martes, 5 de agosto de 2014

Ted Bundy: Perfil Psicológico Criminal

Advierto de la extrema dureza de algunas declaraciones que pueden leerse en este artículo. Si no está seguro, pulse el botón volver atrás de su navegador, ya que puede "herir susceptibilidades".
Género:  Masculino
Fecha de nacimiento: 24 de noviembre 1946
Lugar de nacimiento:  Burlington, Vermont
Fecha de fallecimiento: 24 de enero 1989
Lugar de la muerte: Florida
Trabajo: Empleado de la tienda Stocker
              Director de campaña Rockefeller
Patología: Asesino múltiple, violador serial y necrofílico.
Modus Operandi: Variada, precedido por violación.
Tipo: Lujuria Organizado.
Estado:  (ejecutado)

Los problemas psicológicos de Theodore Robert Cowell Bundy nacen ya en su infancia, dónde tuvo que aceptar que su madre era su hermana mayor a la luz de la sociedad, porqué esta le había tenido demasiado joven y sin casarse y el abuelo de Bundy nunca quiso que se supiera la verdad. Se crió en casa de su abuelo, un hombre violento que pegaba a su mujer. Un hecho le marcó su infancia, dando pie a una adolescencia con trastornos (cleptomanía y voyerismo Fantasías  sexuales y tendencias homicidas), en su madurez Ted Bundy se convirtió en un psicópata sexual y sádico. Adicto al crimen. Unos rasgos psicológicos que marcaron bien su personalidad. "un hombre brutal, sádico y pervertido".

En la adolescencia su carácter era tímido e infantil y con tendencia a la soledad. Comienza a aislarse de sus compañeros y empieza a adoptar un cruel comportamiento hacia todo lo que le rodea como por ejemplo mutilando a los animales.

En la primavera de 1967 entabló una relación amorosa con Stephanie Brooks, una joven hermosa, inteligente, sofisticada y de buena familia proveniente de San Francisco, quien cambiaría para siempre la existencia de Ted. Ella era su compañera en la Facultad de Psicología, donde Ted Bundy estudiaba. Él siempre había anhelado tener una mujer rica, guapa, lista y con clase; la muchacha era su sueño materializado. Además, la chica lo amaba. Pero en 1969, año en que Stephanie se graduó en Psicología, la muchacha decidió terminar su relación con Bundy, había notado la extraña personalidad del joven, sobre todo la falta de dirección y de objetivos claros en su vida. Ted nunca se recuperaría de la ruptura. Aquella muchacha se convirtió en una obsesión e intentó seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambiara de decisión. A causa de la ruptura, Bundy abandonó sus estudios. Con el tiempo se inscribió en la Universidad de Washington, esta vez en la carrera de Derecho. Era brillante y tenido en buena estima por sus profesores. En esta época inició un nuevo romance con Meg Anders que duraría varios años. Meg desconocía la pasada relación de Bundy con Stephanie y que aún mantenían comunicación. Bundy siempre le pedía que, mientras hacían el amor, se quedara completamente quieta, fingiendo estar muerta, sólo así podía alcanzar el orgasmo. Años después, Meg Anders narraría sus años al lado de Bundy en un libro publicado bajo el pseudónimo de “Elizabeth Kendall”.

Bundy cometió varios hurtos pequeños en casas y comercios, siempre tras haber consumido alcohol. La aparición de sus primeros rasgos psicopáticos se produjo en su juventud. Le gustaba espiar a las chicas mientras se cambiaban de ropa para verlas desnudas. También leía revistas de pornografía y después se sumergió en lecturas donde la violencia era la condicionante de la sexualidad.

Su labor empezó a insinuarse en 1972. Haciendo el amor con un ligue casual, le presionó en el cuello con el brazo y siguió apretando hasta que su pareja tuvo dificultades para respirar. Ella gritó, pero él no reaccionó: “no retiró el brazo hasta después de alcanzar el clímax, al parecer, no se dio cuenta de lo que hacía”. A los pocos meses de aquel incidente, empezó a asfixiar a su amante mientras hacían el amor, experimento al que ella puso fin después de que él empezara a estrangularla, como en un trance. Poco después, Bundy siguió a una mujer que acababa de salir de un bar y se había adentrado en un callejón oscuro. Encontró un grueso listón para madera en un callejón y la adelantó a buen paso, ocultándose en un lugar en el que creía que sus caminos se cruzarían, pero, para su decepción, ella entró en su casa antes de tropezarse con él. Excitado por las expectativas que le había deparado esta experiencia, empezó a seguir a otras mujeres, y finalmente golpeó a una con una porra mientras buscaba nerviosa las llaves delante de la puerta de su casa. La mujer lanzó un grito y cayó al suelo, presa de pánico por la gravedad de lo que había hecho, Bundy huyó corriendo.

El 4 de enero de 1974, Bundy cruzó la línea. Atacó en su barrio, el barrio universitario de Seattle, Washington. Entró al cuarto de Joni Lenz, estudiante de universidad de dieciocho años, y la golpeó con una barra metálica en la cabeza, dejándola inconsciente. Después quitó una pieza de la cama de la víctima y la penetró vaginalmente con ella, desgarrándola. Al día siguiente la chica fue encontrada tirada en medio de un charco de sangre. Aunque sobrevivió, quedó en coma varios meses y sufrió daño cerebral permanente.

Bundy mató por primera vez unas semanas después. La noche del 31 de enero de 1974, Lynda Ann Healy, estudiante de psicología. Luego de 6 semanas siguió con otros asesinatos perfeccionando sus métodos…

Su penúltimo ataque fue devastador. Durante las primeras horas del 15 de enero de 1978, vestido con ropa oscura y armado con una cachiporra, aprovechó una cerradura defectuosa en la puerta del Colegio Mayor Femenino Chi Omega. Forzó la puerta, entró en él y fue de habitación en habitación, atacando sin hacer ruido a las jóvenes dormidas. Su víctima número dieciocho fue Lisa Levy. Le aplastó el cráneo con la porra, arrancó con los dientes uno de sus pezones, le dio un profundo mordisco en las nalgas antes de violarla y la sodomizó con un bote de aerosol, que dejó luego insertado en su vagina. Cruzó luego el vestíbulo y entró en otra habitación, donde se dedicó a destruir los cráneos de las estudiantes que dormían. Golpeó con tal fuerza a sus víctimas con la porra que salpicó y manchó de sangre todo el dormitorio; las gotas esparcidas incluso llegaron al techo. No consiguió matar a las dos mujeres de esta habitación, pero en otra le rompió la mandíbula, el brazo derecho y un dedo a Karen Chandler, y le fracturó el cráneo, la órbita del ojo derecho y los dos carrillos, infligiéndole además profundos cortes en la cara. Luego se volvió hacia la compañera de habitación de Karen, Kathy Kleiner, que seguía durmiendo, y le golpeó en la mandíbula con tal fuerza que varios de sus dientes se encontraron después entre las sábanas manchadas de sangre. Pasó a otra habitación, golpeó y estranguló a Margaret Bowman. Ésta fue su víctima mortal número diecinueve. Con las fuerzas asombrosamente enteras, detuvo la carnicería. Mientras volvía a la seguridad de su habitación, Bundy hizo una parada frente al apartamento de Cheryl Thomas, estudiante de danza de veintiún años de edad, que estaba dormida en su cama. Consiguió entrar, le destrozó la mandíbula de varios porrazos, dejó la media que usaba para cubrirse y una gran mancha de semen en la cama ensangrentada y escapó a toda prisa. Cheryl Thomas no murió.

