domingo, 10 de julio de 2016

Bareback: A pelo y sin Riesgo?

El término inglés barebacking o bareback, generalmente traducido como sexo a pelo, se originó en la comunidad gay para describir actos sexuales sin preservativo, especialmente sexo anal. Sin embargo, el uso del término se ha expandido y ha terminado por abarcar cualquier tipo de acto sexual con penetración en la que no se use condón. Los practicantes del bareback sienten atracción y/o excitación en practicar sexo sin preservativo o condón. (El término proviene del mundo ecuestre, puesto que barebacking significa "montar en caballo sin silla" o simplemente "montar a pelo").
Socialmente cuestionado y condenado, el bareback, una práctica sexual entre hombres, quienes de manera deliberada no utilizan condones, también representa un dilema para la ciencia, la salud e incluso la bioética. La disponibilidad de los medicamentos, la necesidad de transgresión o la búsqueda primordial del placer son factores que han alimentado esta práctica alrededor del mundo.

El sexo desprotegido –rechazo admitido o no del uso del condón en cada contacto sexual– ha dejado de ser un episodio ocasional, un tropiezo o accidente. En algunos casos, se ha vuelto una práctica deliberada, incluso organizada, que ha generado una subcultura específica, la de aquellas personas que tienen sexo sin la barrera protectora del condón, una práctica común en nuestros días.

Tener sexo bajo riesgo a sabiendas de una posible infección de VIH, o siendo más radicales, incluso buscándola al relacionarse con un compañero seropositivo (bug chasing), conlleva a plantear un sinfín de preguntas sobre dicha conducta.

¿Qué lleva a las personas a iniciarse en este tipo de juegos?

Los motivos pueden ser variados, hay quienes lo hacen por el morbo y la excitación por el peligro que supone, otros para acceder a ayudas sociales e incluso alguno por tener una razón para morir.
Sea como fuere, son personas que necesitan ayuda psicológica para aprender a manejar mejor su vida y sus emociones, buscando alternativas positivas y sanas y aprendiendo a reconocer los comportamientos sexuales que realzan la vida y los que son perjudiciales para uno mismo y los demás. Funciona como una ruleta rusa en la que vas teniendo relaciones sexuales con las personas implicadas y uno o varios de esos miembros que participan tienen el VIH/SIDA. Es posible que no tengas relaciones sexuales directas con la persona infectada, sin embargo, si tienes relaciones sexuales con otra persona que sí las ha tenido con ésta, el contagio se produce igualmente.

Prevención: Utilizar el preservativo es abogar por tu salud sexual

La propuesta científica para prevenir nuevas infecciones en este sector de la población radica en el tratamiento profiláctico pre exposición (PrEP), es decir, la toma de medicamentos antirretrovirales antes de un encuentro sexual de riesgo a fin de evitar una infección de VIH.  Aunque se conciben a la PrEP como una herramienta que ofrece protección contra el VIH pero que también permite tomar más riesgos sexuales, además de no eliminar totalmente el riesgo de infecciones y no ser tan accesible como el condón. Sin embargo, es difícil que con un sistema de salud como el mexicano se llegue a implementar una estrategia de prevención que podría resultar costosa.

Consideraciones 

En una relación sexual de riesgo, sin intención deliberada de transmitir el virus, impera, sin embargo, una lógica de auto engaño compartido. En realidad, la conducta no es tan anómala o infrecuente como pudiera pensarse, pues la gran mayoría de la población practica el bareback al no sentirse realmente en riesgo epidemiológico y dicha práctica sólo se estigmatiza cuando surge en una comunidad gay considerada de alto riesgo. Casi nadie imagina hoy que la vieja máxima del sexo seguro (‘Use condón en cada ocasión’) deba aplicarse en su caso personal y sí para toda aquella persona cuyo placer parezca menos significativo o legítimo que el propio. El sexo sin condón se ve así a menudo como un privilegio de los normativamente emparejados en esta era del sida. El derecho al bareback parece sólo acompañarse de la monogamia.  

Cabe mencionar que es distinto al hecho de no usar el condón por descuido, negligencia o porque “la pasión gana”. Ya que en una relación estable el no usar preservativo es una conducta que permite un acercamiento afectivo con la compañera(o) y expresa confianza mutua.

Sin embargo, el bareback constituye un riesgo para la continuidad de las infecciones por VIH y un reto para las campañas en salud que deberían incorporar las especificidades sociales y culturales de las comunidades implicadas. Sus detractores afirman que la fidelidad mutua, a pesar de los pactos, muchas veces no se cumple y termina siendo una fantasía, que también constituye un vínculo emocional el deseo de proteger a la pareja usando condón. Que uno puede desarrollar sentido de pertenencia a grupos y comunidades más seguras para la salud propia y la de los demás y que el deseo de ser o convertir a VIH+ constituye un desajuste psicológico. Ej: Si se asume como estilo de vida, puede estar asociado al consumo de drogas /alcohol que desinhiben y a una negativa rotunda de saber sobre las formas de prevenir la infección por VIH.

Algunas personas "plantean o creen que tiene cierta lógica" que después de vivir aterrorizados veinte años por la enfermedad, la gente se haya relajado en sus costumbres. Además ha desaparecido la sensación de peligro y es que el SIDA ya no se vincula necesariamente con la muerte. Médicos y expertos ya la consideran casi como una enfermedad crónica gracias a los avances en los fármacos y en los tratamientos individualizados. Desafortunadamente, en un alto porcentaje siguen muriendo personas gay o no gay a causa del VIH/SIDA. 

Problemática que toca de cerca a la prevención del Sida, que nos interesa profundizar como psicólogos clínicos...

Nota: Serosorting es escoger a las parejas sexuales por el estatus respecto al VIH (positivo o negativo), el cual se determina a partir de la propia evaluación que la persona hace sobre la apariencia física de su posible pareja, por lo que le han dicho de ella otras personas y en la generalidad de los casos preguntando directamente sobre el estado serológico. De esta forma, quienes tienen VIH sólo tienen relaciones sexuales con quienes comparten su misma condición de salud y los que no lo tienen con otras personas seronegativas.