jueves, 16 de julio de 2015

Pánico Escénico

Es el estado inhibitorio que reduce la efectividad comunicacional e impide el despliegue de las capacidades expresivas potenciales de los afectados. Una respuesta psicofísica del organismo, generalmente intensa, que surge como consecuencia de pensamientos anticipatorios catastróficos sobre la situación real o imaginaria de hablar en público.
Y ahí es donde radica la importancia del miedo escénico: En la anticipación. Es decir, en la interpretación que hacemos de la realidad antes de exponernos a ellos, creando así una angustia y ansiedad que nos impide enfrentarnos a la situación.

Hasta el actor con más confianza puede sufrir miedo escénico. Si preguntaras a muchos  oradores con experiencia,  te confesarían que en sus comienzos  ellos también tuvieron pánico escénico, pero con preparación y tiempo lo superaron.

Cuando tienes que hablar en público, ¿se te seca la boca, tienes una fuerte opresión en el estómago, te tiemblan las manos y crees haber olvidado todo lo que te habías preparado para decir?. Sigue estos sencillos y esenciales pasos ante una presentación o actuación:

1.- Relaja tu cuerpo. Para superar el miedo escénico, hay unas cuantas cosas que puedes hacer para relajar tu cuerpo antes de subir al escenario. Relajar la tensión corporal puede ayudarte a estabilizar tu voz y calmar tu mente antes de tu actuación.
  • Canturrea en voz baja para regular tu voz.
  • Come un plátano antes de actuar. Esto rebajará esa sensación de vacío o nauseas en tu estómago, a la vez que no te hará sentir muy lleno.
  • Mastica chicle. Masca un chicle un rato para reducir la tensión en tu mandíbula. No mastiques el chicle por mucho rato o con el estómago vacío si no quieres sentir malestar en tu sistema digestivo.
  • Realiza estiramientos. Estirar tus brazos, piernas, espalda y hombros es otra forma de reducir la tensión corporal.
2.- Visualiza el éxito. Antes de entrar en escena, imagínate después de terminar la representación. Imagina una ovación cerrada, visualiza las sonrisas en los rostros del público, y escucha el sonido de las voces de tus compañeros de reparto y del director diciéndote que has hecho un trabajo espléndido. 
  • Cuanto más te concentres en visualizar el mejor resultado posible en lugar de preocuparte por el peor de los casos, más fácil será que lo logres. Imagínate a ti mismo realizando una actuación soberbia desde el punto de vista del público.
  • Comienza pronto. Empieza a visualizar el éxito desde el preciso instante en que te den el papel. Ten el hábito de imaginarte que harás un trabajo excelente.
  • Conforme se acerque el día del estreno, puedes trabajar más intensamente en la visualización del éxito. Cada noche antes de dormir y cada mañana al despertarte, imagina el estupendo trabajo que harás.
3.- Medita. En la mañana previa a tu actuación, o incluso una hora antes de ella, tómate entre 15 y 20 minutos para meditar. Busca un lugar relativamente silencioso donde puedas sentarte confortablemente en el suelo. Cierra tus ojos y concéntrate en tu respiración mientras relajas cada parte de tu cuerpo.
  • Aprende técnicas de relajación y respiración abdominal. Así conseguirás reducir tus niveles de ansiedad a un punto muy bajo y controlable.
  • Descansa tus manos en tu regazo y pliega las piernas.
  • Trata de llegar al punto en que no pienses en nada que no sea una parte de tu cuerpo a la vez (sobre todo no pienses en tu actuación).
3.- Practica tanto como puedas. La práctica es la clave; cuanto más ensayes, más confianza sentirás. Practica frente a tu familia, amigos, animales disecados, o sillas vacías para acostumbrarte a actuar frente al público. Si lo dejas todo en manos de la suerte y la improvisación, irás con mucha más inseguridad y serán factores de estrés y ansiedad que sumarás a tu ya anticipada ansiedad.
  • Parte del miedo a actuar viene de pensar que olvidarás tus líneas y no sabrás qué hacer. La mejor forma de evitar que eso suceda es familiarizarse con tus líneas tanto como puedas.
4.- Evitemos aprendernos de memoria el tema. Si nos hemos preparado adecuadamente tendremos las ideas y los conceptos claros en la mente, por lo tanto, expliquémoslos con nuestras propias palabras.
  • Se recomienda utilizar historias y anécdotas relacionadas con tu discurso, que ayuden al público a recordar los puntos básicos que estás tratando. Una narración ilustrada es mucho más fácil de seguir, y resulta más memorable.
5.- Fija un “punto y final” a tu ansiedad. En el día de tu actuación, repite en tu cabeza que puedes sentirte nervioso por cierto período de tiempo, pero pasada cierta hora (digamos a las 3 p. m.) toda la ansiedad se irá por la puerta. Si te fijas esta meta y te lo prometes a ti mismo, será mucho más fácil que suceda.

