Los
manipuladores emocionales suelen ser como lobos con piel de cordero. Utilizan
estrategias de chantaje emocional con las que consiguen poner a los demás a su
disposición.
Les
caracteriza una baja tolerancia a la
frustración. Cada vez que experimentan
situaciones que consideran que les frustran o ponen en entredicho su posición o
poder reaccionan con rabia, se ponen alerta y atacan desde la intolerancia, la
crítica destructiva o incluso la agresividad física y verbal si se sienten
amenazados.
Nunca
tendrá suficiente: El manipulador siempre pide, y exprime sin límite. El manipulador satisface su propio ego a
través de la manipulación de su víctima, sentir que tiene al otro a su
disposición o doblegarlo le hace sentir
poderoso. Utiliza a los demás para lograr sus fines cada vez que puede, a menos
que la persona ponga fin a esa explotación. Un manipulador no suele dejar libre
a sus presas, sino que intenta exprimirlas al máximo pidiendo sacrificios cada
vez mayores.
Estrategias
del Manipulador
Hay
muchas formas de manipular a los demás, puede ser mediante una estrategia
agresiva, bien sea activa o pasiva, o también de una forma más sutil. La
manipulación más auténtica es aquella que se hace sin que se note, cuando se
consigue motivar a la otra persona para que se comporte de la forma que al
manipulador interesa, saliendo de ella misma. La agresividad entra más dentro
del terreno del chantaje emocional.
- Agresión
pasiva: chantaje emocional, victimismo. Suelen asumir un papel de víctima, y
sus comportamientos van encaminados a generar culpa en la otra parte. Algunas
de las formas más usuales de culpabilización son las siguientes:
- Culpar
de forma directa: “Por tu culpa me siento así”.
- Culpar
a terceras personas. Pero utilizan un mecanismo por el cual el receptor del
mensaje analiza su comportamiento y “descubre” que en algún momento él también
hizo algo parecido, así que acaba sintiéndose mal.
- Señalan
a los demás como responsables de su infelicidad futura. Si no haces algo (que
normalmente suele ir en contra de los propios deseos, principios, obligaciones
o valores ) se va a incrementar el grado de sufrimiento en la vida del
manipulador, y tú serás el único culpable. «Si no me ayudas con esto no
conseguiré entregarlo a tiempo y me despedirán..», «Si me quisieras harías tal
o cual cosa»
- Resaltan
lo mucho que se sacrifican por el otro. Suelen tener una agenda escondida donde
anotan todo lo que han hecho por ti y por los demás y en cuanto se plantea la
ocasión te lo recuerdan. “Parece mentira que te quejes de que no te llamé por
tu cumpleaños cuando llevo toda la
semana sacrificándome por ti «, «Es increíble que me pidas que te ayude con esto,
cuando sabes que he estado cuidando a nuestro hijo enfermo todo el día «
- Ignorar.
Es una forma muy cruel de maltrato psíquico a pesar de su carácter pasivo. Si
no te dirige la palabra ni la mirada una persona a la que quieres, o con la que
tienes un cierto tipo de relación suele sentirse un profundo malestar. Los
seres humanos somos muy sensibles al rechazo y una expresión directa nos
revuelve por dentro. Se repliegan en sí mismos por completo y ni siquiera te
miran, mientras se muestran incluso más amables con el resto de las personas,
te dicen lo imprescindible o menos aún que eso, y si intentas conversar con
ellos y aclarar lo que ha sucedido o exponer tu punto de vista te responden, si
tienen a bien hacerlo, «déjame en paz», si nos enfadamos paradójicamente
adoptan el papel de víctimas ofendiéndose por nuestro enfado.
- Victimismo:
Para estas personas, los demás siempre tienen la culpa, a ellos siempre les
pasa lo peor y se aprovechan de ellos, se describen como pobres víctimas
humilladas y maltratadas. Con este discurso, despiertan tu sentimiento de culpa
y te manipulan.
- Agresión
activa: maltrato, acoso moral. El arma fundamental de los agresores activos es
la violencia física o verbal. Gritan, culpabilizan, culpan siempre a los demás,
y amenazan, aunque en contadas ocasiones cumplen su aviso. Se sirven siempre de
amenazas y enfados. Cuando uno está con
ellos siente miedo.
- La
Crítica destructiva: Cuando alguien que nos importa realiza una crítica
negativa, podemos tender a pensar que puede ser cierto, y que somos unos
miserables, unos aprovechados, o unos incompetentes. De esta forma, también se
induce culpa.
- Hacer
juicios sobre tu valía de forma inespecífica. Es una crítica directa, en la que
pueden emitir un mensaje del tipo «me has defraudado» pero sin decirte por qué.
