martes, 4 de junio de 2013

Niños con Problemas de Conducta

La desobediencia, las rabietas, el negativismo, etc..constituyen parte de los trastornos de conducta más habituales durante la infancia. Estos problemas pueden resultar muy perturbadores para los padres dado que suelen suponer un desafío a su autoridad y control, llegándose a establecer un vínculo relacional coercitivo con los hijos. Estos problemas, lamentablemente, parecen ir al alza, incrementándose su magnitud, frecuencia y lo que es más significativo: la edad de inicio cada vez es más temprana.
Poner límites a los niños y pasar el tiempo suficiente a su lado son algunas de las claves para rectificar los problemas de conducta infantiles.

Los niños con problemas de conducta suelen mostrarse desobedientes. No es extraño que, asimismo, insulten, se hayan acostumbrado a mentir a quienes les rodean, se enrabieten con facilidad e, incluso, lleguen a mostrarse agresivos cuando se les lleva la contraria. Corregir a un niño con un trastorno de comportamiento, sin embargo, es posible. Y cuanto antes se empiece, más posibilidades de éxito se tendrán.

Los problemas de conducta en el niño

Un niño con problemas de conducta, que desobedece de forma habitual a sus progenitores, que grita y se enfada con frecuencia o que, incluso, experimenta brotes de agresividad cuando se le lleva la contraria precisa la ayuda de sus padres y docentes para superar su trastorno de comportamiento.

"Poner límites a las demandas del niño es esencial para establecer unos hábitos de conducta adecuados".

En el desarrollo evolutivo del pequeño es normal que, en ocasiones, se detecten estas conductas agresivas, desafiantes, de oposición o desobedientes. Las pautas educativas habituales logran, en general, erradicar estos comportamientos. Sin embargo, en algunos niños, estas actitudes son perseverantes en el tiempo y se incrementa su frecuencia y magnitud a medida que el infante crece.

Una intervención temprana de sus progenitores, así como la ayuda de psicólogos infantiles en los casos más graves, pueden ayudar a prevenir que un problema de conducta infantil evolucione hacia trastornos más graves en la adolescencia.