Con la población aterrada e indignada tras los acontecimientos de Chi Omega, Bundy emprendió su última cacería de manera confusa. Si se hubiera dirigido a otro estado, tal vez nunca lo hubieran aprensado. Pero ya no podía seguir realizando su tarea, estuvo vagando por toda Florida, deteniéndose sólo para emborracharse y para cometer su vigésimo asesinato. El 9 de febrero de 1978, convenció a Kimberly Leach, una niña de doce años de edad, para que saliera del patio de su colegio. Bundy secuestró a la niña, la violó vaginal y analmente, y después la mató, estrangulándola y luego degollándola. Cuando se encontró el cadáver, estaba ya en una fase de descomposición muy avanzada para poder certificar la causa definitiva de la muerte. Arrojó el cuerpo a un tonel abandonado tras haberlo retenido un período indeterminado. A los pocos días, estaba conduciendo de manera tan errática que otro agente de policía, sospechando algo, le mandó parar: era la noche del 14 al 15 de febrero. Tras una refriega fue detenido. Pidió al agente que lo detuvo que lo abatiera de un tiro. Ya no volvería a estar libre nunca más. Fue apresado. Donde al poco tiempo docenas de jovencitas con cabello largo, lacio y negro, le enviaban cartas ardientes y le declaraban su amor. Todas ellas se ofrecían a lavarle la ropa y convertirse en sus amantes.

La familia de Bundy llegó a confesar episodios realmente escalofriantes, como en el caso de su tía, que después de acostarse a una siesta se despertó rodeada de cuchillos y con Ted, que entonces contaba con 3 años de edad, sentado a su lado sonriéndole.

El modo de actuar de Ted Bundy era ingenioso: acudía a los campus universitarios en busca de víctimas con un brazo en cabestrillo y varios libros en el brazo. Al pasar al lado de una de las chicas que elegía, los dejaba caer y pedía ayuda. Posteriormente les asestaba un golpe y las secuestraba para posteriormente golpearlas brutalmente, violarlas e incluso matarlas.  

Bundy fue especialmente difícil de capturar, ya no solo porque cambiaba radicalmente de aspecto continuamente y su descripción no concordaba con algún testigo que pudiera haberle visto, sino que encima se trasladaba de un estado a otro adoptando otros nombres para no ser capturados. En algunos de sus asesinatos utilizaba un Volkswagen simulando ser un policía y pidiendo a sus víctimas que le acompañaran para identificar el coche. Siempre actuaba por los mismos métodos.

Tenía una fijación especial por asesinar a mujeres jóvenes de pelo oscuro y largo, que le recordaban a su ex novia, la cual lo había rechazado unos años atrás. Pero las jóvenes víctimas vendrían a representar del mismo modo a su madre, por haberlo abandonado de pequeño. El asesino confesaría personalmente a los psiquiatras: "Toda la rabia que he estado desahogando con las mujeres que maté, estaba dirigida contra mi madre".

El sociópata encantador, apuesto que no tenía dificultad alguna en seducir a sus víctimas, todas mujeres, para luego matarlas. Siempre había elementos comunes que permitieron trazar el perfil criminal de Bundy: golpes en el cráneo, violencia generalizada, hematomas y violación.

Los expedientes de aquellos casos evidenciaban escabrosas violaciones, descuartizamientos y prácticas necrófilas. Cuando todavía vivía en Washington, Bundy se deshacía de los cadáveres en los frondosos bosques a las afueras de Seattle. Sin embargo, regresaba a la escena del crimen con frecuencia enfermiza. Pudo comprobarse que en ocasiones se llevaba a casa cabezas decapitadas para aplicarles maquillaje.

“A veces me siento como un vampiro” “Quiero dominar la vida y la muerte” “Yo soy el desgraciado con más sangre fría que jamás hayan conocido” “Todos nos volvemos un poco locos a veces”

En diciembre de 1987, Bundy fue examinado durante siete horas por Dorothy Otnow Lewis, profesora de la New York University Medical Center. Lewis lo diagnosticó como un maníaco-depresivo cuyos delitos ocurrían normalmente durante los episodios depresivos. Se cree que la permanente insistencia de Bundy de que la pornografía fue un factor contribuyente en sus crímenes fue otro intento de manipulación. Una vana esperanza de impedir su ejecución diciéndole a Dobson lo que quería oír.

Bundy manifestó "He conocido a personas que irradian vulnerabilidad... Sus expresiones faciales dicen: Tengo miedo de ti. Estas personas invitan al abuso... Esperando ser lastimadas, ¿sutilmente lo fomentan?”.

Los múltiples test psiquiátricos realizados evaluarían una personalidad propia de esquizofrénico: Cambios de humor muy repentinos, impulsivo, sin emociones, afán de protagonismo, ataques de histeria, doble personalidad, inestabilidad emocional, rechazo a la sociedad, ansiedad, depresión, complejo de inferioridad, inmadurez, mentiras que termina por creerse él mismo, obsesivo, egocéntrico, falsa realidad adaptada por él mismo, manía persecutoria..

Se puede considerar como una mezcla entre asesino organizado y desorganizado. Podía mostrarse con una personalidad muy inmadura, dejar indicios en el lugar del crimen, o por lo contrario prepararlo cuidadosamente, seleccionar a las víctimas y dejar pocas huellas. Posteriormente dijo ser víctima de una farsa, de un juicio injusto y abusivo. Y no tenía que pedir clemencia por nada, llegando a escuchar su sentencia de muerte sin inmutarse ni mostrar ninguna clase de sentimiento de pena o desesperación. Llegó a tratársele como pervertido y necrofílico.

Bundy conservaba por algún tiempo en su casa los cadáveres de sus víctimas como trofeos y de que practicaba la necrofilia. 