- Atribuir
una etiqueta negativa. Algunos ejemplos típicos son «estás loca y no hay quien
te entienda», «eres un machista», «Eres
un egoísta»
Tipos
de Manipuladores
A veces un manipulador puede utilizar varios
de estos estilos en diferentes momentos:
- La
víctima. Se trata de un tipo de chantaje emocional bastante común en el que el
manipulador asume el papel de víctima y te adjudica el rol del verdugo. Para
estas personas los demás siempre tienen la culpa, ellos son pobres víctimas por
ser demasiado buenos. Con este discurso despiertan la culpa en el otro.
- El
dependiente. Este manipulador se coloca una máscara de persona débil que
necesita ayuda y depende de los demás. Sin embargo, detrás de esa apariencia de
cordero realmente se esconde un lobo que manipula los sentimientos haciéndote sentir
responsable. Como si su felicidad dependiese completamente de tí y de cómo te
comportes con él.
- El
agresivo. En este caso la estrategia de
manipulación es la agresión activa: se
encargan de demostrarte que son los más fuertes, de tal forma que tu
personalidad se diluye pues consiguen que acabes cediendo para evitar las
peleas.
- El
interpretador. Son maquiavélicos y pasivo-agresivos. Al principio parece estar
de tu parte, pero utilizará continuamente tus palabras contra ti. Son expertos
en manipular la información y ponerla a su favor, suelen encontrar y atribuir
intenciones ocultas en los mensajes y actos, así generan un sentimiento de
culpa por algo que nunca has dicho o hecho.
- El
sarcástico. Son agresivos pero de forma indirecta, con comentarios sarcásticos,
las críticas veladas y las humillaciones. De esta forma demuestran su
superioridad, te denigran y logran manipularte a su antojo.
- El
proyector. Son orgullosos, sólo ellos son perfectos y los demás son ignorantes
o llenos de defectos. Cada vez que tienen oportunidad te hacen notar que te has
equivocado o que no has cumplido con sus «parámetros de calidad», generando así
una gran inseguridad y falta de confianza. (Mientras ellos alimentan su ego.)
¿Cómo
enfrentarse a un Manipulador emocional?
¿Sospechas
que estás siendo víctima de manipulación emocional? Pregúntate:
- ¿Me
siento culpable y/o inferior?
- ¿Me
he dejado a un lado a mí mismo en esta relación?
- ¿Me
siento tratado con respeto?
- ¿Siento
que tienen en cuenta mis necesidades e intereses?
- ¿Las
expectativas y demandas de esta persona son razonables?
- ¿Se
trata de una relación equilibrada en la que los dos dan y reciben, o en la que
sólo uno da y el otro no entrega nada o muy poco a cambio?
- ¿Me
siento bien conmigo mismo en esta relación?
- Me
siento «Yo mismo» en esta relación? ¿o estoy incómodo, pretendiendo hacer lo
que se espera de mí?
* El
cómo te sientas te dará pistas sobre el tipo de relación y su equilibrio.
El
primer paso para hacerle frente a un manipulador es ser consciente de que tus
derechos están siendo violados y re-equilibrar la balanza. Defender tus derechos
de manera firme pero sin hacer daño a los demás.
Recuerda
que:
- Tienes
derecho a ser tratado con respeto y dignidad
- Tienes
derecho de expresar tus opiniones, sentimientos
y deseos.
- Tienes
derecho a establecer tus propias prioridades.
- Tienes
derecho a decir «no» sin sentirte culpable.
- Tienes
derecho a protegerte ante amenazas físicas, mentales o emocionales.
Frente
a un manipulador, es inútil en estos casos intentar cambiar a la otra persona,
o desgastarte para hacer que entre en razón: eres tú quien tendrás que cambiar
forma de comunicarte con el manipulador, detectar sus trampas y no entrar en
ellas. Es importante desarrollar tu asertividad y poner límites. Aprender a
decir que no y a no anteponer las necesidades de otros a las tuyas.
Ante
los intentos de manipulación puedes
intentar aclarar sus intenciones utilizando la técnica de la pregunta
asertiva, Por ejemplo:
- Según
tú, ¿Qué tendría que responder?
- ¿Me
lo estás pidiendo o solo me lo estás comentando?
- ¿Puedes
aclararme un poco mejor por qué crees esto?
Puedes
utilizar diferentes técnicas para afrontar discusiones con los manipuladores:
en éste artículo puedes ampliar información al respecto.
Para
enfrentarte al manipulador tus herramientas pueden ser:
- Recordar tus derechos y fortalecer tu autoconfianza.
- Técnicas
de comunicación asertiva.
- Poner
límites y mantenerte firme.
Si
los intentos de comunicación asertiva y poner límites no funcionan, es probable
que incluso debas alejarte definitivamente de esa persona, y ayudarle a que busque ayuda profesional.
Fuente: Psicología Estratégica