Lograr en el niño un comportamiento adecuado: ¿cómo se hace?
Las investigaciones y estudios sobre comportamiento infantil suelen coincidir a la hora de señalar la forma de crear en el niño unas conductas adecuadas. Mantener un buen vínculo afectivo con los progenitores fomenta procederes correctos en el pequeño. Dedicar tiempo suficiente a estar juntos en edades tempranas, jugar con ellos, prestar atención a sus actuaciones y ejercer el control sobre ellas cuando sea necesario son algunas de las pautas para corregir los problemas de conducta en el niño.
Es fundamental, asimismo, poner límites a sus demandas desde muy pequeños y mantenerse firme en ellos. Esta práctica es una de las mejores formas de establecer unos hábitos de conducta adecuados, que el niño utilizará como referente en su comportamiento posterior.
Tan importante es prestar atención al niño cuando se comporta bien como retirársela ante una actitud negativa
En distintos manuales de pedagogía  para padres sobre conducta infantil, precisa que "establecer límites es concretar qué se espera del niño y qué no". En caso de que estas fronteras se traspasen, advierto: "hay que adoptar medidas".
La atención que un niño recibe de los adultos juega un papel primordial en el control de la conducta de los pequeños. Tan importante es prestarle la suficiente atención cuando se comporta de forma adecuada, y halagarle por ello, como retirársela cuando el comportamiento sea negativo.
El comportamiento inadecuado de los niños se desarrolla con frecuencia "para llamar la atención de los padres, ya que comprueban que hay una desproporción entre la forma de actuar de ellos cuando se portan mal y cuando se portan bien". Si las actuaciones inadecuadas son las únicas que atienden los progenitores, el pequeño, ante la necesidad de atención, reforzará estas en detrimento de las buenas conductas.
Pasos para corregir los problemas de conducta infantiles
Entre otras pautas básicas recomendadas por los especialistas, destacan las siguientes:
  1. Claridad. Cuando se dan instrucciones al niño, es importante ser claro y preciso. No es lo mismo decirle "pórtate bien", o "no te portes mal", que decirle qué es correcto y qué no lo es.
  2. Coherencia y constancia. Un padre que riñe a su hijo por un determinado comportamiento, debe hacerlo siempre que lo detecte de nuevo. Hay que tener en cuenta, asimismo, que el pequeño observa su entorno y lo imita: no sería correcto desaprobar una conducta que contempla de forma habitual en su familia.
  3. Consenso y complicidad. Es necesario que todos los miembros de la familia, y de fuera de ella con responsabilidad sobre el niño, apliquen las mismas pautas a la hora de enseñar al pequeño buenos hábitos de conducta. Todos deben permitir, o no, las mismas actuaciones.
  4. Niños con Rabietas. El consejo general es hacer caso omiso cuando se produce la rabieta y retirarle la atención inmediatamente. Es importante que los padres, en ese momento, no pierdan la calma y que actúen con firmeza, negando el capricho o la demanda, pero a la vez sin alterarse, sin gritar ni reñir. En caso de que los padres se enzarzaran en una recriminación mutua o con el niño a gritos, éste percibirá que en cierto modo sigue teniendo el control sobre la conducta de sus padres. Una de las posibles causas de tal comportamiento, reside en el hecho de que el niño ha aprendido a que negándose a colaborar o a obedecer órdenes puede evitar la realización de tareas que no son de su agrado.
  5. Niño Negativista. El niño se da cuenta de que sólo se trata de ser más perseverante en su conducta (negativismo) que los mayores. Al igual que sucedía con el "niño de las rabietas" el resultado de su conducta (el librarse de hacer aquello que no le gusta) no hace más que reforzar dicho comportamiento, aumentando su probabilidad de ocurrencia y por tanto la cronificación del problema.
  6. Niño Desobediente. Los episodios de desobediencia pueden forman parte de un desarrollo "normal" del niño en ciertas edades. Para establecer el punto de corte entre la normalidad y la patología deben tenerse en cuenta la frecuencia de estas conductas y su gravedad. La desobediencia puede ir acompañada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Hay que valorar cada situación para tomar las medidas correctoras oportunas. La edad de aparición de dichas conductas, las circunstancias actuales que la provocan y las mantienen, la situación y relación familiar, son algunos de los puntos a tener en cuenta.
Conclusión
Está claro que no hay dos niños iguales y por tanto, las mejores técnicas para confrontar los problemas de conducta serán aquellas que nos funcionen bien en cada caso o niño.
Las conductas inadecuadas pueden ser consecuencia de multitud de factores (internos, externos). Es habitual que se presente algunas de ellas dentro del ciclo evolutivo "normal", pero hay que consultar al profesional cuando estas son de mayor frecuencia o magnitud de lo esperado por su edad o son perseverantes en el tiempo.
Hay niños con temperamentos "más difíciles" que otros y que probablemente necesitarán estrategias de intervención a medida.
El crecer en entornos marginales o en colectivos de riesgo o en una familia disfuncional, hijos de padres  con antecedentes o problemas de conducta,  aumenta considerablemente el riesgo de presentar conductas disruptivas en la adolescencia. De todas formas, los modelos parentales, serán el factor determinante.

domingo, 2 de junio de 2013

Demencia

La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Un síndrome es un conjunto de signos y síntomas. En el caso de la demencia, todos estos signos están indicando un deterioro progresivo en los procesos del cognitivos.
En la comunidad médica se emplea el término de "demencia" para describir a los pacientes con trastornos de la capacidad intelectual. Los pacientes de demencia también pueden clasificarse según padezcan de demencia "presenil" o "senil", "síndrome cerebral orgánico" o "crónico", "arteriosclerosis" o "atrofia cerebral". Es importante señalar que la demencia no es una dolencia normal del proceso de envejecimiento. Los trastornos de demencia son provocados por procesos patológicos anormales y pueden afectar tanto a las personas jóvenes como a los ancianos.

La mayoría de los tipos de demencia son irreversibles (degenerativos). Irreversible significa que los cambios en el cerebro que están causando la demencia no pueden detenerse ni devolverse.

El Alzheimer es el tipo más común de demencia.

La demencia de los cuerpos de Lewy (DCL) es una causa importante de demencia en adultos mayores. Las personas con esta afección tienen estructuras proteínicas anormales en ciertas áreas del cerebro.