Parte del informe pericial: 

Criminogénesis

Aspecto biológico y social dentro de su núcleo familiar no existen antecedentes heredo familiares criminales, es el único que delinquió desde temprana edad, no existiendo enfermedades psiquiátricas, de alguno de sus miembros que pudiere heredar el entrevistado, gozando de una buena condición de salud, dentro de su núcleo familiar primario

Ted Bundy tenía una familia extraña. Muy mimado por su madre, fue un adolescente retraído con el que se metían en el colegio. Con Stephani, Ted maduró un gran complejo de inferioridad patológica incentivada por su madre. Al acabar la Universidad, Brooks decide terminar la relación porque, según ella, Bundy carecía de “objetivos en la vida”. Entonces a él le da por beber, abandona los estudios, consume diversos tipos de pornografía y es detenido en varias ocasiones por delitos menores. Durante un año tras la ruptura con Stephani, Ted se transforma en un maníaco depresivo episodios de euforia y tristeza aunque nunca estuvo medicado. Precisamente en ese momento, su madre decide contarle su gran secreto: en verdad, ella no es su hermana sino su madre y que su padre no es su abuelo. De ahí su odio patológico contra las mujeres. “Me voy a vengar de Stephani” y estudia, con calificaciones brillantes psicología, su situación económica era precaria.

Aspecto psicológico

Actualmente Theodore Robert Bundy se encuentra orientado en tiempo, lugar y persona, su conciencia es clara y su concentración adecuada, con atención, sin alteraciones, sin memoria de hechos inmediatos, de hechos recientes y remotos, sin alteraciones y conservada, pensamiento que lleva una directriz, llegando a metas sin actividad delirante, posee una capacidad de síntesis y análisis promedio, es coherente y congruente. Sensoperceptualmente sin actividad alucinatoria.  Afectivamente eutímico, aunque con periodos de ansiedad que oscila con la normalidad, teniendo control emocional, emite juicios congruentes con la realidad, el auto-critico se encuentra apegado a la realidad y el heterocritico ligeramente disminuido, sin distorsión de la realidad. Presenta capacidad intelectual promedio. Es perseverante, con dominio de sí mismo, sin daño ni alteración orgánica cerebral, mediante equilibrio en la demostración de emociones, no canaliza adecuadamente sus reacciones negativas, el control de sus impulsos se presenta de manera poco funcional y con poca tolerancia en eventos frustrantes, utiliza como mecanismo principal de defensa la intolerancia. La figura de autoridad está siendo trasladada de la figura paterna a la materna por algún motivo de introyección de normas, sin embargo se identifica que este parámetro de normas es correcto

Criminodiagnóstico

Es un delincuente endocriminal preponderante, reincidente, rasgos de su personalidad egocéntrico social dispuesto a preocuparse más por sí mismo, falta de interés o preocupación por los sentimientos de los demás, falta de remordimiento por el daño causado, Seducción que usa para burlarse o explotar a otro presenta trastorno antisocial de la personalidad, inadaptado, profesional, psicológico, con indiferencia afectiva, egoísta, activa, crónica. Egocentrismo alto, agresividad alta, indiferencia afectiva alta dando como resultado una capacidad criminal alta Adaptabilidad social sujeto antisocial adaptado Grado de peligrosidad máximo.

El pronóstico de Bundy fue:

Volverá a cometer la conducta delictiva de delitos de robo, así como la de homicidio secuestro y violación, ya que no tiene sentimientos de remordimiento o culpa además de que no puede ser reinsertado a la sociedad, en razón de que el pueblo, está molesto con su actitud por los actos de homicidios dirigidos al pueblo es un reincidente.

Observaciones

Es considerado uno de los criminales más sádico de todos los tiempos por realizar actos de homicidios en contra de la población femenina.

El final de Ted Bundy llegó el 24 de Enero de 1989, fue ejecutado en la silla eléctrica, tras haber sido culpado por haber asesinado a 14 jóvenes. Considerado el peor criminal sexual en la historia contemporánea de Estados Unidos.

Cuando le sacaron de su celda, habló por última vez con su madre y rechazó su última comida. Fue llevado a la silla eléctrica y fue declarado muerto por el personal de la prisión a las 07.16 hora local. Afuera de la cárcel numerosas personas esperaban la noticia y cuando el vocero de la institución declaró la muerte de Bundy, se escucharon vítores y aplausos. Fueron lanzados también fuegos artificiales. Mucha gente quemó muñecos con la efigie de Bundy. El ambiente era de algarabía y gozo. Un rato después, una carroza funeraria salió camino al crematorio. Al pasar, la multitud aplaudió. Pero lo más sorprendente fue ver a muchas mujeres llorando y protestando por la ejecución del multihomicida. Hasta la fecha, muchas mujeres hablan de él con admiración y la pulsión sexual que despierta su recuerdo es muy fuerte.

Ted se convirtió con el tiempo en uno de los asesinos emblemáticos. Además, en el caso del silencio de los corderos, Bundy ayudó a la policía desde la cárcel a capturar a otro peligroso serial killer. Ted Bundy dijo a la policía que vigilasen los lugares donde hallaron los cadáveres del asesino de Green river porque este volvería para tener sexo con los cuerpos. Un dato que resultó correcto. 

Los analistas estiman que el número de sus víctimas podría rondar las cien mujeres, muy lejos de los números oficiales de alrededor de treinta y seis. No llegaron a encontrarse nunca los cuerpos de varias de ellas. Ese secreto se lo llevó a la tumba, aunque el confesó cerca de treinta asesinatos.

viernes, 1 de agosto de 2014

No Puedo Decir Adios

Uno de los momentos más difíciles es cuando una relación termina y no estamos listos para dejar ir, ya sea porque no somos nosotros quienes terminamos la relación, o porque a veces decidimos separarnos porque sabemos que es la mejor decisión, aunque nos duela.

Alguna vez esta situación nos ha pasado a todos en algún momento de nuestras vidas. Cómo puede él o ella alejarse así de mí? cómo pudo haber sido capaz de haberme lastimado tanto? cómo no siente ni un poquito de remordimiento? qué hice yo para merecer este castigo? por qué parece odiarme tanto? por qué me desprecia si yo le di todo de mí? sacrifiqué mi tiempo, mis amigos, mi profesión, mi familia hasta a mí mismo/a, para que él/ella sea feliz, no merezco este dolor, este sufrimiento que fulmina mis entrañas, que me está matando de a poco, me siento morir, no tengo ganas de comer, no quiero salir, no quiero hablar con nadie, no puedo dormir, necesito algo que me ayude a olvidar, que algo ocurra y que esta agonía se acabe porque no aguanto más. Estas preguntas o similares alguna vez te has hecho, no es exageración, o justo tal ves ahora estás pasando por esta dolorosa situación.

Insistir en conservar un vínculo que se ha terminado, únicamente provoca insatisfacción y resentimientos innecesarios. Alargar situaciones desagradables solamente empeora lo que debió terminarse. Se requiere de nuestra valentía, de ser honesto con uno mismo, de ser fiel a sí mismo.