6.- Observa tu propia actuación. Gana confianza en ti mismo recitando tus líneas frente a un espejo. En consulta se utiliza que se llama Desensibilización Sistemática (DS), que consiste en afrontar gradualmente el miedo o fobia que se padece. Es decir, en este caso afrontar primero un discurso o actuación delante del espejo, posteriormente delante de algunos familiares, más adelante algunos conocidos, luego desconocidos, y finalmente graduar dentro de un auditorio o clase vacío, para ir añadiendo público paulatinamente.
  • Incluso puedes grabar tu actuación para ver lo bien que lo haces, y buscar aspectos en que puedas mejorar. Si sigues grabándote u observándote hasta que lo claves, seguro que vas a triunfar en el escenario.
  • Ser capaz de mirarte a ti mismo actuando te ayudará a conquistar tu miedo a lo desconocido. Si sabes exactamente cómo te ves, te sentirás más cómodo en escena.
  • Observa tus peculiaridades y mira cómo mueves tus manos cuando hablas.
  • Nota: es posible que esto no le funcione a todo el mundo. Este truco puede hacer que algunas personas se sientan más cohibidas y preocupadas por cada movimiento de su cuerpo. Si te das cuenta que observarte a ti mismo te pone aún más nervioso, entonces evita esta táctica.
7.- Haz algo de ejercicio y Ríete tanto como puedas.

8.- Llega temprano. Preséntate en el lugar de la actuación antes de que llegue cualquier espectador. Sentirás mayor control si la sala está vacía cuando llegues que si ya está repleta de gente. Presentarte más temprano también relajará tus nervios y te sentirás menos apremiado y en paz.

9.- Habla con algunos espectadores. Algunos actores les gusta sentarse entre el público y empezar a charlar con los espectadores para sentirse más cómodos. Así podrás ver que los espectadores son gente normal como tú, y te ayudará a equilibrar tus expectativas. También puedes simplemente sentarte en el auditorio mientras se llena un poco, sin decir a nadie quién eres (esto solo funciona si no estás disfrazado, por supuesto).

10.- Piensa positivamente. Concéntrate en todo lo que puede salir muy bien, en lugar de en todo lo que puede salir mal. Combate cada pensamiento negativo con cinco positivos. 
  • Mantén en tu bolsillo una tarjeta con frases motivadoras, o haz lo que sea necesario para concentrarte en todos los beneficios que te proporcionará la actuación, en lugar de darle vueltas a todo el miedo y la ansiedad que puedas sentir. “La gente no va a ir a verte sufrir. Ese no es su objetivo. Van a disfrutar con lo que haces”.
11.- Demuestra falsa confianza. Aunque tus manos tiemblen y tu corazón esté a punto de explotar, actúa como la persona más fría del mundo. Camina con la cabeza alta y una enorme sonrisa, y no le digas a nadie lo nervioso que estás. Mantén esa postura cuando subas al escenario y empezarás a sentirte realmente confiado.
  • Se recomienda que lleves algo entre las manos. Un bolígrafo, un puntero, las gafas o el mando para pasar las diapositivas. Te dará la sensación de que te estás amarrando a algo, e impide que cruces los brazos o las guardes en los bolsillos.
12.- Aprende a improvisar. La improvisación es una habilidad que todo buen actor debe dominar. Improvisar te ayudará a prepararte para cualquier situación inesperada en el escenario.