La demencia también puede deberse a muchos accidentes cerebrovasculares pequeños, lo cual se denomina demencia vascular.

También:
  • Demencia debido a otras enfermedades médicas
  • Demencia persistente inducida por sustancias
  • Demencia debido a múltiples etologías
Las siguientes afecciones médicas también pueden llevar a la demencia:
  • Enfermedad de Huntington
  • Esclerosis múltiple
  • Infecciones que pueden afectar el cerebro, como el VIH/SIDA y enfermedad de Lyme
  • Mal de Parkinson
  • Enfermedad de Pick
  • Parálisis supranuclear progresiva
Algunas causas de demencia se pueden detener o contrarrestar si se detectan a tiempo, entre ellas:
  • Lesión cerebral
  • Tumores del cerebro
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Cambio en los niveles de azúcar, calcio y sodio en la sangre (Ver: demencia de origen metabólico)
  • Niveles bajos de vitamina B12
  • Hidrocefalia normotensiva
  • Uso de ciertos medicamentos, entre ellos cimetidina y algunos hipocolesterolemiantes
La demencia generalmente ocurre en la edad avanzada, es poco común en personas menores de 60 años y el riesgo de padecerla se incrementa a medida que una persona envejece.

Síntomas

Los síntomas de demencia abarcan dificultad con muchas áreas de la función mental, entre ellos:
  • El lenguaje
  • La memoria
  • La percepción
  • El comportamiento emocional o la personalidad
  • Las habilidades cognitivas (como el cálculo, pensamiento abstracto o la capacidad de discernimiento) La demencia aparece primero generalmente como olvido.
El deterioro cognitivo leve (DCL) es la fase entre el olvido normal debido al envejeciendo y la aparición de la demencia. Las personas con deterioro cognitivo leve tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas y, con frecuencia, son conscientes del olvido. No todas las personas con deterioro cognitivo leve presenta demencia más tarde.

Los síntomas del deterioro cognitivo leve abarcan:
  • Dificultad para realizar más de una tarea a la vez
  • Dificultad para resolver problemas y tomar decisiones
  • Olvidar hechos o conversaciones recientes
  • Tardar más tiempo para llevar a cabo actividades mentales más difíciles
Los síntomas tempranos de demencia pueden abarcar:
  • Dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco, pero que solían ser fáciles, tales como llevar el saldo de la chequera, participar en juegos  y aprender nueva información o rutinas.
  • Perderse en rutas familiares.
  • Problemas del lenguaje, como tener dificultad para encontrar el nombre de objetos familiares.
  • Perder interés en cosas que previamente disfrutaba: estado anímico indiferente.
  • Extraviar artículos.
  • Cambios de personalidad y pérdida de habilidades sociales, lo cual puede llevar a comportamientos inapropiados.
A medida que la demencia empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la capacidad para cuidarse. Los síntomas pueden abarcar:
  • Cambio en los patrones de sueño, despertarse con frecuencia por la noche
  • Dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir
  • Olvidar detalles acerca de hechos corrientes
  • Olvidar acontecimientos de la historia de su propia vida, perder la noción de quién es
  • Tener alucinaciones, discusiones, comportamiento violento y dar golpes
  • Tener delirios, depresión, agitación
  • Mayor dificultad para leer o escribir
  • Capacidad deficiente de discernimiento y pérdida de la capacidad para reconocer el peligro
  • Uso de palabras erróneas, no pronunciar las palabras correctamente, hablar con frases confusas
  • Retraerse del contacto social
Las personas con demencia grave ya no pueden:
  • Llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse
  • Reconocer a los miembros de la familia
  • Entender el lenguaje
Otros síntomas que pueden ocurrir con la demencia:
  • Incontinencia
  • Problemas para deglutir
Pruebas y exámenes

Un médico experimentado puede a menudo diagnosticar la demencia realizando un examen físico y haciendo preguntas acerca de la historia clínica de la persona.

El examen físico incluye un examen neurológico. Se realizarán exámenes para revisar la función mental, lo cual se denomina evaluación del estado mental.