En mi consulta he tratado a pacientes con este tipo de dolencias o similares, incluso se han incrementado en atención primaria. Las que más me ha llamado la atención han sido aquellas personas que a pesar de estar casadas en la actualidad, tener una familia, hijos, buena posición económica y una nueva vida, parecen no haber podido desprenderse de ese alguien que alguna vez formo parte de sus vidas, que en su momento sintieron amar profundamente y así como fue tan intenso ese amor también lo fue la ruptura, parece como si ese alguien no salió completamente de sus vidas, ese otro que se ha convertido ahora en un fantasma que los persigue en sueños, les confunde, les duele, atormenta su vida presente, parece increíble que aun en la actualidad después de tanto tiempo él/ella, está tan presente y parece imposible pensar que haya pasado mucho tiempo, lo recordamos como si fuera ayer, y mientras lo hacen los ojos se llenan de lágrimas, sienten fracaso por no haber podido olvidar, creemos que el otro también está sufriendo por nosotros, buscamos saber de él/ella, terminamos creyendo que nada tiene solución estamos injustamente destinados al dolor.

Personas que creen tener un alma gemela y que por mala suerte o mala elección, no pudieron seguir juntos y su recuerdo se ha vuelto un tormento en el presente, siendo imposible poder decir adiós o desprenderse de ese recuerdo que solo causa dolor y es como  ancla que no permite avanzar, la clave está en la inmadurez emocional, en el apego afectivo patológico, suelen ser personas que tuvieron escasa atención paternal o maternal en la infancia, personas que buscan en otros aquello que no encontraron en sus progenitores en su más tierna infancia y a lo largo de su desarrollo infantil y adolescente, solo se puede avanzar hacia adelante cuando se encuentra la verdadera causa de lo que ata, por lo general la respuesta siempre está dentro de uno mismo.

Separarse es una decisión dolorosa a la que se llega exhausto después de muchos intentos de acercamiento, discusiones, desacuerdos, dolor y frustraciones. Tristemente, nos vemos en la tesitura de decir adiós. Seguir juntos no hace más que añadir más dolor a la herida que la pareja lleva tiempo infringiéndose mutuamente.
Ahora ha llegado el momento de decirle adiós a una persona. La relación se desgastó o simplemente terminó su ciclo de vida. Las relaciones como las situaciones son círculos que tienden a cerrarse cuando ha llegado su fin. Y sí, se llegan a terminar, nadie nos dice que debían ser eternas. A veces, para continuar nuestro camino de crecimiento es necesario dejar partir a algunas personas. Es un acto de amor entre ambas partes, por lo que la culpa no ocupa un lugar en el escenario.

En ocasiones, es necesario que suceda algo sorpresivamente decepcionante para darnos cuenta que terminó una relación. Nuestra primera reacción tal vez esté empañada de ira. Después sobreviene la tristeza o la negación. Sin embargo, sabemos en el fondo de nuestro corazón que la relación se terminó.

"Cuando podemos cerrar un círculo armoniosamente, en amor y gratitud, hacemos uso de nuestra capacidad de soltar y desapego que lleva a la libertad y liberación".

Cuando se cierra un círculo, liberamos energía que nos permitirá iniciar nuevos ciclos o nuevas relaciones. Hacer lugar en nuestra vida para que entren nuevas personas más afines a nosotros enriquece nuestra vida social y afectiva, permitiendo crear la vida que soñamos. Arrastrar con vínculos caducos por aferrarse al pasado o a recuerdos muertos ya inexistentes, impide lograr un bienestar verdadero. La flexibilidad permite la novedad en nuestras vidas.

Aprende a valorar las situaciones y a distinguir lo que es bueno para ti y para los demás, no tengas miedo a dar un paso más y cambiar tu vida cuando estas mal viviéndola. Toma decisiones, medítalas, evalúalas y adelante, si es necesario cerrar un ciclo de tu vida, hazlo, siempre hay una parte positiva en todo cambio. No niegues tu realidad.

El proceso de separación tiene varias etapas: shock, pena, culpa, resignación, reconstrucción y resolución. Recuerda por último que cada persona decide cómo sobrellevar su proceso, pero es importante que detectemos si estamos llevando a cabo conductas destructivas como descuidar nuestro trabajo, tratar mal a nuestros familiares, alejarnos de amigos, caer en drogas o alcohol para olvidar, tener actitudes descuidadas en cuanto a la sexualidad, en fin, date cuenta si empiezas a recaer en este tipo de actitudes para que sea una auto alarma personal de que algo está pasando, algo no está fluyendo y no tengas pena en pedir apoyo. Decir adiós no es más que la aceptación de lo que nos sucede en un presente que no nos agrada.

La ayuda psicológica es indispensable en esta como en otras situaciones, el profesional sabe cómo guiar estos casos que no difieren mucho de las adicciones. Si te identificas con este artículo la ayuda está disponible solo depende de ti. Decir adiós no es fácil pero siempre será mejor un volver a empezar que intentar resucitar una relación que ha muerto.

“Labora tu proceso de duelo y déjate fluir con las emociones y sentimientos que se van presentando, con la confianza interna de que se va a superar, de que vamos a salir adelante, y que traerá consigo un significativo crecimiento interior. Ese es el regalo implícito en la separación: brindar una buena oportunidad para empezar de nuevo”.

Finalizando, despedirse es un acto valiente, humano, casi siempre doloroso, pero si aprendes de eso siempre será para bien. Tendemos a convertir un deseo, un sueño, una fantasía, en una necesidad, cuando hacemos esto, nos estamos generando fuentes de sufrimiento emocional. En la vida, para llevar a cabo nuestros sueños, "debemos soñar y saber despertar a tiempo”.

martes, 29 de julio de 2014

Marilyn Monroe y Psicoanálisis

Norma Jean Baker, la niña que sufría de constante abandono, se inventó una máscara, la de Marilyn Monroe, para lograr ser amada, un disfraz que se volvió en su contra al convertirla en un ilusorio objeto de deseo de fragilidad extrema y virtudes ignoradas que no pudo huir de un trágico final.
Antes de suicidarse en 1962, Marilyn Monroe acudió durante 30 meses a psicoanálisis con el doctor Greenson. Le fue derivada por la Dra. Kris como “una mujer en crisis total, con peligro de auto-destrucción por el abuso de drogas y medicamentos”. El diagnóstico del doctor Greenson fue severo y tajante: “personalidad bipolar, paranoide y adictiva” sexualidad insatisfecha, esquizofrenia, impulsividad.Tanta necesidad de sentirse acompañada la convirtió en una persona promiscua aunque confesó no tener orgasmos.

"Vivía con miedos severos, con crisis y con depresiones frecuentes. La señorita Monroe había expresado a menudo su deseo de dejarlo todo, de abandonar su carrera e, incluso, de morir. En el pasado y en más de una ocasión, cuando estaba decepcionada o en fase depresiva, intentó suicidarse con sedantes. Pero cada vez que lo hizo, pidió ayuda y la socorrieron. Como la noche del 4 de agosto del 62, con la diferencia de que nadie la socorrió".