13.- Mueve tu cuerpo. Permanecer activo antes y durante la actuación te ayudará a relajar la tensión y a mantener el interés del público. 
  • Si no paras de moverte por los nervios, solo lograrás crear más tensión y tu audiencia notará que no estás cómodo.
14.- Imagina a tu persona favorita en la audiencia. En cada asiento del auditorio se sentó un clon de tu persona favorita. Esta persona te quiere, te escucha y te da el visto bueno en todo lo que dices o haces. Esta persona se reirá en los momentos precisos, te animará y te aplaudirá al final de la actuación.

15.- Hazlo interesante. Puede sonar obvio, pero probablemente una de las razones de tu miedo escénico sea que te preocupe que todos piensen que eres aburrido. Bueno, es posible que te preocupe ser aburrido porque tu material sea aburrido. Incluso si estás presentando un tema muy soso, piensa en maneras de hacerlo más accesible y atrayente. Estarás menos preocupado por tu presentación si sabes que el contenido es atractivo. (presentación o discurso).

16.- Habla más despacio y con contundencia. La mayoría de los oradores públicos manifiestan su miedo escénico hablando demasiado deprisa. Es posible que hables rápido porque desees que el discurso se acabe antes de ese modo, pero en realidad solo lograrás que se te haga más difícil articular tus ideas y llegar a tu audiencia. 
  • La mayoría de las personas que hablan demasiado deprisa no se dan ni cuenta de que lo están haciendo, así que recuerda pausar por un segundo después de cada nueva idea, y dale un respiro al público para que reaccione ante las declaraciones importantes.
  • Hablar más despacio te hará menos propenso a equivocarte de palabras. También te ayudará a transmitir mejor las ideas clave del discurso.
17.- Pregunta cómo lo hiciste. Si realmente quieres mejorar con tu miedo escénico, debes preguntar a alguien del público cómo lo hiciste, pidiendo opiniones después de tu presentación, haciendo una encuesta, o preguntando a tus colegas para que te den su sincera opinión. Saber que lo hiciste bien fomentará tu confianza, y saber en qué puedes mejorar te hará sentir más confiado la próxima vez que subas al estrado.

18.- A no ser que tengas que vestir caracterizado, asegúrate de que tu vestuario te haga sentir lo más cómodo y relajado posible. No querrás estar muy preocupado por tu apariencia sobre el escenario. A demás, viste con ropa que no sea muy reveladora ni descuidada para tu actuación.

19.- No comas mucho antes de tu actuación o sentirás nauseas. También rebajará tu energía. Guarda la comida para después de la actuación.

20.- Bebe jugo cítrico y evita la cafeína. Beber un zumo de cítricos media hora antes de tu actuación puede rebajar tu presión arterial y calmar tu ansiedad.  Es posible que pienses que la cafeína te hará actuar con más energía, pero de hecho te hará sentir más nervioso e inquieto.

Conclusión: Al final y paradójicamente, he descubierto que la manera de hacer desaparecer lo que antes consideraba como un problema consiste en aceptar que ese miedo forma parte de uno y actuar con naturalidad en base a este hecho. Y no, no he conseguido librarme de la tensión previa a las presentaciones ni de las dudas sobre si lo haré bien o no, pero al menos he comenzado a disfrutar cada vez que me enfrento a una audiencia y supongo que eso se deja notar en la calidad de la presentación.

Recuerda, ¡el público no te comerá! Así que relájate y diviértete. Actuar “es” algo serio, pero aun así puedes pasarlo bien.


Si eres músico y tienes pánico escénico te comparto este link sobre un artículo referente a esto: http://www.csmcordoba.com/revista-musicalia/musicalia-numero-2/212-el-miedo-escenico