Se pueden ordenar otros exámenes para determinar si otros problemas podrían estar causando la demencia o empeorándola. Estas afecciones abarcan:

  • Anemia
  • Tumor cerebral
  • Infección crónica
  • Intoxicación por medicamentos
  • Depresión severa
  • Enfermedad tiroidea
  • Deficiencia vitamínica
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes y procedimientos:
  • Nivel de B12
  • Niveles de amoníaco en la sangre
  • Química sanguínea (grupo de pruebas metabólicas completas)
  • Gasometría arterial
  • Análisis del LCR (líquido cefalorraquídeo)
  • Niveles de drogas o alcohol (examen toxicológico)
  • Electroencefalograma
  • Tomografía computarizada de la cabeza
  • Examen del estado mental
  • Resonancia magnética de la cabeza
  • Pruebas de la función tiroidea
  • Nivel de la hormona estimulante de la tiroides
  • Análisis de orina
Tratamiento

El tratamiento farmacológico va dirigido a 2 grandes áreas:

1) Manejo del déficit cognitivo
2) Manejo de las alteraciones conductuales.

El tratamiento depende de la afección causante de la demencia. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo. La suspensión o el cambio de medicamentos que empeoran la confusión puede mejorar la función cerebral. Existen cada vez más datos que confirman que algunos tipos de ejercicios mentales pueden ayudar a paliar la demencia.

El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones abarcan:
  • Anemia
  • Insuficiencia cardíaca congestiva
  • Disminución de oxígeno (hipoxia)
  • Depresión
  • Insuficiencia cardíaca
  • Infecciones
  • Trastornos nutricionales
  • Trastornos de la tiroides
  • Pueden requerirse medicamentos para controlar problemas de comportamiento, causados por la pérdida de la capacidad de discernimiento, aumento de la impulsividad y confusión.
Medicamentos

Existen medicamentos que se encuentran disponibles para tratar estas enfermedades. Aunque estas medicinas no pueden curar la demencia o reparar el daño cerebral, pueden mejorar los síntomas o hacer más lento el avance de la enfermedad.

Los posibles medicamentos pueden ser:
  • Antipsicóticos (haloperidol, risperdal, olanzapina)
  • Estabilizadores del estado de ánimo (fluoxetina, imipramina o citalopram)
  • Estimulantes (metilfenidato)
Ciertos fármacos se pueden emplear para disminuir la tasa a la cual los síntomas empeoran. El beneficio de estos fármacos con frecuencia es pequeño y es posible que los pacientes y sus familias no siempre noten mucho cambio.
  • Donepezil (Aricept), rivastigmina (Exelon), galantamina (Razadyne, anteriormente llamado Reminyl)
  • Memantina (Namenda)
Se deben evaluar regularmente los ojos y oídos de la persona y es posible que se necesiten audífonos, anteojos o cirugía de cataratas.

Pronóstico

Las personas con deterioro cognitivo leve no siempre desarrollan demencia. Sin embargo, cuando en realidad se presenta demencia, ésta por lo general empeora y con frecuencia disminuye la calidad y expectativa de vida.

Posibles complicaciones

Las complicaciones dependen de la causa de la demencia, pero pueden abarcar las siguientes:
  • Abuso por parte de un cuidador demasiado estresado
  • Aumento de las infecciones en cualquier parte del cuerpo
  • Pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de sí mismo
  • Pérdida de la capacidad para interactuar
  • Reducción del período de vida
  • Efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar el trastorno
  • Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si:
  • Se presenta demencia o un súbito cambio en el estado mental
  • El estado de una persona con demencia empeora
  • Usted se siente incapaz de cuidar de un paciente con demencia en el hogar
Prevención

La mayoría de las causas de la demencia no se pueden prevenir.

Dejar de fumar y controlar la presión arterial y la diabetes puede ayudar a reducir el riesgo de demencia vascular. Esta es la demencia causada por una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares. Consumir una dieta baja en grasas y hacer ejercicio con regularidad también puede reducir el riesgo de demencia vascular.

Psicoterapia en la Demencia

La intervención psicológica que se realiza con pacientes con demencia es amplia y va a depender del estudio individualizado que se realiza. Ej: Terapia Cognoscitiva, terapia Conductual, terapia de recuerdo, de validación, de la expresión, ocupacional, reminiscencia, la ergoterapia, la socioterapia, la estimulación cognitiva, la musicoterapia, la terapia artística, psicomotriz y ortofónica, etc…