El psicoanalista subraya los síntomas de paranoia y de reacción depresiva y le dice a un colega: "He descubierto en ella indicios de esquizofrenia. Tuvo una infancia atroz y, no sé si será verdad o mentira, pero ella habla de que fue sometida a abusos sexuales. Me llama profundamente la atención el contraste entre esta mujer extraordinariamente bella, quizás la más bella del mundo y su alma inquieta y su sexualidad insatisfecha".

El psicoanalista está convencido es que tiene ante sí un psiquismo frágil que en cualquier instante puede hundirse. La trato como a los esquizofrénicos: coloco en primer plano las necesidades y el trabajo psíquico de mi paciente y, en segundo plano, mis opiniones personales de terapeuta". Similar era también el diagnóstico realizado por Anna Freud: "Inestabilidad emocional, impulsividad exagerada, necesidad constante de aprobación externa, no soporta la soledad, tendencia a las depresiones en caso de rechazo, paranoica con accesos de esquizofrenia".

La raíz del mal

Greenson descubre antecedentes familiares psiquiátricos serios. Un padre "desconocido", consumidor habitual de heroína, una madre esquizofrénica hospitalizada a lo largo de toda su vida tras haber abandonado a Marilyn a los  5 días, una abuela que, en un acceso de locura, intentó asfixiarla cuando era sólo un bebé, sus entradas y salidas de diversos hogares de acogida y orfelinatos, donde, a veces, sufrió abusos sexuales.

El consumo de drogas de Marilyn

"Aunque tiene el aspecto de una toxicómana, no encaja en esta categoría". En efecto, a veces Marilyn dejaba de tomar drogas, sin por ello presentar los habituales síntomas de padecer el síndrome de abstinencia. Sin embargo, Greenson intenta apartarla totalmente de ellas, recomendándole regular su vida. Pero un día, Marilyn le hace ir al Hotel Beverly Hills para que le administre una inyección intravenosa de Pentothal o de Amytal. Y Greenson acepta y, después, declara: "Le dije que todo lo que ya se había tomado bastaba para tumbar a media docena de personas y que, si no dormía, era porque tenía miedo de sus sueños. Le prometí hacerla dormir con menos somníferos, con la condición de que reconociese que luchaba contra el sueño".

Hace gala de una sexualidad adictiva que no es más que la expresión de su malestar afectivo. "Embellecer su cuerpo es, para ella, el principal medio de adquirir una cierta estabilidad y dar un sentido a su vida. Cuando se siente víctima de la angustia asume su papel de huérfana, de masoquista que provoca a los demás y hace todo lo posible para que la maltraten y abusen de ella. Su pasado está cada vez más fijo en los traumas que sufren los huérfanos. Esta mujer de 34 años sigue funcionando con la idea de que continúa siendo una niña indefensa".

Avariciosa terapia

Greenson trata de reparar la falta de vínculos familiares y de amor materno que padece. Sin embargo, inspirado por la ambición de convertirse en el que ha curado a la mujer más famosa del mundo (aunque también por intereses económicos), su comportamiento chocará con la neutralidad y con la deontología de su profesión. "Se ha convertido para él en una inversión, y no sólo financiera. No sólo se ocupa de ella, sino que fabrica su enfermedad, que sea considerada como una desamparada. Hay algo siniestro en este psicoanalista que ejerce una mala influencia sobre ella", denunciaba el realizador Walter Bernstein. La transferencia estaba dividida.

Escuchar a Marilyn conduce a Greenson a concluir que su problema no es sexual, sino que se trata, sobre todo, de una especie de desorden de la imagen que tiene de sí misma. Es de esas enfermas que él llama "pacientes pantalla", creando una imagen que los protege contra otra verdad interior, más negra y mucho menos sostenible. En el caso concreto de Marilyn, Greenson cree que la "pantalla" era, en concreto, la pantalla del cine.

La atención intensa y caótica.

Depresión, comas médicos y hospitalización. "Ante todo, me esfuerzo por ayudarla a que deje de sentirse sola, para evitar que busque una salida en las drogas o frecuentando a personas destructivas. Es el tipo de terapia que se adopta con una adolescente que requiere consejos, afecto y firmeza".

Poco a poco, el cuerpo de la mujer y de la actriz deja de ser, para ella, refugio contra el terror de vivir. En su cuerpo ocupan todo el sitio las drogas y las enfermedades. "No quiero envejecer. Quiero ser siempre como soy hoy. Sigo sin saber actuar. En el momento en que mi cara no esté a la altura y, cuando mi cuerpo siga el mismo camino, entonces no seré ya nada. Nada en absoluto", dice ella.

Durante los últimos meses, el espacio que separaba al psicoanalista de la actriz cambia. Y Marilyn, que había seducido y manipulado por su sufrimiento real a sus maridos, amantes, amigos y terapeutas, ejerce sobre Greenson una fascinación especial. El propio Greenson le confiesa a Anna Freud: "Se ha convertido en una mujer paranoide y muy enferma. Puede usted imaginar lo difícil que es tratar a una actriz de Hollywood, a alguien que se encuentra completamente sola en el mundo, pero que, al mismo tiempo, es una gran celebridad".

Dependencia

Marilyn y aquel al que ella llama su "salvador" entran juntos entonces en lo que la psiquiatría llama una "locura compartida".

Intercambian sus ideales y cada cual asume los síntomas del otro. Ella, "la chica de las imágenes", se da cuenta, poco a poco, de que no será por su apariencia física como va a reafirmar su ser y cómo va a encontrar su salvación, sino por medio de las palabras grabadas en su historia y en su carne.

Él, el intelectual, se deja atrapar por su fascinación. Evita a los pacientes y pasa su tiempo en los pasillos de los estudios de la Fox, cediendo por una especie de complejo de Pigmalión. Pero, tras dos años de una enorme atención a la estrella, Greenson se cansa y huye a Europa.

Marilyn, abandonada, terminaría hundiéndose. Murió dos meses después. Monroe fue encontrada muerta por una sobredosis de drogas (alcohol y Nembutal) dando final a su vida el día Sábado 5 de Agosto de 1962.Está claro que Greenson no mató a su paciente, pero tampoco le impidió morir. Su último psicoanalista le permitió vivir un poco menos mal y un poco más tiempo.

Aunque realmente el doctor viajo a Europa nunca la abandono y estuvo en sus últimos momentos de vida, se dice que el mismo  Greenson, el psicoanalista de Marilyn, después de pasar 6 horas con ella ese día, llamó a la comisaría del Oeste de Los Ángeles en la noche del 4 al 5 de agosto de 1962 para comunicar el fallecimiento de la actriz: Marilyn Monroe ha muerto de una sobredosis" .

Greenson no tenía tiempo para otros pacientes. Él mismo se convirtió en una persona dependiente de esa relación, quizá no de una forma destructiva, pero no necesariamente beneficiosa.

El Dr. Ralph Greenson trato de mantenerla a base de barbituricos. “Su táctica fue desastrosa” escribió Spoto, “en vez de hacerla independiente, hizo exactamente lo contrario y la hizo totalmente dependiente al medicamento, comenzando Monroe por querer adquirir dicho medicamento a cualquier costo”.

