Confía en tu propio criterio, en tus valores y en tus creencias.
  • Pon contexto: no se puede perder la cabeza sólo cuando estamos con una persona concreta y funcionar bien con el resto.
  • Mantén tus decisiones: no cambies de opinión sólo porque alguien te lo diga.
  • Respeta tus emociones: nadie te puede decir cómo te has de sentir. No te juzgues desde la perspectiva del otro, sino desde tus propios parámetros.
  • Cultiva tu asertividad.
  • Rodéate de personas que te hagan sentir bien, no mal. Comunícate.
  • Crea tus propios espacios. Dedica tiempo a tu evolución y a tu crecimiento personal.
  • No esperes la aprobación del acosador. No intentes llegar a acuerdos ni que se reconozca tu posición cuando haya manipulación de por medio, es una batalla perdida.
  • Cuestiónate la necesidad de mantener en tu vida al acosador. Busca alternativas.

Lo que debes saber

  1. La particularidad de este tipo de abuso es que no existe violencia física. De hecho, el acosador suele ser particularmente cuidadoso y próximo para ganarse la confianza de la víctima.
  2. El abusador intenta poner a su merced a la víctima mellando su confianza y sentido de realidad.
  3. La manipulación no se produce de un día para el otro. Existen ciertas fases para ir debilitando a la víctima: desconfianza, defensa y depresión.

Cómo romper con el Gaslighting y evitar sus efectos emocionales

Lo primero y más necesario es darse cuenta de estar sufriendo este tipo de abuso por parte de la pareja, padres o hijos o compañeros de trabajo, y en base a eso, apoyarse en amigos y familiares para liberarse y dejar atrás cuanto antes esa relación tóxica. Si no se consigue de forma tajante, la mejor opción es acudir a un profesional, como un psicoterapeuta, que sabrá cómo abordar el problema con las técnicas adecuadas.

En todo caso, para prevenir el gaslighting y sus consecuencias ten en cuenta estos consejos básicos:

  • Confía en ti y en tu memoria: nadie puede conocer tu realidad y tus sentimientos mejor que tú.
  • Evita perseguir la aprobación de los demás: respeta las opiniones pero ten la tuya propia, lo luches por hacer cambiar de opinión al resto de personas.
  • Rodéate de gente que te haga sentir bien: te ayudarán a ver la vida de otra forma y mejorarás tu estado de ánimo, dejando atrás los efectos negativos de la luz de gas.
  • No dejes que superen tus límites: no permitas que te griten o que te hagan sentir mal.
  • Aléjate de las personas tóxicas: no aportan nada bueno en tu vida y solo te hacen entrar en un bucle de desconcierto y sufrimiento. Por difícil que sea, mira las cosas desde un punto objetivo y toma las decisiones correctas.




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