En el libro  Últimas sesiones con Marilyn, se comenta la compleja relación entre la actriz y su psicoanalista Ralph Greenson, historia "que sobrepasó todos los códigos deontológicos hasta convertirse para ella en una dependencia psicológica y emocional", explica el también psicoanalista y escritor Michel Schneider.

"La irreparable sensación de abandono que le procuró la ausencia de su madre desde los primeros momentos de su vida obligaron a Marilyn a querer existir a través de la mirada de los otros, su máxima ilusión era la de existir para alguien", argumenta el francés.

Monroe no sólo quiso superar su historia de abandono frente a una madre alcohólica o de abusos sexuales en su primera infancia como su pánico hacia su propio lesbianismo, y a su "necesidad obsesiva de agradar y obtener aprobación de los demás" Quiso interpretar a la famosa paciente Cecile del doctor Freud  en la película de John Houston, con guion de Jean Paul Sartre, Freud, Pasiones Secretas, pero Anna Freud lo impidió.

Más allá de esta exploración del psicoanálisis en las partes más secretas de su vida íntima, y sus serios problemas, también se retrata a una actriz mucho más irónica, perspicaz, ambiciosa y observadora de lo que ha permitido el lugar común de la mujer frívola, tonta, que interpretó en sus películas.

La otra versión de su muerte es adonde aparece un Kennedy en la escena. ¿se trató de un suicidio o de un asesinato?

El recuerdo del caso de Marilyn merece una rectificación de su relación con el psicoanálisis y los tratamientos que recibió.

 Por la memoria de ella  y en definitiva por las miles de Marilyns que existen bajo tratamiento.

jueves, 24 de julio de 2014

La Jactatio Capitis Nocturna

Situada en la categoría de parasomnia. Este trastorno consiste en efectuar golpes rítmicos de la cabeza contra la almohada o movimientos de balanceo repetitivo y rítmico de la cabeza (delante-atrás y hacia los lados) o todo el cuerpo y  pueden también aparecer sonidos guturales.
En la mayoría de los casos estos movimientos son suaves pero pueden llegar a resultar violentos (golpear la cabeza contra la cama o las paredes) hasta el punto de provocar heridas. En ocasiones, el niño puede realizarlos durante un periodo de tiempo prolongado sin mostrar cansancio aparente y sin llorar tras golpearse la cabeza con objetos.

Causas

Los factores emocionales han sido una de las variables que se han manejado como causa del trastorno, suele ser de origen familiar, es un trastorno característico de la infancia, por otra parte se considera que estos movimientos se efectúan para liberar tensiones. El niño para hacer frente a la ansiedad y quedarse dormido utiliza estos movimientos rítmicos. Este trastorno puede persistir hasta la edad adulta. Se descarta la epilepsia propia de la infancia. Ocurre en las fases 1 y 2 del sueño NREM o antes de dormir.

La incidencia es similar en ambos sexos y que se produce más frecuentemente en los primogénitos, lo cual podría estar provocando por una mayor atención o preocupación de los padres. No existiendo ninguna enfermedad orgánica. Suele comenzar a los 9 meses y no suele persiste más allá de los 4 años. Suele remitir progresiva y espontáneamente.

La frecuencia de este tipo de movimientos oscila entre sesenta y setenta veces por minuto; en la mitad de los casos, la duración del episodio suele ser de quince minutos y en un 26 por 100 puede llegar a durar más de una hora

Los movimientos pueden ser interrumpidos por algún estímulo externo como la voz de la madre llamando al niño. Suele darse con más frecuencia entre los 8 y los 24 meses de edad aunque en ocasiones estos movimientos reaparecen varios años después coincidiendo con una etapa de tensión emocional acentuada.

Hay discrepancias entorno a su origen y función. Para algunos autores se trataría de una conducta ritual del adormecimiento, para otros un trastorno de conducta aprendida, que reproduce los movimientos que los padres realizan al acunar al niño. Finalmente hay hipótesis que apuntan la posibilidad de un retraso madurativo del Sistema Nervioso Central. Normalmente aparece en el momento de quedarse dormido.

El tratamiento

El principal objetivo sería evitar que el niño se haga daño al golpearse con los objetos.

No suele intervenirse salvo que los episodios sean muy frecuentes o creen consecuencias molestas para el niño u otros. Se pueden usar antidepresivos tricíclicos y benzodiazepinas. Desde la terapia de conducta, se puede emplear un estímulo aversivo asociado al episodio (por ejemplo, una luz o un sonido). Además es recomendable colocar protecciones en las camas para evitar contusiones. La Jactatio capitis nocturna en ocasiones es seriamente autodestructiva, como cuando el paciente se golpea la cabeza con violencia, hasta el punto de sangrar. Los estudios neuro-radiográficos corresponden a la enfermedad de base. La presencia de lesiones en el tallo cerebral favorece el diagnóstico en pacientes con síntomas sugestivos de este trastorno.

viernes, 18 de julio de 2014

Amor No Correspondido

Cuando un amor no puede ser

¿Te has encontrado ante la situación de no ser correspondido en un amor? ¿Tienes un amor imposible y no sabes qué hacer? ¿Te ha declarado alguien su amor y no sabes cómo decirle que no sientes lo mismo?. Seguro que en más de una ocasión te ha pasado eso de “quien yo quiero no me quiere, y quien me quiere no me gusta”, y es que eso de ser correspondido en el amor no es tan fácil como en un principio puede parecer. De hecho, la mayoría de las personas hemos tenido alguna vez un amor no correspondido.
¿Qué es el amor no correspondido?

El amor no correspondido es sencillamente ese amor que nunca podrá llegar a ser amor porque para que la magia del amor envuelva a dos personas es necesario que estas personas sientan lo mismo la una por la otra. En el caso del amor no correspondido sólo una de ellas siente verdadero amor por la otra, la otra persona podrá quererla, pero de una manera diferente, como amigo, como confidente, como a un hermano, etc. Parece que vivimos una epidemia de amor patológico, de esta manera, el amor pasa a ser a decepción, y la ilusión se convierte en dolor. Un dolor que puede desembocar en un sufrimiento inmenso para la persona que lo vive afectando su autoestima.

Esto puede desencadenar sentimientos tales como la depresión, ansiedad, y cambios bruscos de humor entre depresión y euforia. Se puede convertir en un sentimiento obsesivo, puede desembocar en enfermedades psicosomáticas y comportamientos autodestructivos.

El amor no correspondido puede durar décadas y desencadenar un comportamiento obsesivo tal como el acecho, acoso o la persecución, incluso se puede desencadenar cuadros psicóticos de hostilidad extrema hacia el objeto de deseo si el amor es rechazado. Estos tipos de comportamientos pueden llevar a estas personas a ser vistas como pervertidas o voyeristas. En la mayor parte de los casos, sin embargo, el amor no correspondido es un sentimiento que pasa totalmente desapercibido para los demás.

Como superar un amor no correspondido
  • Deja que el dolor fluya por tu cuerpo hasta salir de él, no importa el tiempo que necesites.
  • Pon los pies en la tierra. Deja de soñar con amores platónicos, sé realista y si alguien no puede ser, corta el contacto y elimínale de tus recuerdos.
  • Pierde las esperanzas. Aunque sea difícil y doloroso, debes admitir y aceptar que tu amor no es correspondido.
  • Iniciar nuevos proyectos.
  • No es tu culpa, tú no tienes que cambiar nada tuyo.
  • Tú no has hecho nada mal, si la persona no te corresponde es su responsabilidad y no la tuya, siéntelo por lo que él (o ella) se perderá contigo, y no por ti.
  • Focalízate en las personas que te aman. Amar a alguien que no te corresponde desgasta tus emociones y te deja vacío y apático.
  • Sal con tus amigos y diviértete. Ten medios distractores.
  • Evitar las conductas destructivas.
  • Erradica cualquier sentido de necesidad.
  • No tengas miedo a relacionarte con gente nueva, nunca sabes que te van a aportar.
  • Reduce el contacto con esa persona o termina la amistad si los límites no se pueden dejar claros. (Si eres tu quien no amas).
  • No vivas del pasado o de lo que pudo ser, ya que esto no te permitirá disfrutar del presente.
  • Se tú mismo, no le des más importancia que lo normal, deja que el tiempo y la vida pase, cre más en ti.
  • Disfruta de tu soltería.
  • Pero sobre todo, recuerda: todo el mundo tiene la capacidad de amar y ser amado, no te conformes con alguien que no te ofrece lo que tú eres capaz de darle.
Conclusión

Los amores no correspondidos, un tema eterno de la condición humana, han inspirado algunas de las mejores obras de arte, poemas, mitos y piezas de literatura de la humanidad. Los amores unilaterales son dolorosos, debilitantes y devastan tu sentido de la autoestima. Para superar este sentimiento y seguir con tu vida, debes tener fe en ti mismo y en tu propio valor. Debes decidir continuar adelante. Tu corazón no puede sanar si parte de ti aún está persiguiendo el objeto de tu deseo irremediable.

Acepta que el amor romántico normalmente no es una decisión consciente. Aceptarlo y avanzar sin ser pesimista y pensar que aunque esta persona no era para ti, al final siempre encontrarás a quien si lo es. 

No dejes que jueguen con tu vida y tu tiempo, hazte respetar. Elimina la necesidad de tener pareja para sentirte feliz, las mejores oportunidades surgen cuando una persona se siente bien consigo misma aun estando sin pareja. La necesidad de hacer el “duelo” y “darse tiempo” para superar una ruptura de pareja o sencillamente aceptar que el "objeto deseado no es compatible".

Entender la diversidad de factores que nos influyen a la hora de amar, puede contribuir a nuestro desarrollo individual y a nuestra evolución como personas. Conocer qué es lo que nos afecta (tanto positiva como negativamente), nos da herramientas para que el cambio sea posible y progresivamente ir construyendo mejores y más sanas relaciones.

Tú eres la persona más importante, debes amarte y respetarte a ti mismo, por lo tanto intenta buscar la fortaleza y continuar con tu camino, pensando siempre en lo que es mejor para ti.

martes, 15 de julio de 2014

¿Cómo Lidiar con la Depresión Resistente a Fármacos?

La depresión es una prioridad sanitaria al ser la primera causa de discapacidad a nivel mundial, según los datos del  año 2000 reportados por la Organización Mundial de la Salud. La depresión resistente a fármacos, también conocida como depresión refractaria a Inhibidores Selectivos de Recaptura de Serotonina (ISRS) es un problema actual en la práctica clínica al representar el 40% de los pacientes diagnosticados con depresión
Diagnóstico de la depresión resistente a fármacos (DRF)

Al día de hoy parece haber un acuerdo en que sólo el 60% de los pacientes con diagnóstico de depresión responden favorablemente a la administración de un ISRS por vía oral como monoterapia o en combinación con algún esquema psicoterapéutico. Esta es la forma de atención inicial estándar en casi todos los servicios de salud mental. Sin embargo, un 40% de los pacientes cubrirán los criterios que caracterizan a la DRF:
  • falta de respuesta después de dos meses en tratamiento inicial con un ISRS
  • falta de respuesta a dos cambios sucesivos de medicación y/o incrementos en la dosis
  • Ausencia de síntomas psicóticos.

Los pacientes con DRF presentan otra clase de problemas que dificultan su atención:
  • Desapego a las visitas con el psicoterapeuta o cancelación continua de visitas
  • Desconfianza en el tratamiento médico-farmacológico, y carga psicosocial

El profesional de la salud que se enfrenta con un paciente que cubre este perfil, se encuentra ante un caso de DRF que no puede ser atendido por el esquema tradicional de atención con ISRS en monoterapia o en combinación con psicoterapia, y debe formar un equipo multi-disciplinario para la discusión del caso y diseño de un plan de tratamiento a largo plazo basado en evidencia.

Pronóstico de los pacientes con DRF

El problema de los pacientes con DRF es reciente y sólo hace cinco años que se reportan métodos e hipótesis que permitan pronosticar la evolución de esta población. Recientemente se ha sugerido que una tomografía por emisión de positrones puede revelar un hipermetabolismo en la interface pregenual-subgenual de la corteza cingulada. Una exploración de esta naturaleza, si bien no sirve para establecer un diagnóstico de DRF, puede serle útil a los profesionales que realizan comparativas periódicas de neuroimagen para realizar un seguimiento a largo plazo de la efectividad del tratamiento de un paciente con DRF.

Desde el campo multidisciplinario, el psicólogo puede realizar una exploración minuciosa de indicadores que se han mostrado asociados a un mayor éxito en el tratamiento de la DRF. En primer lugar, las publicaciones revisadas coinciden en que una depresión menos severa tiene mayor pronóstico de mejora que un paciente con trastorno depresivo mayor. La presencia de conflictos familiares y el comportamiento auto-lesivo agravan el pronóstico de los pacientes con DRF por lo que no pueden quedar fuera del tratamiento del paciente. La reducción de estos factores mediante una adecuada intervención psicoterapéutica en combinación con tratamiento farmacológico incrementa notablemente el pronóstico positivo de los pacientes con DRF.

Los factores de riesgo que normalmente se asocian a un peor pronóstico de los pacientes con DRF son: ansiedad generalizada concurrente; desórdenes obsesivos-compulsivos, de pánico o de estrés post-traumático; fobia social; y rasgos ansiosos o melancólicos. Los factores que se han visto asociados con una mejor respuesta al tratamiento de pacientes con DRF son: tener un empleo; vivir en matrimonio o en pareja; y ausencia de antecedentes suicidas.

Farmacológicamente, se ha observado que después de fracasar con dos tratamientos antidepresivos, introducir un tercer tratamiento antidepresivo es efectivo para menos del 20% de los pacientes con DRF.

Tratamiento de la DRF

A la fecha no existe un estándar para el tratamiento de la DRF. Los diversos equipos de asistencia en salud mental deben seguir realizando estudios comparativos controlados para proporcionar mayor información clínica que permita dilucidar la forma más adecuada para manejar la DRF. Las investigaciones mas recienten apuntan hacia el sistema glutamatérgico para explorar nuevos tratamientos farmacológicos específicamente diseñados para la DRF. Bajo esta hipótesis se ha demostrado una respuesta favorable al tratamiento con ketamina intravenosa por lo menos a corto plazo. Se necesitan más estudios para conocer los efectos a largo plazo en fase de mantenimiento.

En estudios clínicos con fármacos, el uso de risperidona ha reportado una respuesta positiva al corto plazo en pacientes con DRF, sin embargo no se ha podido demostrar su eficacia al largo plazo, decreciendo rápidamente los beneficios de incluir risperidona en el tratamiento de pacientes con DRF. La lamotrigina y el inositol han fracasado igualmente como opciones de tratamiento farmacológico de la DRF.

Dentro de los tratamientos no invasivos no farmacológicos, se ha demostrado que la estimulación magnética transcraneal es un tratamiento eficaz para combatir la DRF. La combinación de estimulación de alta frecuencia en el lóbulo izquierdo simultáneamente a estimulación de baja frecuencia en la corteza prefrontal derecha se ha mostrado como la más efectiva. La respuesta al tratamiento se ha registrado hasta por seis semanas, superando en gran medida las opciones farmacológicas disponibles hasta el momento.

Respecto al uso de psicoterapia para el tratamiento de la DRF, no se ha podido identificar un modelo de intervención igual o superior a los tratamientos farmacológicos disponibles. El principal beneficio  de la psicoterapia coadyuvante a tratamiento farmacológico es una significativa reducción en el número de recaídas en períodos hasta de dos años. Estudios a largo plazo han revelado que la terapia cognitivo conductual pierde efectividad después de 4 años. No se encontraron publicaciones que describan el efecto a largo plazo de otros modelos psicoterapéutucos.

Conclusiones

A la fecha de esta revisión se puede decir que 40% de los pacientes que son diagnosticados con depresión presentarán un cuadro de DRF caracterizada por una falta de respuesta al tratamiento inicial con un ISRS en monoterapia o en combinación con psicoterapia. En el esquema farmacológico, después de fracasar con dos antidepresivos, la introducción de un tercer medicamento antidepresivo es poco recomendable. Si bien la introducción de risperidona en el esquema farmacológico reporta un alto índice de respuesta en las primeras semanas, su eficacia decrece rápidamente, lo que lo convierte en un cambio de medicación innecesario.

En los pacientes diagnosticados con DRF la opción de tratamiento más efectiva parece ser el uso de estimulación transcraneal en ciclos de 6 semanas en combinación con un esquema antidepresivo farmacológico. El tratamiento psicoterapéutico de la depresión pierde eficacia al largo plazo. La participación más efectiva de la psicoterapia, es como coadyuvante de la atención de los desórdenes concomitantes de la DRF como son la atención a la dinámica familiar, las actitudes auto-lesivas, y la carga psicosocial del paciente.


Articulo publicado por Actualidad Clínica en Psicología en  "los 10 mejores artículos del 2010" 

lunes, 14 de julio de 2014

Pensamientos de la Psicología Positiva

La vida muchas veces nos pone trabas que pensamos no podremos superar, en estos momentos nos sentimos limitados y hay que llenarnos de pensamientos positivos, para podernos encaminar hacia el rumbo indicado.

1.- Dedícate a disfrutar cada día como si fuera una nueva vida. Esto solo depende de ti.

2.- Vive, siente y disfruta de todo lo bueno que tienes en el presente.

3.- Acepta lo imposible con actitud positiva.

4.- Tú y solo tú, puedes elegir cambiar el chip y salir del negativismo.

5.- Centra tus pensamientos y sentimientos en todo lo bueno que tienes. ¡Es mucho!

6.- Tener más no es ser más, ni ser más feliz. La felicidad la marca tu actitud.

7.- Si procuras hacer felices a los demás, ya logras gran felicidad.

8.- La alegría y el sentido del humor deberían ser tu constante, tu estado natural, tu forma de vivir.

9.- No olvides que con tus palabras puedes construir o destruir, hacer mucho bien o hacer mucho mal. Tú eliges.

10.- Pónselo fácil a la felicidad y no permitas que el pasado te haga sentir mal, ni el futuro te angustie o preocupe. Vive y disfruta ¡¡ahora!!

11.- Lleva siempre puestas las gafas inteligentes, positivas y de esperanza y todo será según el cristal de tus pensamientos, sentimientos y actitudes.

12.- Ámate, exígete, perdónate y que tu felicidad y tu luz se derramen sobre los demás. Nadie es más feliz que quien hace felices a los demás.

13.- Cultiva cada día tu espíritu con tu pensamiento y con tu obra. Deja la mejor y más profunda huella en la mente y el corazón de los demás.

14.- Dulcifica tus formas y tu carácter. Vive la paz interior y no vayas “de guerrero” por la vida.

15.- Busca, como compañeras de viaje, a personas que te ayuden a crecer: positivas, bondadosas, generosas, esforzadas, con buen humor...

16.- Evita pensamientos y sentimientos negativos como el odio, la rabia, la envidia, el rencor… y te librarás de muchos males físicos y psíquicos.

17.- El sufrimiento, las adversidades, las personas tóxicas y las enfermedades forman parte de la vida. Acéptalos, afróntalos con coraje y sigue tu camino con valentía.

18.- Soluciona tus problemas ocupándote de ellos y no preocupándote y agobiándote inútilmente.

19.- Recuerda que la vida es el mayor de los regalos y que estás aquí para ser feliz.


20.- Convierte tu vida en amor. Disfruta del hecho de amar y sentirte amado, y de ocupar un primer plano en el pensamiento y en el corazón de las personas que más quieres.

Los beneficios del pensamiento positivo, en la salud física y psicológica, son incalculables pues aportan:
  • Más relajación (un organismo relajado es un organismo que física y psicológicamente funciona mucho mejor).
  • Más paz, serenidad, equilibrio, armonía en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.
  • Más sueños positivos y mayor optimismo.
  • Mayor acción y mayor movilización a la hora de resolver cualquier problema por difícil que pueda parecer.
  • Mayor creatividad y dinamismo.
  • Mayor claridad y eficacia.
  • Mayor concentración.
  • Más respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás
  • Más ilusiones, más ganas de disfrutar, más ganas de vivir, más ganas de compartir los mejores momentos de nuestra vida…